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General: Militares chinos arrementen contra manifestantes en el Tibet.
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جواب  رسائل 1 من 74 في الفقرة 
من: YayaboEstaEnLaCalle  (الرسالة الأصلية) مبعوث: 20/03/2008 16:13
Hay que recalcar que China prohibio la entrada de reporteros extrajeros al Tibet.
 
Chinese riot policemen stand guard in Kangding county, the capital ...
 
Chinese soldiers in riot gear walk towards the main square in ...
 
A Nepalese policeman detains a protesting Tibetan monk during ...
 
Tibetan protesters throw stones as they give vent to their frustration ...
 
Chinese paramilitary police unload equipment on a road on the outskirts of Hutiaoxia, southeast of Zhongdian, in China's Yunnan province Thursday, March 20, 2008. Hundreds of paramilitary troops were setting up camp in the town, which is on the road to Zhongdian, a city in a Tibetan area of Yunnan known as Shangri-La. (AP Photo/Greg Baker)
AGENCIAS

PEKÍN | DHARAMSALA (LA INDIA).- Pekín ha reforzado la seguridad en Tíbet, después de que el Gobierno chino haya reconocido que las revueltas se han extendido a otras provincias habitadas por población tibetana como Gansú, Sichuan y Qinghai, aunque no ha querido confirmar 12 muertes más en los disturbios, tal como apuntan fuentes del exilio. Esa es precisamente la principal preocupación del Dalai Lama, jefe espiritual de los tibetanos, que ha declarado en una rueda de prensa en Dharamsala, al norte de la India, que teme que la represión deje numerosas víctimas.

Los disturbios comenzaron el 10 de marzo, con motivo del 49º aniversario del levantamiento antichino de Lhasa, la capital de Tíbet, en 1959. Pekín ha acusado al Dalai Lama de organizar las revueltas del pasado viernes en dicha ciudad con objeto de sabotear los Juegos Olímpicos de Pekín en agosto, y que según datos oficiales del gigante asiático han dejado 13 muertes de civiles.

A este respecto, la Casa Blanca ha anunciado que estos acontecimientos no son razón para que el presidente de EEUU, George W. Bush, renuncie a asistir a los Juegos Olímpicos.

El Gobierno tibetano en exilio habla de 100 muertes, o incluso de centenares de víctimas, no solamente al Tíbet pero en otras regiones donde las manifestaciones se propagaron.

"No conocemos las cifras exactas. Algunos hablan de seis [muertos], otros de cientos", afirmó el Dalai Lama, que ha amenazado con dimitir si empeora la situación y que se ha vuelto a mostrar dispuesto a entrevistarse con los mandatarios chinos.

La presencia de los soldados es cada vez mayor en las regiones del oeste donde viven minorías tibetanas, según un testigo, periodistas y asociaciones pro tibetanos. La prensa extranjera tiene el acceso vetado no sólo al Tíbet sino también a las provincias vecinas, por lo que resulta muy difícil obtener informaciones directas.

Según fuentes gubernamentales locales, citadas por la agencia oficial Xinhua, la violencia desatada en las provincias limítrofes a Tíbet está estrechamente vinculada a la sucedida en Lhasa y coordinada por "el Dalai Lama y su camarilla".

[foto de la noticia]

Además, al menos 88 tibetanos fueron detenidos por la Policía nepalí en los aledaños de las oficinas de la ONU en Katmandú, según un activista tibetano consultado por Efe. Los agentes detuvieron a decenas de tibetanos que se manifestaban pacíficamente ante el edificio de Naciones Unidas en la capital nepalí y también fueron arrestados tibetanos que caminaban por la calle, según la fuente, que prefirió guardar el anonimato.

Presiones internacionales

Mientras tanto, las presiones internacionales sobre China han aumentado. El primer ministro británico, Gordon Brown, prevé reunirse con el Dalai Lama durante la próxima visita de éste a Londres, un anuncio calificado de "profundamente preocupante" por Pekín.

"El Primer Ministro [chino, Hu Hintao] me dijo [en conversación telefónica] que estaría dispuesto a entablar un diálogo con el Dalai Lama con dos condiciones que se han cumplido: que no mantenga la independencia total del Tíbet y que renuncie a la violencia", explicó Brown.

Por su parte, París, por la voz del Secretario de Estado a los derechos humanos remó Yade, pidió miércoles por la noche China "tender la mano al dala챦 lama" y de respetar los Tibetanos, destacando que si no es el caso la comunidad internacional "sacará las consecuencias".

Detenciones en Lhasa

Por otro lado, las autoridades chinas continúan la búsqueda de sospechosos de participar en los disturbios de Lhasa, que ya suman cerca de 200 personas, entre los 24 detenidos y los 170 entregados.

Así, 65 tibetanos se suman a las 105 rendiciones anunciadas este miércoles, después de que a la medianoche del pasado lunes expirara el ultimátum ofrecido a los manifestantes tras los disturbios vividos la última semana en Tíbet y, especialmente, su capital Lhasa.

En el ultimátum, el gobierno prometía "clemencia" a los implicados en las revueltas que se entregasen y amenazó con "duros castigos" a los que no lo hicieran.

El gobierno chino también comunicó que datos oficiales según los cuales 325 personas resultaron heridas en Lhasa durante los altercados del pasado viernes y cuantificó los daños materiales sufridos en 200 millones de yuanes

 
 
 
 
 
 


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جواب  رسائل 2 من 74 في الفقرة 
من: miranrami مبعوث: 20/03/2008 18:13

China contra el Show Capitalista jajajaj


جواب  رسائل 3 من 74 في الفقرة 
من: YayaboEstaEnLaCalle مبعوث: 20/03/2008 20:08
No, China contra la libertad de exprecion de sus ciudadanos! Ocupando ilegalmente el Tibet.
 
Protestamos contra la ocupacion en Irak pero no la del Tibet?
 
Si protesta la hizquierda destruyendolo todo esta bien y mal los que ponen orden, pero cuando los protestantes son monjes pacificos que piden libertad es show.
Seamos consistentes.
 
Yayabo

جواب  رسائل 4 من 74 في الفقرة 
من: matilda مبعوث: 20/03/2008 22:04
Todavia me falta material como para "formar" una opinion respecto del conflicto interno de China, pero mi pregunta va para Yayabo, cuando dice que China esta ocupando "ilegalmente" el Tibet, a que se refiere?
Que yo sepa El Tibet,forma parte del territorio chino.

La República Popular China (chino simplificado: 中华人民共和国, chino tradicional: 中華人民共和國, pinyin: Zhōnghuá Rénmín Gònghéguó) es un Estado situado en el este de Asia, el más poblado del mundo, con más de 1.300 millones de habitantes, y el cuarto más grande en cuanto a extensión territorial, tras Rusia, Canadá y los Estados Unidos.[1]

China es el país con más fronteras terrestres del mundo, tiene fronteras con 14 países: Afganistán, Bután, Birmania (Myanmar), India, Kazajistán, Kirguistán, Laos, Mongolia, Nepal, Corea del Norte, Pakistán, Rusia, Tayikistán y Vietnam.

Las ciudades más importantes son Pekín, Shanghai, y Hong Kong.

Provincias

(*) Reivindicada; independiente de facto bajo el régimen de la República de China.

Regiones autónomas

  • R. A. del Tíbet (西藏自治区)

Municipalidades

  • Municipalidad de Pekín (北京市) 
  • Municipalidad de Chongqing (重庆市)
  • Municipalidad de Shanghai (上海市) 
  • Municipalidad de Tianjin (天津市)

Regiones Administrativas Especiales

  • R. A. E. de Hong Kong (香港特别行政区)
  • R. A. E. de Macao (澳门特别行政区)
 
 

La extraña cobertura informativa occidental sobre el Tíbet y China
por Danielle Bleitrach*

La información que tenemos actualmente en Occidente emana esencialmente de Radio Free, una radio financiada por Estados Unidos, Radio Free Europa y Radio Free Asia. La información oficial que viene de China confirma parcialmente sus declaraciones, todo empezó con las manifestaciones de los monjes, pero degeneró en violencia. Por el contrario, las informaciones gubernamentales chinas afirman que los muertos son comerciantes chinos masacrados por bandas organizadas y, por lo tanto, desmienten la tesis de los disparos de la policía china.



20 de marzo de 2008



El jueves, 13 de marzo de 2008, el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores acusó a los manifestantes de « buscar el desencadenamiento de conflictos sociales» . El sábado, al margen de las actuaciones de la Asamblea Nacional china, la agencia Nueva China describió así la situación: « Las manifestaciones de monjes budistas tibetanos contra el poder chino, que degeneraron el viernes en Lhassa, causaron 10 muertes y no figura ningún extranjero entre las víctimas» .

El jefe del gobierno regional del Tíbet, Champa Phunstok, afirmó que las fuerzas del orden no habían disparado. « Nosotros no abrimos el fuego, sin embargo seremos severos con estos criminales cuyas actividades tienen por objeto dividir la nación» , declaró el sábado Champa Phunstok a Associated Press al margen de la sesión anual del Congreso nacional del Pueblo, la asamblea legislativa china. Según Nueva China, «la mayoría de las víctimas eran comerciantes» .

Según la información de Radio Free, las manifestaciones promovidas por los monjes budistas tibetanos contra el poder chino degeneraron el viernes en Lhassa, la capital tibetana, pero los testigos habrían dado cuenta de los disparos de las fuerzas de seguridad y de los vehículos y comercios incendiados.

Siempre según la información de Radio Free Europa, resultaron muertas dos personas. Según Radio Free Asia, los soldados utilizaron gases lacrimógenos y también municiones reales que dispararon contra los manifestantes que incendiaron vehículos y comercios de propietarios chinos en el centro de la ciudad.

Radio Free Europa o Radio Free Asia también han citado testigos que informan de que vieron dos cuerpos que yacían en el suelo en el barrio de Barkor, donde se concentraron las manifestaciones. La radio mencionó un balance mayor sin proporcionar cifras.

China considera que el Tíbet es una parte integrante de su territorio. Así se considera en el plano internacional, mientras que en Occidente se piensa que los chinos invadieron el Tíbet en 1950.

El debate sobre el Tíbet

Efectivamente, desde el siglo XIII, el Tíbet pertenece al imperio chino y los monumentos imperiales tienen en sus frontones los textos escritos en las cinco lenguas chinas, entre ellas el tibetano, un imperio con sus departamentos feudales y su burocracia, incluso antes de que apareciese el budismo tibetano tal como existe actualmente. Los defensores de la independencia del Tíbet y del Dalai Lama consideran que el Tíbet era un simple feudo, un protectorado. En el plano histórico, los independentistas tibetanos explican que si la región del Himalaya hubiera sido antiguamente parte integrante de China, la región habría llegado a ser prácticamente independiente y acusan a China de que intenta destruir la cultura tibetana.

