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General: CIA CUBADEBATE
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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 26/03/2014 06:32 |
La urgencia de Venezuela
Las fuerzas anti-Maduro están actuando para desestabilizar y finalmente derrocar al gobierno de Maduro, que nunca ha sido vencer en las urnas. Los Estados Unidos no debe fomentar este proceso por medio de palabras o acciones, a la intemperie o en secreto. Foto: Prensa Presidencial/ Venezuela
Creo que la mano, la mano invisible de los Estados Unidos, está involucrado en la crisis venezolana. El presidente Obama debe indicar en palabras claras de que Estados Unidos se opone a cualquier intento de un golpe de Estado y los Estados Unidos no va a apoyar directa o indirectamente. Las fuerzas anti-Maduro están actuando para desestabilizar y finalmente derrocar al gobierno de Maduro, que nunca ha sido vencer en las urnas. Los Estados Unidos no debe fomentar este proceso por medio de palabras o acciones, a la intemperie o en secreto.” – Tom Hayden, en Telesur, 25 de febrero de 2014
Es difícil entender los hechos detrás de la turbia neblina que cubre la crisis venezolana. Basándose más o menos en intuiciones, pero también en documentos creíbles, algunos echan la culpan de gran parte de la crisis a la CIA. Algunos personajes de la Seguridad Nacional de EEUU, aborreciendo el populismo, afirman que el Estado venezolano está consolidando un poder dictatorial precisamente por ganar tantas elecciones. Otros, si bien son amistosos hacia Venezuela, culpan al gobierno de Caracas por no abordar los problemas de la delincuencia violenta y el malestar económico.
Puede que el presidente Barack Obama sepa o no lo que varios agentes estadounidenses están haciendo. Hemos visto evidencia de un “Estado dentro del Estado” antes, que se remonta a la época que iniciaron las operaciones de la CIA contra Cuba. En la era Obama, el presidente calificó correctamente el golpe de Estado de 2009 en Honduras como un “golpe”, y luego fue incapaz o quedó impotente para impedirlo. En su primera Cumbre de las Américas, un amistoso Obama estrechó la mano de Hugo Chávez antes de que los principales asesores de Obama trataran de sabotear la mejora en las relaciones.
Llámenme ingenúo, pero no creo que el presidente Obama quiera ver al presidente Maduro derrocado: se desataría el caos, la culpa caería en Estados Unidos y las relaciones con América Latina se congelarían a menos cero. Probablemente el Presidente piense que Maduro debería embasurarse con sus contradicciones internas.
Pero hay otro “gobierno” de Estados Unidos, una red secreta que trabaja sin descanso para socavar cualquier amenaza de América Latina al predominio del capital y y el poder militar estadounidenses. Ellos entienden que el presidente debe estar dotado de una “negación plausible”, por lo que mantienen a Obama desinformado. A veces operan a través de la CIA, a veces bajo la fachada de programas Republicanos-Democratas de “promoción de la democracia”, a veces a través de terceras partes, tales como la FTI Consulting con sede en Florida. Consultores y encuestadores políticos del Partido Demócrata han trabajado para la oposición de Venezuela. Es difícil incluso para un presidente mantener un control sobre todo. Siendo ese el caso, la transparencia desaparece para el Congreso y la opinión pública estadounidenses.
Las declaraciones públicas de Obama esta semana sin duda dieron apoyo moral a las manifestaciones callejeras. A la vez que incluye un llamado vago al “diálogo”, Obama está jugando con fuego. Obama necesita de inmediato frenar a todo el séquito de agentes desestabilizadores apoyados por Estados Unidos y expedirles un alto claro y una orden de cese, o él y el gobierno de EE.UU. serán culpados de lo que pueda ocurrir las próximas semanas. Tiene que solicitar y apoyar cualquier consenso que emerja esta semana por parte de los gobiernos electos de la región y de Naciones Unidas.
El Congreso y el público estadounidenses se están acostumbrando a las protestas callejeras que derrocan gobiernos elegidos, independientemente de la cuestión de la soberanía nacional. “La intervención humanitaria” en los asuntos de otras naciones significa deliberadamente ignorar la soberanía donde los abusos graves de los derechos humanos están en juego y no hay negociaciones posibles. El argumento es un poco atractivo hasta el punto en el que revive la Ley de la Selva. En el caso de Venezuela, no sólo la soberanía sino la democracia representativa están en riesgo, en una región que recientemente comenzó a despojarse del mandato de oligarcas y generales apoyados por Estados Unidos.
Los hechos olvidados en medio de la histeria creciente es que el presidente Maduro ganó la elección en Venezuela en abril de 2013 por poco menos de 2%, y su alianza salió victoriosa con un 10% en las elecciones municipales de diciembre pasado.
Los perdedores de esas elecciones en Venezuela se han convertido en “leninistas de la derecha”, y buscan crear una situación contrarrevolucionaria en la que el aparato de gobierno se desmorone y ellos tomen el poder. Los líderes quieren mártires en las calles. En su visión apocalíptica, un golpe de Estado en Venezuela se traduciría rápidamente en el colapso de los gobiernos de Bolivia, de Ecuador y de Nicaragua, que dependen del petróleo, y sería un golpe mortal a Cuba.
Si esta visión aterradora falla, las fuerzas anti-Maduro se reagruparán y retomarán sus estrategia de desestabilización sobre una base permanente, una guerra civil disfrazada de conflicto político, con las esperanzas cifradas en que un segmento del actual bloque de votantes de Maduro (un estimado de 50 a 56%) cambie de bando en una futura elección guiados por un simple deseo de “normalidad”.
El movimiento de justicia y paz en Estados Unidos, junto con sus aliados en el Congreso, cumplen un papel potencialmente importante para presionar a Obama y a los secretarios Kerry y Hegel, para frenar a los agentes de la guerra sucia estadounidenses. Una colalición congresista liderada por el Lobby Cuba-Miami ya está agitando para que asesinen a Maduro. ¿Dónde están los progresistas del Congreso?
*Ex senador y líder del movimiento de paz, justicia y ambiente de los sesenta. Director del Peace and Justice Resource Center.
(Tomado de The Huffington Post. Traducido por César Torres, para Cubadebate)
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Los drones de la CIA están disparando contra grupos sin saber quiénes son
Por Spencer Ackerman Security Blogs de la CNN
Traducido por Cubadebate
La expansión de la guerra no declarada con aviones no tripulados de la CIA en las zonas tribales de Pakistán ha supuesto una gran flexibilidad sobre la decisión de quién puede ser o no condenado a muerte, particularmente desde que el estándar de asesinato selectivo incluyó no solo a los principales líderes de al-Qaeda, sino a muchos de sus aliados.
