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General: Mi "Querido?" FBI (I)
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De: hr-mk  (Mensaje original) Enviado: 06/05/2010 19:45


A punto de arribar a sus 102 años de vida el próximo 26 de julio de 2010, el Buró Federal de Investigaciones de los Estados Unidos (FBI) cuenta con una larga y controvertida vida, marcada por numerosos escándalos, burdo espionaje y cuestionables métodos en los que el chantaje, la difamación y las oscuras maquinaciones han arruinado la vida a miles de norteamericanos, convirtiéndose en instrumento de políticas internas y externas de las administraciones norteamericanas de turno. El más acendrado anticomunismo, la frívola y empecinada intolerancia, así como las maquiavélicas conspiraciones de los grupos de poder, han encontrado en el FBI el instrumento propicio para el acoso, la persecución y la eliminación pública de intelectuales, artistas, científicos y personalidades progresistas a lo largo de estos años.

Hoy reverdecen el más burdo macartismo escudándose en la lucha contra el terrorismo, pisoteando a su antojo las libertades civiles y sirviendo de herramienta para consumar las viacrucis de terror implementadas desde las oscuras oficinas de la ultraderecha conservadora, no solo contra las fuerzas progresistas en Estados Unidos, sino también como soporte de su política internacional basada en el injerencismo y sus apetencias imperiales. Cuba, por supuesto, no ha escapado al agresivo avatar del FBI, a su confabulación y protección con los mafiosos anticubanos y, sobre todo, a su involucramiento en campañas de dudosa autoría, que solo buscan el destruir a la Revolución o, al menos, debilitar su imagen a nivel internacional.

Como parte protagónica de las campañas anticubanas, el FBI se ha prestado al hostigamiento a los simpatizantes de la Revolución en Estados Unidos, contra miembros de la emigración cubana favorecedores del diálogo con su país de origen, con los grupos solidarios, así como enfrentando a ciudadanos norteamericanos que participan en el legítimo intercambio cultural y científico entre nuestras dos naciones, lo que ha sido una de sus sistemáticas modalidades. Prueba de ello lo es la reciente denuncia ante el diario Huffington Post, en la que se imputa que el FBI ha interrogado a una decena de ciudadanos acogidos a los referidos programas de intercambio, ejerciendo diversas presiones sobre ellos a tenor con las disposiciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro, así como inusualmente recabando información sobre sus estancias en la Isla. La sospechosa actuación de los feds hace presuponer la existencia de una nueva disposición muy secreta del Departamento de Justicia y un recrudecimiento tras bambalinas de la política de la administración Obama hacia la Isla.

En esta serie de varios artículos podremos al desnudo el papel del FBI como instrumento de los gobiernos norteamericanos durante las últimas décadas, tanto como socavador de las libertades civiles dentro de los propios EE UU, como artífice y participante de la guerra sucia contra Cuba.

UNA LARGA HISTORIA DE ATROPELLOS Y ESCANDALOS

El FBI fue diseñado como el instrumento de investigaciones del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, siendo este departamento, de acuerdo al artículo 28, del Código de los Estados Unidos, en su sección 533, el encargado de supervisar sus operaciones y subordinar a una vasta red de 56 oficinas locales a lo largo de la Unión, otras 400 pequeñas oficinas en pequeños pueblos y ciudades, y otras 50 que funcionan bajo el amparo de sedes diplomáticas en todo el mundo.

Desde que fue creado, a iniciativas del entonces fiscal general Charles Bonaparte, el 26 de julio de 1908, con un reducido grupo de 9 detectives y otros 25 investigadores, el Buró fue creciendo paulatinamente, alcanzando notorios resultados en la lucha contra el crimen organizado, el gansterismo, la venta e importación de bebidas alcohólicas burlando la ley “seca” y otras actividades delictivas. Vinculado a las labores de contraespionaje desde 1917, durante la presidencia de Woodrow Wilson, hizo de esta actividad una de sus labores de alta prioridad. Sin embargo, cuestionado y alabado por unos y otros, el FBI alcanzó un fatídico reconocimiento a partir del 10 de mayo de 1924, cuando pasó a ser dirigido por J. Edgar Hoover.

Hoover convirtió al FBI en un instrumento de persecución política, centrando su especial atención en las fuerzas progresistas y en los comunistas norteamericanos, contando con el espaldarazo del presidente Franklin Delano Roosevelt y la cuestionada Ley Smith de 1940, para llevar a cabo una guerra sin cuartel basada en detracciones, invención de conspiraciones y violación descarada de la constitucionalidad. Para ello, así como cumplir las misiones de búsqueda de espías alemanes, italianos y japoneses, incrementó su plantilla a 13,000 agentes en 1943. Mediante el Servicio Especial de Inteligencia (SIS), creado en 1940, el Buró extendió sus labores de contraespionaje por toda Latinoamérica.

El término de la contienda bélica en 1945, le confirmó al FBI nuevamente su papel de instrumento de persecuciones y abusos, enfocándose principalmente a la asechanza de personalidades progresistas y simpatizantes comunistas, convirtiéndose en un macabro protagonista dentro de la naciente Guerra Fría.

Con una vasta misión, el FBI se encarga a grandes rasgos de la protección de EE UU de ataques terroristas, de operaciones extranjeras de espionaje e inteligencia, de ciber ataques y crímenes de alta tecnología, de combatir la corrupción de los servicios públicos en todos los niveles, de “proteger los derechos civiles”, de combatir a organizaciones y empresas de carácter criminal nacionales y transnacionales, de enfrentar al crimen de cuello blanco, estafas corporativas, fraudes financieros, robo de identidad, etc., así como enfrentar igualmente a los crímenes violentos de conmoción pública, entre otras misiones.

El FBI cuenta actualmente con 30 847 empleados, entre ellos 12.737 agentes especiales, incluyendo a 18 110 profesionales vinculados a áreas de apoyo análisis de inteligencia, especialistas en idiomas, científicos, expertos en tecnología de la información y otras. Dirigido por Robert S. Mueller III desde 10 de agosto de 2001, se apoya en un presupuesto anual de cerca de 6 000 millones de USD. Los permanentes escándalos que han debilitado la imagen del FBI en las últimas décadas, han llevado a Mueller a renovar casi un tercio de los altos cargos, empezando por las secciones especializadas en la lucha contra el terrorismo.

Sin negarle el mérito del enfrentamiento al delito, el FBI se ha visto involucrado en hechos que han puesto en duda su eficacia, tales como los sucesos de Waco y Ruby Ridge, Idaho. En el primer caso, ocurrido en 1973, fueron virtualmente asesinados decenas de niños y mujeres pertenecientes a la secta de los davidianos. En el segundo caso, fue asesinada una mujer con un niño de meses pertenecientes a la familia Weaver.

La cacería de brujas protagonizada por el FBI en los años posteriores a la culminación de la Segunda Guerra Mundial y la exacerbación de la histeria anticomunista, provocaron hechos cuestionables como la captura y posterior asesinato judicial de los esposos Julius y Ethel Rosemberg. Cerca de 108 supuestos espías al servicio de la URSS, entre los que se encontraban asimismo Judith Coplon y Klaus Fusch, así como decenas de personalidades progresistas, fueron las víctimas de montajes, falsas acusaciones y juicios cuestionables.

Otro asunto sucio del FBI lo relacionó con Jack Ruby, nacido como Jacob Rubinstein, gerente de un cabaret y amigo de mafiosos como los hermanos Campisi y Carlos Marcello, así como de contrarrevolucionarios de origen cubano, quien edificara una juventud desordenada en reformatorios y clínicas mentales, y fuera el asesino del Lee Harvey Oswald, a su vez acusado del magnicidio cometido el 22 de noviembre de 1963 contra el presidente norteamericano John F. Kennedy, en Dallas, Texas.

Su alianza con el FBI tuvo sus orígenes cuando sirvió directamente a Hoover como delator de oficio, levantando falsas acusaciones contra diversos ciudadanos durante la cacería de brujas implantada por el senador McCarthy, durante los años 40 y 50 del siglo pasado. Sospechosamente, Jack Ruby apareció también dentro del equipo del entonces congresista Richard Nixon.

Quien asesinara a Lee Harvey Oswald el 24 de noviembre de 1963 ante las cámaras de televisión, en un montado show mediático, falleció en prisión en 1967 víctima de cáncer. Sus vínculos con el FBI hacen que no se excluya un conocimiento previo por parte del Buró de los planes magnicidas contra Kennedy y que sus jefes no levantaran un dedo para evitarlo.

Durante la presidencia de Richard Nixon, el 18 de noviembre de 1975, tuvo lugar el sonado caso Watergate, en que se puso en duda el papel del FBI durante el proceso investigativo por parte de las Audiencias llevadas a cabo por el senador Frank Church. En las mismas sobresalió la ineficacia de los feds para esclarecer el asesinato de Martin Luther King Jr. Igualmente, llamó poderosamente la atención el hecho de que, entre los cinco hombres vinculados a la CIA y capturados en la sede del Comité Demócrata Nacional, Virgilio González, Bernard Baker, James W. McCord, Jr., Eugenio Rolando Martínez y Frank Sturgis, se encontraba McCord, quien entonces era el Director de seguridad del comité para la reelección de Nixon y agente del FBI. Nixon dimitió el 8 de agosto de 1974.

En el caso particular del asesinato de Martin Luther King, ocurrido el 4 de abril de 1968, mientras se encontraba acompañado por Jesse Jackson y Ralph Abernathy, se capturó a James Earl Ray como autor del disparo mortal, aunque quedan serias dudas sobre la forma en que se condujo la investigación por el FBI. El propio Ray, quien recibió una condena de cadena perpetua por el hecho, mantuvo posteriormente su inocencia hasta su muerte en 1998.

La aceptación en diciembre de 1999 por parte de un jurado civil de los Estados Unidos de la existencia de una conspiración para asesinar a Luther King, puso en crisis la teoría del FBI sobre la existencia de un solo asesino: James Earl Ray.

Otros escándalos y pifias cometidas por el FBI han puesto en duda la aureola inicial de eficacia del mismo, como fue la detención errónea de una persona en el caso de la bomba durante los Juegos Olímpicos de Atlanta 96, el espionaje realizado por uno de sus altos directivos a favor de la URSS y su incapacidad de prevenir los atentados del 11 de septiembre de 2001 a las Torres Gemelas en Nueva York y al Pentágono. Asimismo, un escándalo involucraría nuevamente al FBI, el 19 de julio de 2001, cuando éste se vio obligado a reconocer públicamente la pérdida de 446 armas y 184 computadoras portátiles, algunas de las cuales contenían información sumamente confidencial.

La ineficacia del FBI ha estado también puesta en tela de juicio a raíz del descubrimiento de que uno de sus altos oficiales, Robert Hanssen, espió para la URSS durante 15 años, así como la incapacidad del Buró de jugar limpio con los abogados de la defensa de Timothy McVeigh, el autor de los atentados de Oklahoma City, al ocultarle millares de páginas de documentos necesarios para su defensa.

El FBI se ha involucrado en sucios escándalos de hostigamiento a personalidades famosas, basados en chismografía inocua y dudosas fuentes, lo que lo ha convertido en un controvertido aliado de culebrones y de la prensa del corazón, tal como ocurrió el 14 de diciembre de 2006, cuando se dio a conocer que había espiado sistemáticamente a John Lennon, tildándolo de amenaza para la seguridad nacional norteamericana dadas sus ideas progresistas y su lucha a favor de la paz.

Pero no fue solo Lennon el espiado por el FBI. A lo largo de los años el Buró ha abierto expediente tras expediente a centenares de figuras públicas entre los que se han destacado los Beach Boys, Frank Sinatra, Albert Einstein, Bette Davis, Walt Disney, Robert Blake, Andy Warhol, Wladziu Valentino Liberace, Groucho Marx, Louis Armstrong, Efrem Zimbalist, Lucille Ball y Desi Arnaz, entre otros. Hoy por hoy, se estima que el FBI dispone de caso 6 millones de expedientes de investigación sobre diversas personas.

Otros escándalos han sacudido al FBI en los últimos tiempos, tal como el que tuvo lugar el pasado 16 de enero de 2010, ocasión en que el laboratorio del Buró realizó un retrato robot de Osama bin Laden, basándose en una imagen electoral de Gaspar Llamazares, ex líder y actual diputado de Izquierda Unida.

El espionaje descarado por parte del FBI ha sido recientemente también puesto en tela de juicio el pasado 17 de marzo de 2010, cuando se comprobó que el mismo emplea ilegalmente las redes sociales como Facebook, MySpace y Twitter, para llevar a cabo sus investigaciones, acudiendo a la creación de perfiles apócrifos para obtener información de ciudadanos comunes.

No hace mucho se comprobó la ineficacia del FBI al descartar la peligrosidad del comandante Nidal Malik Hasan y desestimar la apertura de una investigación sobre el mismo, quien efectuó una matanza de trece militares en las instalaciones de Fort Hood, Texas, el 11 de diciembre de 2009.

El FBI se ha dejado usar como una cuestionable punta de lanza en la lucha contra el terrorismo, tal como denunció la World Socialist Web el 18 de agosto del 2004, basándose en actividades de chantaje, intimidación, burdo espionaje y otros sucios métodos contra opositores a las administraciones de turno. Tal fue el caso de las presiones ejercidas por miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta Contra el Terrorismo (JTTF) del FBI, durante la realización de las convenciones Nacional Demócrata en Boston y del Partido Republicano, en Nueva York, realizadas en ese año.

Tal ha sido el desprestigio del FBI en los últimos tiempos que hace apenas unos meses, el pasado 1 de julio de 2009, el presidente Obama anunció su interés por incrementar las nóminas del FBI en 2.100 profesionales y de 850 agentes especiales más. Para su sorpresa, el Buró volvió a mostrar su ineficacia, lo que fue duramente criticado por el actual ocupante de la Casa Blanca el 5 de enero de 2010, al recriminarle al Buró no detectar que el nigeriano Umar Faruk Abdulmutallab, abordara un avión comercial de la compañía Northwest Airlines, con casi 300 personas a bordo, procedente de Ámsterdam y con destino a Detroit, con explosivos y amenazara con volarlo en pleno vuelo.

