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General: PUERTO RICO: ULTIMATUM AL GOBIERNO DE LA COLONIA
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De: matilda (Mensaje original) |
Enviado: 09/05/2006 04:47 |
Puerto Rico Trabajadores y sindicatos llaman a un paro general el 9 de mayo Rafael Rodríguez Cruz Una coalición de los sindicatos más importantes y combativos de esta isla caribeña, junto a los principales grupos de izquierda, ha dado un ultimátum al gobierno de la colonia para que resuelva la presente crisis fiscal o enfrente un paro general tan pronto como el martes de esta semana. El pasado primero de mayo –precisamente el día internacional de los trabajadores- el gobernador de la colonia estadounidense despidió a cerca de noventa y cinco mil trabajadores públicos, alegando que no había fondos para continuar pagando la nómina. Desde entonces, la isla vive un clima de agitación política, caracterizado por marchas continuas de trabajadores y la movilización de contingentes exagerados de policías para reprimir las mismas. Los sindicatos iniciaron enseguida una campaña de llevar sus protestas a los centros bancarios y comerciales más importantes de San Juan, donde reside la verdadera causa del problema. Varias compañías estadounidenses –como McDonalds’- han sido blanco de la rabia popular. La crisis fiscal no tomó a nadie por sorpresa. El gasto estatal se disparó en la isla en la década de los noventa del siglo XX como resultado de una política completamente malsana de privatizarlo todo. Hoy la deuda estatal de Puerto Rico a los bonistas de Wall Street asciende a cuarenta mil millones de dólares. El servicio de esa deuda se trepa a tres mil seiscientos millones de dólares anuales. Además, Puerto Rico tiene una de las legislaturas más costosas y corruptas en el hemisferio occidental. Cualquier legislador de la isla se gana sobre cien mil dólares anuales. Los sindicatos, particularmente de las empresas estatales, no se quedaron con las manos quietas y en 1998 organizaron una huelga de pueblo para responder al intento del gobierno de privatizar la industria de las comunicaciones. A pesar de que ello dio paso a una de las movilizaciones obreras más impresionantes en la historia de la isla, la respuesta de los trabajadores no llegó muy lejos por las divisiones entre los líderes obreros, algunos de los cuales asumieron posiciones de traición a su propia clase. El gobierno privatizó las comunicaciones y el servicio de agua. Lo que se vive hoy es el segundo capítulo de la misma pelea. Los bonistas de Wall Street, acreedores de la gigantesca deuda estatal de la isla, continúan presionando al gobierno para que adopte medidas fiscales basadas en un 7% de impuesto al consumo de bienes de vida y reduzca drásticamente la nómina estatal. Los sindicatos más combativos –en la educación y energía eléctrica- han rechazado la postura del gobierno y exigen que la crisis la paguen los ricos, en particular las compañías extranjeras. >
El reclamo de los trabajadores de que la crisis fiscal la paguen los ricos está cobrando fuerza en todos los sectores de la población. Además, va al meollo del conflicto económico que hoy ha despertado al proletariado boricua. Desde mediados del siglo XX, el gobierno de Puerto Rico ha seguido una política claramente neoliberal de fomentar las inversiones por multinacionales estadounidenses, confiriéndoles gigantescos subsidios de energía y agua, a la par que eximiéndolas del pago de contribuciones. Esto ha llevado a que la isla sea un verdadero enclave de la industria farmacéutica más avanzada, que exporta casi el cien por ciento de lo que produce, contamina mucho, no contribuye al fisco y paga bajísimos salarios. Además, estas compañías no reinvierten absolutamente nada en la isla, sino que exportan sus ganancias a Estados Unidos. Se calcula que en el año 2005, por ejemplo, el monto de ganancias repatriadas por compañías estadounidenses en la isla ascendió a la friolera de treinta mil millones de dólares. Simultáneamente, el poder adquisitivo de la clase obrera ha venido cayendo en picada, entre otras cosas por la masividad del desempleo estructural, que probablemente afecta al 50% de las personas en condición de trabajar.
Todo lo anterior, ocurre en el marco de un régimen político y administrativo completamente anacrónico. La legislatura y el gobernador colonial no tienen poder alguno para legislar medidas que contengan la rapacidad de los grandes monopolios extranjeros. En todo caso, la raquítica burguesía puertorriqueña, localizada principalmente en las áreas intermediarias del comercio -y controlando quizás un 2% de la economía- es una aliada incondicional del capital extranjero. Es precisamente del malgasto y la corrupción ligada al presupuesto estatal de donde la burguesía local deriva muchas de sus fuentes de ingreso. Completamente corrupta y entregada a la trampa como medio fundamental de vida, la clase dominante local carece de proyecto alguno que pueda interesar a los trabajadores. Recientemente, ante la oleada de protestas obreras, varios representantes políticos de la burguesía se encerraron en la legislatura a jugar juegos electrónicos con sus computadoras portátiles, mientras cientos de policías armados, perros alemanes y una valla de cemento contenían a miles de maestros y maestras indefensos que reclamaban volver a sus trabajos. Como en toda fase final de colapso de un régimen históricamente anacrónico, el nivel de enajenación de los representantes políticos de la burguesía puertorriqueña ha adquirido niveles grotescos. De ahí que, en medio de la crisis, se las pasen organizando rezos y plegarias en el salón principal de la legislatura, saliendo como mozalbetes a comer pizza en grupos e imitando ante las cámaras los programas de televisión importados de Estados Unidos, en particular los personajes de la serie",1] ); //--> El reclamo de los trabajadores de que la crisis fiscal la paguen los ricos está cobrando fuerza en todos los sectores de la población. Además, va al meollo del conflicto económico que hoy ha despertado al proletariado boricua. Desde mediados del siglo XX, el gobierno de Puerto Rico ha seguido una política claramente neoliberal de fomentar las inversiones por multinacionales estadounidenses, confiriéndoles gigantescos subsidios de energía y agua, a la par que eximiéndolas del pago de contribuciones. Esto ha llevado a que la isla sea un verdadero enclave de la industria farmacéutica más avanzada, que exporta casi el cien por ciento de lo que produce, contamina mucho, no contribuye al fisco y paga bajísimos salarios. Además, estas compañías no reinvierten absolutamente nada en la isla, sino que exportan sus ganancias a Estados Unidos. Se calcula que en el año 2005, por ejemplo, el monto de ganancias repatriadas por compañías estadounidenses en la isla ascendió a la friolera de treinta mil millones de dólares. Simultáneamente, el poder adquisitivo de la clase obrera ha venido cayendo en picada, entre otras cosas por la masividad del desempleo estructural, que probablemente afecta al 50% de las personas en condición de trabajar. Todo lo anterior, ocurre en el marco de un régimen político y administrativo completamente anacrónico. La legislatura y el gobernador colonial no tienen poder alguno para legislar medidas que contengan la rapacidad de los grandes monopolios extranjeros. En todo caso, la raquítica burguesía puertorriqueña, localizada principalmente en las áreas intermediarias del comercio -y controlando quizás un 2% de la economía- es una aliada incondicional del capital extranjero. Es precisamente del malgasto y la corrupción ligada al presupuesto estatal de donde la burguesía local deriva muchas de sus fuentes de ingreso. Completamente corrupta y entregada a la trampa como medio fundamental de vida, la clase dominante local carece de proyecto alguno que pueda interesar a los trabajadores. Recientemente, ante la oleada de protestas obreras, varios representantes políticos de la burguesía se encerraron en la legislatura a jugar juegos electrónicos con sus computadoras portátiles, mientras cientos de policías armados, perros alemanes y una valla de cemento contenían a miles de maestros y maestras indefensos que reclamaban volver a sus trabajos. Como en toda fase final de colapso de un régimen históricamente anacrónico, el nivel de enajenación de los representantes políticos de la burguesía puertorriqueña ha adquirido niveles grotescos. De ahí que, en medio de la crisis, se las pasen organizando rezos y plegarias en el salón principal de la legislatura, saliendo como mozalbetes a comer pizza en grupos e imitando ante las cámaras los programas de televisión importados de Estados Unidos, en particular los personajes de la serie > West Wing .