Eso ha llevado a la CIA demasiado lejos, sobre todo porque el número de blancos probables ha crecido tras el nuevo estándar, de acuerdo con una investigación publicada por The Wall Street Journal: “Se dispara a combatientes vinculados a grupos terroristas, pero sus identidades no siempre se conocen”.
En otras palabras, la CIA ahora está matando a la gente sin saber quiénes son, y basta para ello la sospecha de asociación con grupos terroristas. La agencia no define claramente qué significa en las normas “sospecha” y “asociación”.
Los ataques dirigidos contra estas personas que usualmente son “grupos” de personas, son denominados burocráticamente “signature strikes” (firmado como negativo). “La mayor parte de ataques con drones de la CIA son ejecuciones del tipo ‘signature’”, asegura el informe de investigación firmado por Adam Entous, Siobhan Gorman y Julian E. Barnes.
Y el volumen de muertes es realmente grande. El Journal informa que el crecimiento de grupos de personas asesinadas por la CIA ha obligado a la agencia a informar a sus homólogos de Pakistán la ejecución de estos ataques en masa. Según un acuerdo, cuando la Agencia espera matar a 20 o más personas a la vez, entonces tiene que dar el aviso paquistaníes.
La determinación de quién es un objetivo no parte siempre de la recopilación de inteligencia. Las cámaras de la flota de Predators y Reapers de la CIA funcionan bien. De modo que el análisis de inteligencia se basa la mayoría de las veces en la interpretación de las imágenes recogidas de los aviones no tripulados y luego, se valora con los espías y los analistas quién es un terrorista y quién, por ejemplo, solo está en la lavandería de los terroristas. Pero en una guerra suele ser muy difícil distinguir entre los dos.
Por lo tanto, al final acaba siendo una cuestión de política decidir si es aceptable para la CIA matar a alguien sin realmente saber si el blanco es el tipo que pone la bomba o el de la lavandería.
El Journal informa que la disposición de la CIA para atacar sin conocimiento le está causando problemas al Departamento de Estado y a los militares.
La gran cantidad de ataques con drones en las áreas tribales paquistaníes contribuye a la intransigencia de Pakistán, en otro tema de gran importancia para los EE.UU.: convencer a Pakistán para entregar a los grupos insurgentes que patrocinan las conversaciones de paz para poner fin a la guerra en Afganistán.
Se teme que el aumento de liderazgo anti-estadounidense en Pakistán catalice en una ola de indignación por la ación de los drones. El Journal informa que a principios de este año, el Departamento de Estado advirtió sobre esto, pero siguió dando luz verde a la CIA. Lo mismo hicieron los militares, que temen que Pakistán corte las rutas de paso a Afganistán que se ejecutan a través de su territorio.
La CIA, en definitiva, es quien tiene el control. No sólo ha reforzado sus patrullas de aviones no tripulados a 14 “órbitas”, cada una compuesta de tres Predators o Reapers, sino que trasladó muchos de sus aviones a las bases de Pakistán y Afganistán. Tienen el control unilateral, pero han intentado dar a los paquistaníes mayor participación en las operaciones de aviones no tripulados, desde la siguiente perspectiva: “No es que ellos tomen las llaves del coche de la CIA”, dijo a la revista un alto funcionario no identificado. “Es que hay más gente en el coche.”
Y la pregunta básica de “¿Quién elige el objetivo?”, lleva como respuesta de facto, para decirlo sin rodeos, lo siguiente: Solo la CIA decide sin encomendarse a nadie.
Clive Stafford Smith, abogado especializado en derechos humanos, apunta un ejemplo de quiénes son los que al final mueren: un joven llamado Tariq fue asesinado en un ataque con aviones no tripulados. A su lado también murió su primo de 12 años de edad, Waheed Khan. Tariq llevaba al niño a la casa de su tía. “Tariq era un buen chico, y valiente“, escribe Stafford Smith.
La CIA – ahora respaldada por los militares y el Departamento de Estado – tiene las manos libres para hacer su guerra secreta con aviones no tripulados en Pakistán, en teoría para reprimir al-Qaida y a sus aliados, degradando la amenaza que suponen. Sin embargo, también matan a muchos Tariqs y Waheeds. Y como la guerra se está haciendo desde un avión no tripulado incluido en un programa clasificado de la CIA, la Agencia no da cuenta de sus actos a nadie, y menos aún a la opinión pública de EEUU o de Pakistán.
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“Bibliotecarios ninjas” de la CIA vigilan actividad de los usuarios en las redes sociales
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Presentan en Nueva York revelador libro sobre la muerte del Ché
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La Operación Cóndor contra Cuba. Asesinos en Nicaragua (II)
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Los magnicidios de Lumumba y Gadafi muestran que el colonialismo aún persiste
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La Operación Cóndor contra Cuba. Asesinos en Nicaragua (I)
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La CIA y Mossad apoyaron acusación de EEUU contra Irán
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La voluntad de acero (Segunda Parte y final)
En este artículo: Barack Obama, Estados Unidos, Orlando Bosch, Cuba, Fidel Castro, Barbados, Cinco Héroes, CIA, René González, Raúl Castro, Terrorismo, Luis Posada Carriles
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Hablemos de los Cinco y de los aviones a control remoto
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En Razones de Cuba, todos los capítulos de “En silencio ha tenido que ser” (+ Video)
El sitio web Razones de Cuba publicó hoy el capítulo 12 y final de “En silencio ha tenido que ser”, y así completa toda la primera temporada de la mítica serie de la televisión cubana que protagonizó Sergio Corrieri y que se comenzó a transmitir en Cuba en 1979.
Razones de Cuba ha ido incorporando en su canal de Youtube dos capítulos de esta serie cada semana y ha prometido otros clásicos de la televisión próximamente, como “Julito el pescador” y la segunda temporada de “En silencio…”
Basada en hechos reales, la serie refleja la historia de un agente de la Seguridad Cubana infiltrado en los Estados Unidos, que logra desbaratar algunos de los planes terroristas fraguados contra la Isla desde Washington.