El Tíbet, en el marco del despedazamiento y la colonización de China, fue objeto de una rivalidad entre Gran Bretaña y Rusia. Gran Bretaña, implantada en la vecina India asumió, y siempre ha reconocido, la soberanía de China sobre este país que ocupó militar y comercialmente. En 1908 China, aprovechando la salida de los británicos, retomó el control del país.

Después llegó el hundimiento del imperio chino y la instauración de la República en 1911. Lo que rompió las relaciones personales de vasallaje que existían entre China y el Tíbet según los monjes tibetanos, quienes estaban en el grado más alto del feudalismo que practicaba la servidumbre. El decimotercero Dalai Lama proclamó la independencia del Tíbet y se negó a reconocer a la República china.

Gran Bretaña actuó como mediadora y propuso una división del Tíbet que China se negó a reconocer a pesar de que, en la práctica, los lazos se aflojaron y el gobierno teocrático del Dalai Lama amplió sus atribuciones. En 1950, el Ejército Popular de Liberación comunista volvió a entrar en el Tíbet, que consideraba que estaba gobernado por señores feudales, y no encontró resistencia. Se creó un gobierno del Tíbet que ha mantenido la religión y los monasterios.

Pero a partir de 1956 se han sucedido las rebeliones; en 1959 fue la insurrección de Lhassa. El Dalai Lama abandonó el Tíbet y se refugió en la India con 150.000 partidarios. La rebelión se reprimió severamente, los exiliados y las asociaciones para la independencia del Tíbet declararon un millón de muertos, pero en realidad las cifras, aunque considerables, no sobrepasaban los diez mil.

El gobierno comunista chino abolió la servidumbre y los terribles castigos corporales y explicó que se trataba de rebeliones fomentadas por los antiguos amos y los monjes. Mientras, las instancias religiosas en el exilio denunciaban, como sus partidarios occidentales, el ataque contra la cultura tibetana tanto como los atentados a los derechos humanos. Occidente, especialmente Estados Unidos, desarrolló este asunto de la espiritualidad tibetana vejada por los «invasores» chinos.

China considera que no sólo se trata de una región integrada en China desde el siglo XIII, sino que además la liberó del feudalismo y recientemente la ha comunicado construyendo un ferrocarril. Una región, por añadidura, indispensable para su seguridad y que es una vía hacia la India, con quien China tiene relaciones desde siempre. Mientras, el Dalai Lama y los exiliados, con Estados Unidos y las asociaciones para la independencia del Tíbet, consideran que se trata de una región independiente cuya cultura China pretende destruir.

Así, con los aspectos religiosos, los chinos habrían suprimido la medicina tradicional y la astrología. En torno al Dalai Lama, en la India, se reconstruyó dicha cultura con una Universidad de astrología, que se beneficia de grandes medios financieros de Estados Unidos. Los chinos afirman que la libertad religiosa se respeta, pero sus adversarios denuncian la desacralización de algunos aspectos de esta cultura que le haría perder su significado original.

Denuncian el asentamiento masivo de los chinos y una situación de exclusión de los tibetanos, así como las detenciones y la burla de los derechos humanos, incluso aunque reconocen una mejora en materia de derechos humanos. Los chinos dicen que la situación de los derechos humanos está mejor que bajo la servidumbre, donde las mutilaciones y los castigos corporales eran frecuentes; también afirman que mejoraron el estatus de la mujer y que han introducido el desarrollo, así como la conservación del medio ambiente y la preservación de la cultura local.

La riqueza de los comerciantes chinos es uno de los asuntos más convulsivos en el plano local y, sin duda, no es una casualidad que los ataquen. El contexto económico del desarrollo chino es testigo aquí, como por todas partes en el resto de China, de un crecimiento formidable ligado especialmente al turismo, pero ligado también a la expansión de las desigualdades y, actualmente, a una elevada inflación que dificulta el abastecimiento de las familias más modestas. En este sentido se puede pensar que las manifestaciones de los monjes dan lugar también a otras manifestaciones de cólera más relacionadas con la economía que seguramente multiplican y atizan los actos de delincuencia.

Los defensores de la causa tibetana temen que la nueva línea ferroviaria contribuya a acelerar la inmigración china al Tíbet y a vaciarlo más rápidamente de sus recursos naturales ya sobreexplotados. El gobierno tibetano en el exilio considera, en particular, que «el ferrocarril facilitará el control chino del Tíbet e implicará la llegada de numerosos emigrantes chinos». Pero para los chinos la emigración es, por ejemplo, los comerciantes chinos que llegan a París; el Tíbet forma parte de China y los movimientos de personas se hacen dentro del país. China es un país de intensas migraciones internas.

¿Está implicado el Dalai Lama?

Otra fuente de Dharamsala en la India, el Dalai Lama, ha pedido a China «que deje de utilizar la fuerza» contra las manifestaciones, en las cuales ve «una expresión del profundo resentimiento del pueblo tibetano». En un comunicado, el jefe espiritual de los budistas tibetanos en el exilio se declara «muy preocupado» por la situación en Tíbet y pide a Pekín «que responda al resentimiento de los tibetanos (…) con el diálogo». Por otra parte también exhorta a los tibetanos a «no recurrir a la violencia», lo que obviamente era el caso en la primera manifestación de los monjes, pero degeneró rápidamente en violencia. El Dalai Lama afirma que no está implicado en los acontecimientos del Tíbet, pero se puede dudar de su afirmación.

También tuvieron lugar manifestaciones de apoyo a los tibetanos en la India y Nepal, otra fuente de información. En Katmandú, Nepal, al menos a 12 monjes budistas han resultado heridos en choques con la policía en una manifestación pro Tíbet que reunió un millar de personas. También estallaron incidentes en Nueva Delhi, la India, donde se refugian el Dalai Lama y sus partidarios; y también hubo enfrentamientos entre manifestantes pro tibetanos que intentaban alcanzar la embajada de China y las fuerzas del orden. La policía india detuvo a varias decenas de personas.

Muchas de las imágenes que nos transmiten son imágenes de archivo o de estas manifestaciones indias.

Posición de los países occidentales

Aunque es posible que Occidente desarrolle campañas destinadas a sensibilizar a la opinión pública sobre la cultura propia del Tíbet, su espiritualidad burlada y la falta de respeto a los derechos humanos [1], en el plano internacional es difícil que los países occidentales que, tras Estados Unidos, favorecen estas campañas, no reconozcan el Tíbet como territorio chino. En ningún momento aparece el reconocimiento de un territorio independiente tibetano en el plano internacional incluso si, como vimos, Gran Bretaña propuso en el momento de la instauración de la República China una determinada autonomía y el reconocimiento de un poder «espiritual». Legalmente es difícil, si no imposible, reconocer esta independencia, por lo que, esencialmente, es sobre la represión y los derechos humanos donde actúa la intervención occidental.

Es también por lo que China ha reaccionado duramente ante el caso de Kosovo. Existe el ejemplo del despedazamiento de la antigua URSS, al que Putin puso el freno, y China calcula bien que la estrategia empleada para la antigua URSS y para la ex Yugoslavia puede ser aplicada. Como la mayoría de los países del mundo, China ha visto en Kosovo un precedente susceptible de conducir a una balcanización general con bases raciales, religiosas u otras.

De ahí una elección política: en primer lugar China ha respondido a la cuestión de los derechos humanos remitiendo a Estados Unidos a su propia responsabilidad en este ámbito y ha establecido, el 13 de marzo, un libro blanco sobre las violaciones de los derechos humanos en EEUU, pero no ha respondido directamente sobre la cuestión del Tíbet, que juzga un asunto interno. Hay dos muertos pero ninguno extranjero y eso no les concierne, dice. Habrá que esperar a que se publiquen las primeras fotos oficiales.

Estados Unidos y la Unión Europea pidieron a China que mostrara «contención». «Pekín debe respetar la cultura tibetana», afirmó por su parte Gordon Johndroe, portavoz de la Casa Blanca. El presidente estadounidense, George W. Bush, considera que «Pekín debe tener un diálogo con el Dalai Lama». Las autoridades estadounidenses recomendaron a sus ciudadanos que eviten viajar a Lhassa.

El viernes, la Unión Europea adoptó una declaración que llamaba a China a la «contención» en el Tíbet. «La presidencia eslovena nos propuso un texto, que aceptamos» en el que «se pide contención y que las personas detenidas en las manifestaciones pro Tíbet (…) sean liberadas», indicó el ministro francés de Asuntos Exteriores Bernard Kouchner, otra fuente de información.

Robert Menard de Reporteros sin Fronteras incitó a ejercer presión sobre China, que necesita tranquilidad para los juegos olímpicos que se celebrarán en agosto, para conseguir el fin de la represión. Las personalidades comprometidas desde hace bastante tiempo en la denuncia de China han tomado el tren en marcha; como Mia Farrow que desde hace meses promueve movilizaciones contra los juegos olímpicos y se significó en la campaña contra China en nombre de Darfur, ahora encabeza una campaña por el Tíbet y se presentó en la embajada de China a la cabeza de una delegación.

Por lo tanto tenemos una estrategia en su punto: promover las actuaciones de las ONG, los grupos tradicionalmente financiados por Occidente que se congregan contra un país afirmando que los derechos humanos, la «espiritualidad y la cultura autóctona están amenazados y que existen situaciones intolerables. Los países occidentales al principio no dicen nada porque saben que la legalidad internacional no está de su parte, pero apoyan la campaña pronunciándose sobre los derechos humanos y la represión. Y entonces China les reprocha la situación de Oriente Próximo y sus propias represiones.

Parece difícil imaginar actualmente una intervención militar contra China, pero se trata de mantener los lugares de rebelión potenciales y las campañas que creen una opinión.