El verdadero factor que mantiene aún con vida al régimen colonial puertorriqueño en medio de esta crisis es la permanencia de divisiones profundas en el seno del movimiento obrero y en la izquierda. Si bien las principales uniones del país –el sindicato de maestros, que agrupa a 40,000 empleados estatales, y la unión de obreros de energía, que agrupa a más de cinco mil- han logrado articular a su alrededor a una coalición vigorosa de grupos y organizaciones radicales, hay todavía un sector incluso de los propios empleados públicos que se han alineado con la burguesía. El punto central de divergencia es el impuesto sobre el consumo de la clase obrera, pues algunas uniones accederían al mismo a cambio de que el gobierno reabra sus puertas. Se trata, en el caso colaboracionista, de algunas uniones afiliadas a la corrupta y ya desacreditada AFL-CIO, que se adhiere como rémora a sindicatos en la isla con el sólo propósito de sacarle cuotas a los obreros y pagarle salarios exorbitantes a sus burócratas. El dirigente de la AFL-CIO en Puerto Rico –un país de pobreza extrema- devenga sobre ochenta y cinco mil dólares anuales de salario.
Una sombrilla o coordinadora de sindicatos progresistas ha venido vendiendo con bastante éxito la idea de unidad obrera en contra del impuesto –así como el desplazamiento de la carga fiscal sobre las compañías extranjeras- pero todavía falta mucho por hacer, dada la presencia de líderes oportunistas en algunas uniones. El gobierno apuesta a que las uniones de vanguardia y los socialistas no lograrán movilizar a los trabajadores del sector privado. No obstante, entre estos últimos también hay un gran malestar por el elevado costo de vida –lo que se complicaría con el impuesto- y la inercia del gobierno ante problemas como la salud, la educación y los servicios.
",1] ); //--> West Wing. El verdadero factor que mantiene aún con vida al régimen colonial puertorriqueño en medio de esta crisis es la permanencia de divisiones profundas en el seno del movimiento obrero y en la izquierda. Si bien las principales uniones del país –el sindicato de maestros, que agrupa a 40,000 empleados estatales, y la unión de obreros de energía, que agrupa a más de cinco mil- han logrado articular a su alrededor a una coalición vigorosa de grupos y organizaciones radicales, hay todavía un sector incluso de los propios empleados públicos que se han alineado con la burguesía. El punto central de divergencia es el impuesto sobre el consumo de la clase obrera, pues algunas uniones accederían al mismo a cambio de que el gobierno reabra sus puertas. Se trata, en el caso colaboracionista, de algunas uniones afiliadas a la corrupta y ya desacreditada AFL-CIO, que se adhiere como rémora a sindicatos en la isla con el sólo propósito de sacarle cuotas a los obreros y pagarle salarios exorbitantes a sus burócratas. El dirigente de la AFL-CIO en Puerto Rico –un país de pobreza extrema- devenga sobre ochenta y cinco mil dólares anuales de salario. Una sombrilla o coordinadora de sindicatos progresistas ha venido vendiendo con bastante éxito la idea de unidad obrera en contra del impuesto –así como el desplazamiento de la carga fiscal sobre las compañías extranjeras- pero todavía falta mucho por hacer, dada la presencia de líderes oportunistas en algunas uniones. El gobierno apuesta a que las uniones de vanguardia y los socialistas no lograrán movilizar a los trabajadores del sector privado. No obstante, entre estos últimos también hay un gran malestar por el elevado costo de vida –lo que se complicaría con el impuesto- y la inercia del gobierno ante problemas como la salud, la educación y los servicios. > El llamado a un paro general en Puerto Rico plantea interrogantes interesantes tanto para la burguesía como para la clase obrera. Se trata de un paro que se decreta cuando el gobierno ya ha cerrado sus puertas, lanzando a la calle a decenas de miles de trabajadores. Nadie sabe a ciencia cierta cómo reaccionará en los próximos días el sector privado de la economía, donde por ejemplo apenas existen uniones, salvo en el área de los transportes. Los tronquistas, la unión privada más poderosa del país, sí se han unido al llamado al paro. Pero el grueso de los trabajadores de las farmacéuticas, las industrias menores y el comercio están fuera del ámbito sindical. Wal-Mart, dicho sea a de paso, el pulpo rapaz por excelencia, monopoliza la distribución de bienes de vida en Puerto Rico, incluyendo la comida.
