La Revolución cubana. El triunfo del socialismo en América
Con el triunfo revolucionario de enero de 1959 se inició un período de profundos y radicales cambios, destinados a transformar el régimen neocolonial y dependiente existente en Cuba.
La decisión de llevar a la práctica el programa de Moncada comenzó a ser una realidad con la victoria revolucionaria que:
"alteró en sus fundamentos la correlación entre las clases sociales del país. El bloque burgués latifundista fue desplazado del poder político. Por primera vez en nuestra historia este poder pasó a manos de una alianza de las masas populares, en la que el papel dominante correspondía a los intereses de la clase obrera y los campesinos trabajadores, representados por el Ejército Rebelde victorioso y su dirección revolucionaria."
El poder revolucionario quebró las bases del Estado burgués mediante las siguientes medidas:
- Desintegración y desarme del viejo ejército y la policía, como instrumentos del imperialismo y de la oligarquía, quedando en su lugar el Ejército Rebelde, el pueblo uniformado, el cual garantizaba la soberanía nacional y las conquistas revolucionarias.
- Disolución de los partidos políticos cómplices de la tiranía. Eliminación de los órganos del poder estatal nacional y locales, instalándose en lugar de estos las autoridades revolucionarias encabezadas por un Consejo de Ministros, con plenas facultades ejecutivas y legislativas.
- Inicio de la depuración del aparato judicial y eliminación de los Tribunales de Urgencia, instaurados para reprimir las actividades políticas y revolucionarias, en su lugar se crearon los Tribunales Revolucionarios, que aplicaron la justicia a los criminales de guerra, a los esbirros y torturadores y a los sostenedores de la tiranía. Así fueron castigados ejemplarmente los principales responsables de la muertede más de veinte mil cubanos.
- Saneamiento de la administración pública de elementos que habían sido cómplices de la tiranía, y eliminación de la práctica de la "botella."
- Confiscación de los bienes malversados de aquellos que se enriquecieron a costa del tesoro público y por negocios sucios con el respaldo de la derrocada tiranía.
- Se liquidó la burocracia sindical mujalista y se constituyeron las directivas provisionales, se organizó la elección de nuevos dirigentes sindicales revolucionarios.
Paralelamente, los antiguos carceleros y verdugos de los revolucionarios, enfrentaron la justicia popular. Se crearon los Tribunales Revolucionarios para juzgar y sancionar a los esbirros, torturadores, delatores y criminales de guerra. Estos criminales pagaron con sus vidas las fechorías realizadas durante el régimen derrocado y fueron juzgados según el código militar del Ejército Rebelde, con el apoyo unánime del pueblo que confió en la justicia de los tribunales revolucionarios y no la tomó con sus manos como ocurrió a la caída de Machado.
Infortunadamente, algunos de los grandes culpables, entre ellos el propio tirano Batista, huyeron y fueron acogidos en buen número en los Estados Unidos, donde se les dio garantía de disfrutar de los millones robados y sacados del país, con la condición de exiliados políticos.
La recuperación por la nación de los bienes mal habidos por estos responsables directos del gobierno de Batista y de otros que mediante empresas y sociedadeshabían realizado negocios fraudulentos para enriquecerse, llegó a alcanzar notables propiedades y negocios. Al gángster sindical Eusebio Mujal Barniol, le fueron confiscados por el nuevo Ministerio de Recuperación de Bienes Malversados cinco fincas con 130 caballerías. Una de esas fincas, lechera, tenía 200 cabezas de ganado de raza; otras cañeras, tenían 900 000 arrobas de caña sembradas y además, miles de cerdos; cientos de empleados y jornaleros. La planta eléctrica de una de las fincas, suficiente para alumbrar a un pueblo entero, estaba valorada en más de un millón de pesos.