Vea los capítulos anteriores en Razones de Cuba:
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Fidel Castro: Cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla (+ Video)
Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, en el acto de despedida de duelo de las víctimas del avión de cubana destruido en pleno vuelo, el 6 de octubre, efectuado en la Plaza de la Revolución el día 15 de octubre de 1976, “Año del XX aniversario del Granma” (Versiones Taquigraficas-Consejo de Estado)
Familiares de los cubanos asesinados el 6 de octubre;
Compatriotas:
Conmovidos, luctuosos, indignados, nos reunimos hoy en esta histórica Plaza para despedir, aunque solo sea casi simbólicamente, los restos de nuestros hermanos asesinados en el brutal acto de terrorismo perpetrado contra un avión civil en pleno vuelo con 73 personas a bordo, de ellas 57 cubanos. La mayor parte de los restos yacen en las profundidades abismales del océano, sin que la tragedia haya dejado a los familiares allegados ni aun el consuelo de sus cadáveres. Solo los restos mortales de ocho cubanos han podido ser recuperados. Ellos se convierten así en símbolo de todos los caídos, el único resto material al que daremos sepultura en nuestra tierra de quienes fueron 57 saludables, vigorosos, entusiastas, abnegados y jóvenes compatriotas nuestros. Su edad promedio apenas rebasaba los 30 años aunque sus vidas eran ya, sin embargo, inmensamente ricas en su aporte al trabajo, al estudio, al deporte, al afecto de sus familiares allegados y a la Revolución.
Cuando leemos las biografías de cada uno de ellos vemos qué espléndida hoja de servicios al país constituyen sus vidas. El capitán de la nave habla sido elegido, este mismo año, Héroe Nacional del Trabajo. Muchos habían recibido la Medalla XX Aniversario. Numerosos entre los tripulantes habían prestado distintos servicios internacionalistas y los atletas acababan de escribir una brillante e insuperable página deportiva, ganando la totalidad de las medallas de oro en las competencias regionales de esgrima que acababan de efectuarse en Caracas. Muchos eran militantes de la Juventud o del Partido, todos se destacaban en sus actividades, cada uno de ellos había sido un claro ejemplo de cómo la dedicación al estudio, a la superación, al trabajo y al cumplimiento del deber es hoy la característica esencial de nuestros conciudadanos.
No eran millonarios en viaje de placer, no eran turistas que disponían de tiempo y de recursos para visitar otros países; eran humildes trabajadores o estudiantes y deportistas que cumplían con modestia y dedicación las tareas asignadas por la patria.
Entre los viajeros del avión había 11 jóvenes guyaneses, seis de ellos seleccionados para realizar estudios de medicina en Cuba, vidas que se pierden de hombres cuyo destino era salvar vidas en su país subdesarrollado y pobre. También murieron cinco abnegados ciudadanos de la República Popular Democrática de Corea, un pueblo tanto tiempo asediado por Estados Unidos, que visitaban países de América Latina en viaje de amistad.
En pleno vuelo el avión fue destruido por una carga explosiva a los pocos minutos de haber despegado del aeropuerto de Barbados. Con heroísmo indescriptible los bravos y expertos pilotos de la nave hicieron un supremo esfuerzo para hacerla regresar a tierra, pero el equipo, ardiendo y casi destruido, solo pudo permanecer en el aire unos minutos más. Contaron, sin embargo, con el tiempo y la entereza suficiente para explicar que había ocurrido una explosión a bordo, que la nave ardía e intentaban regresar a tierra. Es inimaginable el drama que tiene que haber significado para los pasajeros y los tripulantes la explosión y el incendio encerrados en una nave aérea a una altura aproximada de 6 000 metros.
Alguna agencia imperialista de inmediato habló sobre un posible fallo mecánico, pero en cinta grabada quedaron registradas todas las palabras del piloto trasmitidas al aeropuerto de Barbados. A esa evidencia se sumaron inmediatamente otras. Dos individuos con documentos que los acreditaban como venezolanos habían tomado el avión en Trinidad para descender del mismo en Barbados antes del accidente; casi inmediatamente después que la nave estallara en el aire tomaron otro avión de regreso a Trinidad, donde se alojaron sin equipaje alguno en el más lujoso hotel. A petición de las autoridades de Barbados, a quienes se les habían hecho sospechosos, fueron arrestados.
Las investigaciones iniciadas por la policía de ambos países arrojaron de inmediato indicios que hacían recaer sobre ellos la fuerte presunción de ser los autores materiales del sabotaje.
Por el carácter de la documentación, las autoridades de Venezuela tuvieron también rápido conocimiento de los hechos y acceso a la investigación. Al día siguiente, 7 de octubre, el presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, en cable de condolencia a Cuba, calificaba el hecho de abominable crimen. En términos públicos semejantes se expresó después, en la sede de Naciones Unidas, el propio Primer Ministro de Barbados. El hecho de que esos gobiernos -cuyos funcionarios tenían acceso a las fuentes más inmediatas e importantes de información, que eran los propios arrestados, las circunstancias que rodeaban su conducta y sus documentos- calificaran el acto como terrorismo, era ya de por sí muy significativo.
Aunque desde las primeras informaciones el Gobierno de Cuba no albergaba la menor duda acerca de la causa de la tragedia, se abstuvo de hacer declaración alguna en espera de analizar cuidadosamente las noticias que se fueran recibiendo, así como los antecedentes e informes -unos públicos y otros confidenciales- que obraban en su poder.
En los primeros instantes no se conocía con exactitud la verdadera identidad de los detenidos. Se habló de la posibilidad de que la documentación fuera falsa. Se dieron a la publicidad los nombres de Freddy Lugo y José Velázquez y se dijo que este último se hacía llamar también José García, mencionándose que portaba más de un pasaporte. Se publicó también, más adelante, que la cónsul de Venezuela había conversado cinco horas con los detenidos y que el Embajador de Estados Unidos en Barbados había partido apresuradamente hacia Washington. No obstante, las noticias en torno a los arrestados y otros detalles y circunstancias de interés se guardaban bastante herméticamente.
El 9 de octubre el Gobierno de Venezuela declaró que Freddy Lugo era ciudadano venezolano y que se proseguían las pesquisas para identificar a José Velázquez o José García.
El 10 de octubre varias fuentes absolutamente fidedignas de círculos periodísticos de Venezuela, indignados por el monstruoso crimen, hicieron llegar a Cuba informes de suma importancia. Estos revelaban que un fotógrafo del periódico El Mundo, llamado Hernán Ricardo, dos semanas atrás habla sido visto en compañía de Félix Martínez Suárez, conocido enemigo de la Revolución Cubana, y dos sujetos más. Que este Hernán Ricardo era inseparable de Freddy Lugo. Que dos días después de la explosión de una bomba en las oficinas de Cubana de Aviación en Panamá, Hernán Ricardo había llegado al aeropuerto de Maiquetía procedente de ese país. Que poseían indicios ciertos de que dicho sujeto contaba con tres pasaportes, uno de ellos a nombre de José Velázquez. Se añadía que en la propia redacción del periódico El Mundo había alardeado conocer que un avión cubano sería volado en Barbados.