Texto original en francés: http://socio13.wordpress.com/

 Danielle Bleitrach
Danielle Bleitrach, es socióloga, profesora universitaria jubilada y autora de numerosos libros y artículos sobre la clase obrera, el mundo del trabajo y los problemas del desarrollo en el marco de la globalización


جواب  رسائل 5 من 74 في الفقرة 
من: YayaboEstaEnLaCalle مبعوث: 20/03/2008 22:04
Pues espero despejar tus dudas. Hay que partir que el artículo que refieres tiene graves errores. Empezando que no eran señores feudales quienes gobernaban en Tíbet sino el Dalai Lama como primer ministro. Las tropas comunistas si encontraron resistencia cuando ocuparon Tíbet fue una guerra que ganaron e impusieron su dominio a la fuerza argumentando que algún momento de la historia Tíbet fue igualmente ocupado a la fuerza por la China imperial. Cuando una potencia ocupa una republica y la anexa a la fuerza los tratados firmados bajo amenazas no tienen validez. Muestra es que a los tibetanos nunca le han preguntado en un referéndum si quieren ser parte de China.

Yayabo

Invasion and illegal annexation of Tibet: 1949-1951


Introduction
Treaties in international law are binding on the countries signing them, unless they are imposed by force or a country is coerced into signing the agreement by the threat of force. This is reflected in the Vienna Convention on the Law of Treaties, which is regarded as a reflection of customary international law. The People's Republic of China (PRC) feels strongly about this principle, particularly as it applies to treaties and other agreements China was pressured to sign by Western powers at a time when China was weak. The PRC is particularly adamant that such "unequal" treaties and other agreements cannot be valid, no matter who signed them or for what reasons.

After the military invasion of Tibet had started and the small Tibetan army was defeated, the PRC imposed a treaty on the Tibetan Government under the terms of which Tibet was declared to be a part of China, albeit enjoying a large degree of autonomy. In the White Paper, China claims this treaty was entered into entirely voluntarily by the Tibetan Government, and that the Dalai Lama, his Government and the Tibetan people as a whole welcomed it. The facts show a very different story, leading to the conclusion that the so-called "17 Point Agreement for the Peaceful Liberation of Tibet" was never validly concluded and was rejected by Tibetans. The Dalai Lama stated Tibetan Prime Minister Lukhangwa as having told Chinese General Zhang Jin-wu in 1952:

It was absurd to refer to the terms of the Seventeen-Point Agreement. Our people did not accept the agreement and the Chinese themselves had repeatedly broken the terms of it. Their army was still in occupation of eastern Tibet; the area had not been returned to the government of Tibet, as it should have been. [My Land and My People, Dalai Lama, New York, Fourth Edition, 1992, p.95]
Diplomatic activity and military threats
Soon after the Communist victory against the Guomindang and the founding of the PRC on 1 October 1949, Radio Beijing began to announce that "the People's Liberation Army must liberate all Chinese territories, including Tibet, Xinjiang, Hainan and Taiwan." Partly in response to this threat, and in order to resolve long-standing border disputes with China, the Foreign Office of the Tibetan Government, on 2 November 1949, wrote to Mao Zedong proposing negotiations to settle all territorial disputes. Copies of this letter were sent to the Governments of India, Great Britain and the United States. Although these three Governments considered the spread of Communism to be a threat to the stability of South Asia, they advised the Tibetan Government to enter into direct negotiations with Chinese Government as any other course of action might provoke military retaliation.

The Tibetan Government decided to send two senior officials, Tsepon Shakabpa and Tsechag Thubten Gyalpo, to negotiate with representatives of the PRC in a third country, possibly the USSR, Singapore or Hong Kong. These officials were to take up with the Chinese Government the content of the Tibetan Foreign Office's letter to Chairman Mao Zedong and the threatening Chinese radio announcements still being made about an imminent "liberation of Tibet"; they were to secure an assurance that the territorial integrity of Tibet would not be violated and to state that Tibet would not tolerate interference.

When the Tibetan delegates in Delhi applied for visas to Hong Kong, the Chinese told them that their new Ambassador to India was due to arrive in the capital shortly and that negotiations should be opened through him.

In the course of negotiations, the Chinese Ambassador, Yuan Zhong-xian, demanded that the Tibetan delegation accept a Two- point Proposal: i) Tibetan national defence will be handled by China; and ii) Tibet should be recognised as a part of China. They were then to proceed to China in confirmation of the agreement. On being informed of the Chinese demands, the Tibetan Government instructed its delegates to reject the proposal. So negotiations were suspended.

On 7 October 1950, 40,000 Chinese troops under Political Commissar, Wang Qiemi, attacked Eastern Tibet's provincial capital of Chamdo, from eight directions. The small Tibetan force, consisting of 8,000 troops and militia, were defeated. After two days, Chamdo was taken and Kalon (Minister) Ngapo Ngawang Jigme, the Regional Governor, was captured. Over 4,000 Tibetan fighters were killed.

The Chinese aggression came as a rude shock to India. In a sharp note to Beijing on 26 October 1950, the Indian Foreign Ministry wrote:

Now that the invasion of Tibet has been ordered by Chinese government, peaceful negotiations can hardly be synchronized with it and there naturally will be fear on the part of Tibetans that negotiations will be under duress. In the present context of world events, invasion by Chinese troops of Tibet cannot but be regarded as deplorable and in the considered judgement of the Government of India, not in the interest of China or peace.
A number of countries, including the United States and Britain, expressed their support for the Indian position.
The Tibetan National Assembly convened an emergency session in November 1950 at which it requested the Dalai Lama, only 16 at that time, to assume full authority as Head of State. The Dalai Lama was then requested to leave Lhasa for Dromo, near the Indian border, so that he would be out of personal danger.At the same time the Tibetan Foreign Office issued the followingstatement:

Tibet is united as one man behind the Dalai Lama who has taken over full powers. ... We have appealed to the world for peaceful intervention in (the face of this) clear case of unprovoked aggression.
The Tibetan Government also wrote to the Secretary General of the United Nations on 7 November 1950, appealing for the world body's intervention. The letter said, in part:
Tibet recognises that it is in no position to resist the Chinese advance. It is thus that it agreed to negotiate on friendly terms with the Chinese Government. ...Though there is little hope that a nation dedicated to peace will be able to resist the brutal effort of men trained to war, we understand that the United Nations has decided to stop aggression wherever it takes place.
On 17 November 1950, El Salvador formally asked that the aggression against Tibet be put on the General Assembly agenda. However, the issue was not discussed in the UN General Assembly at the suggestion of the Indian delegation who asserted that a peaceful solution which is mutually advantageous to Tibet, India and China could be reached between the parties concerned. A second letter by the Tibetan delegation to the United Nations on 8 December 1950 did not change the situation.
Faced with the military occupation of Eastern and Northern Tibet, the defeat and destruction of its small army, the advance of tens of thousands of more PLA troops into Central Tibet, and the lack of active support from the international community, the Dalai Lama and the Tibetan Government decided to send a delegation to Beijing for negotiations with the new Chinese leadership.

"Seventeen-Point Agreement"

In April 1951, the Tibetan Government sent a five-member delegation to Beijing, led by Kalon Ngapo Ngawang Jigme. The Tibetan Government authorised its delegation to put forward the Tibetan stand and listen to the Chinese position. But, contrary to the claim made in the White Paper that the delegation had "full powers," it was expressly not given the plenipotentiary authority to conclude an agreement. In fact, it was instructed to refer all important matters to the Government.

On 29 April negotiations opened with the presentation of a draft agreement by the leader of the Chinese delegation. The Tibetan delegation rejected the Chinese proposal in toto, after which the Chinese tabled a modified draft that was equally unacceptable to the Tibetan delegation. At this point, the Chinese delegates, Li Weihan and Zhang Jin-wu, made it plain that the terms, as they now stood, were final and amounted to an ultimatum. The Tibetan delegation was addressed in harsh and insulting terms, threatened with physical violence, and members were virtually kept prisoners. No further discussion was permitted, and, contrary to Chinese claims, the Tibetan delegation was prevented from contacting its Government for instructions. It was given the onerous choice of either signing the "Agreement" on its own authority or accepting responsibility for an immediate military advance on Lhasa.

Under immense Chinese pressure the Tibetan delegation signed the "Agreement of the Central People's Government and the Local Government of Tibet on Measures for the Peaceful Liberation of Tibet" on 23 May 1951, without being able to inform the Tibetan Government. The delegation warned the Chinese that they were signing only in their personal capacity and had no authority to bind either the Dalai Lama or the Tibetan Government to the "Agreement".

None of this posed an obstacle to the Chinese Government to proceed with a signing ceremony and to announce to the world that an "agreement" had been concluded for the "peaceful liberation of Tibet". Even the seals affixed to the document were forged by the Chinese Government to give it the necessary semblance of authenticity. The seventeen clauses of the "Agreement", among other things, authorised the entry into Tibet of Chinese forces and empowered the Chinese Government to handle Tibet's external affairs. On the other hand, it guaranteed that China would not alter the existing political system in Tibet and not interfere with the established status, function, and powers of the Dalai Lama or the Panchen Lama. The Tibetan people were to have regional autonomy, and their religious beliefs and customs were to be respected. Internal reforms in Tibet would be effected after consultation with leading Tibetans and without compulsion.

The full text of what came to be known as the "Seventeen-Point Agreement" was broadcast by Radio Beijing on 27 May 1951. This was the first time the Dalai Lama and the Tibetan Government heard of the devastating document. The reaction in Dromo (where the Dalai Lama was staying at that time) and Lhasa was one of shock and disbelief.

A message was immediately sent to the delegation in Beijing, reprimanding them for signing the "Agreement" without consulting the Government for instructions. The delegation was asked to send the text of the document they had signed, and wait in Beijing for further instructions. In the meantime, a telegraphic message was received from the delegation to say that the Chinese Government representative, General Zhang Jin-wu, was already on his way to Dromo, via India. It added that some of the delegation members were returning, via India, and the leader of the delegation was returning directly to Lhasa.

The Dalai Lama and the Tibetan Government withheld the public repudiation of the "Agreement". The Dalai Lama returned to Lhasa on 17 August 1951 in the hope of re-negotiating a more favourable treaty with the Chinese.

On 9 September 1951, around 3,000 Chinese troops marched into Lhasa, soon followed by some 20,000 more, from eastern Tibet and from Eastern Turkestan (Xinjiang) in the north. The PLA occupied the principal cities of Ruthok and Gartok, and then Gyangtse and Shigatse. With the occupation of all the major cities of Tibet, including Lhasa, and large concentration of troops throughout eastern and western Tibet, the military control of Tibet was virtually complete. From this position, China refused to re-open negotiations and the Dalai Lama had effectively lost the ability to either accept or reject any Tibet-China agreement. However, on the first occasion he had of expressing himself freely again, which came only on 20 June 1959, after his flight to India, the Dalai Lama formally repudiated the "Seventeen-Point Agreement", as having been "thrust upon Tibetan Government and people by the threat of arms".