En total, los primeros meses de la Revolución, fueron confiscadas 318 empresas constructoras. En la industria azucarera desde enero de 1959 a febrero de 1960, pasaron al Ministerio de Recuperación de Bienes Malversados, más de 14 centrales azucareros. Las tierras recuperadas en todas las confiscaciones fueron 12 162 caballerías. Según informaciones de la época, fueron recuperadas propiedades por más de 400 millones de pesos.
Paralelamente a la destrucción del viejo aparato estatal se creaba el nuevo Estado, que respondía a los intereses de las masas populares. Estaba integrado por los distintos sectores que participaron en la lucha dirigidos por la vanguardia revolucionaria que encabezaba Fidel Castro. De esta forma, se estableció una dictadura democrática revolucionaria de las masas populares. Por primera vez en la historia de Cuba se constituía un gobierno que no respondía a los intereses de la oligarquía dominante burguesa latifundista, ni al explotador extranjero.
Al nuevo gobierno se incorporaron en los inicios algunos elementos derechistas, que en el transcurso de las tareas emprendidas, mostraron su incapacidad para proceder de acuerdo con las necesidades de la Revolución, lo que motivó su desplazamiento del gobierno.
En estas circunstancias fue que el 24 de febrero de 1958, Fidel ocupó el cargo de Primer Ministro de Gobierno Revolucionario, con el respaldo del Ejército Rebelde y el apoyo del pueblo. Posteriormente asumió la presidencia de la república, Osvaldo Dorticós, luego de la renuncia, bajo la presión popular, de Manuel Urrutia, que la venía desempeñando.
Se producía un proceso de fortalecimiento del aparato estatal revolucionario. En el camino iban quedando los elementos conservadores y vacilantes. Este proceso se logró bajo el indiscutible liderazgo de Fidel, sobre la base de unir a todas las fuerzas populares y revolucionarias.
Todas estas medidas llevadas a cabo bajo la dirección de la vanguardia revolucionaria liderada por Fidel condujo a la destrucción del viejo aparato estatal burgués latifundista del imperialismo y al establecimiento de la dictadura democrático revolucionaria apoyada en los obreros, campesinos, estudiantes, y pequeña burguesía urbana. Se iniciaba la etapa democrático – popular de la revolución.
El Ejército Rebelde
Organizado, educado y conducido a la victoria por el Comandante en Jefe, fogueado en innumerables combates contra fuerzas muchas veces superiores, el Ejército Rebelde constituía el arma de la Revolución victoriosa.
De sus filas, en la etapa que se iniciaba, salieron jefes y combatientes a cumplir las misiones encomendadas por la dirección de la Revolución. Legendarios comandantes se dedicaron a instruir a las tropas rebeldes en el manejo de la técnica militar ocupada al enemigo, (tanques, aviones, navíos, etc.), y destinada ahora a defender el poder revolucionario.
Otros jefes y combatientes comenzaron a actuar dentro del aparato estatal como ministros, funcionarios, integrantes de tribunales revolucionarios. También fueron designados interventores y administradores de diferentes propiedades confiscadas y ocupadas a los malversadores, (fábricas, fincas, centrales, periódicos). La presencia de soldados o el jefe rebelde en la vida pública, constituyó una garantía del poder político de las masas y sus barbas fueron símbolo de la dictadura revolucionaria, de la clase obrera y el campesinado trabajador. A medida que se llevaron a cabo las transformaciones radicales necesarias, el Ejército Rebelde sería la cantera de cuadros del proceso de conquista de nuestro futuro.
La lucha por el rescate de la soberanía nacional
Después de los dos primeros meses en el poder, el Gobierno Revolucionario proclamó distintas medidas económicas y sociales, que tenían como objetivo el rescate de la soberanía nacional, la eliminación del subdesarrollo y el establecimiento de la igualdadsocial. Estas medias fueron aclamadas por el pueblo, que apoyó su aplicación. En el mismo año 1959 se dictaron las medidas siguientes:
- Fueron reintegrados a sus puestos de trabajo los obreros despedidos durante la tiranía.