Obama fue cáustico en su reprimenda: "El gobierno estadounidense tenía suficiente información para desbaratar el complot y quizá para evitar el ataque el día de Navidad, pero nuestros servicios de inteligencia no lograron reunir las piezas, lo que habría puesto al sospechoso en la lista de personas que no pueden volar”.

El propio Obama, si no se dejara engañar por sus agencias anti terroristas, hubiera podido comprobar que la "The United and Strengthening America by Providing Appropriate Tools Required to Intercept and Obstruct Terrorism" (Ley USAPATRIOT), emitida el 26 de octubre de 2001, en lugar de proteger al país no hace otra cosa que vulnerar las libertades civiles por las incongruencias de su aplicación.

El FBI se cubrió, empero, de una triste y repudiable fama con el asesinato del líder independentista boricua Filiberto Ojeda, ocurrido el 23 de septiembre de 2005, propiciado por casi un centenar de agentes del FBI en el municipio de Hormigueros, al oeste de la isla borinqueña. El vasto despliegue armado propició que Filiberto fuera herido y, posteriormente, privado de atención sanitaria hasta que falleció a causa de las heridas. El detestable crimen fue repudiado por todo el pueblo portorriqueño y aún se reclama justicia por ello, pues se sabe que el FBI no iba con intenciones de capturarlo, sino de propiciar su asesinato.

Un nuevo escándalo ronda por estos días al FBI cuando se dio a conocer el pasado 19 de enero de 2010, que el Buró violó la legislación norteamericana al recolectar aproximadamente 2,000 registros telefónicos en el territorio nacional, bajo el mandato de George W. Bush. Según The Washington Post el FBI se apoyó en leyes antiterroristas inexistentes y presionó a los directivos de empresas telefónicas para que les entregaran la información, de forma tal que accedieron ilegítimamente a dichos registros telefónicos entre 2002 y 2006, en franca violación de la Ley de Privacidad en Comunicaciones Electrónicas.

LOS ACTUALES PROBLEMAS DEL FBI.

El recrudecimiento de la actividad de grupos extremistas y de ideología ultra reaccionaria, mantiene en jaque por estos días al FBI, luego de que fueran arrestados varios miembros de Hutaree, uno de los casi más de 1 750 grupos de ideología reaccionaria y extremista asentados en el país, fundamentalmente pro nazis, anti inmigrantes y antigubernamentales, que cuentan con cerca de 30 mil miembros activos y aproximadamente 250 mil simpatizantes. El propio Hutaree planeaba un atentado en Ohio, durante un posible funeral de un policía que previamente sería asesinado por ellos.

Uno de los factores que propicia la existencia de estos grupos y su clara peligrosidad, resulta la facilidad con la que sus integrantes pueden acceder a cantidades ilimitadas de armamento. No es desconocido que, apenas entre noviembre del 2008 y enero de 2009, por citar un ejemplo, se vendieron en EE UU más de 3 millones y medio de armas de todo tipo sin restricción alguna por parte del FBI y otras agencias federales. Solo en el 2008 la cifra de armas adquiridas por los ciudadanos norteamericanos ascendió a 13 millones.

Lo absurdo del problema actual del crecimiento de la violencia en el país es que, mientras estos hechos ocurren, el FBI destina a varios de sus agentes a la protección del famoso Tiger Woods en el torneo de golf de Augusta, en Georgia.

Por si fueran pocos los problemas actuales que involucran al FBI, un grupo de importantes firmas han arremetido contra el Buró y otras agencias del gobierno por lo que consideran un exagerado acceso de estas instituciones a datos privados de las personas en la Internet. Tanto Google, eBay, Microsoft, Intel, AT&T, como otras compañías, buscan la actualización de la obsoleta Ley de Privacidad de Comunicaciones Electrónicas (ECPA) de 1986, mediante una coalición conocida como Digital Due Process (Debido Proceso Digital), solicitando la protección de los datos on line de sus usuarios. De esta manera, solo estarán obligadas a ofrecer información privada de sus clientes a partir de una orden judicial que presuponga una causa probable. Esta demanda evitaría la actual impunidad con la que el FBI y otras agencias acceden actualmente a los datos on line de los ciudadanos en franca violación de la ley.

El ataque solapado a las redes sociales como Facebook, Twitter, MySpace, LinkedIn y otras similares por parte del FBI y otras agencias gubernamentales, se basan en normas que son de desconocimiento público y que son establecidas internamente sin basamento jurídico.

Por otra parte, tanto el FBI como otras agencias, se encuentran abocadas al establecimiento de nuevas medidas de seguridad para los vuelos internacionales, anunciadas hace tres días por la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, basadas en un supuesto perfil de los viajeros. Al respecto, Napolitano declaró: “Estas nuevas medidas utilizan en tiempo real información de inteligencia basada en amenazas junto con otros múltiples y aleatorios controles de seguridad, algunos de los cuales son visibles y otros no para el pasajero, para prevenir de manera más eficaz amenazas terroristas”.

Las nuevas medidas, a diferencia de las existentes hace unos meses, buscan flexibilizar los controles a la entrada a EE UU, dándole un rol prioritario a la información de inteligencia recopilada con anterioridad más que a patrones como perfiles físicos y nacionalidad de los viajeros. Recuérdese que los viajeros procedentes de Cuba, así como de otros países como Irán, Sudán y Siria, Afganistán, Argelia, Irak, Líbano, Libia, Nigeria, Pakistán, Arabia Saudí, Somalia y Yemen, eran sometidos a férreos controles como el escaneo corporal, registros y revisión pormenorizada del equipaje. Las nuevas medidas mantienen estos procedimientos, así como las controvertidas listas negras, pero se apoyará más en ciertos patrones obtenidos por la actividad de inteligencia tan controvertidos como la raza o la religión.

Otro de los actuales problemas que enfrenta el FBI es una carta amenazante recibida por cerca de 30 gobernadores norteamericanos por parte de un grupo extremista auto titulado Guardians of the Free Republics, en la que les otorgan tres días para que renuncien a sus cargos.

Por último, el FBI se ha visto envuelto en una oscura trama de espionaje hace unos días cuando, de acuerdo con el diario argelino Ennahar, un posible miembro del Mossad fue capturado en Argelia usando una falsa identidad, la del ciudadano español Alberto Vagilo. Este agente sionista trató de infiltrar en el país árabe a supuestos grupos terroristas, haciéndose pasar como Abu Ammar, un palestino de 48 años, natural de Al Quds. Lo sugestivo del caso es que el propio vice jefe del FBI, John Pistole, viajó el 25 de marzo a Argel para buscar la liberación del espía del Mossad. ¿Interesante, no?

A MODO DE CONCLUSION PRELIMINAR.

Mientras todo esto ocurre, centenares de individuos con amplio historial terrorista se pasean impunemente por las calles de ciudades como New Jersey, Nueva York y Miami, al amparo del FBI, cuyos jefes ignoran su pasado e, incluso, comparten con ellos momentos de placer como lo hicieron reiteradamente Héctor Pesquera y Jonathan I. Salomón, ex oficiales a cargo del FBI en Miami. Por su parte, el actual jefe del Buró en Miami, John Gillies, parece también ignorar que su ciudad es un turbio habitáculo de extremistas y terroristas, dedicando a sus 460 agentes desplegados desde Fort Pierce hasta Cayo Hueso en tareas anti corrupción y otros delitos.

Las confabulaciones entre los jefes del FBI con los grupos de poder en Miami, representados en las organizaciones mafiosas anti cubanas, vinculadas hasta los tuétanos a actividades terroristas, al tráfico de personas y al narcotráfico, son parte del modus vivendi establecido durante décadas en esa pequeña y soleada república bananera. En otros casos, la experiencia acumulada en largos años de práctica en el Buró, parece servirles de poco a la hora de detectar terroristas. El propio Salomon se hizo de la vista gorda ante gente como Posada Carriles, Santiago Álvarez y compañía. Sí son duchos, empero, en tratar de capturar a supuestos espías de Castro, aupando una histérica campaña contra un supuesto espionaje cubano en La Florida, mediante los más virulentos shows mediáticos.

Pero el dudoso contubernio del FBI con los mafiosos de Miami ha llegado a extremos impensables. Desde que el agente George Kyszinski entregara a Oliver North y a Posada Carriles, el 24 de marzo de 1986, un documento interno del Buró sobre la actividad de los contras en relación con el tráfico de drogas y contrabando de armas en Ilopango, hasta la sospechosa y burda destrucción en agosto de 2003 de las evidencias que implicaban a Posada Carriles en actos terroristas, nada menos que en los propios archivos del FBI en Miami y por parte de Ed Pesquera, otro agente del Buró, cualquier cosa es posible.

En los próximos artículos saldrán a la luz las verdades ocultas sobre el rol del FBI en las campañas anticubanas y su abierta complicidad con los grupos terroristas radicados en Miami, llegando al extremo de tender dudosas cortinas de humo sobre los abominables crímenes cometidos por estos.

La verdad se hará valer por sí sola.

Una larga historia de crímenes, desmanes y sucias actividades contra Cuba y otras víctimas inocentes
Mi… “¿Querido?”… FBI (I)

Percy Francisco Alvarado Godoy


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Respuesta  Mensaje 42 de 56 en el tema 
De: hr-mk Enviado: 03/06/2010 17:20

Miami, guarida de asesinos

Los medios de comunicación anuncian que uno de los asesinos de la masacre de 16 jóvenes presos políticos, el 22 de agosto de 1972 en la base naval de Trelew, en la Patagonia argentina, fue detenido y liberado bajo fianza en Miami, tradicional madriguera histórica de asesinos escapados de la justicia de varios países de la región.

Masacre de TrelewAllí cohabitan terroristas anticubanos,  torturadores haitianos de varios golpes militares, contrarrevolucionarios venezolanos, paramilitares colombianos y otros prófugos, que han recibido refugio.

Se trata del entonces teniente de corbeta Roberto Guillermo Bravo, oficial superior presente en los hechos criminales dirigidos por el capitán de corbeta Luis Emilio Sosa, quien también se refugió, por un tiempo,  en Miami.

Los jóvenes argentinos fueron masacrados después de un intento de fuga, durante el gobierno del general Alejandro Agustín Lanusse.

Se revelan, ahora, los nexos de los delincuentes anticubanos con este asesino, reclamado por las autoridades argentinas para ser juzgado por delitos de lesa humanidad.  Un criminal es liberado por las autoridades norteamericanas bajo fianza, cuando desde 1983 es buscado para ser juzgado por las atrocidades cometidas. Estos delitos no prescriben y Estados Unidos es signatario de convenios y leyes internacionales, que lo deben obligar a custodiar y entregar a delincuentes como este, que pueden escapar para seguir impunes.

Los nexos fidedignos de los terroristas anticubanos con los criminales argentinos, tiene larga data, incluso mucho antes del 24 de marzo de 1976, cuando se produce el golpe militar en Argentina, que da inició a los ocho terribles años de la última dictadura militar en ese país.

Estos aumentan y consolidan en el marco del Operativo Cóndor, cuando decenas de contrarrevolucionarios de origen cubano actuaron como sicarios de las operaciones urdidas por los gobiernos militares participantes para exterminar a sus opositores políticos.

Anticubanos, agentes de la CIA en la DISIP de Venezuela tomaron parte en esta Operación, como Rafael Rivas Vázquez Galdos, Ricardo Morales Navarrete, José Vázquez Blanco y otros.

Luis Posada Carriles, siempre agente de la CIA y a cargo de un aparato de investigaciones paralelo y con fuertes nexos en la DISIP, envió al terrorista Rolando Otero Hernández, que se hacia llamar Cóndor, a los golpistas chilenos, que ya contaban con la experiencia de los asesinos Orlando Bosch Ávila y Guillermo Novo Sampol, enrolados en la DINA desde antes del 11 de septiembre de 1973.

El general de división argentino Tomás Sánchez de Bustamante, realizó un periplo por Indochina, para adquirir experiencias en represión, durante su estancia en Vietnam, buscó un especialista en interrogatorios que obtuviera información, sin dejar morir al interrogado mientras fuese útil.

Allí la CIA le recomendó a uno de sus agentes dorados, el anticubano Félix Ismael Rodríguez Mendigutía, quien servía en la agresión contra el pueblo vietnamita, junto a otros mercenarios nacidos en Cuba y residentes en Estados Unidos, que se sumaron a esa guerra infame.

Con las mejores recomendaciones y una hoja de vida represiva pródiga en operaciones ejecutadas, Rodríguez Mendigutía, fue transferido por la Agencia a Buenos Aires, como asesor de Sánchez de Bustamante, al lado del cual permaneció durante dos años entre 1971 y 1973, precisamente cuando se produce la mencionada Masacre de Trelew.

Ese mismo general argentino dirigió la represión contra la multitud que se congregó en el aeropuerto de Ezeiza, en la capital argentina el 17 de noviembre de 1972, para recibir el general Juan Domingo Perón, quien regresaba al país, después de largos años de exilio.

Los nexos entre los terroristas anticubanos y los represores argentinos están reiteradamente sustentados por la historia, muchos de ellos todavía conviven en su cubil en Miami.


Respuesta  Mensaje 43 de 56 en el tema 
De: residente Enviado: 03/06/2010 19:08
PANFLETO CUBADEBATE

Respuesta  Mensaje 44 de 56 en el tema 
De: hr-mk Enviado: 05/06/2010 18:47
Percy Francisco Alvarado Godoy
LAS DELEGACIONES DEL CID Y SU PAPEL SOBREDIMENSIONADO DENTRO DE LA CONTRARREVOLUCION INTERNA.

De manera abrupta y sospechosa, motivados unos por la búsqueda de un cuestionado protagonismo, tan propio de las vulgares vedettes de sórdidos espectáculos; movidos otros por la sed de dinero fácil proveniente del gobierno norteamericano y de supuestas fundaciones europeas para financiar a la traición; y, por último, esperanzados de encontrar una vía segura para lograr un “futuro próspero” en EE UU o en alguna capital de la veleidosa Europa, un centenar de aprovechadores de toda laya y oscuro pasado, se han coligado bajo la sombra del grupúsculo terrorista Partido Cuba Independiente y Democrática (CID), para venderse ante el mundo como supuestos luchadores por la libertad, creando insignificantes células en Ciudad de la Habana, Pinar del Río, Camagüey y en Palma Soriano.

