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De: Porque77 (Mensaje original) |
Enviado: 29/10/2014 09:06 |
LA VERDADERA LEY DE DIOS Y LOS PRECEPTOS DE LOS HOMBRES
En las escrituras se han atribuido a Dios muchos mandamientos de hombres. Y hay testimonios en las escrituras que lo demuestran. Los profetas nos dicen que la Ley de Dios fue cambiada por los escribas:
"...mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas" (Jeremías 8:7-9).
"Ay de los que dan leyes inicuas y de los escribas que escriben prescripciones tiránicas para apartar del tribunal a los pobres y conculcar el derecho de los desvalidos de mi pueblo, para despojar a las viudas y robar a los huérfanos" (Isaías 10,1-2)
Pablo nos dice que no creamos "un evangelio" diferente al de Jesucristo, aunque lo viniera predicando el mismo Pablo, lo cual nos da a entender que tengamos cuidado con las doctrinas atribuidos a Pablo:
"Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema". (Gálatas 1,6-9).
Y también nos dice Pablo que no creamos ciertas afirmaciones o inspiraciones por carta, como si fueran de Pablo. Por tanto, nos avisa que tengamos cuidado con las cartas atribuidas a él: "no os alborotéis tan fácilmente, perdiendo el buen sentido, ni os alarméis con motivo de ciertas inspiraciones o afirmaciones ni por carta como si fuera nuestra..... Nadie os engañe en ninguna manera". (2ª Tesalonicenses 2:2-3). Jesucristo abolió muchos mandamientos del viejo tesamento, como se puede ver en las siguientes citas:
Mateo 5:31-48, Mateo 12:1-8, Mateo 20:25-28, Juan 5:8-11, Juan 5:16-18, Juan 8:3-11 y todo el contexto del Evangelio.
Entonces, esos preceptos que Él abolió sólo eran preceptos de hombres, porque Él había advertido que no había venido a abolir la Ley y los profetas, por tanto lo que Él abolió no era la Ley y los profetas. Él mismo nos reveló que la Ley y los profetas era ésta:
"todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)
Y también nos enseñó la verdadera Ley de Dios en preceptos:
"Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones" (Mateo 19:16-22)
Jesucristo en el Evangelio nos reveló la verdadera Ley y los verdaderos mandamientos que Dios había dado desde siempre y para siempre, pues Él nos dijo que la Ley que Él enseñaba es la Ley y los profetas, y también dijo que los mandamientos eran los que Él enseñó en el Evangelio.
Entonces, el testimonio de Jesucristo en el Evangelio es el mayor testimonio que nos enseña lo que es verdadera Ley de Dios y lo que son preceptos de hombres, pues todo precepto que realmente es verdadero no contradice a los mandamientos que Jesucristo nos enseñó en el Evangelio.
http://elamordejesus.mforos.com
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LA VERDADERA LEY DE DIOS Y LOS PRECEPTOS DE LOS HOMBRES
En las escrituras se han atribuido a Dios muchos mandamientos de hombres. Y hay testimonios en las escrituras que lo demuestran. Los profetas nos dicen que la Ley de Dios fue cambiada por los escribas:
"...mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas" (Jeremías 8:7-9).
"Ay de los que dan leyes inicuas y de los escribas que escriben prescripciones tiránicas para apartar del tribunal a los pobres y conculcar el derecho de los desvalidos de mi pueblo, para despojar a las viudas y robar a los huérfanos" (Isaías 10,1-2)
Pablo nos dice que no creamos "un evangelio" diferente al de Jesucristo, aunque lo viniera predicando el mismo Pablo, lo cual nos da a entender que tengamos cuidado con las doctrinas atribuidos a Pablo:
"Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema". (Gálatas 1,6-9).
Y también nos dice Pablo que no creamos ciertas afirmaciones o inspiraciones por carta, como si fueran de Pablo. Por tanto, nos avisa que tengamos cuidado con las cartas atribuidas a él: "no os alborotéis tan fácilmente, perdiendo el buen sentido, ni os alarméis con motivo de ciertas inspiraciones o afirmaciones ni por carta como si fuera nuestra..... Nadie os engañe en ninguna manera". (2ª Tesalonicenses 2:2-3). Jesucristo abolió muchos mandamientos del viejo tesamento, como se puede ver en las siguientes citas:
Mateo 5:31-48, Mateo 12:1-8, Mateo 20:25-28, Juan 5:8-11, Juan 5:16-18, Juan 8:3-11 y todo el contexto del Evangelio.
Entonces, esos preceptos que Él abolió sólo eran preceptos de hombres, porque Él había advertido que no había venido a abolir la Ley y los profetas, por tanto lo que Él abolió no era la Ley y los profetas. Él mismo nos reveló que la Ley y los profetas era ésta:
"todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)
Y también nos enseñó la verdadera Ley de Dios en preceptos:
"Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones" (Mateo 19:16-22)
Jesucristo en el Evangelio nos reveló la verdadera Ley y los verdaderos mandamientos que Dios había dado desde siempre y para siempre, pues Él nos dijo que la Ley que Él enseñaba es la Ley y los profetas, y también dijo que los mandamientos eran los que Él enseñó en el Evangelio.
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EL EVANGELIO ES LA LEY DE DIOS DESDE EL PRINCIPIO.
"Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Yavé
tu Dios; a él oiréis; conforme a todo lo que pediste a Yavé tu Dios en
Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la voz de Yavé
mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para que no muera. Y Yavé me
dijo: Han hablado bien en lo que han dicho.
Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis
palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare. Mas a
cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le
pediré cuenta". (Deuteronomio 18:15-19)
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Jesucristo abolió todos los preceptos de los hombres escritos en el viejo testamento judío que mandaban matar o hacer daño a las personas y nos volvió a enseñar los verdaderos mandamientos de Dios:
TE RECUERDO LOS MANDAMIENTOS DE JESUCRISTO
"todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12) Jesús también enseña los verdaderos mandamientos de la Ley de Dios que debemos guardar para entrar en la vida y que así nos dicen: "Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios" (Mateo 19:16-24) A los hombres codiciosos que se hacen dueños de muchas posesiones les cuesta muchísimo entregar sus bienes a los pobres. Ellos no quieren el camino de la misericordia y prefieren imponer sacrificios y esclavitud a los pobres. Por eso, Jesucristo también les dijo: "Si hubierais comprendido qué quiere decir: "Misericordia quiero, y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7 ) "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo". (Mateo 22:34-40) El Señor no mandó que se mate a las personas que cometen faltas, sino que se les perdone, pues el Evangelio así nos dice: "Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete". (Mateo18:21-22) "Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas". (Mateo 6:14) "Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas". (Marcos 11:25-26)
"No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados". (Lucas 6:37)
"Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (Marcos 16:15-16).
"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén". (Mateo 28,19-20).
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De: Unica-esperanza Enviado: 07/07/2018 13:59
Pedro, cuando nos habla de los puntos difíciles de las cartas atribuidas a Pablo
precisamente lo que dice Pedro,es que las cartas son de Pablo:
"como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender,".
Ahora recordaremos las palabras del mismo Pablo que nos previenen de que sus cartas podían ser cambiadas:
El mismo Pedro y Pablo nos dicen que tengamos cuidado con las cartas de Pablo:
"Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo". (2ª Pedro 3,15-18.)
Ahora recordaremos las palabras del mismo Pablo que nos previenen de que sus cartas podían ser cambiadas:
"Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema". (Gálatas 1,6-9).
=Esperanza
El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca". (Lucas 6:45)
Dios da la vida y dios deja de infundir su aliento sobre las personas para que duerman (mueran), pero los mandamientos que Dios dió a los hombres es: NO MATARÁS... LOS HOMBRES NO DEBEN MATAR... Ahora RECUERDO LOS MANDAMIENTOS DE JESUCRISTO: "todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". Jesús también enseña los verdaderos mandamientos de la Ley de Dios que debemos guardar para entrar en la vida y que así nos dicen: "Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios" (Mateo 19:16-24) A los hombres codiciosos que se hacen dueños de muchas posesiones les cuesta muchísimo entregar sus bienes a los pobres. Ellos no quieren el camino de la misericordia y prefieren imponer sacrificios y esclavitud a los pobres. Por eso, Jesucristo también les dijo: "Si hubierais comprendido qué quiere decir: "Misericordia quiero, y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7 ) El Señor no mandó que se mate a las personas que cometen faltas, sino que se les perdone, pues el Evangelio así nos dice: "Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete". (Mateo18:21-22) "Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas". (Mateo 6:14) "Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas". (Marcos 11:25-26) "No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados". (Lucas 6:37) "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (Marcos 16:15-16). "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén". (Mateo 28,19-20). Estos son los mandamientos que debemos guardar para entrar en la vida, y si somos fieles a estos mandamientos, es cuando en realidad podremos saber como entender y vivir el siguiente mandamiento: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo". (Mateo 22:34-40) Cuando se imponen leyes de penas de muerte y guerras, y no se reparten los bienes entre los pobres como manda Jesucristo, no se ama al prójimo como a nosotros mismos...
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Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
(Jua 3:16 BTX)
Creer en Jesucristo es creer en sus misericordiosos mandamientos (los mandamientos del Evangelio)... y los misericordiosos madnamientos de Jesucristo anularon muchos preceptos del viejo testamento judío por que solo eran mandamientos de hombres que mandaban penas de muerte, guerras y genocidios donde se mataban a hombres mujeres y niños...
Y esto es lo que hizo Jesús, volver a enseñar los verdaderos mandamiento de Dios que son todos misericordiosos...
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Jesucristo abolió todas las leyes del
viejo testamento que faltaban a la misericordia y al perdón, y en su
lugar nos dejó los verdaderos mandamientos de Dios. Los
mandamientos del Evangelio dejaron abolidos los mandamientos del viejo
testamento que mandaban hacer daño a las personas y matarlas. Aquellas
leyes faltaban a la misericordia de Dios, por eso Jesucristo las abolió.
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DEMOCRACIA (la LEY de la mayoría) No es la LEY DE JESUCRISTO... ¿Mandó Dios que los hombres hagan guerras de pueblos contra pueblos donde mueren tantas mujeres, hombres y niños que sufren esas atrocidades?... ¿Mandó Dios a los hombres poderosos que impusieran penas de muerte y castigos terribles a los que cometen faltas contra las leyes establecidas por los gobiernos del mundo?…
AQUELLAS LEYES DEL VIEJO TESTAMENTO JUDÍO QUE MANDABAN QUE UNOS HOMBRES MATARAN A OTROS NO ERAN MANDAMIENTOS DE DIOS... así que tus sentencias están caducadas...
=María_Laura3
... una cosa es que Dios haga morir a quienes Él tenga dispuesto, y otra muy distinta es que Dios haya ordenado a los hombres matar a las personas como tú dices. Los mandatos del Antiguo Testamento que ordenaban a los hombres matar a las personas no son más que mandatos de hombres. Jeremías 8:8.
Hola María...