In assessing the "17-Point Agreement on Measures for the Peaceful Liberation of Tibet" and the occupation of Tibet two factors are crucial. First, the extent to which China was violating international law when the PLA marched into Tibet, and second, the effect of the signing of the "Agreement".

The law governing treaties is based on the universally recognised principle that the foundation of conventional obligations is the free and mutual consent of contracting parties and, conversely, that freedom of consent is essential to the validity of an agreement. Treaties brought about by the threat or the use of force lack legal validity, particularly if the coercion is applied to the country and government in question rather than only on the negotiators themselves. With China occupying large portions of Tibet and openly threatening a full military advance to Lhasa unless the treaty was signed, the "agreement" was invalid ab initio, meaning that it could not even be validated by a later act of acquiescence by the Tibetan Government.

جواب  رسائل 6 من 74 في الفقرة 
من: matilda مبعوث: 22/03/2008 04:47
No creo que no me despejas ninguna duda.
En primer lugar porque no es un error decir que el regimen hasta principios del siglo XX era un cuasi feudalismo,ya que de una poblacion de 1.200.000 las tres terceras partes prestaban servicios a la clase noble semifeudal con una casta religiosa a la cabeza.Uno de los principales problemas del desarrollo y la expansion capitalista ha sido la supervivencia de la preeminencia de formas feudales en oeste asiatico.
En segundo porque desde el siglo XIII la region del Tibet estaba bajo el dominio del imperio mongol ,el cual solo a partir del siglo XVI dejo paso a dos imperios el Chino que integro la region del Tibet y el otro lo que ahora conocemos como Mongolia.
Ya en 1906 El Tibet era un protectorado ingles,cuando la expam¿nsion inglesa a la India ,pero en 1907 se firmo un acuerdo entre China,Rusia e Inglaterra donde se le adjudica y reconoce la soberania China sobre el Tibet.
El Dalai Lama era su maxima autoridad religiosa y represento siempre a la casta dominante, es la sancion del poder de los señores .
Y fijate que oh casulidad,ayer como hoy en las insurrecciones ,donde tuvo que intervenir el ejercito chino aparece  la CIA como mentora de las mismas.
La CIA : "C'est nous qui avons préparé l'insurrection au Tibet"
InforTibet Envoyer à un(e) ami(e)    Imprimer
La préparation de la révolte armée a duré des années, sous la direction des services secrets américains, la CIA. C’est écrit noir sur blanc dans « The CIA's Secret War in Tibet » (La guerre secrète de la CIA au Tibet) de Kenneth Conboy (University Press of Kansas, 2002, 300 pages), un ouvrage à propos duquel le spécialiste de la CIA, William Leary, écrit : « Une étude excellente et impressionnante sur une importante opération secrète de la CIA durant la guerre froide. » 
Tibet : pour la liberté, avec la CIA ?

En 1951, les communistes prenaient le pouvoir au Tibet. Au cours des deux siècles qui avaient précédé, pas un seul pays au monde n’avait reconnu le Tibet comme un pays indépendant. Durant ces deux cents ans, la communauté internationale avait considéré le Tibet comme une partie intégrante de la Chine ou, du moins, comme un État vassal. En 1950 déjà, l’Inde disait que le Tibet était une composante de la Chine. L’Angleterre qui, il y a quarante ans, occupait pourtant une position privilégiée au Tibet, suivit la position indienne au pied de la lettre.

Seuls les États-Unis se montrèrent hésitants. Jusqu’à la Seconde Guerre mondiale, ils considérèrent le Tibet comme appartenant à la Chine et ils freinèrent même l’Angleterre dans ses avances au Tibet. Mais, après la guerre, les États-Unis voulurent faire du Tibet un rempart religieux contre le communisme.

Contrairement à ce qui se passa avec la question coréenne, ils furent complètement isolés. Ils ne purent mettre sur pied la moindre coalition internationale. En 1951, la majorité de l’élite tibétaine elle-même, y compris l’Assemblée générale élargie, accepta l’accord négocié avec la Chine à propos d’une « libération pacifique ».

Mais cela changea lorsque, en 1956, les autorités décidèrent d’appliquer une réforme agraire dans les territoires tibétains de la province de Sichuan. L’élite locale n’accepta pas qu’on touche à ses propriétés et droits. Cela allait mener au soulèvement armé de 1959.

La préparation de la révolte armée avait duré des années, sous la direction des services secrets américains, la CIA. C’est écrit noir sur blanc dans « The CIA's Secret War in Tibet » (La guerre secrète de la CIA au Tibet) de Kenneth Conboy (University Press of Kansas, 2002, 300 pages), un ouvrage à propos duquel le spécialiste de la CIA, William Leary, écrit : « Une étude excellente et impressionnante sur une importante opération secrète de la CIA durant la guerre froide. »

Un autre livre, « Buddha's Warriors – The story of the CIA-backed Tibetan Freedom Fighters » (Les guerriers de Bouddha – L’histoire des combattants tibétains de la liberté soutenus par la CIA), de Mikel Dunham (Penguin, 2004, 434 pages) explique comment la CIA a transféré des centaines de Tibétains aux États-Unis, les a entraînés et armés, a parachuté des armes sur le territoire, a enseigné aux gens comment ils pouvaient se servir d’armes à feu tout en étant à cheval, etc.

La préface de cet ouvrage a été rédigée par « Sa Sainteté le dalaï-lama ». Sans doute ce dernier considère-t-il comme un honneur le fait que la rébellion séparatiste armée ait été dirigée par la CIA. Dans cette préface, il écrit : « Bien que je croie que la lutte des Tibétains ne puisse être remportée que par une approche à long terme et des moyens pacifiques, j’ai toujours admiré ces combattants de la liberté pour leur courage et leur détermination inébranlables. » (page XI)

Réactions tibétaines et internationales lors de la prise de pouvoir par les communistes, en 1951, Infortibet, 14 janvier 2008.
en néerlandais:
http://infortibet.skynetblogs.be/post/5433093/tibetaanse-en-internationale-reacties-bij-de-

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من: matilda مبعوث: 22/03/2008 09:35
Qué ha ocurrido realmente en Lhassa? Periodistas y turistas nos cuentan otra versión.
Peter Franssen Envoyer à un(e) ami(e)    Imprimer
Tibet: ¿Manifestación pacifica o levantamiento armado? Un dossier preparado por Peter Franssen. En su blog consagrado a China, encontramos documentos en lengua original, junto a introducciones en neerlandés: http://www.bloggen.be/nieuwsbriefchina/ 
- James Mieles (The Economist): No se trataba de una manifestación pacífica.

Las noticias sobre los acontecimientos de este fin de semana en el Tibet nos informaron que en la manifestación contra la ocupación china se produjeron de 80 a 100 muertos. Nos contaron que los monjes vestidos naranja manifestaban por la libertad y por la democracia, cuando la policía china les disparó y les abatió sin piedad. Testimonios occidentales ahí presentes nos cuentan que la realidad de los hechos es muy diferente. El primer testimonio es el periodista James Miles, del periódico The Economist. Es el único periodista acreditado en la capital tibetana de Lhassa. Según Miles, no se trata de manifestaciones pacíficas, sino de una revuelta violenta. Comenzó el viernes, un poco después de medio-día, cuando unos pequeños grupos de jóvenes tibetanos, armados de sables, cocktails Molotov y porras, atacaron los comercios de los Hui, robándo e incendiando sus locales. Los Hui constituyen un grupo minoritario musulmán que habita la región desde hace siglos. La revuelta era de naturaleza étnica y racista. La policía china, escribe el periodista, hizo prueba de una gran retención, y casi no ha intervenido. Durante toda la tarde del viernes, el testigo no vio ni un solo policía armado. Sólo a partir del sábado a medio día empezaron a aparecer los primeros agentes armados.


Fire on the roof of the world, James Miles, The Economist, 14 mars 2008.
http://www.economist.com/daily/news/displaystory.cfm?story_id=10870258

Lhasa under siege, James Miles, The Economist, 16 mars 2008.
http://www.economist.com/daily/news/displaystory.cfm?story_id=10871821&top_story=1


- Un turista danés: “Los monjes y los jóvenes enfurecidos estaban fuera de sí”

El segundo testigo es un turista danés en Lhassa. Su testimonio concuerda con el del periodista de The Economist. Su relato fue publicado el pasado sábado en el periódico “Politiken”. El testigo afirmaba: “ Monjes y jóvenes de 15 a 16 años han asaltado los comercios chinos, tirando puertas y ventanas abajo, incendiando los comercios y moliendo a palos a los chinos que se cruzaban por su camino. He asistido a agresiones muy brutales. He visto cómo fueron capturados dos chinos, según lo que he podido observar, y fueron linchados hasta la muert. Al principio, la policía era muy reticente. Los monjes y los jóvenes enfurecidos estaban fuera de si. Sólo a partir del momento en el que se acercaron del Palacio de Invierno los manifestantes se enfrentaron a la policía, a los militares y a los vehículos del ejercito, sobre los cuales se encontraban armas. Todo lo que se encontraba a nuestro alrededor era víctima de las llamas, incluyendo los vehículos de la policía, los camiones de bomberos, las tiendas y los comercios chinos. La situación estaba totalmente fuera de control. Los ataques contra los comercios chinos continuaron sin piedad”.

El artículo original está en danés pero una parte del mismo puede leerse en inglés en el siguiente enlace....
http://www.guardian.co.uk/world/feedarticle/7386817


- Pekín : "La policía no ha utilizado armas de fuego. El levantamiento estaba planificado”.

Lo que dicen los dos testimonios anteriores concuerda con lo que afirman las autoridades chinas. Ahora también, la reconstitución de los hechos a partir de las fuentes chinas parece mucho mas fiable de lo que nos dan a entender las agencias de prensa internacional. El presidente del gobierno de la Región autónoma del Tibet ha afirmado finalmente que 13 civiles inocentes habían perdido la vida. Los manifestantes les habían quemado vivos o molido a palos. Estos mismos manifestantes también habían herido a sesenta agentes, de los cuales cinco estaban en un estado grave o muy grave. Se incendiaron 300 edificios, de los cuales 214 eran tiendas y comercios. Paralelamente, 56 vehículos fueron parcial o totalmente destruidos. El presidente del gobierno a afirmado, al igual que los dos testimonios anteriores, que las tropas del orden se han mostrado reticentes a intervenir. Afirma explícitamente: “No hemos utilizado armas de fuego”. Las autoridades están convencidas que el levantamiento armado estaba planificado por adelantado y que había sido organizado. Las autoridades culpan al Dalai-Lama de organizar los levantamientos.