No estoy seguro si están en pleno conocimiento sobre quiénes son sus patrocinadores desde Miami y si conocen en realidad el tenebroso pasado terrorista de los mismos o, simplemente, hacen dejación de ello para mantener a toda costa su sucio papel de buscavidas, a costa de servir a la contrarrevolución interna. Conscientes o no, estos grupúsculos son la expresión del viejo y frustrado sueño del CID y de Huber Matos de crear células dentro de la Isla para promover el derrocamiento de la Revolución Cubana por cualquier vía, incluso la violenta. Cuba conoce bien al traidor Huber Matos y nuestros órganos de seguridad, con la colaboración de todo el pueblo, ha neutralizado en varias oportunidades a estas células durante las décadas pasadas. Su viejo plan intenta repetirse y, como siempre, lo neutralizaremos.

En el trasfondo de su viejo empeño por derrocar a la Cuba de hoy, Huber Matos se ha convertido en uno de los más activos tergiversadores de la Revolución Cubana y de su historia, usando al CID y a la Fundación Huber Matos, a la contrarrevolución anti bolivariana en Venezuela, así como a sus acólitos oportunistas dentro de la Isla, como punta de lanza de la guerra mediática anticubana y contra el ALBA. La razón de su relanzamiento mediático está en la única motivación que mueve a los mafiosos de Miami: el disfrute de una parte de la respetable mesada que el gobierno de EE UU emplea, de múltiples formas, para subvertir el orden interior en Cuba y en Venezuela. En tal sentido, sin recato alguno, el blog del CID se convierte en bochornoso espacio para pedir dinero, supuestamente para ayudar a la “disidencia” interna cuando, en realidad, va a parar a los bolsillos de sus ilustres miembros del Ejecutivo Central del CID. En dicho blog, como vulgar limosnero, se declara: “el CID necesita de su apoyo económico que estará destinado a sustentar la ayuda que se brinda a los líderes democráticos dentro de la Isla y sus familias. Su apoyo también nos ayudará a profundizar las actividades de difusión que se realizan en el exterior ante Gobiernos y Parlamentos, los Organismos internacionales, las ONG

Las “pacíficas” delegaciones del CID en Cuba y sus jefes terroristas en Miami

Respuesta  Mensaje 45 de 56 en el tema 
De: residente Enviado: 05/06/2010 20:01
Panfleto Cubadebate
 

Respuesta  Mensaje 46 de 56 en el tema 
De: hr-mk Enviado: 07/06/2010 19:11
  Percy Francisco Alvarado Godoy
 

EL FBI Y SU COMPLICIDAD EN EL ASESINATO DE KENNEDY.

Muchas veces el ex presidente John F. Kennedy fue centro de varias conspiraciones en las que el FBI, al menos, tuvo una sospechosa participación, sobre todo partiendo del supuesto de las serias contradicciones existentes entre los hermanos Kennedy y el entonces jefe del Buró, J Edgar Hoover. El propio The Washington Post confirmó que el presidente iba a ser asesinado en mayo de 1961, por un operativo de la CIA en Argelia, nada menos que cuando éste visitara al presidente francés, general Charles de Gaulle, en París. Según la denuncia, estuvieron implicados varios agentes de la CIA como el cubano José Luis Romero, Frank Sturgis y a Bernard Barker. Existieron, sin lugar a dudas, evidencias de que Hoover conoció de este plan e hizo mutis al respecto, frustrándose el mismo por los servicios secretos francés y norteamericano, y la existencia de varios imprevistos.

Otro intento de asesinato, casi silenciado, fue el que se iba a realizar contra él en La Florida. El 11 de enero 1962, el detective A. Tarabochia, escribió a su supervisor, el teniente de la Policía de Miami de apellido Bromley, acerca de un plan para asesinar al presidente Kennedy, con previo conocimiento del agente del Servicio Secreto Ernesto Aragón, el cual implicaba a un dominicano nombrado Rafael Anselmo Rodríguez Molins, residente en Chicago, quien viajaría a Miami con el fin de atentar contra la vida de JFK durante una posible visita del mismo a West Palm Beach. Para tal fin, se vinculó al contrarrevolucionario de origen cubano Pablo Armando López Estrada, ex miembro de Bragada 2506 y en esos momentos radicado en Nueva York.

Al día siguiente, Tarabochia, ya a cargo del Caso, identificado como 2415 E, esclareció en otra nota a su supervisor que López Estrada, vecino de 42-26 81 Street, apartamento 5H, Jackson Heights, en Nueva York, era mantenido económicamente por una organización denominada Consejo Revolucionario Cubano. Misteriosamente, el caso fue cerrado sin explicaciones posteriores, lo que se dio a conocer al jefe de la División de Miami, T.A. Buchanan.

La implicación de la CIA y de varios contrarrevolucionarios de origen cubano contra el presidente Kennedy en varias conspiraciones, tuvo como raíz esencial el hecho de que la CIA prácticamente lo embarcó en relación con la frustrada invasión por Playa Girón, manteniéndole relativamente desinformado de las peculiaridades de la agresión contra Cuba y sus posibles resultados, y Kennedy, en respuesta, se enfureció y despidió a algunos altos oficiales de la Agencia involucrados directamente con el fracaso y muy ligados a la mafia terrorista anticubana, particularmente al entonces director de la Agencia, Allan Dulles, el 27 de septiembre de 1961, el que, a su vez, fue el fundador de la misma. El camino del despido afectaría a otros altos jefes como Richard Mersin Bissell, Frank Bender, Howard Hunt, Bernard Barker muchos otros.

Por su parte, los contrarrevolucionarios cubanos no le perdonaron a Kennedy su negación a enviar aviones de guerra norteamericanos para apoyarlos y otras formas de intervención directa de EE UU en el conflicto de abril de 1961. Por tanto, Kennedy siempre fue visto como el culpable de la derrota deshonrosa de la Brigada 2506 y del fracaso de la Operación Pluto, así como un peligro potencial para la CIA y los planes en los que ésta los involucraba.

De tal forma, no imaginando los riesgos que corría, 35avo. Presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, labró su propio camino hacia la muerte, al ganarse tan poderosos enemigos que no vacilaron en confabularse para acabar con su vida un fatídico mediodía del 22 de noviembre de 1963, en Dallas, Texas, hace casi 48 años. Con su muerte, empero, se abrió un enredo tal de especulaciones sobre los móviles y sus potenciales asesinos, recayendo las sospechas principales en la CIA, la Cosa Nostra, la contrarrevolución cubana, Richard Nixon, la ultraderecha conservadora norteamericana e, incluso, en el propio J Edgar Hoover, Director del FBI. Decenas de miles de páginas con diferentes especulaciones e implicados han sido redactadas por las tres investigaciones oficiales llevadas a cabo en torno a su asesinato, la de la Comisión Warren, las investigaciones del fiscal Jim Garrison y el Comité Selecto de la Cámara sobre Asesinatos (HSCA), sin llegar al fondo de la verdad y limitándose a reducir la culpabilidad a una sola persona: Lee Harvey Oswald. Sin embargo, en 1979, la HSCA se vio obligada a admitir la posibilidad de la existencia de otro tirador, y, por tanto, la posibilidad de la existencia de una conspiración.

ESCLARECIENDO UN POCO LA VERDAD.

JKK estaba obligado a visitar Texas por razones políticas, fundamentalmente, ante las venideras elecciones para la presidencia en 1964, y su periplo incluía las ciudades de Houston, San Antonio, Fort Worth y Dallas. Unos días antes había visitado la Florida con ese mismo propósito. Era cuestión vital para él aumentar una popularidad seriamente cuestionada, sobre todo en los estados sureños.

La limusina descapotada, un Lincoln Continental de 1961, conducida por William Greer, y que tenía como pasajeros a Kennedy y su esposa Jacqueline, al igual que a John B. Connally, gobernador del estado y a su esposa, así como al agente del servicio secreto, Roy Kellerman, se adentró en la calle Houston, pasando por la Plaza Dealey sobre las 12.30 del mediodía y tratando de girar en la intersección con la calle Elm, para luego pasar frente al Almacén de Libros Escolares de Texas. Allí, precisamente allí, se produjo el magnicidio. Tres disparos anunciaron para el norteamericano común que alguien, quien aún permanece en el más oscuro anonimato, atentó contra la vida de su presidente. Uno de los dos que impactaron en su cuerpo, fue el que le hirió mortalmente y le privó de la vida 30 minutos después.

Después del aterrizaje del avión presidencial (Air Force One) en la Base Aérea de Andrews, a las afueras de Washington DC, el cuerpo de Kennedy fue trasladado al para su autopsia.

La autopsia fue realizada por tres médicos de la Armada, ante una treintena de testigos, entre ellos dos oficiales del FBI, en el Hospital Naval de Bethesda. Por su parte, el informe del FBI sobre la autopsia de JFK fue realizado por los agentes especiales Sibert y O'Neill. Un apresurado informe del Buró, cargado de incongruencias, fue entregado a la Comisión Warren el 9 de diciembre de 1963, basándose en la teoría de que los tres disparos fueron hechos únicamente por Oswald, abriendo camino para que dicha Comisión excluyera la existencia de una conspiración contra el presidente, en un informe dado a conocer en septiembre de 1964, y ocultando tácitamente la verdad sobre los hechos. A pesar de todo, aún persiste la sospecha no poco infundada de que se ha querido tapar la verdad, tal como lo demostró una encuesta de la ABC News, realizada en el 2003, en la que más del 70 % de los norteamericanos reconocen la existencia de una conspiración contra Kennedy como motivo de su desaparición física.

EL FBI CHANTAJEÓ A KENNEDY DE MANERA SISTEMATICA

J Edgar Hoover se dedicó a chantajear permanentemente a JFK en relación con sus asuntos de faldas extramatrimoniales. En varios dossiers, que guardaba celosamente, implicó al presidente con varias féminas, entre ellas Mimi Beardsley Alford, una joven becaria de la Casa Blanca con la que mantuvo relaciones entre 1962 y 1963. Sin embargo, el asunto más escabroso para JFK era la relación mantenida con una supuesta agente nazi, corresponsal de un periódico de Copenhague, de apellido Arvad. Otros nombres se vincularon románticamente con JFK hasta alcanzar más de una treintena, entre los que sobresalieron Alicia Darr Clark, Angie Dickison, Marlene Dietrich, Judith Campbell Exner, Durie Malcolm, Mary Meyer, Marilyn Monroe, Ellen Rometsch (supuesta espía soviética), Pamela Turnure, Marion Fahnestock, entre otras. Por tales motivos, Hoover trató de usar a Kennedy a su antojo y para mantenerse indemne en las esferas del poder. Tuvo a su favor, y supo usarlo, un gran poder: el de la información.

Con independencia de que han existido varias teorías sobre el asesinato del Presidente John F. Kennedy, que involucran a un sinnúmero de personas y entidades, como son los casos del Sistema de Reserva Federal, la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la KGB, la Mafia, al director de la Oficina Federal de Investigación (FBI) J. Edgar Hoover, al Vice-presidente Lyndon B. Johnson, a Richard Nixon, a Fidel Castro, a George H. W. Bush, a la mafia anticubana de Miami, a sectores ultraconservadores sureños, al Pentágono y a otros potenciales conspiradores, no cabe la menor duda que el FBI manipuló deliberadamente las pruebas y que sirvió de soporte desinformativo para ocultar a los más posibles culpables: la CIA, la Cosa Nostra y la mafia contrarrevolucionaria radicada en Miami y Nueva Jersey, todos ellos mancomunadamente actuando en una macabra y bien urdida conspiración.

Luego del asesinato de Kennedy se desataría una descontrolada ola de asesinatos y sospechosas desapariciones de todos aquellos de los que, de alguna manera, se creía estuvieran implicados en el magnicidio. El primero de ellos fue Lee Harvey Oswald, presunto culpable de la muerte de JFK, quien fue ultimado por Jack Ruby al mediodía del 24 de Noviembre, ante los ojos estupefactos de la prensa y en la propia entrada de la estación policíaca de Dallas. Curiosamente, Oswald fue declarado muerto en el mismo lugar en que muriera Kennedy y alrededor de la misma hora, facilitándoles a los interesados que, con el deceso del presunto homicida, se cerrara aparentemente el caso policial por el homicidio del presidente. La policía de Dallas ignoraba, por supuesto, algunos hechos importantes relacionados con Oswald:

1) Aunque Oswald era monitoreado permanentemente por el FBI y su presencia en Dallas fue conocida por el Buró mediante el agente especial James P. Hosty, quien era el agente encargado de vigilarle permanentemente.

2) Oswald trabajaba desde mediados de 1963 para Reilly Coffee Company, cuyo dueño tenía vínculos estrechos con los grupos contrarrevolucionarios Alpha 66 y el Directorio Estudiantil Revolucionario (DRE), y cuyas oficinas estaban situadas casi aledañas a la sede del FBI y el Servicio Secreto en Dallas.

3) La CIA y el propio FBI habían creado para Oswald una fachada como simpatizante de la Cuba revolucionaria, dedicándolo a repartir volantes en defensa de la Isla y usando una oficina que, en realidad, era subvencionada por la CIA y por un agente del FBI nombrado Guy F. Banister. Precisamente cuando Oswald repartía estos supuestos volantes pro Cuba, se formó una trifulca, en realidad un montaje, entre éste y el contrarrevolucionario Carlos Bringuier. Luego de ser arrestados, ambos fueron liberados de inmediato por el FBI.

4) La policía de Dallas ignoraba, igualmente, que Oswald era acreedor de un expediente CIA identificado como 201-289248 CI/SIG, el cual fue creado el 9 de diciembre de 1960, y que lo vinculaba a los servicios de Contrainteligencia de la misma.

LOS PRINCIPALES SOSPECHOSOS EN LA MUERTE DE KENNEDY.