Las escrituras son como un campo donde hay trigo y donde hay cizaña..., y mientras vivamos en este mundo la cizaña siempre estará produciendo MUCHA CONFUSIÓN Y mucho dolor, por este motivo son muchas las personas las que aman a Jesucristo y viven con la esperanza de poder vivir algún día la verdadera vida... Y de estas vivencias tan preciosas nos hablo santa Teresa: (dedicado a mi madre maría)... CÁNTICO DE AMOR DE SANTA TERESA DE JESÚS "" Vivo sin vivir en mí
y tan alta vida espero, que muero porque no muero. Vivo ya fuera de mí después que muero de amor; porque vivo en el Señor, que me quiso para sí cuando el corazón le di
puso en él este letrero que muero porque no muero. Esta divina prisión
del amor en que yo vivo ha hecho a Dios mi cautivo y libre mi corazón; y causa en mí tal pasión
ver a Dios mi prisionero, que muero porque no muero. ¡Ay, qué larga es esta vida! ¡Qué duros estos destierros, esta cárcel, estos hierros
en que el alma está metida! Sólo esperar la salida
me causa dolor tan fiero, que muero porque no muero. ¡Ay, qué vida tan amarga
do no se goza el Señor! Porque si es dulce el amor no lo es la esperanza larga quíteme Dios esta carga más pesada que el acero, que muero porque no muero. Sólo con la confianza vivo de que he de morir, porque muriendo el vivir
me asegura mi esperanza muerte do el vivir se alcanza, no te tardes, que te espero, que muero porque no muero. Mira que el amor es fuerte vida, no me seas molesta, mira que sólo me resta
para ganarte perderte. Venga ya la dulce muerte el morir venga ligero que muero porque no muero. Aquella vida de arriba, que es la vida verdadera, hasta que esta vida muera no se goza estando viva muerte, no me seas esquiva viva muriendo primero que muero porque no muero. Vida, ¿qué puedo yo darle
a mi Dios que vive en mí, si no es el perderte a ti
para merecer ganarle? Quiero muriendo alcanzarle pues tanto a mi Amado quiero, que muero porque no muero "".
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Jesús dio su vida cuando predicó el Evangelio, y
cuando predicó el Evangelio nos enseñó los mandamientos que en verdad
fueron dados por Dios desde siempre y para siempre. Así que Él libró al
mundo del error de la ley que contenía muchos mandatos de muerte y
esclavitud en el Antiguo Testamento y nos enseñó los verdaderos
mandamientos de Dios. Y todos aquellos que no amaban los mandamientos
que Jesús nos enseñó, persiguieron a Jesús hasta matarlo. Así que Jesús
dio su vida por enseñarnos la verdadera Ley de Dios.
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Es muy triste que haya tantas religiones que dicen ser cristianos y prediquen doctrinas que no se ajustan a lo que Jesucristo enseñó cuando predicó el Evangelio.
Enseñan doctrinas y mandamientos que son preceptos de hombres pero no los mandamientos que Jesucristo enseña en el Evangelio y que Él mandó guardar para entrar en la vida.
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JESUCRISTO SE ME HA MANIFESTADO Y ME HA AMADO... ... (Visiones y manifestaciones del Señor) Un
día, ya muy cansado de buscar la verdadera enseñanza y los verdaderos
mandamientos de mi amado Señor Jesucristo, se me manifestó el Señor en
una visión: "El Señor, con mucho amor, puso
sus manos sobre mis hombros, y así me sentí amado y bendecido por Él por
unos momentos... Enseguida sentí que detrás de mí se acercaba mucha
gente. Yo miré, y vi los campos llenos de gente que venía con odio y con
rabia buscando a Jesucristo para matarlo... Era como si el mundo entero
se hubiera vuelto loco de odio contra Jesucristo.
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Hola
Damarit Espinoza tu interpretación de las profecías del Apocalipsis don
muy interesantes, pero hay algunos puntos que no veo que detalles
correctamente, yo tengo una visión, parecida a la tuya, aunque con
algunos detalles que te ofrezco por si pueden serte interesantes:
La Bestia con el Número 666, o el Imperio del Fin
El Dragón y las dos Bestias del Fin (Apocalipsis 12 y 13)
Tres
imperios de guerra, de dolor y de muerte hay desde Jesucristo hasta
el fin del mundo: el Dragón y las dos Bestias, tres imperios de
esclavitud, de guerra y de dolor que aparecerían en el mundo y que
fueron profetizados por el apóstol Juan (Apocalipsis 12 y 13): - El imperio del Dragón (Roma): El
imperio de Roma, en unión con muchos poderosos del pueblo judío,
persiguió a Jesucristo y a los apóstoles, y después a muchísimos
cristianos. Impuso leyes de esclavitud para los humildes, impuso
guerras y el dolor que estas cosas provocaban. También tenía como
diversión matar y torturar a muchas personas en los circos. Muchos
cristianos murieron en estas diversiones criminales practicadas en los
circos... El número de la Bestia es el 666... 666 años de dolor y
de muerte vivieron los cristianos desde Jesucristo hasta la Edad
Media. - El imperio de la Bestia primera: Los
666 años después de Jesucristo ya habían pasado, y después vino el
Imperio de la primera Bestia. Este imperio nacido en la Edad Media
fue un imperio de esclavitud, terror, inquisiciones religiosas y
terribles guerras... Al final de ese período de 666 años, el mundo y
sus religiones también cambió la Ley misericordiosa del Evangelio
por las leyes de muerte, de guerras y esclavitud del viejo
testamento...; volvieron a justificar e imponer como ley esas leyes
que Jesucristo había abolido con el Evangelio. - La Bestia o imperio del Fin, de la que hablaremos seguidamente (los 666 últimos años). La
Bestia del Fin es el último imperio de dolor profetizado por el
apóstol Juan. El Dragón y las dos Bestias son tres imperios de 666
años..., años de injusticias, guerras, muerte y destrucción, que
abarcarían un tiempo aproximado de 2000 años. Desde Jesucristo hasta
nuestros días ya ha pasado ese tiempo, entonces el Fin de los tiempos
de injusticias, guerras y dolor está a punto de acabar. Después de estos imperios de las Bestias, está profetizada la Segunda Venida de Jesucristo: Ven pronto, Señor. "El
que tenga oídos que oiga. Si alguno está destinado a la cautividad,
irá a la cautividad; el que mata con la espada a espada morirá.
Aquí la perseverancia y la fe de los santos. [Apoc. 13,10] El
Señor nos mandó tener misericordia y perdonar a nuestros
semejantes. No debemos vengarnos ni hacer daño a nadie, no debemos
matar a nadie ni hacer guerras porque, como nos dice la escritura: "el que mata con la espada a espada morirá".
