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De: Akatsuki Rei (Mensaje original) |
Enviado: 07/07/2017 04:43 |
"Los humanos serán eliminados, nadie debe alterar el flujo del tiempo..."
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* “Incluso bajo la influencia de mi poder aún puede mantener el control” Piensa en el momento que contempla como aquellas esferas doradas comienzan a entrar en una fase de inestabilidad en la que van explotando, cubriendo inevitablemente la humanidad de Odiseo, quien no emite un sonido o realiza alguna maniobra que delate su proceder ante tan tremenda reacción en cadena que sin duda amenaza con exterminarlo, siendo aquello un claro indicio de que no está listo para perder o ceder terreno en una batalla de grandes proporciones, ya que incluso han logrado cambiar drásticamente el paisaje que eventualmente se ve cubierto por una densa cortina de humo y polvo, así como por los vestigios del cosmos que por un momento logró controlar, pero que ahora sin duda atenta en su contra. - ¿Me atacas con energía? – Cuestiona sobrio justo cuando paulatinamente se revela nuevamente, manteniendo casi la misma postura, aunque con la clara diferencia que ahora también conserva extendido el brazo izquierdo, con el cual busca tener el control de la energía liberada en cada explosión producida por el caballero dorado. – Tengo la habilidad de manipular la energía… El cosmos de cada ataque que realizas contra mí se vuelve parte de mi fuerza, por ello es que jamás podrás alcanzarme. – Comunica serio y confiado conforme lleva ambos brazos hacia adelante, dejando notar como realiza una vez más su postura de ataque. Por lo que las palmas quedan separadas perpendicularmente mientras toda la energía contenida se va reuniendo en el espacio creado, donde se va dando forma a una esfera dorada que con el paso del tiempo se vuelve morada, debido a que también es imbuida por el cosmos del ángel que multiplica la fortaleza de un ken que incluso es capaz de liberar una abrumadora presión mientras se comprime más y más. – Es una batalla que no puedes superar… Un simple humano no puede ir en contra de los Dioses. – Anexa con la misma frialdad en el instante en que retrae el brazo derecho, ganando el impulso necesario para extender la extremidad antes mencionada que libera la pequeña esfera, misma que avanza a una impresionante velocidad. Sin embargo, la velocidad y potencia no es lo único particular en este ataque, ya que la bola de energía va incrementado de tamaño rápidamente hasta el punto en el que se vuelve gigantesca, abarcando una amplia zona de impacto, buscando con ello cerrar cualquier salida posible y así, terminar con la vida del invasor, de aquel que ha osado profanar el Monte Olimpo…*
Odiseo «« Ten no Tamashi »»
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*La miarada de expectación del Dorado se hace más evidente, a medida que el referido jadeo se torna menos evidente al paso de los segundos que le permiten recobrar ánimo y fuerza, sin embargo el tiempo no es el suficiente para enfrentar directamente la nueva amenaza, pese a la cual su mirada en ningún momento se torna asustada o dubitativa. - Así que crees que puedes dominar la energía del origen del Universo. Muy típico de un sirviente de los Dioses, pues nisiquiera los Dioses pueden dominarlo todo! - Dicho ésto, su mano izquierda se alza por delante de su rostro, como si pretendiese parar aquella esfera monumental con su brazo. De pronto el pelo cuan largo es, se estira hacia atrás como si una fuerza lo empujara en un vaivén que sólo puede aumentar la presencia y gallardía de su apariencia, en tanto que apenas alza su brazo, cuando la mencionada esfera alcanza su ubicación y desde éste momento la figura del Atheniense parece parpadear al momento exacto en que el despliegue del mensajero invade su posición. El caos arrebata cualquier rastro de equilibrio en aquella escena, elevando grandes secciones del suelo, un puente que se encontraba cerca, y desecado una fuente de agua preciosa, un hilo transparente que ha desaparecido para siempre. - Cada día que una