Muchos son los sospechosos de estar envueltos en la conspiración que dio al traste con la vida de Kennedy y muchas han sido, igualmente, las teorías sustentadas por diferentes investigadores, algunas de ellas sin fundamento real y otras que, sin embargo, esclarecen al menos el ambiente de contradicciones entre los grupos de poder en EE UU en esa época. Algunas de ellas son:

1) Una de las teorías implicaron al entonces vice-presidente Lyndon B. Johnson, vinculado a sectores conservadores tejanos y que asumió directamente la presidencia al morir JFK. No era oculto para nadie que Johnson atravesaba un mal momento político y corría dos serios peligros en esos momentos: en primer lugar, Kennedy valoraba no incluirlo en su fórmula para las presidenciales de 1964 y, por otro, estaba inmerso en serios problemas legales al estar sujeto a cuatro investigaciones de envergadura: una por violación de contratos gubernamentales, otra por prevaricación, otra por lavado de dinero y otra por soborno. Corría, indudablemente el riesgo de ser sometido a un impeachment, es decir, a su expulsión del cargo como vicepresidente. Desde luego, al asumir la presidencia, paralizó dichas investigaciones.

Un hecho particular pone en el brasero de la conspiración a Johnson, pues él fue quien organizó el cambio de ruta de la caravana presidencial en Dallas y la CIA comunicó a Oswald este cambio de recorrido casi de inmediato.

2) Otra teoría vinculó a la conspiración nada menos que a Richard Nixon, basándose en su seria frustración por la derrota sufrida ante Kennedy en la campaña presidencial de 1960. Uno de los implicados en el magnicidio de Dallas, Frank Sturgis, reconoció el 7 de mayo de 1990, ante un periodista del San Francisco Chronicle, que Richard Nixon estuvo interesado en escamotear la verdad sobre el asesinato de Kennedy, a la par que reconocía su participación en este hecho, cuando declaró: "… la razón por la que nosotros robamos en Watergate fue porque Nixon estaba interesado en parar las filtraciones de noticias relacionadas con las fotos de nuestro rol en el asesinato del Presidente John F. Kennedy."

3) Una de las teorías con mayor fundamento fue la que ha implicado a lo largo de los años a la Agencia Central de Inteligencia (CIA), tras la posición férrea de Kennedy ante la misma luego del fracaso de la invasión de Playa Girón. Sin embargo, JFK cuestionaba a la Agencia por planear tenebrosas conspiraciones para asesinar a líderes de otras naciones. Kennedy dispuso de evidencias de que la CIA había participado en los asesinatos del dictador dominicano Leónidas Trujillo, del presidente vietnamita Ngo Dinh Diem, del presidente congolés Patricio Lumumba y del líder cubano, Fidel Castro. Iracundo, le expresó a su ayudante Clark Clifford, su deseo de desaparecer a la Agencia: “Algo muy malo está ocurriendo dentro de la CIA y quiero saber qué es. Quiero desmantelar en mil pedazos a la CIA y moverlos a los cuatro vientos.”

Aunque Kennedy sacó prácticamente al Jefe de la CIA, Allen Dulles de su cargo en septiembre de 1961, luego Johnson lo exoneró y lo colocó, nada menos, que como uno de los miembros de la Comisión Warren para investigar el asesinato del presidente que lo separó de su cargo. ¡Vaya, paradoja!

Todos estos desmanes criticados por Kennedy en su momento, salieron a luz pública, aunque solo en parte, entre 1975 y 1976, tras las investigaciones del Church Committee del Congreso norteamericano. La verdad es que durante décadas la CIA ha estado haciendo todo lo imposible por evitar la desclasificación de sus archivos secretos relacionados con el asesinato de ex presidente norteamericano John F. Kennedy, sabiéndose copartícipe de los conspiradores y de soporte de los contrarrevolucionarios de origen cubano, matones de la Cosa Nostra y agentes de la CIA involucrados en el magnicidio.

Como lobos tras su presa, varios mafiosos italianos como John Roselli, Chauncey Holt y otros; junto a terroristas de origen cubano como Luis Posada Carriles, Félix Rodríguez Mendigutía, Antonio Veciana Blanch, Jorge Mas Canosa, Ceferino Eladio del Valle y sus congéneres del DRE, Alpha 66 y la Operación 40; así como los oficiales de la CIA Frank Sturgis, David Sánchez Morales, David Attle Phillips, Howard Hunt, Barry Seal, William Harvey, Gerry Hemming y Porter Goss, se involucraron en el mayor silencio para lograr su terrible y tenebroso cometido.

4) Otra versión involucró a J Edgar Hoover y al FBI como confabulados en la conspiración contra Kennedy, sobre todo porque el Director del Buró mantenía estrechos vínculos con la Cosa Nostra en EE UU y era reticente a desplegar una acción radical contra la misma. Dos elementos de presión pudieron haber sido usados por la mafia italiana contra Hoover: el chantaje permanente de Meyer Lansky por saberlo homosexual y el hecho de que Hoover recibiera sobornos mediante un representante de los mafiosos nombrado Clint Murchison. Sin embargo, Kennedy aprobó las acciones anti mafia de su hermano Bob, a cargo de la Secretaría de Justicia, persecución que superó notablemente a la administración anterior. Bob Kennedy sometió a los principales jefes de la mafia en Chicago, Tampa y Nueva Orleans, así como al corrupto líder del sindicato de los Unión Teamsters, Jimmy Hoffa, a cerca de 12 juicios. A partir de allí, la Cosa Nostra buscaría a los aliados perfectos: la CIA, el FBI y la contrarrevolución cubana, para matar a Kennedy.

5) Existen también teorías que involucran a Israel en una conspiración Kennedy, supuestamente por la reticencia de éste al programa nuclear secreto de los sionistas y por una aparente posición de condescendencia de JFK hacia los países árabes.

7) Por último, el Servicio Secreto de los Estados Unidos tampoco escapa a las indagaciones de quienes escarban tras las herméticas puertas de la conspiración contra JFK. No fue casual que algunos agentes de este órgano no estuvieran en sus puestos de protección adosados a la limusina presidencial para proteger con sus cuerpos al mandatario de la acción de un francotirador. También se sabe hoy que parte del Servicio Secreto se había quedado disperso en las otras ciudades que como Miami, Houston, San Antonio y Fort Worth, fueron visitadas con anterioridad por el presidente, dejando la parte principal de su custodia al ineficiente cuerpo policial de Dallas. El Comité Selecto de la Cámara sobre Asesinatos (HSCA) arribó a la conclusión de que el Presidente Kennedy no recibió protección adecuada en Dallas, pecando el Servicio Secreto de falta de profesionalidad al no analizar la información de que disponía sobre la potencial peligrosidad del ambiente en Dallas, así como por emplear a agentes que no estaban adecuadamente preparados para proteger al Presidente de un francotirador.

LA MAFIA ANTICUBANA Y EL ASESINATO DE KENNEDY

Varios grupos contrarrevolucionarios estuvieron involucrados de alguna forma a los planes de asesinato contra Kennedy, contratados por la CIA y la Cosa Nostra, luego de recibir la consiguiente bendición del FBI que los monitoreaba permanentemente e, incluso, tenía agentes encubiertos dentro de ellos. Uno de ellos fue el DRE, o sea, el Directorio Revolucionario Estudiantil, organización que alcanzó gran notoriedad por ser una de las canteras principales de la CIA para llevar a cabo su guerra sucia contra Cuba, así como para realizar todo tipo de acción que le orientaran sus jefes de la Agencia. El DRE estuvo inicialmente integrado por terroristas del calibre de Alberto Muller, Ernesto Travieso y Juan Manuel Salvat, quienes lo fundaron en febrero de 1960. Una vez que sus jefes escaparon hacia Miami, recibieron de inmediato el sostén de la CIA, particularmente por parte de David Atlle Phillips y Howard Hunt, quienes les facilitaron recursos, medios de guerra y entrenamiento necesario para realizar alzamientos de bandidos en las zonas montañosas, ataques piratas a pueblos costeros, así como otros tipos de acciones de corte terrorista. El propio Muller fue capturado luego de infiltrarse en Cuba en 1961 y permaneció en prisión hasta 1980. Otro de sus jefes, Juan Manuel Salvat, junto a José Basulto, lanzó un ataque desde una lancha artillada contra el edificio Rosita Hornedo, situado en calle 0 y Primera avenida, en Miramar, en agosto de 1962.

Los estrechos vínculos de la CIA con los miembros del DRE, particularmente a través de George E. Joannides, posibilitaron que varios de sus miembros estuvieran involucrados de diversas maneras en el asesinato de Kennedy, pues llegaron a mantener contactos, incluso, con Lee Harvey Oswald en New Orleans durante el mes de agosto de 1963. Muchos de sus miembros como Carlos Bringuier, José Basulto, Jorge Mas Canosa,

Existen otras versiones que implican a la mafia anticubana de Miami en el atentado contra JFK sostenida por el investigador cubano más identificado con los pormenores de la conspiración contra Kennedy, el general Fabián Escalante Font, ex viceministro del Ministerio del Interior de Cuba, quien ha ofrecido, en varios libros y entrevistas, diversos elementos que confirman, sin lugar a dudas, la confabulación del CIA con la contrarrevolución cubana para cometer el magnicidio de Dallas. Tal es el caso de "La Guerra Secreta: Operaciones Encubiertas de la CIA Contra Cuba, 1959-1962", y "El Complot", escritos por Escalante en los últimos años.

Según este investigador, solo los miembros de la llamada Operación 40, un operativo de la CIA creado con la bendición del Consejo Nacional de Seguridad, poseían las habilidades requeridas para perpetrar el magnicidio, destacándose entre ellos los norteamericanos David Sánchez Morales, David Attle Phillips, Howard Hunt, Barry Seal, William Harvey, Frank Sturgis, Gerry Hemming, John Rosselli y Porter Goss. Por su parte, entre los cubanos pertenecientes a este operativo de la CIA se encontraban Luis Posada Carriles, Orlando Bosch Ávila, Félix Rodríguez Mendigutía, los hermanos Novo Sampoll, José Dionisio Suárez Esquivel, José Basulto León, José Miguel Battle, Pedro Luis Díaz Lanz, Gaspar Jiménez Escobedo, Rafael Quintero Ibarbia, Ricardo Morales Navarrete, Eugenio Rolando Martínez, Antonio Veciana Blanch, Rolando Mansferrer Rojas, Pedro Crispín Remón Rodríguez, Antonio Cuesta del Valle, Manuel Artime Buesa, Herminio Díaz García, Eduardo Arocena Pérez, Jorge Mas Canosa, Jorge Robreño, Juan Manuel Salvat Roque, Andrés Nazario Sargent, Virgilio González, José Joaquín Sanjenis Perdomo, Virgilio Paz Zamora, Alvin Ross Díaz, Manuel Rodríguez Orcaberro y Eladio Ceferino del Valle. Esta larga lista de criminales estuvo involucrada en el asesinato de Kennedy mediante un complejo operativo que incluyó desde la planificación, organización, financiamiento y ejecución del atentado magnicida, hasta tareas de distracción, aseguramiento y eliminación de las posibles trazas y brechas dejadas tras la consumación del plan.

Realmente, ni existen evidencias sobre su participación como tirador, sino más bien como factor de distracción, no fue solo Lee Harvey Oswald quien disparó contra Kennedy aquel fatídico mediodía de noviembre. Varios fueron los tiradores, agrupados en dos equipos: uno dirigido por Jack Ruby y el segundo por Frank Sturgis, en los que se agrupaban francotiradores experimentados como Luis Posada Carriles, Eladio del Valle y Herminio Díaz, de origen cubano, así como los agentes de la CIA Howard Hunt y Frank Sturgis.

Otro grupo contrarrevolucionario implicado en el plan magnicida contra JFK fue Alpha 66, uno de cuyos jefes, Manuel Rodríguez Orcarberro, viajó a Dallas dos meses antes del magnicidio, usando la casa de Jorge Salazar, ubicada en el 3126 Harlandale Avenue, en Dallas, como centro de mando de la operación. De esa vivienda salieron al menos varios de los asesinos con sofisticados fusiles dotados de mirillas telescópicas y otro armamento de apoyo, entre los que se encontraban Eladio Ceferino del Valle y Herminio Díaz García.

Alpha 66 era atendido directamente por David Attle Phillips o Maurice Bishop, quien orientó la participación de operativos de Alpha 66, como Antonio Veciana Blanch y los ya nombrados Eladio Ceferino del Valle y Herminio Díaz García, en la conspiración. El propio Veciana reconoció posteriormente haber tenido contactos con Lee Harvey Oswald. Otro elemento probatorio de la participación de Alpha 66 en la conspiración es un documento del gobierno norteamericano, con referencia R-759-2-91 / 2, del 9 de enero de 1963 09, en que se hace referencia a una carta que Veciana envió a Elizabeth T. Babcock, vecina de Woodbury, Long Island, New York, donde relató las acciones de Alpha 66 contra Cuba y su desacuerdo con la política de Kennedy hacia la Isla. Babcock entregó la carta al FBI y la misma llegó directamente al Fiscal General Robert Kennedy, quien hizo caso omiso al peligroso papel de Alpha 66 y su violación de la Ley de Neutralidad, así como a las amenazas contra su hermano.

Muchos de ellos se convertirían, a su vez, en cabos sueltos, a los que había que hacer desaparecer, como fueron los casos de Ceferino Eladio del Valle, John Roselli, David W. Ferrie y otros. En el caso de Ceferino Eladio del Valle, también conocido como "Lado", éste fue sospechoso de estar emparentado con el asesinato de JFK, por su larga trayectoria vinculada al batistato y a las actividades de la CIA contra Cuba, así como en actividades de tráfico de armas. Su asesinato en el centro comercial Plaza Central, ubicada en Avenida 37 del NW y la calle 7, ocurrido el 23 de febrero de 1967, luego de haber sido sospechoso de haber sido uno de los implicados en el magnicidio, levantó serias suspicacias sobre la existencia de una conspiración contra Kennedy y la implicación de terroristas cubanos en la misma. Su muerte estaba encaminada a hacer desaparecer una huella sucia tras la maquinación. En resumen, un cabo suelto menos.

Por su parte, John Rosselli, quien actuó como coordinador entre la CIA y el capo mafioso Santos Trafficante, fue salvajemente asesinado y descuartizado el 9 de agosto de 1976, sin que se conocieran sus asesinos. Estos colocaron sus miembros, al viejo estilo de Jack el Destripador, dentro de un barril de petróleo que apareció flotando en Biscayne Bay, en Miami. Otro implicado, David W. Ferrie, había manifestado públicamente su odio hacia Kennedy en un discurso realizado en Nueva Orleans en julio de 1961. Estuvo vinculado con el Frente Revolucionario Democrático Cubano de Nueva Orleans, llegando incluso a robar cuantiosas armas y explosivos de un depósito oficial en Houma, Luisiana, para preparar agresiones contra Cuba.

