El gobierno argentino anunció que a partir de diciembre quitará los subsidios a los servicios públicos por $830 millones de dólares para las mayores empresas del país y los sectores más ricos de la población.

“Esta revisión era necesaria”, dijo el economista Pablo Rojo. “Era importante que el gobierno empezara a revisar una política de subsidios cuyos costos hoy son enormes, estamos hablando de más de $60.000 millones de pesos (argentinos) por año en subsidios y que esta revisión se empiece a hacer sector por sector”.

“Me gustaría también que la revisión de los subsidios llegara también a las políticas sociales, a los planes trabajo y a todos aquellos sectores donde el Estado está transfiriendo recursos”, agregó.

La medida propone eliminar la totalidad de los subsidios que las mayores empresas del país reciben en sus cuantas de electricidad, gas y agua. En enero ocurrirá lo mismo entre usuarios de los barrios más ricos de Buenos Aires (Puerto Madero, Barrio Parque) y los barrios privados de todo el país.

El tributarista y ex secretario de Energía, Jorge Lapeña, afirmó que “la suba de tarifas afectará, tarde o temprano, a toda la población”.

“Y hay que saber que esto va a afectar a la población porque se habla de una cifra que está en el orden de los $80.000 millones de pesos, que excede largamente lo anunciado ahora. Los subsidios innecesarios deben ser eliminados, como esto se realice es un tema que va a tener que ser objeto de análisis detallado”, afirmó.

A partir de fin de año, el gobierno enviará notificaciones para que los usuarios declaren bajo juramento si necesitan o no continuar con el subsidio. Esta información será chequeada con la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) que observará sueldos, créditos, consumos y declaración de impuestos.