persona decide caminar hacia adelante, confiando en su corazón, enfrenta a los Dioses, pues confía en sí mismo y no depende de Zeus o cualquier otro, y eso es lo que más molesta a los Dioses, que los humanos ya no se inquen a su sóla mención, y les molesta aún más, que los humanos crean que tienen una razón por encima de la vida misma, y que caminen en busca de su destino incluso más allá de las órdenes que se dicen divinas. - Éste mensaje se oye claro entre la penumbra que se ha elevado por todas partes, dirigiéndose evidentemente hacia la figura del Ángel. "Estuvo cerca, al fin está menifestando su verdadero poder." Razona el Atheniense en el momento mismo en que se ven unas hilaturas violetas que caen suavemente desde las alturas, así como dos gotas de sangre que manchan el suelo descubierto. Detalles que se pasan casi desapercibidos en medio del estruendo de las rocas y árboles que se estrellan por todas partes, levantando aquella pared de polvo que cubre toda la escena.*
Aries Mu || Saint´s Memories
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* Después de ejecutar el ataque recompone la postura poco a poco hasta quedar erguido, permitiéndose descansar mientras con la fría mirada contempla todo el entorno, recorriendo cada rincón justo cuando nota la ausencia del Lemuriano, quien nuevamente le habla desde un plano desconocido para él. “Desapareció por completo. Es la segunda vez que sucede” Reflexiona mientras baja un poco la vista, dirigiéndola al brazo derecho, lugar en el que sucede una pequeña explosión que crea una visible grieta en la protección que porta. “¿En qué momento? ¿Cómo es que no fui capaz de contener toda esa energía?” se cuestiona mientras es capaz de contemplar el resto del daño que se extiende por su cuerpo, pero sobre todo en los brazos, mismo que sienten dolor y por algunos segundos cierto entumecimiento. – No tiene ningún sentido. – Responde firme mientras levanta un poco la mirada, mirando hacia el peculiar cielo que sin duda luce hermoso, como solo puede apreciarse en el lejano Olimpo. – Tus palabras se revelan a los Dioses, pero no dejas de mencionar a Atenea… ¿Qué la hace tan diferente? ¿Por qué buscan crear caos solo para salvarla? – Cuestiona mientras va normalizando la respiración, algo particularmente extraño al poseer una impecable condición física. - ¿Acaso es ella más importante que el bienestar de la mayoría? – Finaliza con un cuestionamiento más…*
Odiseo «« Ten no Tamashi »»
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*Finalmente, cuando el polvo parece que se asienta sobre el suelo desordenadamente, generando cúmulos de tierra y rocas en lugares donde antes no lo estaban, en medio de los cuales los arroyos empiezan a filtrarse, dejándose ver algunos hilos de agua que bordean algunas rocas y mojas otras, para que al final aparezca un hilo del vital líquido varios metros más abajo y a un lado de donde lo hacía anteriormente. De repente se escucha un taconeo que sin embargo tiene algo de particular, un ritmo que es diferente y ahí se ve al Santo de Aries, con un dejo de tensión en su rostro, aunque sus ojos siguen siendo tan ecuánimes y firmes como siempre. - Mira aquel arroyo Odiseo. - Con tales palabras sus iris se dirigen al hilo de agua que cruza parte del escenario a varios metros de los dos contendientes. - Pese a que el suelo ha sido levantado y vuelto a asentar varias veces, y a pesar de que el cauce se ha perdido, el agua sigue su camino, porque la vida siempre encuentra caminos para seguir. - Diciendo esto, su mirada vuelve a fijarse en el rostro lampiño del Ángel, en tanto su diestra asciende para retirar el casco de su cabeza, observándose unos mechones que vuelan al viento, a la par que una herida surge de su frente, manchando algunos cabellos, mismos que ahora quedan libre por la ausencia del yelmo dorado. - Así nosotros los Caballeros de Athenea seguimos adelante pese a todas las probabilidades, pues estamos seguros que la vida debe seguir, y sólo nuestra Diosa está dispuesta a arriesgarlo todo para que cualquier persona, animal o planta tengan derecho a existir en éste