La enseñanza de Jesucristo es la Paz y el Amor. Él no mató a
nadie ni hizo guerras contra sus enemigos cuando le fueron a
crucificar. Y cuando Pedro le quiso defender con la espada en la
mano, Jesucristo le dijo: "Vuelve
tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada
perecerán. ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que
él no me daría más de doce legiones de ángeles? ¿Pero cómo entonces
se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga?" (Mateo26:52-54) La
enseñanza de Jesucristo es el amor, la misericordia y el perdón,
pero los hombres codiciosos del mundo no quisieron vivir como
Jesucristo manda, y por esto se entregaron a la Bestia (las leyes de
guerras, penas de muerte y esclavitud). Nosotros,
los que hemos llegado hasta estos tiempos tan avanzados, nos ha
tocado vivir las cosas finales. Estamos viviendo los acontecimientos
finales de la Bestia del Fin (los desastres de las guerras del fin).
Entonces, debemos examinar la profecía que nos da detalles de las
cosas que haría la Bestia del Fin, y sobre esta Bestia del Fin, así
nos dice la escritura: "Vi otra bestia que subía de la tierra; tenía dos cuernos como los de un cordero, pero hablaba como un dragón". [Apoc. 13,11] Esta
bestia que surge de la Tierra es la Bestia final y en esta profecía
el apóstol la ve disfrazada con dos cuernos de cordero para engañar
al mundo. Aquí debemos considerar que, si Dragón (en cuanto a sus
propósitos) es igual a Bestia, y Bestia primera igual a Bestia
segunda..., los dos cuernos de la segunda son dos poderes iguales a los
diez cuernos de la primera (dos poderes del mundo que aparentan ser
mansos y buenos, "tenía dos cuernos como los de un cordero, pero hablaba como un dragón"..., pero que intentan apartar a los cristianos de su amor al Evangelio persiguiéndolos, amenazándolos y confundiéndolos). "Ella
ejerce todo el poder de la primera bestia en su presencia y hace
que la tierra y sus habitantes adoren a la primera bestia, cuya
llaga mortal había siso curada". (Apoc. 13, 12) La
Bestia que surge de la Tierra: Sabiendo, como ya sabemos, que la
Bestia significa el poder de la guerra, ¿a qué poder podríamos
comparar esta Bestia?... La
Bestia significa el poder del mundo preparado para la guerra, y en
esta visión el apóstol ve a la Bestia con dos cuernos: En el tiempo
del Fin, el poder de los pueblos preparados para la guerra se divide
en dos bloques: el bloque de oriente y el bloque de occidente. Dos
bloques que parecen enemigos pero que al final los dos sirven a la
Bestia, esto es, sirven a la guerra, porque la Bestia es la guerra.
La profecía nos sigue diciendo: "Hace grandes prodigios, hasta hacer descender fuego del cielo a la tierra a la vista de los hombres". (Apoc. 13,13) Esta señal se puede comparar a la aviación de los tiempos modernos ("Hace grandes prodigios, hasta hacer descender fuego del cielo a la tierra"), lanzando bombas, cohetes, mísiles, etc, en manos de estos dos poderes "dos cuernos"(el imperio de guerra entre occidente y oriente). "Con
los prodigios que le ha sido concedido realizar en presencia de la
bestia, seduce a los habitantes de la tierra y les dice que hagan
una estatua a la bestia (la que fué herida con espada y revivió)". (Apoc. 13,14) La
Bestia del Fin, en muchos pueblos, manda que se hagan estatuas
dedicadas a la guerra según las costumbres de la Bestia de la Edad
Media (la que fué herida con espada y revivió). La estatua a la Bestia puede estar representada en piedra, hierro, en libros, etc. Esta
bestia también impondría religiones en el mundo que justificaran
las guerras, las penas de muerte, las torturas y la esclavitud. El
Anticristo no podía destruir el Evangelio, Cristo se lo tenía
prohibido..., en cambio, tenía, y sigue teniendo, poder para cambiar la
verdadera enseñanza del Evangelio y perseguir "al remanente de los
Santos" que predican el Evangelio de la paz y la misericordia.
"Le fué dado animar a la estatua de la bestia hasta el punto de
hacerla hablar, de suerte que hiciese morir a todos los que no adorasen
la estatua de la bestia". (Apoc.15) La
estatua de la bestia en piedra, hierro o en libros, aún sería poca
cosa para Satanás, y entonces usaría el cine y la televisión en
imágenes animadas: "animar a la estatua de la bestia", con sonido (el cine sonoro): "hasta el punto de hacerla hablar"...,
para presentar a la Bestia (la guerra) de una forma muy seductora y
maravillosa para el mundo... El mundo seducido por la Bestia y sus
maravillas seguiría haciendo guerra. "de suerte que hiciese morir a todos los que no adorasen la estatua de la bestia". En
los tiempos del Fin, los cristianos que realmente amen la paz y el
amor que obra por la misericordia, serán perseguidos por los
adoradores de la Bestia (la guerra). "E
hizo que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y
esclavos, recibieran una marca en la mano derecha o en la frente, de
forma que ninguno pueda comprar o vender si no ha sido marcado con el
nombre de la bestia, o con el número de su nombre". (Apoc. 13, 16-17) La
siguiente señal nos dice que esta Bestia marcará a los hombres en
la frente y en la mano derecha con un número (666)... Pues bien,
parece que aquí nos quiere decir Juan que esta bestia final marcará a
los hombres y mujeres de alguna forma en la frente. Posiblemente
esta forma sea que los marcará por su imagen o fotografía. Y en
cuanto a que los marcará en la mano derecha, puede ser por sus
huellas dactilares o por su forma de escribir (la firma), o por
ambas cosas, plasmadas en algún tipo de carné que impondría la
Bestia... El
Dragón y las dos Bestias son tres imperios de terror, y el número
de la Bestia es el 666... Entonces 666 por tres imperios de la
Bestia (el Dragón y las dos bestias) es igual a 1998 años (2000 años
aproximadamente desde el tiempo de Jesucristo hasta el Fin)... El Dragón: Tiempos de Jesucristo (Imperio romano). La
Primera Bestia: Tiempos de la Edad Media (Guerras entre Mahometanos
y "cristianos", llamadas muy frecuentemente, "Guerras Santas"). Y
La Segunda Bestia (imperio final): Tiempo del Anticristo o Bestia
del Fin con dos cuernos de cordero pero que hablaba como un dragón.
