Cerca de la frontera checa en Ludwikowice se hallaba una mina en la que los nazis utilizaron en secreto para construir un modelo revolucionario con propiedades anti-gravitacionales…
Este proyecto fue conocido como la Campana “Die Glocke”. La Campana era el primer experimento de un prototipo de motor anti-gravedad. Una de las cosas que más llama la atención era que este proyecto secreto había sido desarrollado con los nombres de Kronos (tiempo) y Lanterntrager (portador de luz), teniendo referencias en los documentos ultra secretos como “Puerta del Tiempo”
El proyecto “Die Glocke”
Al mando de este proyecto estaba el general de las SS Hans Kammler, un ingeniero científico que también había participado en el desarrollo de múltiples proyectos como los misiles V-2, aviones reactores, alas volantes, ovnis nazis, y construcciones subterráneas.
Hay diferentes informaciones aludiendo que la campana podría tener 2 cilindros giratorios que contenían una sustancia muy parecida al mercurio, llamada xerum 525. Tenía la peculiaridad que exterior del artefacto estaba forrado supuestamente con material de cerámica, como actualmente los transbordadores espaciales de la Nasa, haciendo la función de aislante térmico. Cuando la Campana se ponía en funcionamiento, los dos tambores rotatorios giraban contrariamente y el objeto se elevaba como los antiguos vimanas, y se podía desplazar. Lo más fascinante es que el verdadero secreto de Die Glocke, es que fuera una “Máquina del Tiempo”.
El III Reich poseía tecnología muy avanzada, de eso no hay duda. Un país, Alemania, puso en jaque a todo un planeta, con un poder armamentístico muy superior a los aliados. Pero no sólo los nazis poseían armas más destructivas que los demás países, sino que poseían información privilegiada de cómo viajar en el tiempo, de vórtices, agujeros de gusano, vida en otros rincones del Universo… y viajaron hasta la Antártida para crear una base.
Cuando los aliados entraron en Alemania, los responsables del proyecto “Die Glocke” (La Campana Nazi), así como los artefactos, desaparecieron. El General Hans Kammler, el máximo responsable de todos los proyectos secretos desde 1.944, y cabeza visible de “La Campana”, a las órdenes de Martin Bormann y del Führer, desapareció y no se supo nada más de él. El General de la SS Emil Mazuw, era el coordinador y responsable directo del proyecto, desapareció y no se supo nada más de él. El Almirante Rhein, responsable de la Investigación, Desarrollo y Patentes, desapareció y no se supo nada más de él. La Dra. Elisabeth Adler, matemática de la Universidad de Königsberg, participó en el proyecto como experta en matemáticas no convencionales también desapareció y no se supo nada más de ella. La médium María Orsic también desapareció.
Cuando el Ejército soviético estaba llegando a la aldea de Ludwigsdorf, hoy llamada Ludwikowice, el oficial de las Waffen SS, Karl Sporrenberg, por orden directa de Hitler, llevó a cabo la ejecución de 62 científicos nazis que trabajaban en el proyecto “Die Glocke”. Después de la guerra nunca más se volvió a saber de la Campana nazi ni del General Hans Kammler, ambos desaparecieron con su secreto.
El caso Kecsburg
El 9 de diciembre de 1965, un objeto volante desconocido, con forma de bellota o de campana, se estrelló en las proximidades de la localidad estadounidense de Kecksburg, Pensilvania. Este suceso es conocido por los ufólogos como el caso de Kecksburg.
Muchas personas que no dudaron en acercarse al lugar donde hubo el impacto aseguraron que se trataba de un objeto en forma de campana o bellota, de un color naranja brillante o bronce. Este objeto emitía una luz azulada que se encendía y se apagaba, además, lo rodeaba un aro dorado con inscripciones parecidas a la escritura egipcia pero que no se llegó a reconocer lo que ponía.
El periodista John Murphy, de la emisora WHJB, ante la gran cantidad de llamadas que había recibido en su oficina, de personas que habían visto el objeto llameante, decidió acudir lo más rápidamente posible al lugar del suceso para conseguir información de primera mano antes de que llegara la policía.
Al llegar, fue al lugar donde había impactado el objeto y pudo ver lo mismo que ya habían avistado diferentes personas, una enorme bellota de unos 3 metros de color bronce, dándole tiempo a tomar algunas fotos del extraño artefacto, pero enseguida llegó la policía local y ordenó a los curiosos volver a sus casas. Allí no había nada que ver. En poco tiempo la zona se llenó de militares y el lugar quedó completamente acordonado.
John consiguió hacer entrevistas a los testigos que habían presenciado el acontecimiento, y las declaraciones de las personas corroboraban lo que él mismo había visto. Según el informe oficial en aquel lugar no sucedió nada, ni se encontró ningún objeto, sin embargo varios testigos presenciaron cómo entraba un camión al bosque y salía con un enorme objeto en su parte trasera tapado con numerosas lonas.
Las fuentes oficiales dijeron que fue un meteorito, pero, lo que aseguraron una multitud de testigos es que mientras que aquel objeto caía a una velocidad trepidante, de repente, empezó a frenar y de forma inusual cambió bruscamente su trayectoria, como si estuviese siendo controlado.
John Murphy, que con toda la documentación que había conseguido estaba trabajando en un gran artículo lleno de información y detalles, la noche antes de publicar el artículo, recibió la visita de dos federales que le invitaron a no publicar el artículo, allí no había pasado nada. Todo quedo en un simple y misterioso suceso. Todo hace pensar que el ovni de Kecksburg era el resultado del desarrollo del proyecto de la campana nazi.
https://estructurasistemica.wordpress.com/2017/02/21/la-campana-nazi-y-la-maquina-del-tiempo/