Pero lo más esencial e importante que nos comunicaron estas fuentes bien informadas de Venezuela, es que en amplios círculos se conocía que Hernán Ricardo era agente de la CIA, que muchas veces manejaba informes procedentes de la misma y que, devengando un sueldo relativamente modesto de 1 600 bolívares, poseía un automóvil de 40 000 y un apartamento de 100 000. Algunas personas lo habían oído también comentar con Freddy Lugo sobre cursos de explosivos que estaban recibiendo. Que por todos estos antecedentes ellos sospechaban que el otro arrestado, que se hacía pasar por José Velázquez, era Hernán Ricardo.
Dos días después, el 12 de octubre, el Gobierno de Venezuela anunció oficialmente que el segundo detenido, José Velázquez, era realmente Hernán Ricardo.
Esto lo explica todo.
A los informes procedentes de Venezuela debemos añadir que, de acuerdo con los datos que obran en nuestro poder, Félix Martínez Suárez es reputado agente de la CIA.
Noticias públicas procedentes de Venezuela hablan sobre fabulosas cantidades de dinero entregadas a los autores materiales del hecho.
El territorio de Venezuela fue incuestionablemente usado para la materialización del sabotaje en la fase final del mismo y ciudadanos de ese país, sin lugar a dudas, fueron los autores materiales del horrible crimen. Pero esto no nos conduce a confusiones de ninguna índole.
Es cierto que en Venezuela existe un grupo de connotados elementos contrarrevolucionarios cubanos, con cierto acceso a determinadas esferas políticas, que están implicados en los planes imperialistas de terrorismo contra nuestra patria y que es muy difícil que algunos de ellos no hayan tenido que ver con los hechos. Pero nosotros no albergamos la menor duda de que el Gobierno de Venezuela es absolutamente ajeno a los planes agresivos de Estados Unidos contra Cuba; que su actitud hacia nuestro país ha sido honesta; que tal como lo ha prometido el propio presidente Carlos Andrés Pérez, hará una investigación exhaustiva sobre las implicaciones que en los repugnantes hechos pueden haber tenido ciudadanos venezolanos o residentes en el país, y que exigirá responsabilidad a quien corresponda por la utilización del territorio de Venezuela como base de agresiones para actos terroristas.
El reclutamiento de ciudadanos y el empleo del territorio de otros países para realizar actos de esa naturaleza, son métodos típicos de la CIA.
Al principio teníamos dudas si la CIA había organizado directamente el sabotaje o lo elaboró cuidadosamente a través de sus organizaciones de cobertura integradas por contrarrevolucionarios cubanos; ahora nos inclinamos decididamente por la primera tesis. La CIA tuvo una participación directa en la destrucción del avión de Cubana en Barbados.
Lo más repugnante de este caso es el empleo de mercenarios que por dinero son capaces de segar en unos segundos 73 preciosas vidas de personas indefensas, con las cuales incluso viajaron en el avión minutos antes.
En los Ultimos meses el Gobierno de Estados Unidos, resentido por la contribución de Cuba a la derrota sufrida por los imperialistas y los racistas en Africa, junto a brutales amenazas de agresión, desató una serie de actividades terroristas contra Cuba. Esa campaña se ha venido intensificando por día y se ha dirigido, fundamentalmente, contra nuestras sedes diplomáticas y nuestras líneas aéreas.
El 9 de julio del presente año, en Kingston, Jamaica, solo varias semanas antes del sabotaje al avión de Barbados, una potente bomba hizo explosión en el vagón que cargaba los equipajes del vuelo de Cubana de Aviación que se dirigía hacia Cuba. El artefacto no estalló dentro de la nave en pleno vuelo, debido a que se produjo un atraso en el arribo de la misma.
El 2 de octubre de este año, cuatro días antes del sabotaje al avión en Barbados, el periodista contrarrevolucionario Llano Montes, que tiene razones para estar bien informado sobre esos menesteres, publicó en El Mundo de Caracas que una bomba de dinamita plástica había sido colocada bajo el ala de un avión de la Compañía Cubana de Aviación en Barbados y que la misma se había despegado por un pequeño derrame de gasolina cuando el avión iba por la pista para iniciar el vuelo. Añadió que un empleado de Seguridad del aeropuerto encontró la dinamita plástica en el suelo, le quitó el detonador y la llevó a las oficinas, de donde desapareció sin que diera cuenta a sus superiores.
En los actos de terrorismo perpetrados contra Cuba en todos los estados de la zona del Caribe y Centroamérica que mantienen relaciones con nuestra patria, han sido utilizados no solo los territorios de esos países: México, Panamá, Colombia, Jamaica, Barbados, Trinidad Tobago y Venezuela, sino además los de otras naciones vecinas como Santo Domingo y Costa Rica, donde también residen, se mueven y organizan los terroristas, sin excluir, desde luego, Estados Unidos, Puerto Rico, Nicaragua y Chile donde tienen sus bases y actúan abiertamente con apoyo oficial. En el desarrollo de estas actividades él imperialismo ha violado descaradamente la soberanía y las leyes de numerosos países del área.
Los autores de estos crímenes se mueven impunemente por todas partes; cuentan con recursos financieros inagotables; utilizan pasaportes de Estados Unidos como ciudadanos naturalizados de ese país o documentos reales o falsos de otros numerosos países, y emplean los medios más sofisticados de terror y crimen.
¿Quién si no la CIA, al amparo de las condiciones de dominio e impunidad imperialistas establecidas en este hemisferio, puede realizar estos hechos?
Un aspecto importante es la estrecha asociación de la Agencia Central de Inteligencia con las tiranías de Nicaragua y Chile para llevar a cabo estos planes.
Aunque ya en los días del ataque mercenario a Girón los territorios de Nicaragua y Guatemala sirvieron de base a las agresiones armadas contra Cuba, y más adelante los ataques piratas se llevaron a cabo desde bases en Miami, Puerto Rico, Santo Domingo y Costa Rica, en la actualidad los mismos grupos de elementos contrarrevolucionarios están siendo utilizados también por Somoza y Pinochet de acuerdo con los fines específicos de cada cual, no solo contra Cuba, sino también contra Panamá, Jamaica, Guyana, el movimiento popular chileno y otros movimientos progresistas latinoamericanos.
Es bien conocido que la CIA, siempre que fraguó un plan de acción contra Cuba en los días de Girón o más adelante, para perpetrar la interminable cadena de ataques piratas, actos subversivos y desembarco de armas organizados y dirigidos por ella, en cada ocasión enmascaró siempre sus actividades bajo el manto de determinadas organizaciones contrarrevolucionarias cubanas. Es imposible recordar la cantidad de nombres y siglas que esta tenebrosa institución yanki ha creado.