La izquierda, por su parte, no ha logrado superar muchas de las divisiones provocadas por el fracaso de la huelga de 1998. Paradójicamente, existen grupos revolucionarios que permanecen simultáneamente muy activos con los sectores de vanguardia de la clase obrera, pero que no se relacionan muy bien entre sí por rencillas ligadas al protagonismo y visiones ideológicas sectarias. En los últimos días se ha hecho un esfuerzo por superar este estado de cosas. No obstante, la verdadera prueba será el martes, pues el paro general no va a surtir efecto si no logra movilizar a la masa de la población, incluyendo a los desempleados, los trabajadores de la industria privada y la pequeña burguesía comercial. No es que no existan cuadros socialistas capacitados en la isla –en particular de orientación marxista y trotskista- es que no se comunican unos con otros y pelean agriamente. Estas divisiones no impidieron el triunfo sobre la Marina estadounidense en el año 2003, gracias a la movilización espontánea de la gente. Quizás eso ocurra nuevamente aquí y triunfemos sin unirnos. A veces la suerte llama dos veces corridas a la misma puerta. Pero un día de estos, la suerte va y se nos acaba.",1] ); //--> El llamado a un paro general en Puerto Rico plantea interrogantes interesantes tanto para la burguesía como para la clase obrera. Se trata de un paro que se decreta cuando el gobierno ya ha cerrado sus puertas, lanzando a la calle a decenas de miles de trabajadores. Nadie sabe a ciencia cierta cómo reaccionará en los próximos días el sector privado de la economía, donde por ejemplo apenas existen uniones, salvo en el área de los transportes. Los tronquistas, la unión privada más poderosa del país, sí se han unido al llamado al paro. Pero el grueso de los trabajadores de las farmacéuticas, las industrias menores y el comercio están fuera del ámbito sindical. Wal-Mart, dicho sea a de paso, el pulpo rapaz por excelencia, monopoliza la distribución de bienes de vida en Puerto Rico, incluyendo la comida. La izquierda, por su parte, no ha logrado superar muchas de las divisiones provocadas por el fracaso de la huelga de 1998. Paradójicamente, existen grupos revolucionarios que permanecen simultáneamente muy activos con los sectores de vanguardia de la clase obrera, pero que no se relacionan muy bien entre sí por rencillas ligadas al protagonismo y visiones ideológicas sectarias. En los últimos días se ha hecho un esfuerzo por superar este estado de cosas. No obstante, la verdadera prueba será el martes, pues el paro general no va a surtir efecto si no logra movilizar a la masa de la población, incluyendo a los desempleados, los trabajadores de la industria privada y la pequeña burguesía comercial. No es que no existan cuadros socialistas capacitados en la isla –en particular de orientación marxista y trotskista- es que no se comunican unos con otros y pelean agriamente. Estas divisiones no impidieron el triunfo sobre la Marina estadounidense en el año 2003, gracias a la movilización espontánea de la gente. Quizás eso ocurra nuevamente aquí y triunfemos sin unirnos. A veces la suerte llama dos veces corridas a la misma puerta. Pero un día de estos, la suerte va y se nos acaba. >
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De: CaballodeSantiago1944 |
Enviado: 09/05/2006 13:47 |
Maribea (¿María Beatriz?) Sinceramente, creo que para insultarme te puedes valer por ti sola. Si te apoyas seres obtusos y carentes de masa encefalica como el que nombras, pues pierdes muchos puntos. Hasta ahora he leido tus comentarios de otras discusiones e incluso de esta, es una opinion que respeto, pero que a veces no comparto. A partir de ahora voy a seguir leyendo tus opiniones, siempre se aprende algo, pero me abstendre de contestarte. Ya se que la política conlleva, a veces, a elejir extraños compañeros de viaje. Pero hay compañeros que son aceptables, aun cuando no compartibles, pero hay otros que son un lastre. Quedate con tu Estado Asociado de Puerto Rico, que no deja de ser una Colonia de USA. Latinoamerica se independizó de España porque consideraban que ya eran adultos para caminar solitos, como debe de ser. Al parecer, algunos Puertoriqueños (si, ya sé la escribo con (r)) pensaron que aun no eran lo suficientemente adultos para caminar solitos, y elijieron ser colonia de USA y así les va. No hay independentistas Puertoriqueños como tu afirmas. Hay gentes de Puerto Rico que defienden que su pais sea un estado, como otro cualquiera. Ni más, ni menos. |
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De: maribea05 |
Enviado: 09/05/2006 15:04 |
Le recuerdo amablemente que los primeros ataques vinieron de usted. Cuando se ataca, el precio a pagar pudiera ser recibir lo mismo a cambio o multiplicado. Si no se quiere pagar ese precio, se debe tener en cuenta el riesgo previamente.
No tengo inconveniente alguno en sostener conversaciones civilizadas.
Las suspendo, igual que usted, cuando adquieren otro tono. Sé moverme en ellas, pero de nuevo, prefiero las primeras. Por tanto, no tengo el menor resabio en sostenerlas con usted ni con nadie.
En cuanto a "lo que yo afirmo", no, señor mío, yo no afirmo nada. Hay independentistas porque se llaman independentistas a sí mismos, no porque yo me lo haya inventado. Hay movimientos independentistas, que se precian de serlo (aunque confieso que algunos de sus líderes los considero personas de poca estatura moral y que dejan mucho que decir de lo que dicen defender). Y existe el Partido Independentista Puertorriqueño (otra vez, no inventé yo el nombre), que participa en elecciones porque consigue los votos que se requieren, y que tienen subvención de un fondo especial para ello, y que tienen una senadora y un representante en la legislatura (lo que pudieron conseguir por votación democrática).