Government chief ensures safety in Tibet, Xinhua, 17 mars 2008.
http://www.chinadaily.com.cn/cndy/2007-11/14/content_6252509.htm

- Un turista español : “Golpeaban a la gente con piedras, cuchillos de carnicería, machetes,...”
El periodista Benjamin Morgan, que trabaja para la Agencia France Presse, ha entrevistado a varios turistas que volvían del Tibet. Entre los entrevistados se encuentra el español Juan Carlos Alonso (46 ans), que estuvo en Lhassa del miércoles al domingo pasado. “Los jóvenes querían destruir todo lo chino que se cruzaba por su camino. Tenían cuchillos, piedras, machetes, cuchillos de carnicería,...etc. Muchos chinos corrían para salvar sus vidas. He visto, al menos 35 chinos heridos. He visto cómo los manifestantes sacaban a la fuerza una joven de su casa y le golpeaban con piedras, al tiempo que gritaba “Socorro”.

Tibetan youths rampaged through Lhasa against Chinese: witness
The Straits Times (via AFP), 17 maart 08
http://www.straitstimes.com/Latest%2BNews/Asia/STIStory_217614.html



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من: matilda مبعوث: 22/03/2008 14:23
Cuando el Dalai Lama estaba en el poder, 95% de los tibetanos podían ser vendidos como mercancías
Zang Yanping Envoyer à un(e) ami(e)    Imprimer
Cuando el Dalai Lama y la clase de los propietarios estaban en el poder en Tibet, 95% de la población eran ciervos feudales, sin ningún derecho humano. Podían ser vendidos como mercancías. Eran frecuentemente insultados y abatidos o incluso debían enfrentarse a castigos de una violencia excepcional: por ejemplo, se les arrancaba los ojos, se les cortaba la lengua o las orejas, las manos o los pies, se les arrancaba los tendones, a no ser que se les ahogase o que se les empujase al vacío desde la cima de un acantilado. Estaba prohibido salir de su clase social. 
Título original: La « democracia », el adorno engañoso del Dalai-Lama
14 de noviembre de 2007

A fin de otorgar al 14º Dalai-Lama una apariencia de respectabilidad, su banda lo presenta, a él, la antigua figura principal de la servitud feudal de estructura sociopolítica teocrática, como un “representante de la democracia”, pretendiendo que “la democracia a sido siempre su ideal” y que “ promociona la democracia entre los tibetanos en el exilio”. Todo el mundo sabe que la sociedad humana pasa por tres fases de evolución: teocracia, monarquía y derechos cívicos. Es simplemente ridículo, como mínimo extraño, definir al Dalai-Lama, este símbolo vivo de la teocracia, como un “combatiente de la democracia”.

¿Qué ocurrió realmente en el Tibet, antes de 1959, cuando era gobernado por este Dalai-Lama que pretende que la democracia es su ideal? Antes de 1959, las tierras y los habitantes del Tibet no eran más que feudos de las instituciones de los gobiernos, monasterios y nobles tibetanos locales, es decir, las tres categorías principales de propietarios que apoyaban la servitud feudal tibetana. Constituían menos del 5% de la población total del Tibet. Estas tres categorías principales de propietarios poseían prácticamente la totalidad de las tierras cosechables, de las llanuras, de los bosques, de las montañas, de los recursos acuíferos y del ganado. No sólo estaban habilitados para explotar a sus siervos de manera vampírica, sino que también ejercían un poder de dominio.

Los siervos y los esclavos, que representaban el 95% de la población del Tibet, no disponían de ningún derecho fundamental del hombre y no tenían ninguna libertad. Desde su nacimiento, los siervos pertenecían a un propietario. Su existencia, su muerte y su matrimonio dependían de la voluntad de su propietario. Tratados como ganado, los siervos podían ser vendidos, comprados, transferidos, propuestos como dote, ofrecidos a título de gracia por otros propietarios de siervos, utilizados para apurar deudas o intercambiados por otros siervos. Afín de proteger sus propios intereses, los propietarios feudales de siervos mantenían un sistema social jerárquico y estricto a la vez que ejercían un poder cruel. Los Códigos trece y dieciséis, que fueron utilizados hasta finales de los cincuenta, estipulaban claramente el precio de la vida de las diversas categorías sociales ( que iba desde personas que no valían mas que un vulgar cordaje de paja a otras que valían más caras que el oro). Los gobiernos locales estaban dotados de tribunales y de cárceles, y los grandes monasterios, al igual que los nobles, tenían también su propias prisiones. Bajo esta dictadura cruel, los siervos que osaban rebelarse eran perseguidos según la voluntad de sus señores.

Frecuentemente, eran insultados y abatidos o debían afrontar incluso castigos de una destacada violencia: por ejemplo, se les arrancaban los ojos, se les cortaba la lengua o las orejas, las manos o los pies, se les arrancaban los tendones, a no ser fuesen ahogados o que hechas al vacío desde la cima de un acantilado. Las tres principales ordenes de propietarios obligaban a los siervos a realizar toda una serie de tareas y a pagar un alquiler, les explotaban practicando el desgaste. Los siervos no sólo tenían que garantizar las faenas para las distintas instituciones de los gobiernos locales, los funcionarios y el ejército, sino que además debían trabajar sin recibir ningún salario en el mantenimiento de las cosechas y del ganado en beneficio de sus señores, a la vez que pagaban diversos impuestos. Algunos debían también pagar impuestos y realizar tareas en beneficio de los monasterios.

Estadísticas han demostrado que los impuestos recolectados por los gobiernos locales del Tibet estaban clasificados en más de doscientas categorías y que los trabajos asumidos por los siervos al servicio de las tres órdenes principales de propietarios representaba más del 50% de su trabajo, alcanzando incluso al 70 y 80% en algunos lugares. Antes de la reforma democrática, la suma total del desgaste del Tibet era dos veces más elevado que el de la producción total de siervos. Los tres ordenes de propietarios que dirigían el antiguo Tibet vivían principalmente en las aglomeraciones o en las ciudades como Lhassa. Estaban estrechamente ligadas por intereses comunes. Sus miembros – los funcionarios, los nobles y los monjes superiores de los monasterios – cambiaban a veces de rol para formar las bandas dirigentes poderosas o para decidir los matrimonios entre clanes del mismo rango social con el objetivo de consolidar sus alianzas.

También observaban una regla estricta que estipulaba que las personas de rango elevado debían ser tratados de manera diferente, lo que, tanto en el ámbito ético como en la realidad, consolidaba los privilegios y los intereses de los propietarios de los siervos. Los descendientes de los nobles seguían siendo nobles hasta el final de sus días, pero los siervos, que constituían la mayor parte de la población tibetana, no podían nunca salir de su miserable condición política, económica y social. El elevado grado de concentración de poder y la imposibilidad de pasar de una clase social a otra, iban a llevar directamente a la corrupción y a la degeneración de la case dirigente así como a la estancación y a la decadencia del conjunto del sistema social.

« La integración de la política y de la religión » constituían el fundamento de la servitud feudal del Tibet. Bajo un tal sistema, la religión no era sólo una creencia espiritual sino también una entidad política y económica. En los monasterios, que también se beneficiaban de los privilegios feudales, también existía opresión y explotación. El despotismo cultural reinante bajo esta estructura sociopolítica teocrática no permitía que le pueblo pudiese escoger su propia creencia religiosa, impidiendo una verdadera libertad religiosa. Los siervos no tenían ningún derecho humano, ni siquiera el más elemental, y vivían en la indigencia más extrema. Una décima parte de los jóvenes tibetanos entraban en el monasterio para convertirse en monjes. Al ser impedidos de la producción material y de la reproducción humana, los mojes llevaron esta región a una depresión económica y al declive de la población del Tibet. Con este avasallamiento espiritual y la promesa de la beatitud en una vida ulterior, el grupo privilegiado de monjes y de nobles no sólo privaba a los siervos de su libertad física, sino también de su libertad espiritual.

El Dalai Lama, en esa época principal representante de la servitud feudal tibetana y jefe del gobierno local tibetano, nunca se estorbó de “democracia” o de “derechos humanos”. De hecho, es por el temor a las reformas democráticas que el 14º Dalai Lama y su banda en el poder desencadenaron la rebelión armada en 1959 y ganaron el exilio tras su fracaso. Tras su fuga en el extranjero, la banda del Dalai-Lama siempre mantuvo el marco político de base de la integración de la política y la religión. Según lo que llama “constitución” tibetana, el Dalai-Lama, en tanto que principal figura religiosa, no sólo ejerce la función de “Jefe de Estado y de Gobierno”, sino que también beneficia del poder último de decisión sobre todas las principales cuestiones a las que se ve confrontado su “Gobierno en el exilio”.

Un interesante fenómeno, es que los hermanos y las hermanas del 14º Dalai-Lama han ocupado sucesivamente puestos claves de este “Gobierno en el exilio”, dirigido por su hermano, encargándose así de los departamentos más importantes. Cinco miembros de la familia del Dalai-Lama han sido « bkha’ blon superiores » o « bkha’ blon » (funcionarios de muy alto rango de los gobiernos tibetanos locales del antiguo régimen). La familia del Dalai-Lama y varios familiares controlan el poder político, económico, educacional y militar del “Gobierno en el exilio”, así como sus principales circuitos financieros. Parece ser que, estos últimos años, empiezan a seguir los ejemplos occidentales organizando “elecciones democráticas” y adoptando “la separación de poderes” pero, en realidad, el Dalai-Lama siempre tiene la última palabra, su “Gobierno en el exilio” está todavía estrechamente ligado a la religión y a la función del « bkha’ blon supérieur » que sólo puede ser ejercido por monjes. Poco importa pues la manera en la que la banda del Dalai-Lama se dote de ornamentos democráticos porque, en realidad, constituye todavía una estructura política teocrática y una coalición de monjes y nobles de rango superior.

¿Es posible la “democracia” bajo el poder de una estructura política teocrática formada por monjes y nobles? Hace tiempo que el Tibet y otros elementos de la comunidad tibetana en China han realizado la separación entre política y religión, llevando a cabo reformas democráticas e implantando gobiernos regionales autónomos, comprometidos con la construcción política y democrática del socialismo. Contrastándolo con esta realidad, el discurso vacío sobre la democracia que nos presenta el DalaiLama y sus partidarios internacionales sólo constituye la apariencia barata que exhibe para abusar del público.