- El 3 de marzo se dispuso la intervención de la llamada Compañía Cubana de Teléfonos, monopolio yanqui vinculado en turbios negocios con la tiranía en contra de los intereses del pueblo.
- El 6 de marzo se dictó la Ley de rebaja del 50% de los alquileres que pagaba el pueblo, medida que despertó gran entusiasmo en la población urbana y suscitó verdadera conmoción en los medios burgueses.
- El 21 de abril se declararon de uso público todas las playas del país, suprimiéndose el exclusivismo y la odiosa discriminación por la burguesía en muchos de estos centros.
- El 17 de mayo se dictó la primera Ley de Reforma Agraria, que asestó un duro golpe al latifundio, sentando las bases para la posterior socialización del sector agrícola.
- El 20 de agosto fueron rebajadas las tarifas eléctricas.
Paralelamente a estas medidas se dio inicio a un amplio plan de obras públicas y viviendas, a través del Instituto Nacional de Ahorro y Viviendas, (INAV), creado al efecto; a la construcción de hospitales en lugares apartados; a la atención de la educación en las áreas rurales; a la supresión del juego ilícito, el tráfico de drogas, el contrabando y la prostitución. También se creó el Ministerio de Bienestar Social, que tenía como objetivo la erradicación de los barrios de indigentes y la mendicidad.
Todas estas medidas se encaminaron a eliminar paulatinamente los males heredados de la neocolonia, y a favorecer el logro de la igualdad social como objetivo básico de la Revolución. De estas medidas, una de las más importantes fue la Ley de Reforma Agraria.
Las masas populares: fuerzas motrices de la Revolución
Las constantes declaraciones y agresiones del imperialismo y sus seguidores mediante acciones que abarcaban desde las campañas de prensa hasta sabotajes y actos de terrorismo, enseñaron a las masas quienes eran sus enemigos y la necesidad de impulsar aún más la Revolución. Fidel señaló lo siguiente al respecto en el Informe Central al Primer Congreso del PCC:
"En nuestro país las ideas libraron sus batallas al lado de los acontecimientos.
El pueblo en realidad adquirió conciencia socialista con el desarrollo de la
Revolución y la violenta lucha de clases desatada, tanto en el plano nacional como en el internacional… Esta lucha desarrolló extraordinariamente la conciencia de las masas. Les hizo ver, en el transcurso de unos meses, lo que en decenas de años de explotación despiadada y dominio burgués imperialista sólo una minoría había alcanzado comprender".
El propio proceso revolucionario fue haciendo que las masas populares, al ganar conciencia de la necesidad de las transformaciones socioeconómicas, aumentara su papel como fuerzas motrices de la Revolución. Hay que destacar la importancia de la orientación constante del pueblo mediante su palabra y ejemplo, por parte de los principales dirigentes revolucionarios, encabezados por el Comandante en Jefe.
El pueblo erradicó antiguas concepciones y perjuicios forjados bajo largos años de influencia de la ideología burguesa y siguió firmemente a sus dirigentes a la luz de las nuevas ideas y los principios revolucionarios, Por eso, desde los primeros momentos se combatió el anticomunismo. Se alertó a las masas populares sobre esa campaña imperialista, dirigida contra los intereses de la patria y al mismo tiempo se le hizo comprender al pueblo el desinteresado apoyo de los países socialistas a su lucha de liberación.
El agrupamiento de los latifundistas y los burgueses junto a esbirros de la tiranía batistiana amparados por el imperialismo, permitió que los obreros, campesinos, estudiantes e intelectuales llegaran a comprender que se trataba de un enfrentamiento de las clases explotadoras contra los explotados, ahora en el poder. Así también se fortaleció la conciencia antiimperialista del pueblo que se había ido desarrollado durante la República neocolonial.
El desarrollo político ideológico que iban alcanzando las masas se consolidaba ante cada acción de la contrarrevolución externa e interna.