Y yo defiendo y respeto a quienes defienden y respetan con altura sus posiciones de cualquier tipo. Y no defiendo e irrespeto a los que dicen una cosa y hacen otra, son inmorales no importa de qué partido, y son politiqueros populistas baratos no importa de qué partido. |
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De: Elpidio3747 |
Enviado: 09/05/2006 16:20 |
maribea este sam cagaletron es el mismo elemento al que estamos acostumbrados a tratar este elemento se cree que uno es bobo este tipejo que estoy seguro que es el mismo que ya conocemos aqui,que postea y se contesta el mismo,quiere que uno le ponga atencion a este elemento los seguire tartando como lo que son unos cagados eh hp...... ni tanciequieran ellos ponen en duda lo que en cuba el tirano hace, por eso para mi son unos mierdas nosotros al menos reconocemos que el sistema en el que vivimos no es perferto y lo criticamos cuando se merecen la critica ellos nooooo,mientras para ello cuba sea perferta pues reciviran de mi lo que les dio. |
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De: maribea05 |
Enviado: 09/05/2006 17:37 |
No te preocupes, querido Elpi, que aquí "hay material" para "bregar" como decimos en PR, con eso. "Esta negrita tiene cocorícamo" (ahhhh, me pasé doce años en Santo Domingo tratando de determinar qué significaba la dichosa palabrita) ;-) |
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De: Elpidio3747 |
Enviado: 09/05/2006 18:53 |
maribea el señor maurice ferre,que fue alcalde de miami,al que los cubanos honestos de miami le deben mucho porque este señor perdio su negoceo ayudando a los cubanos que llegaban aqui el señor ferre el otro dia en una entrevista que dio a la radio dijo que menos de el 3% son los que estan con el cuento de la independencia en pr, porque dice el que cada ves que van avotacion pierden los que quieren el cambio,...señores el puerto riqueño no es bobo nadie quiere que se le metan en su vida,nadie quiere que le digan lo que tiene que hacer,en fin nadie quiere que le restrinjan la libertad,y es esa la razon por la que protestan porque viven en libertad,..eso no sucede en la tirania del castro asesino.....bueno tenemos que seguir bregando con estos bueyes |
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De: CaballodeSantiago1944 |
Enviado: 09/05/2006 20:10 |
12 años en Santo Domingo para encontrar el significado de una palabra ya son años, yo solo estuve 1 y me costo lo mío, pero valio la pena. Y fijate, pasé el Canal de la Mona para ir a PR. Y ya que eres de PR, te voy a solicitar una información si me la puedes facilitar.No tiene nada que ver con la politica, ni con las diferencias ideologicas que puedan existir entre nosotros. Hace años conoci, en compañía de unos amigos a una mujer que me enseño a apreciar el viejo San Juan, para ellla la residencia del Gobernador y y el jardin de Santa Clara era lo mejor de San Juan, y en verdad que así me lo pareció. Se llamaba, y espero que aun se siga llamando Gigí Fernández. Tambien conoci a Humberto López Morales, un gran entusiasta de San Juan. ¿Me podrías decir si aun viven en San Juan? Gracias por anticipado. |
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De: maribea05 |
Enviado: 09/05/2006 21:26 |
Bueno San... Esto es pequeño pero tampoco un pueblito de campo como, ay, uno que había antes de llegar a Bauta, Anafe, tenía exactamente seis casas, tres a cada lado de la Carretera Central.
El Viejo San Juan es un lugar de ensueño. No deja de sobrecogerme siempre, gratamente, su olor a historia. Quizás para la vetusta Europa, ya no sea tan evidente sus años de historia, pero todavía por estos lados, contamos en "cientos" y lamentablemente a partir de la colonización (definitivamente brutal, ahhh esta historia de nosotros "los hombres"!).
Yo no tengo nombre recordable y quizás, de hecho, nadie me recuerde mucho por nada en específico, ni siquiera (ojalá) por la autora de mis días, pero soy una verdadera fiebrúa del Viejo San Juan. Mira qué cosa, quizás por eso ame tanto también Centro Habana, mi pedacito de Habana, lo más pegado a la Habana Vieja en términos geográficos.
Pero el Viejo San Juan es distinto a la Habana Vieja. La nuestra es grande, necesitó además de un Eusebio Leal y su capacidad administrativa y manejo con las organizaciones mundiales, que le dieran chavos y le ayudaran algo a reconstruir, al menos pedazos, de la Habana Vieja.
El Viejo San Juan, pequeñito, adoquinado y primoroso, lleno, llenísimo de Trinitarias floridas todo el año de cualquier color, de estatuas, estatuillas y bustos, de calles subeybaja y de olor a mar, con balcones que rememoran los mejores recuerdos nunca vividos, las más románticas experiencias nunca tenidas y los más raros sueños de luces, colores, sonidos... es otra cosa.
Ahora lo han convertido, por obra y gracia del alcalde, que ha luchado a brazo partido por ello, en peatonal, completo! Otro esfuerzo más en conservar este patrimonio histórico.
Si tuviese más datos de estas personas, qué hacían, dónde trabajaban, etc., podría a lo mejor encontrarlos. Así, así pelao, no, no puedo. Vivimos unos cuantos milloncitos en este pellizco de ñoco que es PR.
Por cierto, sí, la Fortaleza es bonita, pero mis gustos son más, digamos, de pueblo. Es fascinante para mí ver aquellas edificaciones viejas, pared infinita de una esquina a la otra, que dentro ocultan patios interiores, con fuentes secas... y balcones a la calle, todo muy natural y para "los de a pie". Creo que tengo algo así como un escudo nobiliario y un marquesado o algo por el estilo en España. Un pedazo de ladrillo de uno de puentes (que deben ser unos cuantos) que atraviesa el río Ulla en un pequeño pueblo blanco galego, creo que es mi herencia... pero nunca me he preocupado mucho de eso porque los castillos y esas cosas debieran ser sólo para contenido de novelas y para contribuir al turismo en cada país. No creo en las monarquías, con perdón de los Reyes, el príncipe, las Infantas, la vástago que no se han puesto de acuerdo si será heredera, doña Leticia y unos cuantos más que andan regados por el Viejo Mundo.
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De: CaballodeSantiago1944 |
Enviado: 09/05/2006 22:43 |
Maribea La información que poseo de estas personas que me sirvieron de cicerones en San Juan, es la siguiente (es posible que este en un error, el tiempo, a veces te juega malas pasadas): Gigi Fernández creo recordar que era jugadora de Tenis, participo en las Olimpiadas de Barcelona y creo que gano la medalla de oro, a lo mejor era de plata, pero se que ganó una medalla importante, representando a Puerto Rico. Humberto Lopez era academico de la Lengua en Puerto Rico, creo. En san Juan me hospedé en un pequeño hotel o casa de huespedes que ya no se si existirá, se llamaba la Casa San José, o algo así. Degusté un plato puertoriqueño, ¿puede ser asopao o asopado?y un flan como para chuparse los dedos, en un lugar tambien entrañable y con nombre español: La Mallorquina. Me gusto San Juan, y no me senti defraudado, en sus calles me encontraba como en casa, me parecía estar en Cadiz y en poblaciones costeras españolas, con sus fortificaciones en defensa de los piratas y corsarios, y las casas señoriales de un pasado que espero no desaparezca, al menos en su lagado historico. Coincido contigo en que la Habana Vieja guarda una similitud de esa época colonial. Silvio Rodriguez tambien me trasmitió ese sentimiento de la Habana vieja. Mi compatriota y poeta Luis Eduardo Aute, decía de La Habana: La habana es una mujer que huele a caña de azucar, ron y salitre...Algo así como el intenso y húmedo perfume que desprenden las sirenas cuando duermen, a la luz de la luna, sobre los restos de un barco pirata...La Habana es una mujer generosa, capaz de ofrecer incluso aquello que no tiene, sin pedir nada a cambio, porque no se educo para el egoismo sino para la solidaridad. Saludos cordiales |
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De: maribea05 |
Enviado: 09/05/2006 22:43 |
Ahora sí. Giggi Fernández (doble g) la tenista. Chica decente y buena. No estoy segura de esto, pero creo que algo de cubana tenía, no sé si alguno de los padres o parientes. En fin, averiguaré.