Temiendo la CIA que Ferrie hablara sobre su participación en la conspiración contra Kennedy, fue asesinado el 22 de febrero de 1967 en su apartamento en la ciudad de Nueva Orleans. Aunque el dictamen No. W67-2-255 del médico forense de Nueva Orleans, Ronald A. Gales MD, asumió oficialmente que la causa de la muerte fue un aneurisma de Berry, aparecieron dos sospechosas notas del occiso declarando que se suicidaría. El cuerpo de Ferrie, marcado con etiqueta de identificación NOPD # 1440, se llevó a la tumba el secreto de las verdaderas causas de su deceso. No hay dudas que la mano de la CIA intervino para deshacerse de este eslabón comprometedor.

Por supuesto, casi todos los confabulados han tratado de protegerse a su manera, principalmente chantajeando a la CIA, al FBI y a las administraciones norteamericanas para salvar sus pellejos o, al menos, evitar cualquier tipo de acción legal contra ellos. El caso más sonado es el de Luis Posada Carriles, quien se encarga de chantajear descaradamente al gobierno estadounidense para evitar su deportación de EE UU so pretexto de decir todo lo que ha callado hasta ahora. Sus socios de correrías hicieron lo mismo a su debido momento. En una entrevista concedida a Gaetón Fonzi, el terrorista Antonio Veciana Blanch le confesó en esa oportunidad: "Yo tengo información muy gorda, pero esa la guardo porque es mi seguro de vida". Lo mismo haría Rafael Quintero Ibarbia, otro servidor de la CIA vinculado a la Operación 40 y al asesinato de Kennedy, quien ya falleció, aunque siempre se mantuvo temeroso de que ésta lo eliminara. Por eso la sirvió sin rechistar, aunque no dejó de declarar: “Si yo alguna vez digo lo que yo sé sobre Dallas y Bahía de Cochinos, eso sería el mayor escándalo que jamás haya sacudido a la nación."

 

Otros, por su parte, como Orlando Bosch, según consta en JFK Document No. 009363, p.2, negó haber participado en el viaje a Dallas o estar en dicha ciudad, aunque no negó haber mantenido contactos con la CIA en 1962. Ese mismo artilugio, u otras invenciones, fueron usados, ante el Comité Selecto de la Cámara de Representantes en 1978, por Gerry Patrick Hemming, Frank Sturgis y Pedro Luis Díaz Lanz. Contradictoriamente, la agente de la CIA, Marita Lorenz, implicó a varios de ellos en un testimonio ante el HSCA, en una declaración jurada en el día 31 de mayo de 1978, donde relató haber estado presente en una reunión efectuada en casa de Orlando Bosch Ávila, en septiembre de 1963, en la que participaron Lee Harvey Oswald, Frank Sturgis, Pedro Luis Díaz Lanz y el propio Bosch. Según ella, el 15 de noviembre de 1963 partió de Miami una caravana de dos autos con destino a Dallas, Texas, en la que ella viajó junto a Gerry Patrick Hemming, los hermanos Novo Sampoll, Pedro Luis Díaz Lanz, Frank Sturgis, Orlando Bosch y Lee Harvey Oswald. En un punto del viaje fueron contactados por Jack Ruby.

OTROS PLANES MAGNICIDAS CONTRA KENNEDY PREPARADOS POR LA MAFIA DE MIAMI.

Mucha verdad de oculta en los archivos de la División Miami del FBI y la policía de esa ciudad, capaces de involucrar a la contrarrevolución de origen cubano en planes magnicidas contra Kennedy. Uno de ellos, oculto y casi ignorado, se fabricó el 18 de noviembre de 1963, protegido hoy de ser desentrañado a la luz pública por la férrea censura del Estatuto de la Florida 119.07.3 (d), en ocasión de la visita de JFK a Miami para asistir a la inauguración de un evento de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). El bochorno sufrido por la derrota de la Brigada 2506, la devoradora frustración de ver viva a la Revolución Cubana, así como la negativa del presidente de brindar apoyo aéreo o de involucrar directamente a EE UU es la invasión de Playa Girón, generó un odio irracional hacia su persona y su administración. Fue el momento en que muchos pensaron en que única manera de limpiar la afrenta, era matando a Kennedy.

De acuerdo con un reporte de la Oficina del Sheriff de Miami y del departamento de Seguridad Pública, emitido el 19 de noviembre de 1963 por el Teniente L J Van Buskirk de la Sección de Inteligencia Criminal, tres días antes del asesinato de Kennedy, y mientras éste visitaba esa ciudad, se dio a conocer que, en correspondencia con el caso identificado como 71498 F, se había recibido una tarjeta el día anterior con amenazas al presidente. La citada tarjeta, recibida el 16 de noviembre, decía: “Los comandos cubanos tienen bombas listas para matar a JFK”.

El 30 de diciembre de 1963, ya consumado el magnicidio, el entonces jefe del Servicio Secreto de Estados Unidos, James J. Rowley, se enteró, solo entonces, que Orlando Bosch Ávila, jefe del Movimiento de Recuperación Revolucionaria (MRR) había preparado una protesta contra Kennedy, lo que había sido informado en un mensaje interno del FBI denominado NBR 6225 y escrito por el Agente Especial L F de Freese. Según cita el documento, se identifica a Bosch de la siguiente manera: “Orlando Bosch Ávila, nacido en Cuba el 18 de agosto de 1926, entró en Miami, Florida, el 28 de julio de 1960, y se le asigna el Servicio de Inmigración N º A 11 881 810. En la actualidad labora como pediatra para el Servicio de Salud Pública del Condado de Dade, y reside en el 2121 SW 11th Street, Miami, Florida.”

Unos días antes de la visita de Kennedy a Miami, Orlando Bosch Ávila fue entrevistado personalmente en su residencia y negó las acusaciones. Se le advirtió que sería responsable de cualquier incidente provocado contra Kennedy en Miami. Sin embargo, según Marita Lorenz, se hallaba confabulado con el magnicidio a realizarse unos días después, el 22 noviembre de 1963.

Otro incidente preparado contra Kennedy en su visita del 18 de noviembre de 1963 a Miami, fue llevado a cabo por contrarrevolucionarios vinculados a la Brigada Invasora 2506. En ese entonces, la Unidad de Inteligencia del Departamento de Policía de Miami, reconoció disponer de información de que Enrique Llaca, Jr., así como Roberto Torres Fernández, Antonio Franco, René Gutiérrez Quintanilla y Raúl Artiles, integrantes de la Brigada 2506, previeron realizar manifestaciones contra Kennedy. Enrique Llaca, Jr. y René Gutiérrez Quintanilla, fueron convocados en la unidad de inteligencia del Departamento de Policía de Miami y se les advirtió que se abstuvieran de realizar cualquier acto de hostilidad contra el presidente.

El clima anti Kennedy existente en Miami en 1963 llevó al Servicio Secreto, a la Policía Metropolitana y al FBI a tomar fuertes medidas de protección hacia el presidente. Un informe al jefe del Servicio Secreto de EE.UU., fechado días después, detalla las medidas de seguridad adoptadas en Miami, tanto para garantizar la seguridad del mandatario en el Aeropuerto Internacional de Miami, el en Hotel Panamericana donde se realizó el encuentro de la SIP, así como durante el recorrido por la Ciudad. En realidad, fueron superiores a las adoptadas en San Antonio, Houston, Fort Worth y Dallas. ¿Casualidad?

En un informe dirigido a James J. Rowley, Jefe del Servicio Secreto de EE.UU., el 30 de diciembre 1963, por John A. Marshall, Agente Especial a Cargo del Secret Service, y por el Agente Especial Ernest I. Aragón, se pudo conocer que previo a la visita de Kennedy a Miami se realizaron reuniones de coordinación entre la CIA, el FBI y la Policía de Miami para establecer el control de las actividades de los grupos terroristas cubanos asentados en esa ciudad. De esta reunión salieron como acuerdos:

1) Mantener un estricto control sobre los integrantes de la Brigada 2506. En esta dirección, mantener contactos con los jefes de la Brigada como Juan José Peruyero Rodríguez, Andrés Aurelio Bassols Pozo y Rodolfo Corondo Quintana, para mantener controlados a sus miembros.

2) Ejercer vigilancia contra Pedro Díaz Lanz, quien había manifestado intenciones de acosar verbalmente al presidente Kennedy y acusarlo de traicionar a “los exiliados”. En tal sentido, se estableció vigilancia sobre el mismo y sobre su vivienda situada en el 120 St SW 71. Ave., Miami, Fla. Asimismo, como medida profiláctica, el funcionario Charles Yeager presionó a Díaz Lanz para que se mantuviera alejado del presidente durante su visita a Miami.

3) Otro objetivo de la vigilancia de las autoridades de Miami fue el doctor Emilio Núñez Portuondo, quien en un discurso durante un homenaje al antiguo propietario del Diario de la Marina en el Bayfront Park de Miami, José Ignacio Rivero, atacó duramente a Kennedy ante cerca de 6 000 personas. Díaz Lanz estuvo presente en el acto.

Todo ese flujo de información anti Kennedy fue debidamente identificada por el FBI y el Servicio Secreto, pero indudablemente respondía a un montaje de distracción elaborado por los complotados en el futuro magnicidio de Dallas, quienes fortalecieron excesivamente la protección del presidente en Miami, pero la dejaron debilitada en Dallas. Todo salió, sin lugar a dudas, “viento en popa y a toda vela”.

Sin embargo, para bochorno de la gran nación americana, la verdad total y completa aparecerá algún día no muy lejano. Ese día se sabrá más del oscuro papel de la CIA y, particularmente, el FBI, en el asesinato de John F. Kennedy.

 
 
Mi… “¿Querido?”… FBI. (Decimotercera parte)

 

Respuesta  Mensaje 47 de 56 en el tema 
De: residente Enviado: 07/06/2010 19:31
Nadie lee tus papelones

Respuesta  Mensaje 48 de 56 en el tema 
De: residente Enviado: 07/06/2010 19:40
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    www.cubadebate.cu/opinion/.../mi-querido-fbi-sexta-parte/ - En caché
     
  4. Adital - Mi… '¿Querido?'… FBI. (IX)

    28 Abr 2010 ... "La razón porque el FBI no permitió a los doctores entrar a la casa es porque querían a Filiberto muerto. En mi opinión a Filiberto le ...
    www.adital.com.br/Site/noticia.asp?lang=ES&cod... - En caché
     
  5. Rebelion. Mi… “¿Querido?”… FBI. (Décima parte)

    9 May 2010 ... Mi… “¿Querido?”… FBI. (Décima parte). Percy Francisco Alvarado Godoy. EL FBI Y LA OPERACION CONDOR. Tras el fracaso de la Alianza para el ...
    www.rebelion.org/noticia.php?id=105544 - En caché
  6. Cuba Cinco: Mi… “¿Querido?”… FBI. (Undécima parte)

    15 May 2010 ... Mi… “¿Querido?”… FBI. (Undécima parte). Percy Francisco Alvarado Godoy. EL FBI Y SUS CONFABULACIONES Y CEGUERA ANTE LOS PLANES MAGNICIDAS ...
    cubacinco.blogspot.com/.../mi-querido-fbi-undecima-parte.html - En caché
  7. Cuba Cinco: Mi… “¿Querido?”… FBI. (Novena parte)

    6 May 2010 ... Mi… “¿Querido?”… FBI. (Novena parte). Percy Francisco Alvarado Godoy, en su serie de artículos dedicados a revelar la esencia criminal del ...
    cubacinco.blogspot.com/.../mi-querido-fbi-novena-parte.html - En caché
     
  8. Mi…“¿Querido?”… FBI (II Parte) « CUBA LA GRAN NACIÓN

    11 Abr 2010 ... Mi…“¿Querido?”… FBI (II Parte). Percy Francisco Alvarado Godoy ..... Fuente: http://www.cubadebate.cu/opinion/2010/04/09/mi-querido-fbi/ ...
    cubalagrannacion.wordpress.com/.../mi…“¿querido”…-fbi-ii-parte/ - En caché
  9. TeleSURtv.net - ConTexto - Mi... '¿Querido?'... FBI (I)

    17 Mar 2010 ... Mi... '¿Querido?'... FBI (I). A punto de arribar a sus 102 años de vida el próximo 26 de julio de 2010, el Buró Federal de Investigaciones ...
    www.telesurtv.net/noticias/contexto/.../mi--iquestquerido-fbi-i/ - En caché
  10. Vídeos sobre Mi… “¿Querido?”… FBI.

     
    Querido FBI - Residente Calle 13
    4 min 6 s - 3 Ene 2008
    www.youtube.com
     
    Querido FBI
    3 min 24 s - 7 Jul 2009
    www.youtube.com
  • Adital - Mi… '¿Querido?'… FBI (IV)

    3 Jun 2010 ... El 29 de octubre de 1993, el FBI expidió un documento en que caracterizó la actividad de Omega 7 desde su fundación el 11 de septiembre 1974 ...
    www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod... - En caché
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    Respuesta  Mensaje 49 de 56 en el tema 
    De: residente Enviado: 07/06/2010 19:43
    hr-mk ha ocultado este mensaje

    Respuesta  Mensaje 50 de 56 en el tema 
    De: residente Enviado: 07/06/2010 20:22
    Respuesta  Mensaje 5 de 6 en el tema 
    De: hr-mk Enviado: 07/06/2010 10:42
    Con esa propaganda,es senal de que cabalgamos bien.
     
     
    Respuesta  Mensaje 6 de 6 en el tema 
    De: residente Enviado: 07/06/2010 11:25
    Con esa propaganda,es senal de que cabalgamos bien. Cuando conozcas el mundo libre se te abrirá el cerebro, lo tienes cerrado

    Respuesta  Mensaje 51 de 56 en el tema 
    De: Picaro Enviado: 11/06/2010 00:21
    Esa no es la cansionsita de Calle 13

    Respuesta  Mensaje 52 de 56 en el tema 
    De: hr-mk Enviado: 11/06/2010 18:22
      Percy Francisco Alvarado Godoy
     

    No hace mucho asistí, a instancias de mi joven amiga la pintora Verónica Guerra Guerra al Memorial José Martí, situado en la base del Monumento al Apóstol en la Plaza de la Revolución, con vistas a conocer un proyecto de destacados artistas cubanos de la Plástica denominado Este hombre es mi amigo, y que es la ofrenda de este grupo de creadores a tan relevante ser humano, en ocasión de cumplirse los 120 años de la publicación de una de sus obras maravillosas, de esas que hacen trascender a la gente más allá de las limitadas y frágiles fronteras del tiempo y del espacio: La Edad de Oro.