El apoyo de las masas populares a la Revolución, en cada uno de los radicales pasos que esta iba dando, demostraba que las ideas más revolucionarias iban ganando su conciencia. El antiimperialismo resaltaba en cada enfrentamiento, ante cada acción contrarrevolucionaria, con la expresión que se popularizó en aquellos días: "¡Cuba sí, yanquis no!"
El imperialismo norteamericano demostraba a cada paso su ceguera y desprecio por nuestro pueblo. El 27 de agosto de 1959 el monopolio yanqui que controlaba a la llamada Compañía Cubana de Electricidad y que percibía de la explotación de las tarifas eléctricas cubanas el 20% de sus ganancias, decidió cancelar una inversiónde 15 millones de dólares en Cuba para ampliar los servicios de electrificación en represalia por la reducción de las tarifas eléctricas por el Gobierno Revolucionario de Cuba.
Once días antes, en la Quinta Conferenciade Cancilleres de la Organización de Estados Americanos, celebrada en Santiago de Chile, el Secretario de Estado yanqui, Christian orkr, pretendió acusar a Cuba de exportar la revolución. El ocho de septiembre regresó de un recorrido por distintos países el Comandante Ernesto Guevara y anunció a la prensa lo siguiente:
"Nosotros hemos tenido que soportar en el mundo entero una gran campaña dirigida por capitalistas que están en Estados Unidos, para limitar las ventas de Cuba…"
El 26 de octubre de ese mismo primer año de la Revolución, el Comandante en Jefe, Fidel Castro, denunciaba en acto público las presiones de Estados Unidos para impedir las ventas a Cuba de armas para su legítima defensa así como las amenazas de los dirigentes imperialistas de eliminar la cuota azucarera cubana en el mercado norteamericano.
Los primeros meses de 1960 vieron producirse otra serie de agresiones en relación con el abastecimiento y refinamiento de petróleo por parte de las refinerías propiedad de los monopolios yanquis y británicos. Con el propósito de asfixiar la economíadel país, al paralizarlo por falta de combustible, las empresas ESSO, SHELL y TEXACO, dejaron de comprar petróleocrudo y se negaron a refinar el procedente de la Unión Soviética que previsoramente había adquirido el Gobierno Revolucionario. Del 28 de junio al 4 de julio de 1960 fueron intervenidas por el Gobierno Revolucionario las mencionadas refinerías y se comenzó el procesamiento del petróleo soviético.
El 27 de junio ya había sido aprobado por la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos, el otorgamiento de poderes especiales al Presidente norteamericano Dwigth Eisenhower, para reducir y readjudicar a otros países la cuota azucarera con que Cuba históricamente participaba en el mercado de ese país. Ante la amenaza inminente, Fidel declaró:
"…en ese intento de irnos quitando la cuota, libra por libra, ¡le iremos quitando central por central! ¡y le iremos quitando centavo a centavo, hasta la última inversión de norteamericanos en Cuba…"
El 6 de julio de 1969 el presidente yanqui ordenó rebajar la cuota azucarera cubana, rechazando la compra de 700 000 toneladas de azúcar ya producidas. El 6 de agosto, en digna respuesta a la agresión y para consolidar nuestra independencia económica el Gobierno Revolucionario decidió la nacionalización de las Compañías Cubanas de Electricidad y de Teléfonos y de las empresas petroleras norteamericanas ESSO, TEXACO y SINCLAIR, intervenidas anteriormente. Igualmente fueron nacionalizados 36 centrales azucareros propiedad de empresas norteamericanas.
En septiembre del mismo año se nacionalizó la banca norteamericana y de inmediato el Jefe de la Revolución se dirigió a la Sede de la ONU en Nueva ork donde denunció las agresiones imperialistas contra Cuba en la XV Asamblea General de ese organismo.
Las Milicias Nacionales Revolucionarias y los Comités de Defensa de la Revolución