Xinhua News Agency (China Daily, 14 novembre 2007, p. 10) 

جواب  رسائل 9 من 74 في الفقرة 
من: matilda مبعوث: 22/03/2008 19:11
El Dalai Lama: “ Los EEUU son los campeones de la democracia y de la libertad”.
Peter Franssen Envoyer à un(e) ami(e)    Imprimer
Tibet : ¿A favor de la democracia con Bush?
En octubre pasado, el Parlamento americano entregaba al Dalai Lama la Medalla de Oro, la condecoración más importante que el Parlamento puede entregar. Su siempre sonriente santidad, pronunció un discurso donde alababa a Bush por sus esfuerzos a nivel mundial a favor de la libertad, de la democracia y de los derechos humanos y calificó a los EEUU como los “campeones de la democracia y de la libertad”. 
Un poco antes, había calificado la guerra en Afganistán como una “liberación” y la guerra de Corea de 1959 como una “semi-liberación”, mientras que el conflicto de Vietnam como “un fracaso”.

Es evidente que el Dalai Lama recibe el apoyo de la extrema derecha. No sólo por su anticomunismo rábico, sino también por su racismo. Con el objetivo de preservar la pureza de la raza oprimida, su gobierno en el exilio condena los matrimonios mixtos entre tibetanos y los “demás”. En este contexto, Jörg Haider, en Austria, podría sentirse identificado. Son también las personas como Haider los primeros en prestar su ayuda al Dalai Lama.

Una medalla de oro de Bush y del angel Merkel pour el 14º Dalai-Lama, Infortibet, 14 de febrero 2008.
http://infortibet.skynetblogs.be/post/5284744/een-gouden-bushmedaille-en-engel-merkel-voor-

http://www.bloggen.be/nieuwsbriefchina/archief.php?startdatum=1205708400&stopdatum=1206313200 


جواب  رسائل 10 من 74 في الفقرة 
من: matilda مبعوث: 22/03/2008 19:11
La CIA: “Somos nosotros los que preparamos la insurrección en el Tibet”
Infortibet Envoyer à un(e) ami(e)    Imprimer
La revuelta armada se preparó durante varios años, bajo la dirección de los servicios secretos americanos, la CIA. Esto aparece claramente escrito en « The CIA's Secret War in Tibet » (La guerra secreta de la CIA en el Tibet) de Kenneth Conboy (University Press of Kansas, 2002, 300 páginas). Se trata de una obra que el especialista de la CIA, William Leary, lo definió como “ un estudio excelente e impresionante sobre una de las operaciones secretas de la CIA más importantes durante la guerra fría”. 
Tibet : ¿ A favor de la libertad junto a la CIA?

En 1951, los comunistas tomaban el poder en el Tibet. En el curso de los dos siglos anteriores, ni un solo país en el mundo había reconocido al Tibet como un país independiente. Durante estos doscientos años, la comunidad internacional había considerado el Tibet como una parte integrante de China o, al menos, como un Estado vasallo. Ya en 1950, India afirmaba que el Tibet era una parte integrante de China. Inglaterra que, hacía cuarenta años que ocupaba una posición privilegiada en el Tibet, siguió la posición india al pie de la letra.


Tan sólo los EEUU se mostraron vacilantes. Hasta la Segunda Guerra mundial, consideraron al Tibet como una parte de China e incluso frenaban a Inglaterra sobre sus avances en el Tibet. Pero, tras la guerra, los EEUU quisieron hacer del Tibet un enclave religioso contra el comunismo.

Contrariamente a lo que ocurre con la cuestión coreana, donde fueron completamente aislados. No consiguieron establecer ninguna coalición internacional. En 1951, la mayor parte de la elite tibetana, incluyendo la Asamblea General ampliada, aceptó el acuerdo de negociar con China una “liberación pacífica”.

Pero esto cambio cuando, en 1956, las autoridades decidieron aplicar una reforma agraria en los territorios tibetanos de la provincia de Sicuani. La elite local no aceptó que sus propiedades y sus derechos se vieran afectados. Estos hechos condujeron al levantamiento armado de 1959.

La revuelta armada se preparó durante varios años, bajo la dirección de los servicios secretos americanos, la CIA. Esto aparece claramente descrito en « The CIA's Secret War in Tibet » (La guerra secreta de la CIA en el Tibet) de Kenneth Conboy (University Press of Kansas, 2002, 300 páginas) una obra sobre la cual el especialista de la CIA, William Leary, escribió “Un estudio excelente e impresionante sobre una de las operaciones secretas de la CIA más importante durante la guerra fría”.

Otro libro, « Buddha's Warriors – The story of the CIA-backed Tibetan Freedom Fighters » (Los guerreros de Budha – La historia de los combatientes tibetanos de la libertad apoyados por la CIA), de Mikel Dunham (Penguin, 2004, 434 páginas) explica cómo la CIA llevó cientos de tibetanos a los EEUU, les condujo y les armó, les mandó paracaídas cargados de armas sobre su territorio, les formó en la utilización de las armas de fuego a la vez que se movían a caballo, etc.

El prólogo de esta obra ha sido redactada por “su Santidad el Dalai-Lama”. Sin duda este último considera un honor el hecho que la rebelión separatista armada haya sido dirigida por la CIA. En el prólogo, escribe “Aunque tenga el profundo sentimiento que la lucha de los tibetanos sólo podrá triunfar por un enfoque a largo término y utilizando medios pacíficos, siempre he admirado estos combatientes de la libertad por su valor y su determinación inquebrantables” (página XI).


Reacciones tibetanas e internacionales durante la toma de poder de los comunistas en 1951, Infortibet, 14 de enero 2008.en neerlandés: http://infortibet.skynetblogs.be/post/5433093/tibetaanse-en-internationale-reacties-bij-de- El «

Circo de la sombra : la CIA en el Tibet », un documental corregido, Infortibet, 5 de febrero 2008. en neerlandés: http://infortibet.skynetblogs.be/post/5512204/het-schaduwcircus-de-cia-in-tibet-een-documen 

جواب  رسائل 11 من 74 في الفقرة 
من: matilda مبعوث: 23/03/2008 12:00

Por el pueblo de Tibet y contra el feudalismo lamaísta
por José Antonio Egido

Tibet es uno de los lugares mas remotos del Planeta. Es una meseta en el corazón de Asia, separada del sur de Asia por las mas altas montañas del mundo, el Himalaya. Seis cordilleras dividen la región en valles aislados. El Tibet había pertenecido a China desde hacia 700 años pero la falta de comunicaciones le había aislado de China y del mundo.



22 de marzo de 2008


¿Qué era el Tibet antes de la llegada del Socialismo?

El budismo penetró en Tibet en el siglo VII de nuestra era [1]. El principe Strong-tsan-gampo, artífice de la unidad del Tibet, empleó esta religión en su tarea unificadora. Durante mucho el tiempo el budismo fue la religión de la cúpula feudal mientras que el pueblo practicaba ritos chamanistas y de clan (religión bon o bon-po).

A partir del siglo IX el budismo se extendió en el pueblo bajo la forma mahayana. A comienzos del siglo X el partido antibudista apoyado en la vieja aristocracia feudal lanzó persecuciones contra los budistas. Pero los budistas consiguieron asesinar al rey Lang-darma y vencer. En el siglo XI el budismo venció definitivamente bajo la forma de una nueva corriente llamada tantrismo. Durante los siglos XI y XII se construyeron en Tibet numerosos monasterios budistas con multitud de monjes llamados lamas. En 1271 Kublai Khan, fundador de la dinastía mongol de los Yuan (1270-1370), nombró al jefe de la secta budista mas importante ministro de asuntos civiles y religiosos de Tibet.. La dinastía china de los Ming, que reinó de 1368 a 1644, protegió también a la religión budista pero aplicó una política de fragmentación del país que la debilitaba. Surgió una corriente budista reformadora que impuso una severa disciplina monacal y la obligación de llevar ropa y gorros amarillos. Todo el poder se concentró en manos de dos jerarcas supremos: el Panchem-rimpoche y el Dalai-rimpoche (futuro Dalai Lama). Ambos fueron declarados encarnaciones de las deidades budistas mas veneradas.

Nominalmente la máxima autoridad del Tibet eran los emperadores chinos que cobraban impuestos y nombraban funcionarios encargados de cobrarlos pero los jerarcas budistas ejercían mucha influencia local. En 1639-1640 el jan mongol Gushi asesinó al príncipe local y transfirió todo el poder secular al Dalai Lama. Al comienzo de la dinastía manchú China restableció su soberanía sobre el Tibet pero el poder real permaneció en manos del Dalai Lama y, sobre todo, en manos de los lamas supremos que le rodeaban.

En el Tibet se estableció una forma peculiar de régimen feudal en que los grandes señores (monjes y seglares) dominaban una masa de campesinos privados de derechos y el poder político era acaparado por los jerarcas budistas. En lo mas alto de la jerarquía estaba el Panchem-Lama considerado padre espiritual del Dalai Lama que era quien tenia el poder temporal. Una autora china escribió que “sólo 626 personas poseían el 93 % de la tierra y la riqueza nacional y el 70 % de los yakes[2] en Tibet.

Entre ellos estaban los 333 cabezas de monasterios y autoridades religiosas y las 287 autoridades seculares (contando la nobleza y el ejército) y seis ministros del gabinete” [3]. La clase alta la formaban cerca del 2 % de la población y el 3 % eran sus agentes: capataces, administradores de sus fincas y comandantes de sus ejércitos privados. El 80 % eran siervos, el 5 % esclavos y 10 % eran monjes pobres que trabajaban como peones para los abades y rezaban. A pesar de la supuesta regla lamaísta de no violencia estos monjes eran azotados continuamente.

Hoy, el actual Dalai Lama se presenta ante el mundo como un hombre sagrado a quien no le interesan las cosas materiales. La realidad es que fue el principal dueño de siervos del Tibet. Según la ley era dueño de todo el país y de sus habitantes. En la practica su familia disponía de 27 fincas, 36 prados, 6.170 siervos y 102 esclavos domésticos.

Las horribles condiciones de vidas de las masas populares

La vida de los siervos tibetanos antes de 1949 era breve y durísima. Tanto los hombres como las mujeres trabajaban en las tareas mas sacrificadas y en el trabajo forzado llamado ulag durante 16 o 18 horas al día.. Debían entregar a los dueños (quienes no trabajaban) el 70 % de la cosecha. No podían usar los mismos asientos, palabras ni utensilios que los dueños. Los castigaban con latigazos si tocaban alguna cosa del propietario. No podían casarse ni salir de una finca sin permiso del amo. Los siervos y las mujeres eran considerados animales parlantes que no tenían derecho a mirar a la cara a los amos. El experto en Tibet A. Tom Grunfeld relata que una hija de los dueños hacia que sus siervos la alzaban para subir y bajar las escaleras [4]. A los esclavos los golpeaban, no les daban comida y los mataban de trabajo. En la capital Lhasa se compraban y vendían niños.