    Confieso no ser apegado al arte de la plástica y, aún más, ser un desconocedor de ese maravilloso mundo del lienzo y los colores, sin embargo, el neófito observador que había en mí no pudo dejar de sentirse embelesado ante la visión martiana que encontré allí. Frente a mis ojos, abriéndose paso hacia mi corazón, desfilaron los pasajes de la Edad de Oro, genialmente retratados por Martí, sin lienzo y pincel, pero sí con una pluma mágica, despertando mi mayor admiración y asombro.

    Tenía ante mí a los maravillosos personajes frutos de la imaginación de Martí, revividos por los artistas, mostrándome su mundo fresco y lleno de enseñanzas. Desde Nené Traviesa, el señor don Pomposo, Meñique, los héroes de la Ilíada, las casas de los hombres contándome las historias de ellos, los zapaticos de Rosa, el padre Las Casas, la Muñeca Negra, hasta los Tres Héroes, entre otros, parecían hablarme, describiéndome sus más inimaginables interioridades y secretos. Pero no estaban ellos solos, también se percibía a su creador, a José Martí, omnipresente y vivo, tangible y cercano, revivido en toda la magnitud por encima de su eterno descanso en el cementerio de Santa Ifigenia, resurgido en el trazo firme, en el contraste y el color, en el respeto y el anhelo.

    Supe entonces, a qué negarlo, que estos pintores habían logrado cumplir las paradigmáticas palabras de Guayasamín al referirse a su también maravillosa y sorprendente obra: “Mi pintura es para herir, para arañar y golpear en el corazón de la gente.”

    Cuando se pinta con el alma

    La Edad de Oro fue una de las obras donde mejor se puede conocer al alma y al pensamiento de José Martí. En ella conviven la ternura y el recuerdo, la admiración por los hombres y la más admirable sabiduría, el más sólido humanismo y la inocencia más hermosa. Fue tal vez, junto a su vida toda, una de las contribuciones más importantes para las generaciones venideras, valedera no solo por sus metáforas pedagógicas, sino también por su universalidad.

    Tal como señala la presentación de este Proyecto: “Estos textos, reunidos desde hace 120 años en una edición única, constituyen patrimonio de cada niño y de cada hombre, referencia obligada al conocimiento, la inteligencia y la belleza, a lo que perdura como obra humana al margen de cualquier circunstancia histórica. Este libro está escrito desde la universalidad -como la obra toda de nuestro Apóstol-, y con una potente herramienta de resolución: el humanismo martiano.”

    El Proyecto Este hombre es mi amigo, prueba, sin lugar a dudas, que el posible un resultado ético y estético capaz de sensibilizar y formar, así como recrear valores visuales con lo más trascendente de la historia de los hombres. A la par, cada artista plástico sacó de su alma su propia visión martiana y se impuso como misión compartirla con los demás, validarla ante el mundo que lo rodea y contribuir, a la vez, a embellecer dicho mundo.

    Aplausos merecen estos maestros, algunos consagrados y otros abriéndose paso hacia la búsqueda del propio estilo, que es a su vez una forma de consagrarse, por el resultado obtenido. Con la curaduría y dirección general de Víctor Manuel Quijano y el apoyo incondicional del Memorial José Martí, el grupos de artistas plásticos integrado por Rafael Pérez Alonso, Fernando Pendás Fernández, Vicente Rodríguez Bonachea, Esteban Machado Diaz, Carlos Á. Quintana, Alicia Leal Veloz, Sinecio Cuétara Menecia, Alicia de la Campa Pak, William Hernández Silva, Rigoberto Mena Santana, Mario García Portela, Maykel Herrera Pacheco, Lancelot Alonso Rodríguez, Carlos Manuel Guzmán Hernández, Ernesto Estévez García, Niels Reyes Cadalso, Reynier Ferrer Pérez, Joel Jover Llenderroso, Michel Pérez Cepero, Alan Manuel González Iglesias, Zaida del Río Castro, Verónica Guerra Guerra, Agustín G. Bejarano Caballero, Arturo Montoto Echeverría, Roberto Diago Durruthy, Kamyl Bullaudy Rodríguez, Ernesto García Peña, Manuel Comas Labrada y Carlos Llanes Rodríguez, me revivieron a Martí en su enorme estatura.

    No puedo dejar pasar por alto a otro pintor con el que me atan lazos entrañables y valederos, al hablar de aquellos que pintan y dibujan con el alma: Antonio Guerrero Rodríguez, uno de nuestros Cinco Héroes injustamente encarcelados por la dudosa y parcializada justicia norteamericana.

    Varias cartas he recibido con sus dibujos y tengo el alto honor de que un retrato mío, dibujado por él, se encuentre en la exposición que se presentó en el Palacio Nacional de Computación y ahora se circula por todo el país para disfrute de nuestro pueblo.

    Tony es el vivo ejemplo sobre cómo un hombre, dotado de altos valores éticos que lo hacen ser admirado por su pueblo y todos los hombres de bien en el mundo, puede acercarse a la belleza estética en el marco de las más penosas condiciones de vida. Desde su celda oscura, donde lo han colocado la injusticia y la intolerancia de los enemigos de su pueblo, crea y combate, dibuja y denuncia, desafía y se crece, a la par que fortalece la intimidad y fortaleza de sus convicciones en la oprobiosa prisión, es capaz de compartir con todos un arte sencillo y directo, un arte de su tiempo. El caso de Tony es, sin lugar a dudas, como expresa un refrán chino antiguo: La flor de loto asoma inmaculada del fango.

    El antiguo dilema de la ética y la estética

    Por, mi parte, no quiero sumergirme en una discusión teórica entre la ética y la estética, primero por no ser ducho en la materia y, segundo, por no disponer de suficiente tiempo para hacerlo. Sin embargo, considero que al artista como hombre, hay que verlo en su integralidad y solo de esta manera trasciende en el tiempo.

    Es cierto, como señala Ignacio Sánchez Cámara en su página cultural en el periódico ABC del 5 de mayo de 2002 que: “Crear una obra de arte no garantiza el ser una buena persona ni la adhesión de su autor a los genuinos valores morales.” Pero el problema es aún más complicado que eso.

    La parte esencial es que la concepción simplista del arte por el arte y el estrecho esteticismo despojan al hombre de la necesaria e importante imbricación con la vida que lo rodea, alejándolo de su papel como ser social, como elemento interactuante con su sociedad y su medio en general. Por tanto el creador, debe reflejar su tiempo, a la par que ser genuina expresión del mismo. No perder de vista que no solo el gusto artístico y los criterios estéticos cambian y se modifican con el tiempo, generación tras generación, sino también el propio hombre también cambia y se modifica en la medida que cambia y se transforma su contexto histórico. Por ello el artista no puede darle la espalda a su tiempo.

    El artista genuino, expresión de su tiempo debe saber, primero que todo, que su obra es un arma ideológica para expresar la verdad y defenderla. Debe hacerlo, por supuesto, con la conjugación de lo ético y lo estético, que no es otra cosa que asumir el reto de lograr y contribuir a la imprescindible transformación socio-económica de nuestra sociedad sobre la base de una ética que garantice y preserve lo más valioso del hombre, que impulse su humanismo y solidaridad, la honestidad y la decencia, su apego a la bondad y al trabajo, a la par que desarrollar en las masas la apreciación estética cada vez más avanzada, que no es otra cosa que apreciar lo bello y creador en el hombre. El artista revolucionario defiende la masividad y la participación popular en la creación y disfrute del arte, dejando atrás al individualismo y al egoísmo.

    Muchas veces, es cierto, el artista vive y se desarrolla dentro de serías limitaciones materiales, pero un principio básico donde se conjugan la ética y la estética es hacer obras bellas con los pocos recursos, lo que hace aún mayor el reto a la creación. Podremos tener un arte pobre, pero jamás un arte que no sea expresión de lo útil y de lo bello.

    Por ello, el artista debe pensar siempre que, mediante su creación, no solo satisface a su individualidad creadora, sino también garantiza los derechos humanos de los demás de disfrutar del arte como expresión de su tiempo. Por ello su arte debe ser crítico, incisivo, conducir a la reflexión y, sobre todo, ser instrumento de denuncia contra las tropelías que se hacen contra el otro hombre.

    Hoy algunos auto titulados artistas de la plástica como Luis Posada Carriles, Orlando Bosch y Ninoska Pérez Castellón, que tratan de usar el arte para esconder no solo sus ansias mercantilistas sino también su desapego a los valores éticos más sobresalientes y admirados por el hombre. Su arte pacotillero, impulsado por quienes quieren despojarlos de su esencia criminal mediante el más sucio contubernio ideológico, es una burla a la creación y a la sensibilidad de los hombres de nuestro tiempo.

    Terroristas pintores o pintores del terrorismo

    La burda parodia de presentar a terroristas y connotados criminales como artistas plásticos ha tenido otra impúdica manifestación en días recientes.

    Según un despacho publicado en un libelo de la mafia anticubana de Miami, el Diario Las Américas, el siniestro Consejo por la Libertad de Cuba (CLC) realizará un homenaje en el día de hoy a Yoani Sánchez, una supuesta periodista en busca de fama y reconocimiento a base de detractar la realidad cubana. Sobredimensionado su papel como apócrifa opositora por los intereses anticubanos de la mafia terrorista miamense y por parte de la Casa Blanca, intentan erigirla como pilar de la batalla por una dudosa libertad de expresión en Cuba.

    La concesión de la Medalla “Héroes por la Libertad” a Yoani Sánchez, se realizará en el Double Tree Hotel, situado en el 711 NW 72nd Avenue, en Miami, y servirá como marco para una subasta de pintores cubanos en la que se pretende lanzar como artista de la plástica nada menos que a la connotada terrorista Ninoska Pérez Castellón.

    Más apegada al dinero que al arte, la terrorista en la vida y la plástica pretende subastar sus obras en una puja inicial de 200 dólares cada una, esperándose que se vendan definitivamente a un precio superior a los 1 000 dólares. Por su parte, la Nino aprovechó la oportunidad del anuncio de la subasta para arremeter, como siempre lo hace, contra la Revolución Cubana.

    La supuesta bloguera Yoani Sánchez, papagaya del imperio, ducha en aparecer para sumarse un punto en su desmedido protagonismo, calificó de un honor para ella, la concesión de este premio otorgado por una organización internacionalmente reconocida como ejecutora del más brutal terrorismo contra Cuba. No vaciló, a cambio de un poco de gloria, en alinearse con aquellos que como Roberto Martín Pérez, Luis Zúñiga, Ninoska Pérez Castellón, Horacio Salvador García Cordero y otros de su misma calaña, han realizado planes criminales que han costado la vida a muchos cubanos.

    La artificialmente encumbrada disidente compartirá la satisfacción de ser merecedora de un dudoso premio, otorgado anteriormente a contrarrevolucionarios y terroristas de la catadura de Vaclav Havel, ex presidente de la República Checa; Jorge Batlle Ibáñez, ex presidente de Uruguay; Mel Martínez, ex senador de Estados Unidos; Roger Noriega, ex subsecretario de Estado de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental y Carlos Gutiérrez, ex secretario de Comercio de Estados Unidos.

    Otro redomado terrorista que ha recurrido al papel de artista plástico, subastando obras de dudosa autoría, ha sido Luis Posada Carriles.

    La primera de estas subastas, convertidos en shows contrarrevolucionarios, fue mientras el terrorista se encontraba detenido en la Prisión El Renacer, en Panamá, como resultado de su detención mientras fraguaba asesinar al entonces mandatario cubano Fidel Castro y a más de un millar de estudiantes panameños en el Paraninfo de la Universidad de Panamá. Según los organizadores de la subasta de las obras apócrifas de Luis Posada Carriles, éstas se vendieron a precios que oscilaron los 300 dólares y el dinero obtenido serviría para sufragar los gastos de su defensa. La verdad saldría a la luz mucho después: Ni vendiendo miles de estas pseudo pinturas se podrían haber recaudado los 4 millones de dólares que cobró la corrupta Mireya Moscoso, ex presidenta de Panamá, para liberar impunemente al Posada y sus socios aquel nefasto 26 de marzo de 2004.

    El show se repetiría un tiempo después cuando a principios de marzo de 2006 se subastaron nuevamente supuestas obras pictóricas de este afamado terrorista y dudoso pintor. Circo contrarrevolucionario promovido por varias de las organizaciones extremistas que pululan en Miami a su libre albedrío, fue el espectáculo para lanzar 50 nuevas obras de este prolífero artista de la plástica, quien no tiene pudor en esgrimir el pincel con sus manos ensangrentadas. Cómplices de él y de sus actos, los contrarrevolucionarios de Miami han acudido a sus subastas para enriquecer sus prolijos bolsillos y a apoyarlo en su impunidad.

    La expo venta de las obras de Posada Carriles se realizaron por esos días de marzo del 2006 en la Casa del Presidio Político, ubicada en el 1140 SW 13 Ave., en La Pequeña Habana, Miami, con el manido pretexto de cubrir los gastos del proceso legal que enfrentaba en El Paso, Texas. Otra vez el precio de los cuadros oscilaba entre 200 y 350 dólares.

    Los que subastaban sus obras pictóricas no eran otros que sus socios de correrías terroristas como Pedro Crispín Remón, Reinaldo (El Chino) Aquit y Dionisio Suárez Esquivel. No faltó, por supuesto, el apoyo de Radio Mambí (WAQI-710 AM).

    La tercera exposición de las supuestas obras del criminal tuvo lugar el 23 de enero de 2008, en el Walker Community Center, de 29th Street, en Hialeah, una de las diez ciudades del condado de Miami-Dade.