En cuanto al Dr. Humberto López (nombre y apellido bastante comunes), si es el académico de la Lengua lo conozco aunque he compartido bien poco con él. Tenemos una amiga en común, muy querida, también académica de la Lengua.
Ese equipo aquí de profesionales han trabajado muy arduo, sobre todo en la creación de la XXII edición del diccionario RAE, 2001, el que incorpora tantos modismos latinoamericanos en sus páginas, como digno homenaje a los aportes que hemos hecho en estos años, a la lengua que nos trajeran los cervantinos.
A Giggi no la conozco, pero puedo averiguar qué ha sido de su vida. En cuanto al Dr., sí, me resultará mucho más fácil poder en algún momento, darle a usted razones de él. ;-) |
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De: matilda |
Enviado: 10/05/2006 02:10 |
El FBI: su propaganda y nuestros derechos humanos Dr. Michael González Cruz * Adital - La mayoría de los ciudadanos sólo conoce al FBI por medio de la pantalla de su televisor pues entre 1965 y 1974 el canal ABC y esta agencia produjeron la serie semanal The FBI, que religiosamente se transmitía en Estados Unidos y parcialmente en Puerto Rico hasta 1985. Cada capítulo de la serie tenía que ser aprobado por la agencia, incluso por su Director J. Edgar Hoover. Como recuerdan nuestros padres, los súperagentes especiales del FBI siempre capturaban a los malos de la película gracias a sus "gadgets" (avanzada tecnología), su fortaleza física y su "buena fe". La realidad es que esta serie de ABC surge en medio de las protestas contra la Guerra de Vietnam y de la lucha de los ciudadanos afro-americanos por sus derechos humanos y civiles. Mientras en la pantalla el FBI ayudaba a los ciudadanos, en la vida real perseguía a los activistas pacifistas que se oponían a la guerra, atropellaba a los negros americanos que exigían trato igual ante la ley y hostigaba al movimiento independentista puertorriqueño y a los indígenas nativos de Norteamérica. The FBI sólo fue un proyecto propagandístico para vender una buena imagen del FBI. Pero ¿cuál es el origen, la misión y los objetivos del FBI? ¿Qué podemos hacer para ejercer nuestros derechos a la intimidad, reunión y expresión? De acuerdo con el jurista y sociólogo Nelson Canals (1981), esta agencia se originó en 1908 como el Buró de Investigaciones del Departamento de Justicia de EEUU para investigar crímenes corporativos, fraude y extorsión. Sin embargo, el presidente Roosevelt utilizó la agencia durante su primera década de existencia para perseguir a sus oponentes políticos dentro y fuera de su Partido Demócrata. La agencia cambió su nombre en 1934 al de Buró de Investigaciones Federales (FBI en inglés) y su Director Edgar J. Hoover comenzó una intensa campaña de persecución política contra todos los líderes obreros que protestaban por la pobreza extrema durante la Gran Depresión, en los EEUU ordenó la represión del Partido Comunista y en Puerto Rico del Partido Nacionalista. Por otro lado, se supone que el FBI sea policía federal con poder para fiscalizar los cuerpos policíacos estatales, pero más bien, ambos cuerpos se han aliado por medio de sus entrenamientos, tratos políticos e intercambio de favores. Como prueba de esta alianza el 30 de mayo del año 2000 Juan González, del New York Daily News, reportaba que "el gobierno federal revelaba cientos de documentos sobre la Guerra sucia que el FBI desarrolló en Puerto Rico durante cuarenta años por razones políticas." Sólo por señalarles un dato curioso: el FBI investigó a Charles Spencer Chaplin (1889-1977) mejor conocido como "Charlie Chaplin", dramaturgo, actor-mimo y productor de origen británico que se estableció en EEUU cerca del 1913. Su obra crítica social llegó a molestar al jefe del FBI Edgar J. Hoover, en especial, su película The Modern Times publicada en 1936. En esta película cómica un joven trabajador trata de ajustarse a las reglas de la vida industrial y para ello se vale de la ayuda de una mujer desamparada (sin techo) que lo ayuda a comprender por qué tiene que seguir mecánicamente las nuevas normas para sobrevivir en la sociedad moderna. Como resultado del hostigamiento político, en 1953 Charlie Chaplin tuvo que exiliarse junto a su familia en Suiza. De acuerdo con Wesley Swearingen, agente especial retirado del FBI, la ciudadanía norteamericana exigió que el FBI cesara de perseguir a los ciudadanos por sus ideas políticas, pero la agencia logró criminalizar a todos los grupos de oposición. A partir de 1956, por medio del Programa de Contra Insurgencia (COINTELPRO) el FBI continuó hostigando a los nativoamericanos, afroamericanos y puertorriqueños que luchaban por la justicia social y la descolonización de su pueblo. Swearingen (1995) señala que además de perseguir las organizaciones políticas también hostigaban maestros, científicos, periodistas, artistas, atletas y otras personas que podían influenciar al resto de la población con sus ideas u obras intelectuales. Por ejemplo, a partir de 1959 comenzaron a perseguir a la Federación Universitaria Pro Independencia (FUPI) y a partir de 1975 en los EEUU a la Sociedad de Estudiantes Democráticos (SDS). Gracias al trabajo de Swearingen sabemos que los agentes especiales del FBI tienden a inventarse informantes, exagerar la información, falsificar informes y hasta fabricar casos contra ciudadanos para reprimir su activismo político. La obra de Swearingen fue también revisada por el New York Times y el Chicago Tribune, que publicaron diversos artículos denunciando cómo el FBI interviene en los medios de educación, comunicación y organización comunitarios en los EEUU. De acuerdo con Ramón Bosque, investigador del Centro de Estudios Puertorriqueños del Colegio Hunter de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, "algo que distingue estos operativos de otras actividades del FBI, es que no se idearon como meras actividades de vigilancia. Se concibieron como operativos agresivos dirigidos a interferir con las actividades normales de las organizaciones. Una Comisión del Senado de Estados Unidos que investigó los operativos en 1976 concluyó que el FBI se había excedido en sus funciones, tomado la ley en sus manos y actuado al margen de la ley" En la obra compilada por Bosque Pérez y Colón Morera (1997) titulada Las carpetas: persecución política y derechos civiles en Puerto Rico se destaca cómo el FBI entrenó a la Policía de Puerto Rico para que vigilara, persiguiera y hostigara