Planeta, y puedan seguir su propio camino. Sólo ella ha dejado impregnado con su sangre el flujo de la vida, para garantizar que ésta no se detenga jamás, y por ello nosotros, su Ejército, luchamos, para que ella le permita a cada ser vivo cumplir sus sueños y deseos, por encima de Dioses que hablan de poder, pero que nunca sentirán el verdadero valor de la vida. - Con una convicción a prueba de fuego, el Ariano apoya su casco sobre una roca cercana, en tanto extiende sus brazos a cada lado, como si buscase el equilibrio perfecto con el ambiente, mismo que parece resonar ante tal llamado, de forma que cientos de miles de luces surgen de todas partes y van dispersándose por toda la arena, sin dejar de brillar, recordando lo infinito del Universo con sus millones de estrellas en cada Galaxia, recordando el Polvo de Estrella del que provienen los planetas, los soles, las constelaciones, incluso el Ser Humano. Con una respiración acompasada y suave, el Dorado mantiene tal postura, sin prestar atención al goteo de su frente, como tampoco a otro goteo que surge de su mano derecha, pues la fuerza de su espíritu apenas está rozando sus límites, y no por nada es un Santo de Oro, porque son ellos quienes han comprobado romper toda barrera cuando se conectan con su Universo Interior.*
Aries Mu || Saint´s Memories
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* Mientras tanto, Odiseo se mantiene firme y con la mirada puesta en la ubicación del ariano que vuelve a aparecer en el terreno de combate. – Mph – Sonido que admite un tono de desaprobación ante las palabras pronunciadas por el enemigo, quien continúa siendo su único objetivo aun cuando se ha percatado de la ausencia del cosmos de Atlas, lo cual le indica lo peligroso de la situación, pues aquel Escarlata es uno de los que se encuentran más cerca de la morada del cosmos de Chronos, el Dios que fue encerrado en el Tártaro, pero que aun después de tanto tiempo mantiene su existencia en el mundo exterior. “¿Cómo pudieron vencer a Atlas? Los humanos son seres peligrosos… No puedo permitir que avancen más allá, nadie debe alterar el flujo del tiempo” Piensa justo después de haber desviado un poco la vista, misma que poco después retorna a la imagen del Lemuriano. – No has respondido a mi pregunta, caballero dorado. – Comenta firme en el instante en que se puede sentir ese inmenso poder cósmico, el cual crea una fuerte presión sobre el terreno de combate que nuevamente pareciera reaccionar, ya que se tiene la impresión que suceden algunos temblores. - ¿Qué crees que sucederá si alteran el flujo del tiempo? ¿Atenea vale ese riesgo? – Vuelve a cuestionar mientras levanta el brazo derecho, manteniendo la palma semi abierta conforme los cabellos que sobresalen de la tiara que porta se mueven intensamente, todo a causa de su fuerte espíritu, uno que debe de cumplir con su deber sagrado como un ángel de Artemisa, como un guardián del Olimpo. – Existen fuerzas que no deben pretender alterar, pero la arrogancia humana les hace creer que puede controlar lo que sea. - … *
Odiseo «« Ten no Tamashi »»
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*Los iris verdosos se ocultan con cierta gracia acompasada no sólo de los párpados, sino de su respiración que en ningún momento pierde su profundidad y articulación. - Es por eso que los Dioses nos temen... - El rostro del Dorado se dirige hacia el Ángel, al cual pareciera observar incluso mejor ahora con los ojos cerrados, debido a la fuerza de su concentración. - Mientras que los Dioses se ocultan en el Olimpo y tienen a diversos guerreros que los guarden, nunca van a entender el valor de la vida, el valor de los pequeñas detalles que al parecer ni siquiera tú puedes entender. - La voz se escucha calmada, sin embargo, se la oye más profunda, más decidida, como si todo su esfuerzo aplicara en tales frases, pues es urgente que el Ángel pueda comprender lo que cada Atheniense lleva en su corazón. - Odiseo, la vida es lo más importante, la alegría, la esperanza, los sueños, todo depende de que haya vida, y si no detenemos a los entes malvados recuperando