    En marzo de 2009, la organización terrorista Alpha 66 quiso dar un espaldarazo al criminal cuando promovió otra subasta de sus obras en el marco de la realización del VIII Congreso Nacional de la misma, bajo el lema “Libertad, derecho de todos”, nada menos que el nido de contrarrevolucionarios conocido como Big Five Club de Miami.

    Allí, junto a otro terrorista, el actual jefe de Alpha 66, Ernesto Díaz Rodríguez, remedo de poeta, pero asesino sin parangón, Posada se codeó, eufórico, con la crema y nata del terrorismo.

    La quinta subasta de los obras tuvo lugar el 6 Octubre 2009 cuando el criminal Luis Posada Carriles realizó otra de sus expo – ventas con fines de sufragar las penurias de su vida en la ciudad floridana, luego que pagara una fianza que lo dejó impunemente sin castigo. Este nuevo circo se montó en la galería Cuba Ocho Art and Research Center, ubicada en la 1465 SW de la Calle 8, de Miami.

    Otro terrorista, al que han querido escamotear su esencia criminal ante las gentes, ofreciéndolos ante los ojos de éstas como ingenuos y sensibles pintores, fue Orlando Bosch Ávila. Llama la atención que esta labor de limpieza de imagen se ha convertido en un manido recurso, cuando estos terroristas enfrentan procesos legales en EE UU, mediante una fuerte campaña de burdo marketing para sensibilizar a la opinión pública con los mismos.

    El 9 de febrero de 1990, cuando el criminal de Barbados, Orlando Bosch, actor intelectual junto a Posada Carriles de la voladura en pleno vuelo de un avión de Cubana de Aviación, se encontraba enfrentando un proceso de deportación en el Metro Correccional Center de Miami, sus socios de la mafia anticubana corrieron a fabricarlo como artista de la plástica, dotado de gran sensibilidad, en una campaña de comercialización y de presentación de imagen.

    Colocado entre la espada y la pared, el gobierno norteamericano no había decidido aún su deportación, posiblemente hacia Venezuela, cuando Bosch comenzó a pintar. Mientras tanto, éste se burlaba de sus amos, de los propios EE UU, en una carta enviada a su cófrade Armando Pérez Roura, director de Radio Mambí, el 9 de junio de 1988, llegando incluso a expresarse en los siguientes términos: "No liberen a ese peligroso terrorista, pues con sus estrategias, carisma y poder sobre las masas es un tremendo riesgo para la seguridad nacional, ya que nos puede arrastrar a una guerra contra los rusos...”

    Bosch tenía claro que toda la mafia se estaba movilizando para liberarlo, tal como ocurrió en 22 de diciembre de 1988, cuando la loba feroz, Ileana Ros Lehtinen, y un grupo de sus socios terroristas le cayeron en pandilla al entonces presidente norteamericano George Bush, padre, para sensibilizarlo con su caso.

    Lo mismo harían muchos años después para presionar al otro Bush, el hijo, para lograr que Posada Carriles no fuera extraditado a Cuba o a Venezuela. Esta vez, junto a los reclamos de los legisladores anticubanos, Ileana Ros Lehtinen y los hermanos Díaz Balart, se encontraba el terrorista Alberto Hernández, involucrado en varios planes de asesinato contra Fidel Castro.

    La labor de marketing para edulcorar la imagen de Bosch, luego de presentarlo como inocente artista de la plástica, tuvo su éxito el 18 de julio de 1990, cuando Bosch fue excarcelado bajo ciertas condiciones de las que su burló con descaro. Poco tiempo después, el 12 de octubre de 1991, Bosch lanzó un histérico llamamiento a la mafia de Miami, en que expresó: "Ya es hora de que el exilio envié la mezcla que necesitan los albañiles cubanos para la insurrección".

    Meses después, el 2 de marzo de 1992, Bosch realizó otra exposición de sus obras pictóricas, argumentando que el dinero de la subasta se emplearía para liberar a Cuba y en la que recaudó 18 mil dólares. De esta forma, el criminal Orlando Bosch se dedicó a pintar paisajes de Cuba y exponiéndolos donde pudiera encontrar incautos para financiar su supuesta cruzada contra la Revolución. El 12 de junio de 1993, varias de sus obras paisajísticas fueron subastadas en un restaurante de la famosa calle 8 de Miami.

    El 22 de enero de 1994, Orlando Bosch volvió a montar otro círculo en una pequeña tienda situada en el 4600 West 18 Court, en Miami, lanzando la falacia de que la recaudación serviría para financiar expediciones contra Cuba.

    Cuando, entonces, uno analiza y compara a los artistas plásticos, sabe bien que la validez de ellos no reside solo en su obra, ni tampoco exclusivamente de su mensaje, si éste no es capaz de salir de una fuente clara y digna de reconocer. Otro viejo refrán chino explica esta verdad: Oro y jade por fuera y algodón podrido por dentro. De nada sirve. Pues la calidad estética de una obra si su mensaje está distorsionado por la baja catadura ética de su autor.

    Hay quienes pintan con el alma y se la ofrecen al resto de los hombres en un discurso lleno de amor y fraternidad, esos son los verdaderos pintores. Pero aquellos que pintan, o se autoproclaman pintores de obras de dudosa autoría, y convierten su arte en una simple mercancía, esos son, en realidad, tan deleznables como su propia vida. Por ello, los pintores de la mafia que, en entretiempos entre crímenes, tratan de acudir a la plástica para lucrar con ella, tienden puentes imposibles de vencer entre una ética despreciable y una estética que deja mucho que desear.

    Finalmente, las gentes de Ninoska Pérez Castellón, Luis Posada Carriles y Orlando Bosch, nunca dejarán de ser lo que son: simples terroristas, aunque se les quiera vender como inocentes y “genuinos” artistas de la plástica. Mucho podrá hacerse, es cierto, pero nunca engañar a la gente, pues: Es fácil cambiar el curso de los ríos y las montañas, pero difícil cambiar la naturaleza de un hombre.

     
    Breve crónica sobre pintores del alma y terroristas pintores

     

    Respuesta  Mensaje 53 de 56 en el tema 
    De: residente Enviado: 12/06/2010 01:54

    Panfleto cubadebate.cu

     

    Respuesta  Mensaje 54 de 56 en el tema 
    De: hr-mk Enviado: 14/06/2010 21:53
      Percy Francisco Alvarado Godoy
     

    La reciente desclasificación de archivos de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) el pasado 5 de octubre de 2009, en Nueva York, que vinculan al reconocido terrorista Luis Posada Carriles , por parte de Peter Kornbluh, Director del Proyecto Cuba en el Archivo de Seguridad Nacional, con su pertenencia a la misma desde la década de los 60 del siglo pasado, vuelven a poner ante los ojos de la opinión pública internacional los oscuros vínculos de la citada agencia norteamericana con el terrorismo contra Cuba. De acuerdo con estos documentos, salieron a la luz dos hechos importantes, sobre los que varios investigadores han llegado a conclusiones previamente:

    ● Posada Carriles estuvo vinculado a la CIA desde 1960.

    ● La CIA lo usó para monitorear las actividades de la contrarrevolución cubana en esa época.

    Los archivos desclasificados presentan a Grover Lythcott como el oficial operativo de la CIA encargado de atender al agente AMCLEVE/15, código con el que se ocultaba la identidad de Posada Carriles. En tal sentido, se develó que Posada Carriles, por orientaciones de la Agencia, penetró a la Representación Cubana en el Exilio (RECE), fundada en 1963 por José Pepín Bosch, dueño de Bacardí, y dirigida en ese entonces por el desaparecido Jorge Mas Canosa, quien posteriormente fundaría la FNCA.

    La eficacia y fidelidad de AMCLEVE/15 a la CIA fue reconocida de forma reiterada por su jefe en varios memorándums internos elevados a sus jefes, con epítetos favorables, así como se le reconoce como un eficiente colaborador para evitar que estos terroristas “nunca hagan nada para poner en peligro la seguridad de este país (como volar buques rusos)”.

    Un año antes, el primero de julio de 1965, la CIA fue informada por AMCLEVE/15 sobre un plan ideado por Mas Canosa para hacer explotar una embarcación soviética en el puerto mexicano de Veracruz. Paradójicamente, el FBI norteamericano tenía conocimiento sobre este plan de Mas Canosa, según constó en un documento de esta agencia federal fechado el primero de julio de 1965 y titulado "Planes del RECE para destruir un barco cubano en México". De acuerdo con este memorado del FBI existía un plan dirigido por el RECE para fabricar bombas de tipo limpet, es decir, capaces de adherirse a una superficie bajo el agua, las que serían colocadas en un barco soviético en el puerto de Veracruz. El memorando fue suficientemente explícito cuando señaló a los participantes en dicha conspiración terrorista: "Las personas vinculadas a esta operación son Jorge Mas Canosa, Ramón Escarda Rubio, Luis Clemente Posada Carriles".

    Otro documento expedido por el agente a cargo del FBI dentro de la embajada norteamericana en Ciudad México en relación con esta conspiración y fechado en junio de 1965, esclarece los orígenes del financiamiento para la acción terrorista: "Luis Posada Carriles ha dicho el último 25 de junio (1965) que Jorge Mas Canosa del RECE le ha pagado 5 000 dólares para pagar los gastos de una operación de demolición en México. (…) Posada dijo que estaba proyectando poner minas limpet sobre un barco cubano o soviético en el puerto de Veracruz, México, y que tenia 100 libras de explosivos C-4 y detonadores".

    Ante el hecho de que esta acción terrorista pudiera crear serios problemas a W.O. Lady, nombre en clave de la CIA para referirse a los Estados Unidos, la CIA orientó a Posada Carriles que se desvinculara de estas actividades en julio de 1965, según consta en un documento interno de la agencia, fechado el 24 de ese mismo mes. Obviamente, AMCLEVE/15 obedeció a Grover Lythcott y se retiró de la operación, acto éste que fue reconocido posteriormente en otro documento de la CIA emitido el 27 de septiembre de 1965, en el que se elogiaba la confiabilidad de Posada hacia la Agencia.

    Para 1965, cuando se narran los hechos en que estuvo implicado Luis Posada Carriles, éste había recorrido un largo camino al servicio de la CIA. Poco a poco aparecen informaciones sobre la sospechosa vinculación de Posada con la CIA desde 1960, cuando laboraba en la Habana para la empresa norteamericana Firestone. En esa etapa se sospecha que estableció vínculos con oficiales de los servicios secretos norteamericanos como David Atlee Phillips y David Sánchez Morales.

    La alianza de Posada con estos hombres, quienes supieron desde ese entonces evaluar sus potenciales atributos como terrorista y su fidelidad a ultranza a la contrarrevolución cubana y a Estados Unidos, marcarían su vida ulterior como un soldado incondicional y duradero de la CIA, en un oscuro compromiso que ha durado hasta nuestros días.

    En los momentos en que Posada inició sus contactos con la CIA, ésta había iniciado sus planes de guerra sucia contra Cuba. Como también detallo en mi libro “Un soldado incondicional de la CIA”, desde 1959 la agencia capitaneó un vasto plan agresivo y terrorista para revertir el proceso revolucionario cubano. Al respecto explico en el citado libro de próxima publicación:

    “Uno de estos planes iníciales tuvo lugar en marzo de 1959, bajo la anuencia del jefe de la estación CIA en la Habana, James Arthur Noel, y del oficial de esta agencia nombrado David Morales. El fallido plan involucró al contrarrevolucionario Frank Sturgis, al traidor Pedro Luis Díaz Lanz y al norteamericano Patrick Gerry Hemmings y consistió en la colocación de una bomba que explotaría cuando Fidel asistiera a una reunión con personal de la fuerza aérea. Las fuertes medidas de seguridad hicieron desistir a los complotados.

    ¿Qué acciones se proponía ejecutar la CIA contra Cuba para revertir el esperanzador proceso de cambios que en ella se vivía?

    A grandes rasgos, realizando un escueto recuento, las principales acciones hostiles contra la Isla por parte del gobierno yanqui y su agencia terrorista, consistieron en:

    • La formación de organizaciones de corte terrorista en las principales ciudades cubanas, con vistas a la realización de acciones violentas, atentados y sabotajes, cuyo propósito sería sembrar el caos y la inestabilidad política. De esta forma, toda fábrica, cine, aglomeración de personas, escuela y granja, se convertiría en potencial objetivo del terror.

    • Intensificar la lucha ideológica contra la Revolución mediante de la difusión de propaganda contrarrevolucionaria, falsas acusaciones y azuzando al monstruo mediático contra este proceso histórico.

    • Desarrollar focos guerrilleros en los principales centros montañosos del país con vistas a obstaculizar el desarrollo de las medidas revolucionarias que tenían lugar en el campo cubano, a la par que crear un clima de terror y provocar, en consecuencia, la caída del Gobierno Revolucionario. La profusión del bandidismo y la cacería de simpatizantes al proceso revolucionario, así como el asesinato de maestros y milicianos, serían las opciones a seguir en esta guerra irregular no declarada contra el pueblo.

    • Preparar una fuerza militar en el exterior con vistas a invadir la Isla. Un enorme tinglado bélico se montó en Retalhuleu, Guatemala, para tales fines y cuya culminación sería la frustrada invasión de Playa Girón. Esta opción sería manejada en varias oportunidades y siempre contó con la anuencia de la CIA.

    • Aprobar amplios presupuestos destinados a subvencionar la guerra no declarada contra Cuba, como lo fueron los trece millones de dólares desembolsados por el gobierno norteamericano en marzo de 1960. Este dinero fue empleado para adiestrar, armar y sostener a los centenares de individuos involucrados en estos planes criminales. Tal fue la magnitud y proporciones de esta maquinaria bélica que superaron los presupuestos iníciales en más de 237 millones de dólares. El dinero del contribuyente norteamericano se convertiría así, sin él conocerlo, en fuente de sostenimiento de actividades terroristas.

    • Combinar esta guerra militar e ideológica contra Cuba, con un conjunto de medidas paralelas en los órdenes económico, político y diplomático, capaces de crear un complejo sistema de agresiones de todo tipo y carácter, imposibles de ser enfrentados. Sin embargo, la capacidad defensiva de la Revolución, en franca alianza con el pueblo, dieron al traste a la monstruosa componenda.