al movimiento independentista puertorriqueño. Leila A. Andreu, presidenta en el 2001 de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (ASPPRO) denunció que a partir de 1960 el FBI desarrolló una intensa campaña para influenciar la opinión del pueblo puertorriqueño, criminalizando todo el activismo independentista en la Isla. Además, la periodista señaló en una ponencia frente al Colegio de Abogados que el FBI amenazaba con retirarles los permisos de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) a los medios de prensa que no permitían la manipulación de las noticias para demonizar al movimiento independentista. Como evidencia de su desprecio por los derechos humanos, el 10 de febrero el FBI demostró en la pantalla chica que no respetan el derecho de reunión, expresión y prensa que acogen las leyes de Puerto Rico y la Constitución de EEUU. Para el 1987 el Sr. Carlos Feliciano, superintendente de la Policía de Puerto Rico, admitió que la División de Inteligencia entrenada por el FBI tenía en su poder aproximadamente 140,000 expedientes de puertorriqueños y organizaciones en Puerto Rico. En el año 2000 el Director del FBI en Washington DC le entregó a José Serrano, congresista puertorriqueño por Nueva York, más 8,600 documentos del FBI que evidencian la persecución política del FBI en la Isla. En estos documentos se encuentran las carpetas federales de Luis Muñoz Marín, Pedro Albizu Campos y Juan Antonio Corretjer además de la Carpeta parcial del Partido Nacionalista, la Liga Socialista y la FUPI. (Para más información sobre la iniciativa del Congresista Serrano, busque en la red mundial en http://www.pr-secretfiles.net/index.html (http://www.pr-secretfiles.net/index.html). Al día de hoy el FBI continúa persiguiendo a diversas organizaciones en Puerto Rico y fuera de la Isla por sus ideas y programas políticos. Después del operativo del 23 de septiembre de 2005 en el cual el FBI asesinó a Filiberto Ojeda Ríos y de los violentos allanamientos del 10 de febrero de 2006, el pueblo puertorriqueño comenzó a ver un FBI diferente en su pantalla de televisor: helicópteros que retumbaban sobre las casas de Plan Bonito y Río Piedras, cientos de hombres con armas largas, policías que cercaban al barrio para facilitar la ejecución del FBI y más de cien tiros de alto calibre que intimidaron y ensordecieron a todos los vecinos. Como en el pasado, el FBI comenzó una campaña de medios para manipular la opinión pública y mejorar su imagen. Notamos cómo a través del Discovery Channel transmitieron en múltiples ocasiones su documental Rebellion in Paradise. Ese documental trata de perjudicar el papel histórico de los Macheteros y Filiberto Ojeda Ríos. En este documental tergiversaron por completo la historia de Puerto Rico, demostraron sus prejuicios raciales contra todos los puertorriqueños y pintaron al FBI como los superhéroes de la democracia. Sin embargo, el pueblo es capaz de distinguir las películas del FBI de la difícil situación colonial de Puerto Rico. En ese dato histórico estamos de acuerdo la mayoría de los ciudadanos; Puerto Rico es una colonia y el FBI en la Isla ha servido para hostigar al movimiento independentista y a otros activistas que luchan por la justicia social. Los agentes del FBI no son superhéroes, mucho menos guardianes de la democracia. Estos agentes son simplemente policías federales que, desde su fundación, se han dedicado a perseguir y hostigar a todos y a todas los que se oponen a su violenta agenda colonial. Si algún agente del FBI intenta entrevistarte o interrogarte indícale que se identifique por su nombre completo y ordénale que se comunique con tu abogado. No tienes que permitir que registren tu casa o tu carro si no te muestran una orden firmada por un juez y sellada por un tribunal. Recuerda que si el FBI quiere entrevistarte es porque ellos no tienen información alguna, no colabores con las prácticas de esta agencia y cuando te hostiguen ponlos en la pantalla, infórmalo al público general. Puedes llamar a la radio, enviar un e-mail, comunicado de prensa y compartir esta información con otros activistas e instituciones de la sociedad civil. Si deseas más información o estás dispuesto a formar parte de una red de observadores de derechos humanos te puedes comunicar con la Lic. Nora Vargas, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos y Constitucionales del Colegio de Abogados de Puerto Rico. *. Lo anterior es una adaptación del artículo La pantalla chica del FBI, publicado en la revista "AlterNativa" No. 1 Vol. 1, 2006) Enviado por Claridad / Puerto Rico * Sociólogo y miembro del colectivo La Nueva Escuela PUERTO RICAN SECRET FILES This website is an educational project of the Center for Puerto Rican Studies. It contains formerly secret files produced by the Federal Bureau of Investigation (FBI) from the 1930s to the 1990s. The files document FBI surveillance activities and counter-intelligence operations that targeted Puerto Rican organizations and individuals.
The files were released by the FBI in response to the initiative taken by Puerto Rican Congressman José E. Serrano (D-NY) in the spring of 2000. In the summer of that year, the office of Congressman Serrano and The Center for Puerto Rican Studies (Centro) reached an agreement by which a full set of the documents would be forwarded to the Center at Hunter College, CUNY, where they would be catalogued and prepared for public dissemination.
The FBI documents are grouped in three main categories: individuals, programs, and organizations. The section for each category includes historical notes, chronologies, bibliographies, and other tools. In the first stage, the website includes FBI files on Pedro Albizu Campos and Luis Muñoz Marín. The files on programs and organizations will be gradually added. |
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De: tango |
Enviado: 10/05/2006 04:21 |
Y a los boricuas les digo que una forma de protesta es que quemen todos los cheques que reciben de los USA, jubilaciones, Salud, welfare, desempleo, ayuda escolares, becas ect ect ABAJO CON EL DOLAR! Tango |
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De: maribea05 |
Enviado: 10/05/2006 06:32 |
Para aquellos que tienen y se precian de tener más de una neurona cerebral, además de "Claridad" en Puerto Rico, y "Granma" en Cuba, circulan otros muchos medios en este mundo (que no en aquel porque sólo pueden circular los gubernamentales).