Muchos gobiernos y religiones se presentan al mundo con apariencia
de cordero pero luego amenazan con su poder de las armas. La
profecía también nos dice: "Aquí la sabiduría. El que tenga inteligencia calcule el número de la bestia, un número de hombre. Su número es 666". [Apocalipsis 13,18]. Sobre
este número simbólico de la Bestia (666), Juan el apóstol nos dice
que el que tenga inteligencia lo calcule. Y este es el cálculo y la
interpretación: 6 + 6 + 6 = 18 y 1 + 8 = 9... 9 será el número y la llave que nos abrirá la puerta de muchos misterios en el tiempo del Fin. En
nuestros tiempos es cuando la Bestia del Fin ha llegado a su máximo
poder, y luego vendrá su fin, cuando Dios tenga determinado.
Creemos que será muy pronto porque muchas profecías están ya
cumplidas. El Anticristo o Bestia del Fin desencadenó la Primera y
Segunda Guerras Mundiales y puede ser el causante de la Guerra del
Fin, si el mundo no se arrepiente. "Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin". (Mateo 24:14).
"cuarenta y dos meses"... OTRA SEÑAL SIMBÓLICA DE LOS TIEMPOS DE LAS BESTIAS y su relación con el numero 666.
Si recordamos las palabras de Juan el apóstol cuando en las páginas
anteriores nos habla del Dragón, vemos que nos dice que la Iglesia de
Jesucristo huirá a un lugar donde es alimentada por "un tiempo, dos
tiempos y medio tiempo, lejos de la vista de la serpiente". Y ahora
nos dice que a la Besita "Le fue dada
una boca que profería palabras arrogantes y blasfemias, y le fue
dado poder de hacerlo durante cuarenta y dos meses". Los tiempos bíblicos significan años, entonces: "un tiempo, dos tiempos y medio tiempo"
son tres años y medio o cuarenta y dos meses... Y tres años y medio o
cuarenta y dos meses también son: 1260 días bíblicos y simbólicos
que equivalen a un tiempo real determinado. Y ahora volvamos a
recordar la relación que tienen estos números con el número de la
bestia, que es 666: Cuarenta y dos meses o "un tiempo, dos tiempos y medio tiempo" = 3,5 años por 360 días es igual a 1260 días... y, sumando entre sí los números, 1260 sería igual a: 1+2+6+0 = 9...
Y ahora, si recordamos el número de la bestia del fin, que es 666, y
sumamos sus números entre si, vemos que también nos entregan el
numero 9: 6+6+6 = 18... y 1+8 = 9..." Entonces, "cuarenta y
dos meses" y "un tiempo, dos tiempos y medio tiempo", que también
son 3 años y medio o 1260 días, tiene relación con el número 666 de
la Bestia porque todos guardan relación con el número 9.
Las bestias son imperios del mundo, y el tiempo de cada imperio es de
1260 días simbólicos que son 666 años reales... porque el numero de
la Bestia es el 666. De todos estos números y tiempos simbólicos que tienen relación con el 666 y con el "9" hablaremos más adelante.
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JESUCRISTO VINO A ENSEÑARNOS LOS VERDADEROS MANDAMIENTOS DE DIOS
Dios, desde el principio, entregó a los hombres y mujeres los
mandamientos que debían guardar para entrar en la vida. Y en tiempos
de Moisés, Dios volvió a enseñar a los pueblos los verdaderos
mandamientos de Dios... Pero después de Moisés, ¿qué es lo que pasó
con la Ley?... LA LEY DE DIOS FUE CAMBIADA POR LOS ESCRIBAS
Después que fue entregada la Ley a Moisés, los escribas dominados por
los poderosos del pueblo, cambiaron la Ley de Dios. Y en aquella ley
cambiada (LAS LEYES DEL VIEJO TESTAMENTO) se escribieron leyes de penas
de muerte, de guerras y de esclavitud que Dios no había mandado, pero
los escribas dejaron escrito que aquellas leyes de muerte y de
esclavitud del viejo testamento eran mandamientos de Dios.
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LEY DE DIOS EXODO 20 Y EXODO 31:12,18 ESCRITO CON SU DEDO EN LA SANTA BIBLIA ,LA SANTA BIBLIA INSPIRADOS POR DIOS ESPIRITU SANTO BENDECIDOS SANTIFICADO POR CRISTO SI POR EL PADRE CELESTIAL Y EL ESPIRITU SANTO JUAN 14:15,24 .. . _____,PRESECTOS HUMANOS CATECISMO PAPABRA DE HOMBRE NO INSPIRADO POR EL ESPIRITU SANTO SI NO POR SATANAS APOC 12:9CAP 13:4 .NO BENDECIDOS NI SANTIFICADO POR CRISTO NI PADRE CELESTIAL NI ESPIRITU SANTO .
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LA LEY DE DIOS EXODO 20:1,17 FUE CAMBIADO POR EL PAPADO CATECISMO DANIEL 7:25 .