El pasado mes de junio un grupo de organizaciones contrarrevolucionarias terroristas radicadas todas en Estados Unidos -las denominadas Frente de Liberación Nacional de Cuba, Acción Cubana, Movimiento Nacionalista Cubano, Brigada 2506 y F-14, integradas en su mayoría por elementos que han trabajado para la CIA durante varios años y recibieron de ella el entrenamiento-, se reunieron en Costa Rica para crear un llamado Comando de organizaciones Revolucionarias Unidas (CORU).
Estos grupos no solo actúan libre e impunemente desde territorio de Estados Unidos, sino que sus cabecillas principales, a través de la organización CORU, están estrechamente vinculados a las actividades de la CIA contra Cuba.
No siempre las acciones son realizadas por elementos de estos grupos de cobertura. Muchas veces la CIA realiza el sucio trabajo por otros medios, y las organizaciones creadas sirven para atribuirse la paternidad de los hechos.
En Estados Unidos estos grupos proclaman públicamente sus crímenes y anuncian nuevos actos vandálicos.
En el mes de agosto de 1976 apareció publicado en un periódico contrarrevolucionario que se edita en Miami un supuesto parte de guerra, donde después de referir cómo volaron un automóvil frente a la Embajada cubana en Colombia y destruyeron las oficinas de Air Panamá, declaran al final textualmente: “Muy pronto atacaremos aeronaves en vuelo…” Y firman las cinco organizaciones terroristas radicadas en Miami que anteriormente señalamos.
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En otro periódico de Miami, el 19 de septiembre de este propio año, vemos una descripción detallada que hace el CORU de cómo fue el intento de secuestro del cónsul cubano en Mérida y el asesinato del técnico pesquero Artagnán Díaz Díaz combinado con el proyecto de dinamitar la Embajada cubana en México. Dos de los asesinos habían volado de Miami a México con pasaportes norteamericanos para realizar los hechos, y fueron arrestados en ese país después del crimen. Un tercero regresó a Estados Unidos para escapar a la acción de la justicia mexicana.
En otro de los libelos que se publica en Miami, aparece el día 9 de septiembre de 1976 una página gráfica sobre un supuesto congreso de la organización terrorista Brigada 2506 celebrado en esa ciudad. En la misma se incluye la foto del tirano Somoza haciendo el resumen del acto y junto a él un representante yanki, Claude Pepper.
En otra publicación aparece la foto de una asamblea de esos grupos contrarrevolucionarios donde se encuentran presidiendo el acto, según reza el pie de grabado, Julio Durán, embajador de Chile en Naciones Unidas; el alcalde de Miami, Maurice Ferrer; el coronel Eduardo Sepúlveda, cónsul general de Chile en Miami; y el congresista norteamericano Tom Gallager.
¿Qué tiene de extraño que ahora el CORU reivindique ante la agencia AP la repugnante hazaña de haber dinamitado en el aire un avión de pasajeros con 73 personas a bordo?
¿Qué tendría de extraño que estos mismos elementos fuesen los autores del asesinato del ex canciller chileno Orlando Letelier, cuya muerte indignó a la opinión latinoamericana y mundial?
Haciendo un recuento de los actos terroristas llevados a cabo contra Cuba, después que el Gobierno de Estados Unidos lanzó sus insolentes amenazas contra nuestro país, tenemos los siguientes:
Año 1976. Seis de abril. Dos barcos pesqueros, “Ferro 119″ y “Ferro 123″, son atacados por lanchas piratas procedentes de la Florida causando la muerte al pescador Bienvenido Mauriz y graves daños a las embarcaciones. 22 de abril. Una bomba es colocada en la Embajada cubana en Portugal ocasionando la muerte de dos compañeros y heridas graves a varios más, destruyendo totalmente el local. 5 de julio. La misión de Cuba ante la ONU es objeto de un atentado con explosivos ocasionando importantes pérdidas materiales. 9 de julio. Una bomba hace explosión en el vagón que cargaba los equipajes del vuelo de Cubana de Aviación, en el aeropuerto de Jamaica, momentos antes de ser transbordados. 10 de julio. Una bomba estalla en las oficinas de la British West Indies de Barbados, que representa los intereses de la Cubana de Aviación en ese país. 23 de julio. Un técnico del Instituto Nacional de la Pesca, Artagnán Díaz Díaz, es asesinado en un intento de secuestrar al cónsul cubano en Mérida. 9 de agosto. Dos funcionarios de la Embajada cubana en Argentina son secuestrados sin que se haya vuelto a tener noticias de ellos. 18 de agosto. Una bomba hace explosión en las oficinas de Cubana de Aviación en Panamá, causando daños de consideración. 6 de octubre. Es destruido en pleno vuelo un avión de Cubana de Aviación con 73 personas a bordo. Como se puede apreciar, en solo dos meses fueron organizados dos sabotajes de extraordinaria gravedad contra aviones cubanos en vuelos internacionales repletos de pasajeros, uno de los cuales resultó fatal.
Detrás de estos hechos está la CIA. Y casi sin excepción en todas las ocasiones, las organizaciones terroristas que radican en Estados Unidos y actúan impunemente en territorio de ese país, esencialmente las cinco que integran el conjunto llamado CORU, se atribuyeron la paternidad de los mismos.
Deseo recordar que la CIA ha sido autora de procedimientos delictivos que han estado afectando de modo creciente a la comunidad internacional en los últimos años, La CIA inventó y alentó los secuestros de aviones para aplicarlos contra Cuba en los primeros años de la Revolución; la CIA inventó los ataques piratas desde bases extranjeras en su política de agresiones contra Cuba; la CIA inventó la desestabilización de gobiernos extranjeros; la CIA reeditó en el mundo moderno la funesta política de planear e intentar el asesinato de dirigentes de otros estados; la CIA inventó ahora el tenebroso recurso de hacer estallar aviones civiles en pleno vuelo. Es necesario que la comunidad mundial tome conciencia de la gravedad que tales hechos implican.
Aun cuando el Senado de Estados Unidos investigó y reconoció públicamente los incontables planes de la CIA para asesinar a los dirigentes de la Revolución Cubana y su consagración a esa tarea durante varios años, el Gobierno de Estados Unidos no ha dado ninguna explicación de tales hechos al Gobierno de Cuba ni ha pedido siquiera la menor excusa.
Tenemos la sospecha de que el Gobierno de Estados Unidos no ha renunciado a tales prácticas. El 9 de octubre, solo tres días después del criminal sabotaje de Barbados, fue interceptado un mensaje enviado por la CIA a un agente suyo en La Habana. Dicho mensaje, trasmitido desde el centro principal de la CIA en Langley, Virginia, dice textualmente, entre otras cosas: “Favor informar primera oportunidad cualquier dato respecto asistencia Fidel ceremonia primer aniversario independencia de Angola día 11 de noviembre. Caso afirmativo, tratar de averiguar itinerario completo visita Fidel otros países mismo viaje”.