La palabra mujer, kimen, significaba nacido inferior. Las mujeres tenían que rezar “que yo abandone este cuerpo femenino y renazca como varón”. Los jerarcas religiosos les impedían levantar los ojos mas allá de la rodilla de un hombre. Era común quemar a las mujeres por ser “brujas”, a menudo porque practicaban los rituales de la religión bon.Dar a luz gemelos era prueba de que una mujer había copulado con un espíritu malo y en las zonas rurales era frecuente que quemasen a la madre y a los gemelos recién nacidos. Un hombre adinerado podía tener muchas esposas y un noble con poca tierra tenia que compartir una mujer con sus hermanos.

El pueblo sufría constantemente de frío y hambre. Antes de la liberación no había en Tibet ni electricidad ni carreteras ni hospitales ni casi escuelas. Muchos siervos enfermaban a causa de la desnutrición mientras algunos monasterios atesoraban riquezas y quemaban grandes cantidades de alimentos como ofrendas. La mayoría de los recién nacidos morían antes de cumplir un año. La mortalidad infantil era en 1950 del 43 %. La viruela afectaba a una tercera parte de la población y en 1925 exterminó a 7 mil habitantes de Lhasa. La lepra, la tuberculosis, el bocio, el tétanos, la ceguera, las enfermedades venéreas y las ulceras causaban gran mortalidad. La esperanza de vida en 1950 era de 35 años.

Las supersticiones extendidas por los monjes les hacían oponerse a los antibióticos. Les decían a los siervos que las enfermedades y la muerte se debían a los pecados y que la única manera de prevenir las enfermedades era rezar y pagar dinero a los monjes.

Los feudales mantenían al pueblo en la incultura mas completo para mejor someterlo y lavarle el cerebro. En 1951 el 95 % de la población era analfabeta. El lenguaje escrito solo servia para el culto religioso.

El sistema feudal impedía el desarrollo de las fuerzas productivas. No permitía el uso de arados de hierro, extraer carbón, pescar, cazar, ni hacer innovaciones sanitarias de ningún tipo. No había ni comunicaciones ni comercio ni ninguna industria por elemental que fuera. Mil años atrás cuando se introdujo el budismo se calcula que en Tibet vivían 10 millones de personas pero en 1950 solo quedaban dos o tres millones.

¿Cómo llegó el Socialismo a Tibet?

El Partido Comunista de China (PCC) se planteó un problema en relación al Tibet: el tremendo atraso y la dominación feudal hacia imposible el estallido de una rebelión de los siervos sin ayuda exterior. Pero era necesario intervenir en Tibet antes de que se convirtiese en una plaza fuerte de la contrarrevolución desde la que las clases dominantes derrocadas de China, los feudales locales y el imperialismo pusiesen en peligro la joven Republica Popular de China (RPC). Los feudales lamaístas se habían mostrado complacientes con los colonialistas británicos que entraron en Lhasa en 1904 desde la India y con el intento norteamericano de reconocer un Tibet “independiente” en 1949 con un asiento en la o­nU. La practica confirmaría que al igual que en otros lugares, la clase dominante local se aliaria con las fuerzas imperialistas para combatir al enemigo común, la Revolución socialista triunfante.

Los comunistas sabían que la Revolución no se puede exportar a otro país en las bayonetas de un ejército ocupante y es por eso que actuaron con tacto y prudencia hasta crear las condiciones de un movimiento revolucionario bien arraigado en el seno de las masas populares tibetanas. El Ejército Popular de Liberación (EPL), ejército de campesinos revolucionarios forjado en 20 años de combates y dirigido por el PCC, avanzó hacia las llanuras tibetanas en octubre de 1950. En Chambo derroto fácilmente al ejército enviado por los feudales tibetanos pero allí detuvo su marcha y les mandó un mensaje con una propuesta: Si Tibet se integrase en la República Popular de China (RPC) el gobierno de propietarios de siervos (llamado Kashag) podría seguir gobernando durante un tiempo bajo la dirección del gobierno central popular.

Los comunistas no abolirían las practicas feudales ni tomarían medidas en contra de la religión hasta que el pueblo no apoyase los cambios revolucionarios. El EPL protegería las fronteras para evitar una intervención imperialista. El gobierno feudal acepto la propuesta y firmo el “Acuerdo de 17 puntos” que reconocia la soberania china y se aplicaba en las zonas sometidas al Kashag y no en otras zonas tibetanas donde vivía la mitad de la población [5]. El 26 de octubre de 1951 el EPL entro pacíficamente en Lhasa bajo el mando del general Zhang Guojua.

La conspiración contrarrevolucionaria de los nobles lamaístas

Lógicamente los feudales no acogieron con los brazos abiertos a los comunistas sino que empezaron a conspirar para intentar perpetuar su sistema de dominación. Hicieron lo posible por enemistar a sus siervos con el EPL: difundieron rumores de que los comunistas usaban sangre de niños tibetanos como combustible para sus camiones, les acusaba de “matar perros” por eliminar los perros rabiosos que aterrorizaban a la gente,… Ciertos monasterios se convirtieron en centros de la actividad secreta contrarrevolucionaria y en almacenes de armas que la CIA norteamericana enviaba desde la India. La CIA estableció un centro de entrenamiento de agentes tibetanos en el campo Hale de Montanas Rocosas en Colorado por su gran altitud. También fueron entrenados mercenarios tibetanos en bases yankis de Guam y Okinawa [6]. En total los EE.UU. entrenaron militarmente a 1.700 tibetanos en los años 50 y 60.

El EPL tenia ordenes estrictas de respetar a la población, sus cultura y sus creencias incluso sus temores supersticiosos que no podían ser erradicados rápidamente. Los siervos se sorprendieron cuando fueron contratados por un sueldo para construir un camino que conectase Tibet con las provincias centrales. Varios siervos jóvenes fueron animados para educarse en los Institutos para las Minorías Nacionales en las ciudades del este de China y aprender lectura, escritura y contabilidad. Empezaron a llegar mercancías que mejoraron la vida de la población como té y fósforos, se abrieron los primeros teléfonos, telégrafos, emisoras e imprentas y las primeras escuelas. En 1957 6.000 alumnos acudían a 79 escuelas primarias. Los equipos médicos empezaron a tratar y curar a la gente incluidos a los nobles y las mentalidades empezaron a cambiar.

Los terratenientes feudales vieron en peligro su poder y organizaron las primeras rebeliones armadas en 1956. En las zonas en las que no regia el acuerdo de 17 puntos los comunistas animaban a los siervos a dejar de pagar alquiler a los monasterios y a los nobles, lo que exasperaba a estos. En marzo de 1959 se produjo una rebelión en gran escala apoyada por la CIA que envió sus agentes entrenados y lanzó cargamentos de municiones y subametralladoras desde aviones C-130 de la fuerza aérea norteamericana. Los monjes y sus agentes armados atacaron la guarnición del EPL en Lhasa. Los comunistas respondieron no sólo militarmente sino sobre todo políticamente. Mil estudiantes tibetanos volvieron rápidamente de los Institutos para las Minorías Nacionales para participar en una gran campaña de cambios revolucionarios.

La derrota del feudalismo en Tibet

El gobierno del Kashag que había apoyado la rebelión fue disuelto. En todas las regiones se crearon órganos de poder llamados “Oficinas para reprimir la revuelta”. El nuevo gobierno se llamo “comité preparatorio para la región autónoma de Tibet”. Se abolió el ulag, el trabajo forzado, y la servidumbre. Los esclavos de los nobles fueron liberados. Los conspiradores principales fueron arrestados. La mujer fue liberada de la poligamia y la poliandria. Los siervos dejaron de pagar alquiler a los monasterios y la mitad de los mismos tuvieron que cerrar. Los nómadas de un aislado campamento llamado Pala se levantaron en armas contra los partidarios del Dalai Lama [7]. La periodista británica Sara Flounders escribe que “millones de campesinos pobres se movilizaron a para expulsar a los antiguos terratenientes” [8]. Los antiguos siervos recibieron 20 mil escrituras de tierras y ganado, decoradas con banderas rojas y el retrato del presidente Mao.

Tras la derrota de la rebelión, el Dalai Lama número 14, llamado Tenzin Gyatso, huyó al exilio acompañado por 13 mil personas integrantes de la nobleza y el alto clero lamaísta y muchos de sus esclavos, guardias armados y caravanas de mulas cargadas de riquezas. La CIA lo convirtió en un símbolo de la guerra contra la revolución socialista y el PC. El Dalai Lama instaló en la ciudad india de Dharamsala un “gobierno en el exilio”. A partir de 1964 figura en la lista de los asalariados de la CIA que le asignó una cantidad anual de 180 mil dólares en el cuadro de un programa para derribar los regímenes comunistas. Su “gobierno” recibió anualmente 1,7 millones de dólares. En los años 90 sigue recibiendo dinero de la CIA.

Desde entonces este reaccionario sigue teniendo un gran apoyo del lobby antichino norteamericano, de la industria de Hollywood que produce películas de propaganda a su favor [9], de la Fundación Nacional para la Democracia (pantalla de la CIA) que financia el Fondo Tibet, la radio Voz del Tibet y la campaña internacional por el Tibet. En 1987 fue recibido en la comision de “derechos humanos” del senado norteamericano. En agosto de 1999 el Departamento de estado norteamericano organizó su visita a Nueva York.

Los sectores anticomunistas occidentales, como el juez español Garzón, denuncian públicamente a China por el supuesto “genocidio” cometido en Tibet desde 1959. Este “genocidio” aparece en la propaganda antichina pero nadie ha ofrecido la menor prueba. Tales sectores son los que contribuyen a que le sea concedido en 1989 el premio Nóbel “de la paz” [10] que ya poseen conocidos criminales de guerra como Henry Kissinger, Menahem Beguin y Simón Peres.

Aunque el budismo prohíbe matar y toda forma de violencia, el actual Dalai Lama ha apoyado con entusiasmo la guerra de la OTAN contra Yugoslavia de 1999. En ese año se declaró en Santiago de Chile a favor de no perseguir al criminal Augusto Pinochet.