Daniel 7-> Ver. 25
[V.25-> Hablará palabras. Arameo millin (singular millah), simplemente, “palabras”. La expresión “grandes cosas” (Dan 7:8; Dan 7:20) es una traducción del vocablo arameo rabreban. Millah se traduce “asunto” en Dan 2:5; Dan 2:8; Dan 2:10-11; Dan 2:23; Dan 5:15; Dan 5:26; Dan 7:1; “palabra” en los Dan 4:31; Dan 4:33; Dan 5:10; Dan 7:11; Dan 7:25; Dan 7:28; “edicto” en 3:28; 6:12 y “respuesta” en 2:9. Contra. Arameo letsad. Si bien tsad significa “lado”, letsad no significa, como se esperaría, “al lado”, sino “contra”. Pero aquí parecería significar además “ponerse en lugar de”. Al oponerse al Altísimo, el cuerno pequeño pretendería ser igual a Dios (ver com. 2Ts 2:4; cf. Isa 14:12-14). La literatura eclesiástica abunda en ejemplos de las pretensiones arrogantes y blasfemas del papado. Ejemplos típicos son los siguientes tomados de una gran obra enciclopédica escrita por un teólogo católico del siglo XVIII: “El papa es de una dignidad tan grande y es tan excelso, que no es un mero hombre, sino como si fuera Dios y el vicario de Dios... ”El papa está coronado con una triple corona, como rey del cielo y de la tierra y de la regiones inferiores... ”El papa es como si fuera Dios sobre la tierra, único soberano de los fieles de Cristo, jefe de los reyes, tiene plenitud de poder, a él le ha sido encomendada por Dios omnipotente la dirección no sólo del reino terrenal sino también del reino celestial... ”El papa tiene tan grande autoridad y poder que puede modificar, explicar e interpretar aun las leyes divinas... ”El papa puede modificar la ley divina, ya que su poder no es de hombre sino de Dios, y actúa como vicerregente de Dios sobre la tierra con el más amplio poder de atar y soltar a sus ovejas. ”Cualquier cosa que se diga que hace el Señor Dios mismo, y el Redentor, eso hace su vicario, con tal que no haga nada contrario a la fe” (traducción de Lucio Ferraris, “Papa II”,Prompta Bibliotheca, t. VI, pp. 25-29). Quebrantará. O, “desgastará”. Esto se describe antes con las palabras, “este cuerno hacía guerra contra los santos, y los vencía” (Dan 7:21). La frase describe una persecución continua e implacable. El papado reconoce que ha perseguido y defiende tales hechos como el legítimo ejercicio del poder que pretende haber recibido de Cristo. Lo siguiente está tomado de The Catholic Encyclopedia: ”En la bula ‘Ad exstirpanda’ (1252), Inocencio IV dice: ‘Cuando los que hayan sido condenados como culpables de herejía hayan sido entregados al poder civil por el obispo o su representante, o la Inquisición, el podestá o primer magistrado de la ciudad los llevará inmediatamente y ejecutará las leyes promulgadas contra ellos, dentro del término máximo de cinco días’... Ni podía quedar duda alguna en cuanto a cuáles disposiciones civiles se indicaban, porque los pasajes que ordenaban quemar a los herejes impenitentes 858 estaban incluidos en los decretos papales de las constituciones imperiales ‘Commissis nobis’ e ‘lnconsutibilem tunicam’. La bula antes mencionada ‘Ad exstirpanda’ permaneció de allí en adelante como documento fundamental de la Inquisición, renovada o puesta nuevamente en vigencia por varios papas, Alejandro IV (1254-61), Clemente IV (1265-68), Nicolás IV (1288-92), Bonifacio VIll (1-1303) y otros. Por lo tanto, las autoridades civiles estaban obligadas por los papas, so pena de excomunión, a ejecutar las sentencias legales que condenaban a los herejes impenitentes a la hoguera” (Joseph Blötzer, art. “Inquisition”, t. VIII, p. 34). Pensará. Arameo sebar, “procurar”, “intentar”. Se indica un esfuerzo premeditado (CS 499-500). Tiempos. Arameo zimnin (singular, zeman), término que indica tiempo fijo, como en los Dan 3:7-8; Dan 4:36; Dan 6:10; Dan 6:13, o un lapso como en los Dan 2:16; Dan 7:12. En el Dan 2:21 se da una sugestión en cuanto al significado de la expresión “cambiar los tiempos’. Allí se usan juntas otra vez las mismas palabras arameas que significan “mudar” y “tiempos”. Sin embargo, en ese pasaje Daniel dice que es Dios quien tiene la autoridad de mudar los tiempos. Es Dios quien rige el destino de las naciones. Es él quien “quita reyes, y pone reyes” (Dan 2:21). “En la palabra de Dios contemplamos detrás, encima y entre la trama y urdimbre de los intereses, las pasiones y el poder de los hombres, los instrumentos del Ser misericordioso, que ejecutan silenciosa y pacientemente los consejos de la voluntad de Dios” (Ed 169). Es también Dios quien determina el “tiempo” (arameo zeman) cuando los santos poseerán el reino (Dan 7:22). El esfuerzo del cuerno pequeño para mudar los tiempos indicaría un esfuerzo premeditado para ejercer el derecho divino de dirigir el curso de la historia humana. La ley. Arameo dath, palabra usada para referirse tanto a la ley humana (Dan 2:9; Dan 2:13; Dan 2:15; Dan 6:8; Dan 6:12; Dan 6:15) como a la divina (Esd 7:12; Esd 7:14; Esd 7:21; Esd 7:25-26). Es evidente que aquí se hace referencia a la ley divina, ya que la ley humana puede ser cambiada según la voluntad de la autoridad civil, y tales cambios difícilmente podrían ser el tema de la profecía. Al investigar si el papado ha intentado cambiar las leyes divinas o no, encontramos la respuesta en la gran apostasía de los primeros siglos de la era cristiana cuando fueron introducidas numerosas doctrinas y prácticas contrarias a la voluntad de Dios revelada en las Sagradas Escrituras. El cambio más audaz corresponde al día de descanso semanal. La iglesia apóstata admite sin ambages que es responsable de la introducción del descanso dominical, y pretende que tiene el derecho de hacer tales cambios (CS 499-500). Un catecismo autorizado para sacerdotes dice: “La Iglesia de Dios [es decir, la Iglesia Católica] en su sabiduría ha ordenado que la celebración del día sábado fuese transferida al ‘día del Señor’ “ (Cathechism of the Council of Trent, traducción de Donovan, Ed. 1829, p. 358). Este