Otra instrucción de fecha anterior dice así:
¿Cuál es la reacción oficial y particular sobre ataques de bombas contra oficinas cubanas en el extranjero? ¿Qué van a hacer para evitarlas y prevenirlas? ¿De quién se sospecha como responsables? ¿Habrá represalias?
Esperamos que el Gobierno de Estados Unidos no se atreva a negar la veracidad de estas instrucciones de la oficina central de la CIA y otras muchas que en flagrantes actos de espionaje ha cursado a la misma persona. Poseemos la clave, las cifras y todas las pruebas de la autenticidad de estas comunicaciones. En este caso concreto, el supuesto agente reclutado por la CIA, desde el primer instante y durante 10 años ha mantenido al Gobierno de Cuba detalladamente informado de todos sus contactos con la misma, los equipos y las instrucciones recibidas (Aplausos). La CIA suponía que el agente había logrado colocar un microtrasmisor electrónico moderno, que le fuera entregado por esta, nada menos que en el despacho del compañero Osmany Cienfuegos, Secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros. De ahí la seguridad con que presumía recibir, con la debida antelación, la información pertinente sobre cualquier viaje del Primer Ministro de Cuba al extranjero.
Los que imaginan que la CIA se ha enmendado un ápice por las denuncias que en el propio seno de la sociedad norteamericana se han producido sobre sus espeluznantes hechos, están en un profundo error. Sus métodos, en todo caso, se harán más sutiles y más pérfidos.
¿Para qué deseaba la CIA conocer el itinerario exacto del posible viaje del Primer Ministro a Angola y otros países de Africa con motivo del 11 de noviembre? ¿Por qué deseaba conocer qué medidas se tomarían para evitar y prevenir los actos terroristas?
Dada la importancia de este hecho y su valor esclarecedor sobre la conducta y las actividades de la CIA, hemos considerado la conveniencia de hacerlo público aunque ello implica el sacrificio de una fuente valiosa de información (Aplausos).
Hace tres años el Gobierno de Cuba suscribió un acuerdo sobre piratería aérea, marítima y otros delitos con el Gobierno de Estados Unidos, que fue por parte de nuestro país una importante contribución a la solución del grave problema mundial de los secuestros de aviones. El Gobierno de Cuba no exigió condición alguna, ni siquiera el cese del criminal bloqueo económico que el Gobierno de Estados Unidos mantenía sobre nuestro país, para suscribir ese acuerdo. Cuba, además, sin la menor obligación legal devolvió a una empresa norteamericana los 2 millones de dólares que unos secuestradores habían traído consigo y que fueron confiscados por nuestras autoridades.
En cierta ocasión las autoridades cubanas en el aeropuerto de Rancho Boyeros salvaron la vida a numerosos ciudadanos norteamericanos que, procedentes de la Florida, tuvieron que efectuar un aterrizaje de emergencia después que la policía norteamericana había destruido a tiros las gomas del avión en un intento inútil de retenerlo en tierra. Exactamente haríamos en cualquier situación similar, por razones estrictamente humanitarias.
¡Qué diferente de la brutal conducta de los que armaron las manos asesinas y alentaron la destrucción de nuestro avión en Barbados!
Cuba nunca hizo ni hará propaganda a los secuestradores de aviones, y está en disposición de colaborar realmente con cualquier gobierno responsable en la lucha contra la piratería y el terrorismo aéreo.
Pero el Gobierno de Estados Unidos ha sido incapaz de cumplir el espíritu y la letra del acuerdo suscrito con Cuba en febrero de 1973.
Después del asesinato impune de un pescador cubano y la destrucción de dos lanchas por un ataque pirata en la proximidad de la Florida, advertimos al Gobierno de Estados Unidos que si tales hechos se repetían y sus autores no eran ejemplarmente sancionados, el convenio dejaría de tener vigencia (Aplausos). No hubo respuesta. El crimen no fue investigado ni sancionado.
Los hechos ocurridos con posterioridad son mucho más graves, porque la acción terrorista desencadenada por la hostilidad y la política de Estados Unidos hacia Cuba ha culminado en la increíble barbarie de destruir aviones civiles cubanos en pleno vuelo.
El acuerdo suscrito entre los gobiernos de Estados Unidos y Cuba el 15 de febrero de 1973, no puede sobrevivir a este brutal crimen (Aplausos y exclamaciones de: “¡Fidel, seguro, a los yankis dales duro!”)
El Gobierno de Cuba se ve en la necesidad de cancelarlo y así lo comunicará esta misma tarde al Gobierno de Estados Unidos (Aplausos). Conforme a los términos textuales de dicho acuerdo, en cualquier momento de su período de vigencia y mediante denuncia escrita, formulada con seis meses de anticipación, una de las partes podrá comunicar a la otra su decisión de dar por terminado el mismo. Ateniéndonos estrictamente a lo convenido y procediendo a la notificación de su denuncia en el día de hoy, 15 de octubre de 1976, dicho acuerdo tendrá vigencia solamente hasta el 15 de abril de 1977, y no volveremos a suscribir con Estados Unidos ningún acuerdo de esta índole (Aplausos) hasta que cese terminantemente la campaña terrorista desatada contra Cuba, se brinden garantías efectivas contra estos hechos a nuestro pueblo, y se ponga definitivamente fin a los actos de hostilidad y de agresión de Estados Unidos contra Cuba (Aplausos). No puede haber colaboración de ninguna índole entre un país agresor y un país agredido.
Si después del 15 de abril de 1977, cuando cesará la vigencia del acuerdo, cualquier avión comercial norteamericano fuese desviado a Cuba, tanto el equipo como la tripulación y los pasajeros recibirán todas las facilidades para regresar de inmediato a su país (Aplausos).
Cuba no alentará jamás los secuestros aéreos ni será tolerante con sus autores, pero no puede mantener compromisos virtualmente unilaterales de devolver o castigar a los mismos con un gobierno sobre el que recae la responsabilidad fundamental de esta infame ofensiva terrorista contra nuestro país.
Los acuerdos suscritos en este sentido con Canadá, México, Colombia y Venezuela, seguirán con plena vigencia.
Cuba está dispuesta también a colaborar con México, Panamá, Venezuela, Colombia, Jamaica, Trinidad Tobago, Guyana, Barbados y los demás países del área del Caribe y Centroamérica que sean capaces de actuar de buena fe, en cualquier conjunto de medidas que se consideren apropiadas para combatir estos crímenes.
Cuba incluso mantiene la disposición de discutir con Estados Unidos, sea cual fuese el gobierno electo el próximo mes de noviembre, una solución a estos problemas, pero tiene que ser, repito, sobre la base del cese definitivo de todo acto de hostilidad y agresión a nuestra patria (Aplausos).