a Athenea, nada será posible, y lo único que quedará será un Planeta vacío, un cementerio, entre tanto los Dioses siguen refugiados en sus tronos llenos de vanidad para comprender que incluso una brisa de viento es suficiente para levantar los puños. Así pues, piénsalo tú mismo, ¿Acaso la vida, no sólo de los Seres Humanos, sino de todo organismo en la Tierra merecen la pena? - Las luces que habían surgido parecen multiplicarse pues se pueden ver en mayor medida, como si el Universo conspirara con el Muviano y cada rastro de Polvo Estelar despertara y circundara la escena, que se hace más bella, más única a cada segundo. El viento sopla suavemente, llevando en un sentido específico aquellas luces que flotan por todas partes, como si se hubiese unido la fuerza eólica, a una danza sin igual, que pareciera ir en sentido circular abarcando gran superficie de aquel terreno completamente transformado.*
Aries Mu || Saint´s Memories
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* - Entiendo. – Responde justo antes de cerrar los ojos e inclinar el rostro por un breve lapso de tiempo, en el cual, obtiene la respuesta que necesitaba, una que lo impulsa a dominar y olvidar las dudas que en algún punto del combate llegó a tener. – Entonces no habrá otro resultado más que la aniquilación de los seres humanos y Atenea misma. – Adjunta con ese tono firme, así como tranquilo que le da una apariencia de frialdad e indiferencia que se complementa por la apertura de los ojos que lucen la misma carencia emociones. – Ese es el castigo que reciben aquellos que desafían al Olimpo… Zeus, el Rey de los Dioses es implacable… Pero, eso es algo que no podrás ver, ya que tu final será aquí mismo. – Sentencia justo cuando su energía cósmica se intensifica hasta un punto en el que simplemente parece inalcanzable, ya que después de todo se trata de un ser que ha trascendido más allá de los humanos, un ser elegido por los mismísimos Dioses para asumir un lugar como un guardián, como un ángel que debe ejecutar las leyes de los cielos…*
Odiseo || Saint´s Memories
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*Con una clara decepción en su rostro, el Atheniense se limita a escuchar los comentarios del Ángel, sin que nuevas palabras surjan a modo de respuesta, reverberando únicamente aquellas del mensajero de los Dioses. Pese a tal suceso, la expresión del Muviano es de perfecto autocontrol, desarrollando una concentración inhumana que es propia de su entrenamiento y de su nivel de dominio sobre su propio espíritu combativo y más que eso, del Universo interno que habita en cada persona, pero que muy pocos pueden dominarlo a plenitud. De repente, cual si iniciase una danza, mueve los brazos trazando espirales por delante de sí mismo, dejando ver rastros de energía que se entrecruzan cuando sube una mano y baja la otra, recreando un hermoso juego de luces y colores en tonos dorados. Como respuesta a éste juego de manos, las miles de luces que flotan en el ambiente también empiezan a bailar, moviéndose con mayor ímpetu y gracia por el lugar, inundando con su belleza cada recodo maltrecho o aún sin alterar. El viento que acompaña tal suceso parece concentrarse así como aquellos corpúsculos de luz, que van cerrando el diámetro de la circunferencia que trazan. De un momento a otro las manos del Dorado se detienen, elevando la diestra en la que se ve una masa incorpórea de energía pura, cuya luminiscencia eclipsa por completo. - SUTA-DUSTO!! - La energía suspendida en la mano derecha pierde toda estabilidad, como si se desbordara de sus propios confines, dando lugar a un naciente torbellino dentro del cual se materializan algunos cuerpos que se asemejan a los cuerpos estelares que iluminan la noche. - REBORYU-SHON!! - Toda la energía desplegada por el escenario se concentra en ese preciso momento en que las luces blancas se fusionan con los destellos dorados, dando lugar a un torbellino mucho más poderoso y masivo, que poco a poco se conforma por innumerables cometas, dando lugar a un fenómeno único, y es la caída de estrellas fugaces que no es más que el polvo