catecismo fue escrito por orden del gran Concilio de Trento y publicado bajo los auspicios del Papa Pío V. Durante los tiempos del NT los cristianos observaron el sábado, séptimo día de la semana (ver com. Hch 17:2). “ transición del sábado al domingo fue un proceso gradual que comenzó antes de 150 d. C. y continuó durante unos tres siglos. Las primeras referencias históricas que tenemos en cuanto a la observancia del domingo por profesos cristianos aparecen en la Epístola de Bernabé (cap. 15) y en la Primera apología de Justino Mártir (cap. 67), obras que datan aproximadamente del 150 d. C. Ambas condenan la observancia del sábado e instan a observar el domingo. Las primeras referencias auténticas al domingo como “día del Señor” proceden de fines del siglo II y provienen del llamado Evangelio según San Pedro y de Clemente de Alejandría (Misceláneas, v. 14). Antes de la revolución judía instigada por Barcoquebas en 132-135 d. C.,, el Imperio Romano reconocía al judaísmo como una religión legal y al cristianismo como una secta judía. Pero como resultado de esa revolución los judíos y el judaísmo se desprestigiaron. Para evitar la persecución que siguió, de allí en adelante los cristianos trataron por todos los medios posibles de dejar en claro que no eran judíos. Las repetidas referencias que hacen los escritores cristianos de los tres siglos siguientes a la observancia del sábado como una práctica “judaizante”, junto con el hecho de que no hay referencia histórica de la observancia cristiana del domingo como día sagrado antes de la revolución judía, indican el período comprendido entre los años 135-150 como el tiempo cuando los cristianos empezaron a atribuirle santidad de día de reposo al primer día de la semana. 859 Sin embargo, la observancia del domingo no reemplazó inmediatamente a la del sábado sino que la acompañó y completó. Durante varios siglos los cristianos observaron ambos días. Por ejemplo, a comienzos del siglo III, Tertuliano observó que Cristo no había anulado el sábado. Un poco más tarde, en las Constituciones apostólicas, libro apócrifo, (ii. 36) se amonestaba a los cristianos a “guardar el sábado y la fiesta del día del Señor”. A principios del siglo IV el domingo había alcanzado una clara preferencia oficial sobre el sábado. En su Comentario sobre el Salmo 92 Eusebio, principal historiador eclesiástico de esa época, escribió: “Todas aquellas cosas que era deber hacer en el sábado, las hemos transferido al día del Señor, como que le pertenecen de manera más apropiada, porque este día tiene preferencia y ocupa el primer lugar y es más honorable que el sábado judío”. La primera acción oficial de la Iglesia Católica que expresa preferencia por el día domingo fue tomada en el Concilio de Laodicea (c. 364 d. C.). El canon 29 de ese concilio estipula que “los cristianos no han de judaizar y estar sin trabajar en sábado, sino, que han de trabajar ese día; pero honrarán de especial manera el día del Señor, y como cristianos que son, si es posible, no harán ningún trabajo en ese día. Sin embargo, si se los encuentra judaizando, serán excluidos de Cristo”. Este concilio dispuso que hubiera culto en el día sábado, pero designó a ese día como día laborable. Es digno de notarse que ésta, la primera ley eclesiástica que ordena la observancia del domingo, especifica el judaizar como la razón para evitar la observancia del sábado. Además, la rígida prohibición de la observancia del sábado es una evidencia de que muchos estaban todavía ‘judaizando’ en ese día. En realidad, los escritores cristianos de los siglos IV y V con frecuencia amonestan a sus correligionarios en contra de esa práctica. Por ejemplo, alrededor del año 400, Crisóstomo observa que muchos guardaban aún el sábado a la manera judía y estaban así judaizando. Los registros de la época también revelan que las iglesias de Alejandría y Roma fueron las principales en fomentar la observancia del domingo. Por 440 d. C. el historiador eclesiástico Sócrates escribió que “aunque casi todas las iglesias del mundo celebran los sagrados misterios cada semana en sábado, sin embargo los cristianos de Alejandría y Roma, por una antigua tradición, han dejado de hacer esto” (Ecclesiastical History v. 22). Alrededor de la misma fecha Sozomenos (o Sozomeno) escribió que “la gente de Constantinopla, y de casi todas partes, se reúne en el sábado, tanto como en el primer día de la semana, costumbre que nunca se observa en Roma ni en Alejandría”. Hay pues tres hechos claros: (1) El concepto de la santidad del domingo entre los cristianos se originó, principalmente, en su esfuerzo de evitar prácticas que los identificaran con los judíos, y provocaran así persecución. (2) La iglesia de Roma desde muy antiguo fomentó una preferencia por el domingo; y la creciente importancia que se le dio al domingo en la iglesia primitiva, a expensas del sábado, siguió muy de cerca al crecimiento gradual del poder de Roma. (3) Finalmente, la influencia romana prevaleció para hacer que la observancia del domingo fuese motivo de una ley eclesiástica, en la misma forma en que prevaleció para establecer otras prácticas tales como la adoración de María, la veneración de los santos y de los ángeles, el uso de imágenes y las oraciones por los muertos. La santidad del domingo descansa sobre la misma base que esas otras prácticas que no se encuentran en las Escrituras, y que fueron introducidas en la iglesia por el obispo de Roma. Hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo. La palabra aramea ‘iddan, que aquí se traduce “tiempo”, aparece también en el Dan 4:16; Dan 4:23; Dan 4:25; Dan 4:32. En estos pasajes la palabra ‘iddan indudablemente significa “un año” (ver com. Dan 4:16). La palabra que se traduce “tiempos”, que también proviene de ‘iddan, era puntuada por los masoretas como plural, pero los eruditos generalmente están de acuerdo en que debiera