Podríamos preguntarnos qué se pretende con estos crímenes. ¿Destruir la Revolución? (Exclamaciones de: “¡No!”) Es imposible. La Revolución emerge más vigorosa frente a cada golpe y cada agresión, se profundiza, se hace más consciente, se hace más fuerte (Aplausos). ¿Intimidar al pueblo? (Exclamaciones de: “¡No!”) Es imposible. Frente a la cobardía y la monstruosidad de crímenes semejantes el pueblo se enardece, y cada hombre y mujer se convierte en un soldado fervoroso y heroico dispuesto a morir (Aplausos).
La Revolución nos inculcó a todos la idea de la fraternidad y la solidaridad humana. A todos nos hizo hermanos entrañables en los que la sangre de uno pertenece a todos y la sangre de todos pertenece a cada uno de los demás (Aplausos). Por eso el dolor es de todos, el luto es de todos, pero la invencible y poderosa fuerza de millones de personas es nuestra fuerza. ¡Y nuestra fuerza no es solo la fuerza de un pueblo, es la fuerza de todos los pueblos que ya se redimieron de la esclavitud y la de todos los que en el mundo luchan para erradicar del seno de la sociedad humana la explotación, la injusticia y el crimen! (Aplausos.)
Nuestra fuerza es, en fin, la fuerza del patriotismo y la fuerza del internacionalismo. Las ideas por las que luchamos son estandarte de los hombres más honestos y dignos del mundo de hoy y el emblema seguro y victorioso del mundo de mañana.
El imperialismo, el capitalismo, el fascismo, el neocolonialismo, el racismo, la brutal explotación del hombre por el hombre en todas sus formas y manifestaciones, se acercan al ocaso en la historia de la humanidad, y sus enloquecidos servidores lo saben; por eso sus reacciones son cada vez más desesperadas, más histéricas, más cínicas, más impotentes. Solo eso puede explicar crímenes tan repugnantes y absurdos como el de Barbados.
Durante más de 100 años ha sido recordado y condenado con inextinguible indignación el fusilamiento de los estudiantes de medicina en 1871. Durante miles de años nuestro pueblo recordará, condenará y aborrecerá en lo más profundo de su espíritu este horrible asesinato.
¡Nuestros atletas sacrificados en la flor de su vida y de sus facultades serán campeones eternos en nuestros corazones (Aplausos); sus medallas de oro no yacerán en el fondo del océano, se levantan ya como soles sin manchas y como símbolos en el firmamento de Cuba; no alcanzarán el honor de la olimpiada, pero han ascendido para siempre al hermoso olimpo de los mártires de la patria! (Aplausos.)
¡Nuestros tripulantes, nuestros heroicos trabajadores del aire y todos nuestros abnegados compatriotas sacrificados cobardemente ese día, vivirán eternamente en el recuerdo, en el cariño y la admiración del pueblo! (Aplausos) ¡Una patria cada vez más revolucionaria, más digna, más socialista y más internacionalista (Aplausos) será el grandioso monumento que nuestro pueblo erija a su memoria y a la de todos los que han caído o hayan de caer por la Revolución! (Aplausos.)
Hacia nuestros hermanos guyaneses y coreanos inmolados ese día, va también nuestro recuerdo más ferviente en estos instantes. Ellos nos recuerdan que los crímenes del imperialismo no tienen fronteras, que todos pertenecemos a la misma familia humana y que nuestra lucha es universal (Aplausos).
No podemos decir que el dolor se comparte. El dolor se multiplica. Millones de cubanos lloramos hoy junto a los seres queridos de las víctimas del abominable crimen. ¡Y cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
(Ovación).
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Luis Posada Carriles, el terrorista mimado de la CIA
Hoy 6 de octubre recordamos el 35 aniversario del brutal acto terrorista que saboteó a un avión civil cubano en pleno vuelo en Barbados y que ocasionó la muerte a 73 personas, 57 de estas cubanas. Sus ejecutores materiales fueron dos mercenarios de origen venezolano contratados para el crimen y los gestores Orlando Bosch Ávila, que murió impune en Miami, el 27 de abril de 2011 y Luis Posada Carriles, mimado de la CIA, que vive protegido en Estados Unidos.
Posada fue agente pagado de la CIA desde el 15 de marzo de 1965, cuando se oficializó la colaboración que mantenía con esa agencia desde años antes. Fue bautizado como AMCLEVE/15, después sería llamado CIFENCE-4 y finalmente WKSCARLET-3, según el uso que le dieron.
Cumplió una breve misión en diciembre de 1964 en República Dominicana a bordo del barco Venus y en enero del año siguiente sus superiores en la agencia lo llamaron para realizar otras tareas. En junio de ese año, se le asignó colocar cargas explosivas contra barcos cubanos y soviéticos en el puerto mexicano de Veracruz. Los fondos para estos actos terroristas se canalizaron a través de Jorge Mas Canosa, amigo íntimo de Posada y condiscípulo de este en los entrenamientos recibidos por ambos en Fort Benning, Georgia hasta marzo de 1964, de donde los dos egresaron con el grado de segundos tenientes del Ejército norteamericano. Mas Canosa entonces era uno de los principales cabecillas de la organización subversiva Representación Cubana en el Exilio, RECE. Posada informó en detalles estos preparativos a sus jefes en la CIA, así se registra en varios documentos secretos desclasificados por esa agencia.
En 1967, la agencia lo destinó para reorganizar los cuerpos represivos en Venezuela, ante el auge de las acciones de grupos armados opuestos al gobierno de turno. Primero está en la Dirección General de la Policía, DIGEPOL y después en la Dirección de los Servicios Inteligencia y Prevención, donde llegó a ocupar elevados cargos y dirigir decenas de operativos que secuestraron, desaparecieron y asesinaron a mujeres y hombres venezolanos. Entonces era conocido como el temible Comisario Basilio. Los registros históricos de desapariciones en Venezuela durante finales de la década de los sesenta elevan a más de mil los casos. Los restos mortales de muchas de estas víctimas no han podido ser encontrados.
El 18 de agosto de 1985 resultó exitoso su tercer intento de evadirse de la cárcel en Venezuela donde esperaba ser juzgado y condenado, de ahí sus protectores lo sumaron al proyecto agresivo que dirigía el teniente coronel Oliver North en la guerra sucia en Centroamérica y lo destinaron a la base aérea de Ilopango, en El Salvador, junto a otros terroristas de origen cubano, que actuaban allí al servicio de la CIA.
El 5 de octubre de 1986, hace casi veinticinco años, el mercenario norteamericano Euguene Hasenfus fue capturado después de ser derribado en Nicaragua el avión que pilotaba para abastecer de pertrechos militares a la Contra en ese país, organizada, armada, entrenada y dirigida por asesores norteamericanos.