estelar siendo impulsado con una ferocidad enorme hacia la humanidad del Ángel. El rugido es atronador y sacude las bases mismas del escenario, transformando todo, al juntar energía, rastros de agua y piedra, así como el movimiento feroz del espíritu imparable del Carnero de Oro que se muestra apoteósico detrás de aquella conjuración inigualable. "Ésta es la energía del Universo, energía que ni el mismo Zeus puede dominar, pues la fuerza de nuestra esperanza radica en nuestros corazones, que están muy lejos de los fríos tronos del Olimpo. ¡Esto es todo Odiseo, fúndete junto a una lluvia de estrellas!". - Ahhhhhh!!!! - El grito potente se alza y acompaña el rugido de la técnica definitiva del Guardián de Aries, un grito de guerra de un Soldado de Athenea.*
Aries Mu || Saint´s Memories
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* En ese momento puede notarse como el campo de combate nuevamente es dominado por un brillante espectáculo, el cual ha sido creado por el Lemuriano que amenaza con terminar con la vida del ángel y, es en este punto en el que puede percibirse como la mirada de Odiseo admite una emoción, una que lo hace retroceder apenas un paso mientras le genera una gran incomodidad. “¿Qué significa esto? ¿Acaso esto es… miedo?” Se pregunta justo cuando cierra los puños y aprieta los puños, frunciendo el entrecejo al mismo tiempo conforme se afianza sobre el suelo, manteniendo las piernas abiertas en un compás, obteniendo con ello la estabilidad que necesita. – Parece que lo has olvidado, todo tipo de ataque es inútil en mi contra. – Le recuerda con ese tono firme y sereno, como si por ningún motivo hubiese perdido la compostura ante el espíritu combativo del enemigo, quien además de todo le ha obligado a reaccionar emocionalmente a lo largo del encuentro. – Por lo que serás extinguido por tu propia fuerza. – Adjunta justo cuando puede verse como crea un rechazo con el suelo, avanzando rápidamente en dirección al caballero de Aries conforme extiende los brazos a los costados, manteniendo las manos semi abiertas, provocando que el espacio que le rodea se vea un tanto deformado, como si la realidad misma se alterara ante el inminente choque de energía. Sin embargo, justo en el momento que parece ser alcanzado por los primeros cometas puede percibirse claramente como estos pasan rodeándolo, evitándolo y posándose a su alrededor, sometiéndose a la voluntad del ángel de la reversión que luce inalterable ante el polvo estelar que en primera instancia cambia de color, pues adquiere un tono morado justo en el instante en que se frena, viéndose como lleva las manos hacia enfrente, uniéndolas y separándolas en una veloz acción que en cuestión de unos instante permite admirar una esfera de cosmos que emite numerosas ondas expansivas que anuncia el gran poder que posee por haber sido creada por el ataque de Mu, así como por la propia cosmo-energía de Odiseo. “¿Cómo puede ser posible?” Piensa en el momento que el tiempo pareciera detenerse, ya que en esa mínima fracción de tiempo observa un pequeño punto dorado en el abdomen, justo entre una reciente grieta. “¿Por qué no puedo contener este cosmos? Toda esta tenacidad… ¿Me está superando?” Es precisamente tras este pensamiento que todo pareciera detenerse, pues aunque su ataque está en proceso el asombro es evidente en un rostro que admite duda, así como un pequeño dejo de inseguridad…*
Odiseo || Saint´s Memories
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*La seguidilla de explosiones sacude todo el suelo, llegando hasta lo más profundo, pues se alcanzan a observar algunos cráteres o secciones de tierra que han emergido, demostrando el avance a nivel vertical y horizontal de la fuerza generada. El firmamento sigue llenándose de aquellas estrellas fugaces cuya tonalidad dorada resalta con cierta belleza, dejando ver en medio de ellos, algunas trazas de energía pura que se pueden apreciar como cruzan casi todo el espectro de luz, notándose algunos puntos que hacen parecer la confluencia de todas las ondas de luz en un juego de colores único. Sin embargo, otra tonalidad empieza a