puntuarse como dual, indicando así “dos tiempos”. La palabra que se traduce “medio”, pelag puede también traducirse “mitad’. Por eso, es más aceptable la traducción de la Versión Moderna: ‘Un tiempo, y dos tiempos, y la mitad de un tiempo”. Al comparar este pasaje con profecías paralelas que se refieren al mismo período, pero designándolo de otras maneras, podemos calcular el total del tiempo implicado. En Ap 12:14 se denomina a este período “un tiempo, y tiempos y la mitad de un tiempo”. Un poco antes, en Ap 12:6, se hace 860 referencia al mismo período al decir “mil doscientos sesenta días”. En Ap 11:2-3 la expresión “mil doscientos sesenta días” equivale a “cuarenta y dos meses”. Así queda claro que un período de tres tiempos y medio corresponde con 42 meses, que a su vez son representados como 1.260 días, y que un “tiempo” equivale a 12 meses o 360 días. Este período puede llamarse un año profético. Sin embargo, no debe confundirse un año profético de 360 días ó 12 meses de 30 días cada uno con el año judío, que era un año lunar de extensión variable (tenía meses de 29 y de 30 días), ni con el calendario solar de 365 días (ver t. 11, pp. 114-115). Un año profético significa 360 días proféticos, pero un día profético representa un año solar. Esta distinción puede explicarse así: Un año profético de 360 días no es literal sino simbólico. Por eso sus 360 días son proféticos, no literales. Según el principio de día por año, ilustrado en Num 14:34 y Eze 4:6, un día en profecía simbólica representa un año literal. Así un año profético, o “tiempo”, simboliza 360 años naturales, literales, y de la misma manera un período de 1.260 ó 2.300 o de cualquier otra cantidad de días proféticos representa la misma cantidad de años literales (es decir, años solares completos, marcados por las estaciones que son controladas por el sol). Aunque el número de días de cada año lunar era variable, el calendario judío se corregía con la adición ocasional de un mes extra (ver t. II, pp. 106-107), de modo que para los escritores bíblicos -al igual que para nosotros- una larga serie de años siempre era igual al mismo número de años solares naturales. En cuanto a la aplicación histórica del principio de día por año ver pp. 41-80. La validez del principio de día por año ha sido demostrada por el cumplimiento preciso de varias profecías calculadas por este método, en particular la de los 1.260 días y la de las 70 semanas. Un período de tres años y medio contados en forma literal es completamente exiguo para cumplir los requisitos de las profecías de 1.260 días con relación al papado. Pero cuando, de acuerdo con el principio de día por año, el período se extiende a 1.260 años, la profecía tiene un cumplimiento excepcional. En julio de 1790, treinta obispos católicos se presentaron ante los que encabezaban el gobierno revolucionario de Francia para protestar por la legislación que independizaba al clero francés de la jurisdicción del papa y lo hacía responsable directamente ante el gobierno. Preguntaron si los dirigentes de la revolución iban a dejar libres a todas las religiones “excepto aquella que fue una vez suprema, que fue mantenida por la piedad de nuestros padres y por todas las leyes del Estado y ha sido por mil doscientos años la religión nacional” (A. Aulard, Christianity and the French Revolution, p. 70). El período profético del cuerno pequeño comenzó en 538 d. C., cuando los ostrogodos abandonaron el asedio a Roma, y el obispo de Roma, liberado del dominio arriano, quedó libre para ejercer las prerrogativas del decreto de Justiniano de 533, y aumentar de allí en adelante la autoridad de la “Santa Sede” (ver com. Dan 7:8). Exactamente 1.260 años más tarde (1798) las espectaculares victorias de los ejércitos de Napoleón en Italia pusieron al papa a merced del gobierno revolucionario francés, quien informó a Bonaparte que la religión romana sería siempre la enemiga irreconciliable de la república, y que “hay una cosa aún más esencial para alcanzar el fin deseado, y eso es destruir, si es posible, el centro de unidad de la iglesia romana, y depende de Ud., que reúne en su persona las más distinguidas cualidades del general y del hábil político, alcanzar esa meta si lo considera factible” (Id., p. 158). En respuesta a esas instrucciones y por orden de Napoleón, el general Berthier entró en Roma con un ejército francés, proclamó que el régimen político del papado había concluido y llevó al papa prisionero a Francia, donde murió en el exilio. El derrocamiento del papado en 1798 marca el pináculo de una larga serie de acontecimientos vinculados con su decadencia progresiva, y también la conclusión del período profético de los 1.260 años. Ver la Nota Adicional al fin de este capítulo, donde hay un bosquejo más completo del surgimiento y la decadencia del papado. ]
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Daniel 7-> Ver. 26
[V.26-> Se sentará el juez Cristo . Ver com. Dan 7:9-11. El veredicto será sentencia de muerte para el papado Apocalipsis 17:1,2 . Este poder continuará su guerra contra los santos hasta el mismo fin Apocalipsis 17:6cap 18:24cap 12:17 . Entonces su dominio sobre ellos será quitado para siempre, y será exterminado. ]
Daniel 7-> Ver. 27
[V.27-> Sea dado. Aquí encontramos una vislumbre consoladora del resultado final de toda la agitación y persecución por la cual habrán pasado los santos los que obedecieron la Santa Biblia y no el catecismo . ¡Bendito pensamiento! Cristo ha de volver pronto en busca de sus santos y los llevará para que disfruten de su eterno reinado y galardón. Todos los dominios. En la tierra restaurada, la morada de los justos, no habrá discordia ni descontento. Todo el universo pulsará en completa armonía. Todos los que serán salvos obedecerán voluntariamente a Dios y morarán en su bendita presencia para siempre. ]
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