Las opiniones y las aseveraciones, las investigaciones y las denuncias, son claras en todos los medios libres.
Por eso tiene que existir la prensa y la prensa libre. Para denunciar lo que está mal porque eso ayuda a corregirlo.
A diferencia de lo que sucede en Cuba, que los órganos represivos tienen total impunidad, y son el brazo ejecutor del gobierno castrofascista, que al ser dictatorial también goza de total inmunidad e impunidad porque no hay forma de perseguirlo o condenarlo o denunciarlo, porque tiene a la prensa y a la opinión pública particular y general, secuestrada y aherrojada, en "este mundo" esas cosas salen a la luz para ser condenadas y debidamente castigadas. |
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De: maribea05 |
Enviado: 10/05/2006 08:43 |
¿"esnifaste" algo, hermano? guaaaaajajaja |
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De: Elpidio3747 |
Enviado: 10/05/2006 10:54 |
por este medio queremos hacerle llegar a todos los independentistas,socialistas,macheteros y otras especies que por alla existen,cuando rompan sus cheques,como dice el hemano tango lo hagan publicamente gracias.....tambien queremos que renuncien a su ciudadania americana,que deshonrosamente muchos dicen ser. |
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De: matilda |
Enviado: 10/05/2006 13:05 |
Cuidado con el fantasma, un artículo de Rafael Rodríguez Cruz Argenpess/ inSurGente.- Un fantasma recorre Puerto Rico: el fantasma del nacionalismo revolucionario y bolivariano. Todas las fuerzas de la vieja colonia se han unido en santa cruzada para acosar al fantasma: la corte federal de Estados Unidos, los estadistas recalcitrantes, el liderato autonomista conservador y los polizontes del FBI. ¿Qué será lo que tiene ese fantasma? Un día lo declaran muerto, y al otro lo persiguen como si fuera el más terrible enemigo. (En la foto, Pedro Albizu Campos, líder histórico del independentismo boricua).
El operativo del FBI en Puerto Rico el 10 de febrero de 2006, allanando violentamente las residencias y lugares de trabajo de varias compañeras y compañeros independentistas, no debería de haber tomado a nadie por sorpresa. Los dirigentes de la Coordinadora Nacional Rompiendo el Perímetro lo venían anunciando desde hace rato. Además, la operación del FBI ocurre cuando hay todavía fuertes corrientes de división en el seno de las fuerzas revolucionarias puertorriqueñas. Interesante, ¿no? Hay polizontes dentro del movimiento y saben medir muy bien la temperatura de la desunión y la intolerancia. Al fin, es cosa de leer los correos electrónicos. Como decía Trotsky, no hay peor enemigo de la revolución que la soberbia y el orgullo. Apueste el lector o lectora a que la próxima vez que surjan desacuerdos agrios en el movimiento, viene otro operativo del FBI en Puerto Rico. El rayo ha caído ya dos veces en el mismo sitio, y los polizontes son animales de hábito y costumbre.
Precisamente el día antes de los allanamientos, el compañero líder revolucionario Juan Mari Bras publicó una columna en el semanario Claridad titulada Nuestro Socialismo del Siglo XXI. En ella hay un señalamiento sobre la coyuntura actual en Puerto Rico que merece discutirse: Ya no hay espacio -nos dice Juan Mari Bras- para nuevas lucubraciones autonomistas y muchísimo menos de carácter anexionista o de buscar integraciones con Estados Unidos. Esto lo comprobará la historia, que es implacable en sus enseñanzas [Claridad, edición digital, 9 de febrero de 2006]. Yo estoy completamente de acuerdo con el compañero y me atrevo, incluso, a añadir algo. Tanto los analistas más preclaros del imperialismo estadounidense, como los anexionistas del patio, están plenamente concientes de esto. De hecho, ése fue el mensaje inequívoco que recibieron los sectores burgueses anexionistas que fueron la segunda semana de febrero a Washington a buscar apoyo para una acción del Congreso federal sobre el status. Pueden lamer la bota todo lo que quieran -les dijeron, quizás en palabras más finas- pero igual se quedan de súbditos del imperio. El señalamiento de Juan Mari Bras resume fielmente lo que ya es, y va a continuar siendo, el factor clave de la política puertorriqueña a todos los niveles. Se acabaron los embelecos. Es la hora de la definición.
De la columna del compañero Juan Mari Bras se puede concluir, por lo tanto, que es al FBI y a los sectores anexionistas a quienes más les conviene en estos momentos una situación de violencia política desenfrenada en Puerto Rico. Eso por dos razones. En primer lugar, porque una situación de violencia generalizada atraería mayor atención del sector militarista recalcitrante de Estados Unidos sobre la isla. Incluso se podría tratar de vender la estadidad como un asunto de seguridad nacional en la llamada lucha en contra del terrorismo. No hay que olvidar la irracionalidad de alguna de esta gente. En segundo lugar, si bien es cierto que la coyuntura continental es favorable para un proyecto de independencia no reformista en Puerto Rico, la realidad de la división y fragmentación de las fuerzas antiimperialistas es innegable. Como cuestión de simple lógica, les conviene dar el golpe en estos momentos.
Otro aspecto en que coincido con la columna del compañero dirigente Juan Mari Bras, es en la urgente necesidad de que los socialistas de Puerto Rico nos agrupemos políticamente en camino a lo que será la meta victoriosa de la América nuestra: el socialismo del siglo XIX. Dentro de ese socialismo creado por las grandes masas trabajadoras del Continente latinoamericano, caben muchas definiciones de transformación social, siempre y cuando se monten en los reclamos de justicia económica y participación verdadera de los oprimidos. Esto no es un postulado arbitrario, sino algo que brota de la dialéctica objetiva misma del desarrollo de las luchas sociales y emancipadoras de nuestros pueblos. En el contexto de Puerto Rico, lo anterior quiere decir superar organizativa y programáticamente la falsa antinomia de independencia revolucionaria y socialismo. Los socialistas puertorriqueños tenemos que ser los independentistas más consecuentes, reclamando no sólo la soberanía política sino la nacionalización de todos nuestros recursos fundamentales, junto al respeto de la cultura de nuestra gente y a nuestra bandera.