Está perfectamente ubicado en el campo de los explotadores y enemigos del pueblo. Aunque goza de una aureola de santidad y es considerado un dios, no es mas que un instrumento eficaz de la contrarrevolución y el imperialismo. Para ser aceptado por sus aliados ha reformado algunas de las tradiciones mas horribles y ha adoptado el discurso cínico de los “derechos humanos” que también repiten los asesinos de Israel, los militares fascistas colombianos y otros lacayos de los norteamericanos, pero el sistema político que representa es una dictadura religiosa en la que no existen derechos políticos para las mujeres ni para nadie que cuestione su autoridad. Por ejemplo, la secta tibetana de los Shugden formada por cien mil personas exiliadas en la India que no reconocen dicha autoridad es sistemáticamente marginada y perseguida. Muchos occidentales angustiados y desestabilizados por la sociedad burguesa se sienten ilusamente atraídos por el misticismo lamaísta, lo que redunda en beneficio de los buenos negocios de los tibetanos.

Las autoridades chinas le ofrecen abrir el diálogo a cambio de que él reconozca la pertenencia de Tibet a la RPC.

El Tibet hoy

En 1980 el secretario general del PCC Hu Yaobang visitó Lhasa. En septiembre de 1987 se produjo una insurrección de monjes nacionalistas en Lhasa que asaltaron una comisaría de policía. En 1988 hubo al parecer otros estallidos. En la primavera de 1989, en el contexto de un movimiento contrarrevolucionario en toda China apoyado por el imperialismo, se produjo una nueva rebelión en Lhasa que condujo a arrestos y a la proclamación de la ley marcial. En 1996 y 1997 estallaron bombas en Lhasa. La tragedia que han conocido los pueblos de la ex URSS a los que la contrarrevolución capitalista ha arrebatado todos sus derechos y que han sufrido devastadoras guerras civiles (recordemos las guerras de Chechenia, Daguestán, Moldavia, Georgia, Tayikistán, Nagorno-Karabaj,….) fue evitada por la actuación decidida del PCC apoyada por las masas populares.

La acusación de que la RPC obliga a la población a restringir su crecimiento demográfico es negada por los dos antropólogos norteamericanos que hemos citado en la nota a pie de página 6 y que realizaron investigaciones en Tibet en 1985 y 1988 bajo los auspicios de la National Geographic Society [11]. Las mujeres tibetanas no están limitadas a tener un único hijo, como es el caso para la mayoría del pueblo chino.

Tibet es hoy una Región autónoma del Oeste de la RPC que, como toda la parte occidental del país, conoce un menor desarrollo económico y social en comparación con las provincias de la Costa Este. 15 % de la población es pobre pero solo 3 comarcas de la región pertenecen a las 63 mas pobres de la RPC. Un Fondo para el Alivio de la Pobreza en Tibet desarrolla programas anti-pobreza. El gobierno trata de impulsar el progreso económico de dicha Región. En 1967 funcionaban en todo Tibet 67 fábricas; en 1975 250 empresas producían bienes de consumo básicos: ollas a presión, herramientas, pequeñas plantas eléctricas,… . En 1993 había 41.830 pequeños negocios. En Lhasa funcionan hoy varias fabricas (de cerámica, cemento y cerveza) y numerosos talleres (textiles, de muebles, alfombras…).

Se ha construido la vía férrea mas alta del mundo que termina con el tradicional aislamiento tibetano. De 1999 al 2020 se prevé incrementar la producción eléctrica 3 veces y la industrial 14 veces. Internet permite conectar con el mundo a los habitantes de los valles mas apartados ubicado a 4.500 metros de altura. Los militantes comunistas tibetanos son promocionados [12]. . El 80 % de los cuadros dirigentes son tibetanos. La lengua y cultura tibetana disfruta de protección especial. Se intenta impulsar el turismo como fuente de desarrollo económico.. Los campesinos tibetanos, liberados de la servidumbre feudal, desarrollan en régimen de contrato familiar, las parcelas de terreno donde explotan agricultura y ganadería.

El PCC considera con razón que la religión debe someterse al orden social socialista[13] y no ser un ariete para la contrarrevolución y la guerra civil como ha ocurrido en los antiguos países socialistas de los Balcanes, Polonia, el Caúcaso, Afganistán y el Centro de Asia. Es por eso que la religión lamaísta es autorizada y respetada siempre que no se convierta en un foco organizado de lucha contra el orden socialista que por supuesto está asociado con la pertenencia del Tibet a la RPC.

Las mujeres tibetanas gozan de muchos mas derechos que en la India, en Pakistán, en Nepal y en Afganistán y de muchísimos mas derechos que en el viejo Tibet feudal.

Las masas en su conjunto también gozan de mas derechos: en 1999 había 2.632 médicos, 95 hospitales municipales y 770 clínicas. La mortalidad infantil es en 1998 del 3 %. La esperanza de vida es de 65 años. Hay un trabajador sanitario por cada 200 habitantes. En 1997 se inauguro un hospital moderno en Lhasa. La escolarización de los niños llega al 82 % y se hace en chino y tibetano. Ciudadanos chinos de la nacionalidad mayoritaria se han instalado en las ciudades de Tibet y tibetanos emigran a las zonas mas desarrolladas en búsqueda de un mayor bienestar económico.

He visitado una tienda de objetos de arte y decorativos tibetanos en las calles del centro de Changchun, provincia china de Jilin. Pero el Tibet no está “invadido” por 2 millones de colonos han como dice la propaganda antichina. Según el censo de octubre 1995 Tibet tenía 2.389.000 habitantes de los que sólo el 3,3 % era de origen han[14], menos que en 1990 que era el 3,7 % [15]. En 1949 había un 1 % de han. Según un informe del servicio de investigación del Congreso norteamericano la población han en Tibet era en 1989 del 5 % .

Población tibetana (en millones) en base a los censos realizados por la RPC.
1964 1982 1990 1995
Región Autónoma del Tibet 1.209 1.706 2.096 2.389
Población tibetana total 2.501 3.874 4.593

Fuentes:

[1] Serguei Tokarev, Historia de la religión, Editorial Progreso, Moscú, 1990, p.338.

[2] Animales de montaña que parecen vacas peludas.

[3] Han Suyin, Lhasa, the Open City-A Journey to Tibet, Putnam, 1977.

[4] The Making of Modern Tibet, Zed Books, 1987.

[5] Aun hoy la mitad de la población tibetana no vive en el Tibet sino en las provincias de Ganshu, Sicuani y Qinghai.

[6] Chicago Tribune, “La guerra secreta de la CIA en el Tibet”, 25 enero 1997, Newsweek,“La guerra secreta en el techo del mundo”, 16 agosto 1999 que describe la intervención de la CIA en apoyo a los feudales tibetanos de 1957 a 1965.

[7] Según documentan los antropólogos de la Universidad de Cleveland expertos en Tibet Melvyn C. Goldstein y Cynthia M. Beall en su libro Nomads of Western Tibet,1990.

[8] “La CIA y el Dalai Lama”, www.anti-imperialism.net/lai/

[9] Ya en los años 30 produjo “Horizontes perdidos”. En 1997 Martin Scorses dirigio “Kundun” considerada una burda falsificación. La película “Siete años en el Tibet” se basa en el libro del nazi austriaco convencido Heinrich Harrer, asesor personal del Dalai Lama.

[10] Este premio, lejos de ser neutral, es concedido por una fundación privada apoyada por el gobierno noruego que representa los intereses de ciertas grandes industrias, que obtiene grandes beneficios de la venta de armas y de las inversiones en Bolsa y que expresa los intereses del capitalismo occidental. Léase “La otra cara de los Premios Nóbel”, El País, 21 diciembre 2003.

[11] Dossier elaborado por estos científicos de la revista Asian Survey en 1991.

[12] En 1987 el PCC informó que tenía 40 mil militantes en Tibet.

[13] Véase el informe de Jian Zemin en el XVI Congreso del PCC en el 2003,www.china.org.cn.

[14] Han: nacionalidad ampliamente mayoritaria en China.

[15] Beijing Information, 2 septiembre 1996.


جواب  رسائل 12 من 74 في الفقرة 
من: elsantaneco مبعوث: 23/03/2008 12:00
No he leído muy bien el articulo, pero es muy complicado una sociedad en la cual, no ha conocido capitalismo, como es el caso del Tibet.

جواب  رسائل 13 من 74 في الفقرة 
من: YayaboEstaEnLaCalle مبعوث: 24/03/2008 06:00
Todavia me falta material como para "formar" una opinion respecto del conflicto interno de China, pero mi pregunta va para Yayabo, cuando dice que China esta ocupando "ilegalmente" el Tibet, a que se refiere?
Que yo sepa El Tibet,forma parte del territorio chino. (Matilda)

Matilda yo sabia que tu opinión estaba formada ya. Piensas que soy tan ingenuo? Que no te conozco? Siempre estas de lado del comunismo porque eres tremenda comunista.

Te expuse un artículo sobre los graves problemas legales de la ocupación China.

Nada te convence porque ya estas bias a favor de la izquierda totalitaria internacional. Tu inhabilidad de comportarte como una persona imparcial da vergüenza. Pero lo que escribo no es para ti. Es para informar a seres racionales lo que pasa en el Himalaya. 

Preguntémosle a los tibetanos en un referéndum si quieren ser parte de la China o no.

Yayabo

جواب  رسائل 14 من 74 في الفقرة 
من: matilda مبعوث: 24/03/2008 12:00
Yayabo vos sos un ignorante de como funciona el pensamiento de izquierda, jamas podria ser yo pro china siendo trotskista, antes muerta que sencilla, ademas en China no hay en este momento nada parecido al comunismo.
pero una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. Y no ver por donde se corta el hilo es propio de los imbeciles.
Asi como vos decis que ya sabias de mi opinion yo te aseguro que siempre sabre cual es tu postura, no te veo apoyando al movimiento independentista de Puerto Rico, ni criticando el accionar descarado de el FBI y la CIA en esa Nacion, teniendo en cuenta que no hay ningun hecho historico que marque la pertenecia de ese territorio a los EEUU, los referendums mijo, son manipulados,lo podrian ser tambien en China, pero como eso se sabe por propia autoria,la CIA actua antes , creando el caos y el desorden favoreciendo la represion.
Te expuse no solo un articulito interesado sino hasta las razones historicas que figuran en wikipedia, pero es mejor hacerse el bobo y sospechar de armas quimicas en el jardin de tu casa ,verdad?
Bueno que otra cosa puede esperarse de alguien que sostiene que no es malo enriquecerse especulando,ji,ji yo que vos aprovechaba e invertia en la "reconstruccion " de Irak.
 
matilda
 


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