El abultado expediente de Posada en la CIA, refiere sus negocios con drogas, también en Centroamérica se dedicó a traficar. Hasenfus reveló que en su campamento había cubanos de Miami, mencionó entre otros a Ramón Medina, que no era otro que el criminal prófugo. El escándalo tomó proporciones que alcanzaron a varias autoridades norteamericanas y se descubrió el negocio ilícito de ventas de armas norteamericanas a Irán, cuyas utilidades se destinaban a financiar los intentos para derrocar a la Revolución sandinista en Nicaragua. Este hecho ha pasado a la historia como el escándalo Irán-Contras.
Por casi dos décadas Posada continuó sus fechorías en Centroamérica, vinculado a grupos paramilitares y escuadrones de la muerte en la región, fue fundador del grupo ultraderechista Movimiento de Solidaridad con Centroamérica, MOSCA. El gobierno de Honduras investigó a este terrorista por la colocación de bombas en las ciudades de Tegucigalpa, San Pedro Sula, y directamente contra el presidente Carlos Roberto Reina. Fraguó también un plan de atentado contra el presidente Fidel Castro Ruz en ocasión de asistir a la toma de posesión de Reina.
En Guatemala ejecutó varias acciones y se vinculó en actividades de seguridad de la presidencia de Vinicio Cerezo Arévalo y en Costa Rica operó con el apoyo de los emigrados Miguel Merino Márquez y los hermanos Gustavo y Armando Lora Hernández.
En sus andanzas se vinculó al crimen organizado en los países de la región, participó en secuestros extorsivos, robos de autos y asesinatos por contrato, entre otros delitos y conoció a delincuentes disponibles al mejor postor. Así contactó a los mercenarios centroamericanos que contrató para que colocaran bombas en Cuba en 1997 en medio de la escalada terrorista orientada y financiada por Fundación Nacional Cubano Americana.
En ese mismo año se conjuró para asesinar al líder histórico de la Revolución cubana, durante la VII Cumbre de Presidentes de Iberoamérica en la isla Margarita, Venezuela. Después en noviembre de 2000 fue detenido en Panamá, cuando al frente de un comando terrorista planeó hacer estallar una poderosa carga explosiva en un acto de solidaridad en la Universidad panameña, que suponía asesinara al Mandatario cubano presente en el acto.
Tras un dilatado proceso fue juzgado y sentenciado en agosto de 2004 a benignas penas, que fueron impugnadas por la Fiscalía panameña. A los pocos días la entonces presidente de Panamá, Mireya Moscoso lo indultó junto a sus secuaces. Se refugió en Honduras con el apoyo de otros terroristas anticubanos allí residentes, quienes junto a otros radicados en Miami, prepararon su ingreso ilegal en Estados Unidos que se produjo en marzo de 2005.
Protegido por las autoridades norteamericanas durante dieciocho meses fue denunciado por Cuba, hasta que se reconoció que el terrorista estaba en su territorio. Para sorpresa de muchos Posada fue procesado no por su hoja criminal de toda su vida, sino por mentir sobre la forma y la vía de ingresar a Estados Unidos. Tras un largo proceso judicial en abril de 2011, más de seis años después fue declarado inocente en una farsa en la cual la presión de la CIA tuvo un papel decisivo.
Este mimado de esa agencia vive hoy en Estados Unidos con total impunidad, sigue incitando a la violencia e involucrado en conjuras para cometer nuevos actos de terror.
Un día como hoy vale recordar una frase de Fidel expresada hace 35 años: “Cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla”.
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Los vuelos secretos de la CIA: Solo era comercio
Rebelión
Alberto Piris cuenta algo impresionante en su columna del periódico digital República de las Ideas el 22 de septiembre. Sucedió tras un pleito planteado en un juzgado del Estado de Nueva York entre dos empresas privadas, relacionadas con la aviación comercial, que se reclamaban mutuamente ciertos impagos. Un intermediario aeronáutico y una compañía de alquiler de aviones privados, en su pugna porque la justicia les diera la razón, han hecho salir a la luz una extensa documentación relacionada directamente con los famosos “vuelos secretos” de la CIA. Richmor Aviation, ubicada cerca de Hudson, Nueva York, demanda a Sportsflight, una empresa unipersonal de corretaje en Long Island, por incumplimiento de contrato. Documentos presentados al tribunal durante el pleito muestran que alrededor del año 2003 Sportsflight organizó decenas de vuelos a petición de la CIA con destino a lugares como Rumania, Azerbaiyán, Egipto, Yibuti, Pakistán y Libia. Más de 1.500 páginas de los tribunales que entendieron en la causa y de los tribunales de apelaciones detallan llamadas a cuarteles de la CIA, a los celulares y teléfonos particulares de altos funcionarios de la CIA vinculados al programa de entrega de prisioneros, así como a la compañía contratista privada DynCorp, empleada por la agencia.
Los trayectos efectuados por los reactores privados, alquilados por la CIA para trasladar a los prisioneros, figuran detallados en estos documentos que el pleito ha sacado a la luz. Los transportes ilegales de presuntos terroristas, muchos de los cuales acabaron en Guantánamo, se hicieron con escrupulosa corrección burocrática y administrativa: facturas, recibos y justificantes de gastos. Todo muy correcto, excepto que secuestraban a la gente, la narcotizaban, la llevaban a una prisión clandestina y la torturaban. En los documentos que las empresas han aportado en su litigio comercial aparecen los detalles de los vuelos, ciudades de origen y destino, itinerarios, hoteles donde se alojaban los agentes, ciudades donde se ubicaban las cárceles clandestinas, acuerdos económicos, descuentos por mayores vuelos y números de “pasajeros”, etc…
Para ellos era una actividad comercial más, fueron a los juzgados no porque tuvieran algún problema en trasladar a un tipo narcotizado y encapuchado, sino porque luego no les pagaron lo convenido. Lo más impresionante es que quizás el único delito que encuentren los jueces sea la ausencia de algún recibo o impago. En el capitalismo las cuestiones relacionadas con pagos, cheques, descuentos y contratos se abordan con mucha escrupulosidad y acaban ante los jueces para asegurar que los compromisos y acuerdos se cumplen conforme a la ley. Basta recordar el caso de Al Capone que tras años de crímenes terminó procesado por evasión fiscal. Por el contrario, los derechos humanos son cuestiones secundarias, ningún juez estadounidense ha dedicado ningún esfuerzo a buscar responsables por secuestrar y torturar, quizás porque ni los legisladores ni los mejores abogados están para estos asuntos, lo importante en el capitalismo es que ningún cheque quedé impagado.
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