Es falso, mil veces falso, que a nombre del marxismo -de Lenin, Marx, Engels o Trotsky- se pueda justificar el no luchar por la independencia plena de Puerto Rico, particularmente en esta coyuntura. La soberanía política de Puerto Rico es un reclamo democrático de importancia cardinal no sólo para el Caribe y la América nuestra, sino incluso para las mismas fuerzas progresistas en Estados Unidos. Independientemente de eso, allí donde hay un reclamo democrático -incluso burgués- es deber fundamental de los socialistas el ser los demócratas más consecuentes. Es vital en este sentido, que los marxistas de la isla recordemos lo señalado por Lenin en las páginas de su obra El Estado y la Revolución, al respecto de la supuesta dicotomía entre democracia consecuente y socialismo: Engels, sin embargo, no cometió el error de algunos marxistas al tratar, por ejemplo, la cuestión del derecho de las naciones a la autodeterminación, cuando argumentaban que era imposible bajo el capitalismo y que sería superflua bajo el socialismo. Esta aseveración aparentemente brillante, pero en realidad incorrecta, podría decirse de cualquier institución democrática (...) Desarrollar la democracia al máximo, encontrar las formas de este desarrollo, probarlas en la práctica, y de ahí en adelante -todo esto es una de las tareas que componen la lucha por la revolución social. Tomada separadamente, ningún tipo de democracia traerá el socialismo. Pero en la vida real, la democracia nunca será tomada separadamente; será tomada en conjunto con otras cosas, ejercerá su influencia sobre la vida económica también, estimulará su transformación; y, a su vez, será influenciada por el desarrollo económico, y así en adelante. Esta es la dialéctica de la historia viva [Lenin, V.I. El Estado y la Revolución. Obras Completa, Tomo 25, Capítulo 4]. En términos todavía más intransigentes se expresó Trotsky al hablar del programa bolchevique y la lucha en contra del zarismo; la consigna clave fue de democracia consecuente. El problema del poder no se puede plantear en términos abstractos, especialmente en un país donde la clase obrera industrial constituye una minoría. Ese era el caso de Rusia en 1917, y ése es el caso actual de Puerto Rico. Sin una revolución popular, fundada obvia e incondicionalmente en la inmensa mayoría de la población oprimida-cualesquiera que sean sus rasgos sociológicos- no hay transición posible al socialismo. La teoría leninista de la toma del poder se basa, entre otros, en este postulado. El concepto de revolución popular es parte integral del pensamiento de Lenin en El Estado y la Revolución.
Es imperativo, pienso yo, devolverle al pensamiento socialista en nuestra isla la vitalidad y riqueza que tuvo en otros tiempos. El marxismo, recordemos, no es una colección de enunciados abstractos que se aplican a la realidad de forma mecánica. Es, ante todo, una guía para la acción concreta sobre la realidad concreta, una doctrina para el análisis y la transformación revolucionaria del mundo. En particular, creo que tenemos que cuidarnos de no subestimar el problema nacional puertorriqueño en una etapa en la cual no existe aún un partido independiente de los trabajadores: En lo que concierne a las naciones oprimidas -nos dice Lenin-, la organización separada de los trabajadores como un partido independiente lleva a veces a una lucha tan agria en contra del nacionalismo local que se distorsiona la perspectiva y se pierde de vista el nacionalismo de la nación opresora. [V.I. Lenin, El derecho de las naciones a la autodeterminación. Obras Completas, Tomo 20, Capítulo 10]. Para ningún socialista puede dar lo mismo, pues, una colonia que una república independiente y soberana en Puerto Rico. Se puede argumentar el punto, si se quiere, pero no a nombre del marxismo, de Trotsky o de Lenin. Esto es el ABC. Los socialistas de Puerto Rico –incluyendo los realengos- tenemos un papel muy importante que jugar en la solución del problema nacional puertorriqueño y en el avance de todas las reivindicaciones sociales de nuestro pueblo. Pero no lo vamos a lograr si no abrazamos nuestra bandera. Esta cultura, la del pueblo, con toda su sencillez y humildad, es la cultura en que nos toca plantear y dar solución a las contradicciones en que vivimos. Ya lo decía muy bien César Andreu Iglesias: Nos encontramos en la hora undécima. Culpa de todos sería si el momento pasa y el día se inicia como una prolongación más del coloniaje (…) Esta hora undécima de la colonia es la hora de la unión [Andreu Iglesias, César. Periodismo vital. ASPRO. 2005, p. 130].
De todos modos, la propia dialéctica de la historia viva se está encargando de vincular objetivamente el problema nacional y la revolución social en Puerto Rico. Ese vínculo es cada vez más evidente al pueblo. La antinomia existe, pues, sólo imaginariamente. Y es que en eso, el curso real de los acontecimientos es siempre superior a los planteamientos teóricos, por más elaborados que parezcan. Estados Unidos representa hoy el pasado y la reacción, la violencia y la supresión de la democracia real y formal, el militarismo y el genocidio como políticas exteriores. Nada tiene que ganar la clase trabajadora boricua de la continuación del vínculo colonial con el Norte que nos abusa y desprecia. La integración imparable al proceso bolivariano -por el camino de la independencia revolucionaria- nos enlazará con las corrientes socialistas hoy más progresistas de todo el planeta. Es hacia el Sur que deben mirar hoy nuestros trabajadores, las masas más sufridas de Puerto Rico. Al final, como decía el Che, puede que nuestra independencia política sea el favor más grande que le hagamos a la clase trabajadora estadounidense, adormecida como se encuentra. No se trata, por supuesto, de suponer una maldad ingénita y fatal al pueblo rubio del continente, sino de entender que la dialéctica de lo real concreto ha puesto en la agenda inmediata la independencia de Puerto Rico. Los socialistas somos internacionalistas y, por ende, independentistas. Es precisamente la coyuntura internacional la que hace posible y necesaria nuestra liberación como pueblo. Parafraseando a Lenin, podemos decir que hay una línea fronteriza interesante en que la lucha consistente por la independencia, de un lado, se transforma en socialismo y, del otro, demanda el socialismo.
En fin, un fantasma recorre Puerto Rico. Hace poco lo vieron en Hormigueros. Poco antes lo habían visto en Vieques. El viernes 10 de febrero de 2006, dicen, estaba en las ciudades de Mayagüez, Río Piedras, San Juan, San Germán, Aguadilla e Isabela. Que se cuiden, digo yo, que el fantasma anda por todas partes y le ha dado con aparecerse...
Datos del autor: Rafael Rodríguez Cruz es abogado en Hartford, Connecticut, y miembro de la junta directiva de la Fundación Rosenberg que provee ayuda para los hijos e hijas de personas perseguidas por sus creencias políticas progresistas en Estados Unidos. |
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