filtrarse y a arremeter en sentido contrario, en la forma de estrellas que se tiñen de morado y que se vuelven contra el Dorado. "Tal como esperaba de ti Odyseo, sin embargo, todo lo que puedas lograr apenas es un rasguño ante la energía del Universo" La seguridad y determinación hacen gala en la expresión del Atheniense, pues ante cada rasro de luz amanazante, una de color Dorado se cruza generando ondas de choque desde todos lugares. De repente la mirada adopta una conocida expresión de sorpresa. - Acaso... - Apenas alcanza a pronunciar ésta palabra, cuando la figura del Muviano se ve envuelta por la energía combinada de los ataques desplegados, dejando entre ver sus palmas por delante, así como sus ojos verdes asechando aquella amenaza, al igual que su larga cabellera, completamente impulsada hacia atrás. Y en ese preciso instante, todo el escenario sucumbe ante las potentes explosiones que bien parecen destrozar todo el lugar, en tanto un rugido de tierra desgarrada y silbidos por el paso destructor de las estrellas fugaces.*
Aries Mu || Saint´s Memories
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* En ese momento se puede contemplar todo el impresionante escenario, lleno de luces que surcan el espacio que separa a los combatientes, quienes al parecer no tienen la intención de ceder en lo más mínimo. “¿Por qué no puedo contener todo este cosmos?” Se cuestiona en el momento que frunce el entrecejo y aprieta los dientes, dejando notar el esfuerzo que realiza con tal de mantenerse firme en el terreno. “En ese caso no me queda otra opción…” Reflexiona justo cuando puede verse como lleva los brazos hacia enfrente, liberando en el mismo acto la poderosa esfera de energía que sido creada a partir de la técnica de Mu, pero además de todo le ha sido imbuida la energía cósmica del propio Odiseo, creando un ataque que posiblemente sea capaz de competir en contra de la Revolución Estelar, ya que justo cuando sale disparada se puede contemplar como aumenta gradualmente de tamaño hasta el punto en el que se vuelve gigantesca, recibiendo uno a uno los cometas dorados que no parecieran tener la más mínima oportunidad aun cuando la inestabilidad comienza a afectar el ataque del ángel. – Muere. – Decreta justo cuando la colisión es inminente, dejando notar como sucede una gran explosión que dispersa humo y polvo, creando una enorme cortina que oculta por completo el estado en el que se encuentra el protector de los cielos…*
Odiseo || Saint´s Memories
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*Las estrellas fugaces doradas y moradas chocan, mezclándose con la enorme esfera despedida por el Ángel, así como las chispas de color blanco del polvo estelar, recreando un conjunto de luz en tales coloraciones que hacen pensar en algunos fenómenos de la naturaleza, como la única y perfecta aurora boreal, o la destructiva y potente súper nova. Junto a ese juego de colores, el aire se llena de sonidos tales que rompen la belleza de colores, pues el ruido es de deslizamiento y fractura de grandes secciones de roca y tierra, hasta tal punto que la cima que adorna aquel lugar pareciera tener una cota a menor altura. La visibilidad se mantiene muy limitada, pese a que los haces de luz ceden ante una nube uniforme y tosca de polvo, más aún a éste punto cuando el sol se ha ocultado por completo y el manto de la noche cubre aquel escenario. Un delicado goteo se escucha en algún lugar, sonido que se repite en varios puntos, a medida que la tierra removida se observa humedeciéndose, hasta que a la superficie ascienden unos delgados hilos de agua, que como siempre, se abren camino, aunque gran cantidad del líquido vital se mantiene enterrado. Y justo en medio de uno de aquellos hilos de agua, se puede ver unos pequeños trozos de metal dorado, que se bañan de agua, siendo limpiados poco a poco de la tierra que estaba encima. Y justo cuando el viento parece cobrar coraje para aparecer por su propia cuenta en el lugar, unos hilos se dejan ver, hilos del grosor de un cabello y de un color violeta, mismos que se abren delicadamente, cual abanico bajo el influjo de la caricia del viento.*