    Las concepciones de la CIA, elaboradas por su máximo jefe, Allan Dulles, viejo conspirador y amigo de las confabulaciones desde hacía dos décadas, desembocarían a la larga en el archiconocido “Plan Pluto”, estrenado inicialmente como “Plan Escambray”. Se presagiaban inciertos peligros y nuevas amenazas para Cuba, para quien la suerte estaba echada de antemano, según los acólitos de la Casa Blanca."

    La actividad de Posada Carriles con la CIA arrancó bajo la dirección de uno de los oficiales con los que estableció relaciones en la Habana en 1960: David Atlee Phillips, quien fungió como uno de los oficiales de la CIA a cargo de la Operación 40 desde 1960 hasta 1973. Luego Atlee llegaría a ser, hasta 1975, nada menos que el Jefe de la División del Hemisferio Occidental de la Agencia.

    Tal como continúo relatando en mi libro de próxima publicación: “Previamente a su participación en la Operación 40, Posada integró una célula de la CIA perteneciente a la organización terrorista Unidad Cubana, conocida como Los Halcones Negros. Dotado de envidiable pericia como tirador, Posada recibió el mote de El Cazador por sus socios de correrías. Este atributo y eficaz desempeño como francotirador hicieron sospechosa su presencia en Dallas, Texas, en 1963, cuando fue asesinado el presidente John F, Kennedy, como resultado de una conspiración urdida por la CIA, el crimen organizado y la mafia miamense. Sospechosamente, como elemento para engrosar su abultado dossier criminal, hay quien ubicó a Posada Carriles en Dallas, Texas, durante los días del asesinato del presidente norteamericano John F. Kennedy. Previo al fatal suceso, Posada fue visto en una reunión efectuada en una casa de contactos de la CIA en la ciudad de Miami, en la que se encontraban Antonio Veciana, Lee Harvey Oswald, así como Ignacio y Guillermo Novo Sampoll. Luego fue visto junto a otros terroristas de origen cubano, deambulando alrededor del lugar en el que se cometió el magnicidio. Que Posada pudo haber sido uno de los tiradores durante el asesinato de Dallas no es una aseveración desechable, pues por una parte fue ubicado en esa ciudad el 20 de noviembre de 1963 y, por otra, fue uno de los mejores tiradores dentro de la Operación 40.

    De acuerdo con informaciones relacionadas con la fracasada invasión de Playa Girón, el criminal Posada Carriles fue enviado en unión de 53 contrarrevolucionarios, en marzo de 1961, a la base de Retalhuleu, en Guatemala, sede del campo de entrenamiento de la Brigada 2506. Este grupo dirigido por Vicente León y Raúl Sanjenis, era parte de la Operación 40 y tenía como misión operativa, de forma autónoma dentro de la fuerza invasora, el actuar en la retaguardia de la brigada en labores de inteligencia y exterminio de las autoridades de las localidades capturadas por la fuerza mercenaria. Previo a esto, los 36 integrantes seleccionados recibieron un fuerte entrenamiento en técnicas de tortura e interrogatorios, subversión, enmascaramiento, comunicación, manejo de explosivos y otras técnicas y métodos para su misión de retaguardia.

    Uno de sus jefes de ese entonces, Raúl Sanjenis, organizaría en enero de 1964, como oficial de las CIA, un atentado contra Fidel. Lo ejecutarían varios contrarrevolucionarios en Cuba, entre los que encontraban Bernardo Milanés López, Mario Salabarría y Roberto Sabater, los que dispararían una ametralladora calibre 30 contra los autos de Fidel Castro y su escolta mientras estos transitaban por la Quinta Avenida, en Miramar.

    En ese año de 1963 también se ubicó a Luis Posada Carriles como miembro de un team de la CIA que operaba en un buque madre de la CIA identificado como USS Venus, participando en tareas de infiltración de agentes terroristas y en ataques contra objetivos costeros en Cuba. Experto en el arte de la subversión y de la guerra sucia, Posada Carriles fue instructor por órdenes de la CIA en un campamento ubicado en Polk City y perteneciente a la Junta Revolucionaria Cubana (JURE), entre fines de 1963 e inicios de 1964.

    En marzo de 1964, Posada Carriles finalizó su entrenamiento en Fort Benning como Segundo Teniente de las fuerzas armadas norteamericanas, identificándose con el número C 2 312 445. De inmediato, y por indicaciones de la CIA, se trasladó a Nicaragua para apoyar al Movimiento de Recuperación Revolucionaria (MRR) de Manuel Artime Buesa, desde donde realizó acciones contra Cuba y participó en el entrenamiento de otros terroristas en campamentos del MRR.

    La CIA lo empleó en actividades encubiertas en Centroamérica en varias oportunidades, como fue el intento de derrocar al gobierno de Guatemala en 1965 en un complot dirigido por Roberto Alejos Arzú y representando los intereses de las ultraderechas norteamericana y guatemalteca. Este acaudalado azucarero guatemalteco, quien residía en el 180 Palm Drive, Palm Island, Miami Beach, Florida, se asoció a Posada Carriles y a Luis Sierra López para introducir grandes cantidades de armas con el fin de promover un complot contra el gobierno guatemalteco.

    Detectados por la Aduana norteamericana, el plan fue desarticulado por las autoridades de Miami en mayo de 1965, con la colaboración de las autoridades mexicanas. Fue vital la información ofrecida por Posada Carriles como agente de la CIA y colaborador del FBI para la desarticulación del plan, ya que mantuvo plenamente informados a estos de cada hecho sucedido dentro del complot.

    Posada Carriles, quien junto a Antonio Veciana y Ricardo Morales Navarrete, fueron reclutados por la CIA para ejecutar su guerra sucia contra Cuba, participarían, junto a otros terroristas en la represión del movimiento progresista latinoamericano dentro de la nefasta Operación Cóndor. Varios de ellos fueron enviados a diferentes países para cumplir tan repudiable misión: Félix Rodríguez Mendigutía y Antonio Veciana arribaron a Bolivia en 1966 para dirigir el aniquilamiento del movimiento guerrillero y propiciar el asesinato del Che; Ricardo Morales Navarrete y Luis Posada Carriles dirigieron la DISIP en Venezuela, de la misma manera que Orlando Bosch, Virgilio Paz, Dionisio Suárez y otros, actuaron en Chile por encargo de la CIA para ejecutar la represión en América del Sur.

    Veinte años después de los sucesos recientemente desclasificados por Peter Kornbluh, Director del Proyecto Cuba en el Archivo de Seguridad Nacional, y referidos al plan de atentado contra embarcaciones soviéticas en 1965, Luis Posada Carriles se integraría a la Operación Calypso de la CIA , dirigida al desarrollo de la guerra sucia contra la Revolución Sandinista.

    El destape de las actividades de la CIA que dieron lugar al escándalo Irán-Contras puso en evidencia que el terrorista siempre ha mantenido sus vínculos con la agencia de espionaje norteamericana. El escándalo Irán-Contras se destapó el 15 de octubre de 1986, con la denuncia del Viceministro del MININT de Nicaragua, Luis Carrión, luego del derribo de la avioneta de Eugene Hassenfus. Salió a luz pública, en toda su dimensión, el rol de la CIA como soporte de la contra nicaragüense y la implicación de Posada Carriles y otros terroristas de origen cubano en esas actividades.

    Treinta años después, el periodista norteamericano Gary Webb publicó en el diario San José Mercury, en 1996, el fruto de una investigación en que pone al desnudo la Operación Irán-Contras. De acuerdo con él, la CIA distribuyó y vendió en la Ciudad de los Ángeles grandes cantidades de cocaína con vistas a obtener el dinero necesario para sostener la guerra secreta contra los sandinistas. Como resultado de sus averiguaciones, este periodista fue suicidado misteriosamente el 10 de diciembre de 2004.

    Posada Carriles, totalmente identificado con la CIA y la contrarrevolución cubana, ha sido una de las más confiables cartas de triunfo de las mismas, sin dejar de ser, sin embargo, un comprometedor testigo de sus acciones más ocultas. Su misión suprema ha sido no defraudar jamás a la CIA, quien lo convirtió en agente subversivo, experto en demolición y comunicaciones, hábil tirador, opositor ideológico a ultranza del proceso revolucionario, despiadado y cruel torturador, y, sobre todo, un asesino sin escrúpulos.

    El pago de Luis Posada Carriles al apoyo ofrecido por la CIA cada vez que se ha encontrado en dificultades, ha sido el participar en las acciones terroristas más importantes de las 1500 que ha sufrido el pueblo cubano en estas décadas. La CIA, por su parte, lo ha mantenido navegando en la más odiosa impunidad.

     
     
    Los orígenes de Luis Posada Carriles dentro de la CIA

     

    Respuesta  Mensaje 55 de 56 en el tema 
    De: residente Enviado: 15/06/2010 00:32


    Respuesta  Mensaje 56 de 56 en el tema 
    De: hr-mk Enviado: 16/06/2010 22:15

    La Cuba, que añoran la Fundación Nacional Cubano Americana y otros anexionistas en Miami (I)

    Publicado el 16 Junio 2010 en Especiales, José Luis Méndez Méndez, Opinión

    Por José Luis Méndez Méndez*

    La Fundación Nacional Cubano Americana, FNCA, es una de las emblemáticas agrupaciones en Miami, con sólidos e incuestionables antecedentes batistianos, anexionistas y plattistas, que combinados con sus destrezas mafiosas y terroristas le dan una imagen tan bien ganada, que inspira suspicacia.

    Pero no es la única. Hay otros intentos de los fascistas de origen cubano en Estados Unidos, para constituirse en conductores de una imaginaria futura Cuba. En Internet se puede encontrar un sugestivo anuncio: Bienvenido al mundo del Partido Nacionalista Democrático de Cuba.” Nunca antes había leído un título tan apropiado y recomendable para estar prevenidos sobre el mundo diseñado por sus acólitos.

    A continuación los contrarrevolucionarios anuncian: “En el mismo encontrarás ideas y conceptos que esperamos sirvan de luz, combustible y mapa para llegar a una meta feliz en el ya largo camino hacia la libertad de Cuba”.

    Luz, combustible y mapa, son los tres ingredientes sugeridos y eso me recordó los miles de actos de terror ejecutados contra Cuba en más de 50 años y me intrigó a conocer quiénes eran los gestores de este engendro político.

    Fue fácil y obvio encontrar la respuesta, aunque ahora se presentan travestidos como fervorosos amantes de la libertad y la democracia, no podían despojarse de su  verdadero origen terrorista.

    Sus modestos “padres fundadores” se presentan así: “Quienes fundamos el PND tenemos una larga hoja de servicios a nuestra patria” No cabe duda de ello y la historia registra los servicios prestados a los intereses de una potencia extranjera que les pagó, armó, organizó y entrenó para los actos de terror que cometieron, las personas que asesinaron, las víctimas que causaron y los daños materiales ocasionados.

    Este instrumento norteamericano aglutina a los terroristas históricos y a los neo mercenarios, a las damas bien pagadas y otros especimenes por el estilo,  que con el antifaz de disidentes suspiran por y promueven un horizonte al estilo del falso “sueño americano”, conque pretenden embelesar a las presentes y futuras generaciones de cubanos.

    En el año 2003 un grupo de estos elementos de un nítido  pasado violento, se reúnen para producir este engendro de Partido Nacionalista, registrado el 16 de agosto de ese año, al igual que la FNCA, como una corporación no-lucrativa Made in USA.

    En su argumentación fundacional afirman: “Somos portadores de una antorcha” lo cual me recordó a la Antorcha Martiana nombre del líbelo de la banda terrorista Movimiento Insurreccional Martiano, dirigido por el inveterado criminal Héctor Alfonso Ruiz Fabián, que realizó decenas de actos de terror dentro y fuera de Cuba.

    El Partido Nacionalista en acción, sus primeras actividades

     

    Las primeras acciones de sus agrupados certifican su verdadero carácter, se dieron a conocer por medio de un fastuoso almuerzo en el exclusivo restaurante del  Big Five Club, el 3 de abril del 2004. Lo cual sustenta el carácter elitista de su membresía que aboga por “lo mejor para  Cuba”, bloqueada por 11 administraciones norteamericanas hace más de medio siglo.

    Si al lector, le quedan dudas de qué es el Partido Nacionalista, les presentamos su segunda obra benéfica y la transcribo textual: “Asistencia financiera a familiares y presencia en los juicios de los compatriotas Posada, Novo, Jiménez y Remón juzgados en Panamá y acusados de atentar contra la vida del tirano”.

     

    Los mencionados son exponentes de lo peor del terrorismo anticubano e internacional, causantes de más de tres mil muertes de cubanos, de innumerables hechos violentos todavía impunes, que afectaron a cientos de familias.

    Su Secretario General, es nada menos que Alfredo M. Cepero. Pero dejemos que sea el propio terrorista Luis Posada Carriles, quien se refiera a él: “La Agencia Central de Inteligencia (CIA), enviaba explosivos (C3), lapiceros de tiempo, mecha, cordón detonante, detonadores y todo lo necesario para actos de sabotaje. En aquel tiempo (1960), este tipo de actividades eran conocidas con el nombre de “Acción y Sabotaje”.

     

    “Yo formaba parte de esos grupos. José Puente Blanco, ex-presidente de la Federación Estudiantil Universitaria, y su hermano Roberto, comandaban un Movimiento. Fui a Estados Unidos y allí conocí a Alfredo Cepero, que pertenecía al mismo Movimiento; con él trazamos planes para introducir material bélico en Cuba y entregárselo a nuestros amigos en La Habana”.

     

    Posada Carriles tiene bien presente a Cepero. En su autobiografía Los caminos del guerrero lo menciona así: “Cuando ya la invasión a Cuba era inminente, junto a Sylas Cuervo Castillo, Raúl y Gustavo Lora Hernández, Feliciano Foyo, Alfredo Cepero, López Franco y otros se enrolaron en las fuerzas que se preparaban”.

     

    Alfredo M. Cepero Sotolongo es un activo miembro de la Brigada 2506, que fue derrotada en la invasión mercenaria de abril de 1961, que a nombre del gobierno norteamericano traía la “libertad” a Cuba.

     

    Este es parte de ese mundo violento, que el llamado Partido Nacionalista Democrático destina y prepara para más de once millones de cubanos. Continuará…

    *Es profesor e investigador universitario



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