Aries Mu || Saint´s Memories
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* Es así como se revela un panorama desolador, uno que manifiesta el choque entre dos fuerzas gigantescas que incluso han producido un abrumador cambio en el terreno que hasta hace un momento atestiguó una impresionante batalla, de la cual solo quedan pequeños vestigios cósmicos que aún danzan en el aire, elevándose lentamente antes de desaparecer por completo. "Así que esto es un caballero dorado... No, estos son los seres humanos, aquellos que incluso desafían a sus creadores" Piensa la imponente imagen del ángel de la reversión, quien permanece de píe apenas un poco más atrás a su posición anterior, luciendo como el vencedor del combate. "Sin duda su espíritu de combate es un peligro para los Dioses, ¿Por qué son capaces de romper los límites del cosmos?" Continúa conjeturando en el instante en que cierra los ojos y releja el cuerpo, pues incluso se permite el inclinar un poco el rostro, provocando con ello que la mitad se cubra por una capa de sombra que se produce a causa del alborotado cabello que se mueve al paso del viento, incluso logrando escapar del yugo de la tiara que muestra numerosas muescas que determinan la dificultad que ha tenido al librar tan intensa batalla. - Santo de Atenea... ¿Por qué tú...? - Deja inconclusa la pregunta justo cuando abre nuevamente los ojos, los cuales admiten sorpresa, pero también intriga y hasta cierto dejo de admiración, ya que él ha sido capaz de ver la evolución de un mortal, de uno que le ha sobrepasado y, eso es evidente en el instante que surge una luz dorada en cada grieta de la armadura que porta, notándose como aquel resplandor se va haciendo más y más intenso. "Artemisa-Sama, los humanos son el peor enemigo que podrían enfrentar los Dioses..." Tras el diálogo interno es que se puede apreciar como finalmente su cuerpo es cubierto completamente por el brillo dorado que lo hace desaparecer, dando paso a la muerte de un ser cuya única misión fue hacer cumplir las leyes del Olimpo...*
Odiseo || Saint´s Memories
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*Finalmente la luna se impone al escenario cuando el viento ha llevado el polvo levantado y cuando todo rastro de cosmos desaparece. Sólo un momento un nuevo rastro de luz aparece cuando el Ángel desaparece de la escena, dejando un ambiente lleno de silencio y con el tímedo aullar del flujo de aire. El agua que se anunciaba por encima de la tierra, se ve que cruza con más fuerza entre las rocas, dejándose ver a mayor medida sobre la superficie horadada del escenario, y como respuesta a dichas fuentas, un sonido muy suave se hace escuchar, que no puede ser más que la respiración de una persona. "Odiseo..." de repente los ojos verdes se abren de nuevo, mostrándose magullados, con hilillos de sangre descendiendo a cada lado, hasta caer sobre un hombro descubierto y resbalar hasta las manos desnudas y abiertas. - Vuelve con los Dioses, y lleva nuestro mensaje, que la vida debe seguir por encima de todo. - La voz se oye tan calmada como si relatara una historia, que es la de los Santos de Athenea, la de la Esperanza y una historia que habla de la vida sobre la muerte. Y con esos vocablos la escena parece cerrarse en el astro lunar que ilumina un cuerpo reclinado sobre un montículo que observa con cierta melancolía a hacia arriba, en tanto sus cabellos siguen siendo sacudidos por el aire, abriéndose en un abanico. "Todos somos Polvo de Estrellas, desde las rocas, hasta la hierba y el agua, así como los Dioses o nosotros Odiseo. Y fue ese Polvo de Estrella el que evitó que pereciera ante tu poder, pues te enfocaste en mi técnica, pero dejaste de lado al Polvo que se levantó para defender la vida." Con ese razonamiento, haciendo alusión a las chispas blancas, el Dorado es cubierto por las sombras cuando una nube se atraviesa al brillo de la Luna, cerrando esa cruda escena, que apenas es un punto de inflexión a una gesta que acaba de empezar.*
Aries Mu || Saint´s Memories
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