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| De: JoKeR-MaN (Mensaje original) |
Enviado: 08/10/2014 02:34 |
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*Con una voluntad férrea, el vikingo se pone de pie lentamente y dirige su mirar color ámbar en dirección de Cryssaor. La apariencia de Syd denota que el combate ha sido brusco: su respiración es agitada y en su rostro pueden verse algunas gotas de sudor resbalando como perlas sobre la nieve de su blanca piel; incluso la negra armadura de Mizar se ve entintada de rojo tras las heridas que produjo la lanza del mar. La mente del tigre vikingo sólo tiene un objetivo: Destrozar a su rival y recuperar el zafiro Odín de Mime, sin embargo pronto la violencia es arrancada de su mente por la pacífica cosmoenergía que Krishna emana. °°¿Qué clase de poder es este?°° cuestiona mientras, inconscientemente, da un paso hacia atrás y su rostro se ve iluminado por la luz de su enemigo. Retomando la energía fúrica de su corazón y cambiando la expresión de sorpresa en su rostro por una más colérica, Syd enciende como una llama su cosmosy un aura blanca de fulgor imprecedente lo rodea de súbito, rivalizando con el brillo del hijo de Poseidón. -¡Ooooh!- exclama como un grito de batalla, inundando su alma y su poder con la determinación de un felino. Sus garras crecen y sus ojos se tornan animales. Syd de Mizar hace lucir todo su poder.*
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** Por el contrario, el guerrero marino, irradia una paz, una esencia tan pacifica, que pareciera anular todo hecho hostil de su entorno, la luz relumbra por todo su cuerpo, -- Kundalani -- susurra suavemente y ante este mantra, su cuerpo comienza ha levitar perfectamente, rodeado de una armonía con el medio ambiente que se antoja desesperante y vehemente al mismo tiempo; todo se rodea de aquella luz, y es entonces que aquel hijo de poseidon, habla con un timbre de voz átono, -- Hijo de Asgard, debo de concederte el logro de haber vertido la sangre de mi cuerpo, raro es aquel que lo ha logrado, -- queda un silencio expectante, y continua nuevamente -- Sin embargo, ha llegado el momento de finiquitar este episodio, me agradaria decir que puedes marcharte y salvar la vida despues de entregarme tu zafiro, pero sospecho que eso es algo que no aceptaras -- susurra al tiempo que sus manos se posicionan sobre sus muslos con pequeños signos en sus dedos, espera pacientemente **
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*Con su cosmoenergía llegando al clímax y las temperaturas del campo de batalla disminuyendo de forma rápida y brutal, en forma de neblina blanca, la determinación de Syd por derrotar a los guerreros que osaron invadir la tierra sagrada de Asgard arde con una pasión nunca antes vista. -¡No sólo es mi orgullo el que me niega a entregarte mi Zafiro Odín, Marino! Una parte de la esperanza de todos los habitantes de esta tierra vive en él y entregártelo sería como ofrecer sus vidas a tu dios falso.- exclama mientras en su mente aparece la imagen de los hombres, mujeres y niños del reino, incluyendo los de los otros Dioses Guerreros y la sacerdotisa que representa a Odín en la tierra. La charla entre ambos guerreros ha dado tiempo al tigre vikingo para que su cosmos congele todo a su alrededor. El hielo toma rápidamente posesión de todo el campo de batalla, e incluso busca aquella neblina blanca envolver a Krishna y atraparlo en un ataúd de hielo con la fuerza de un glaciar. El hielo quiere atraparlo no sólo por el frente, sino también por la espalda y costados, dejando ningún ángulo libre. La temperatura está con Syd, y el poder de Asgard. El hielo del norte será la tumba de Krishna.*
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** Todo pasa a su alrededor, todo se sucede en una hermosa confrontación de imágenes, que frente a el se desvanecen cuando comienzan a aparecer, mas su calma sigue siendo la misma, aquella paz que lo rodea, la cabala en la que se ha sumergido es tan fuerte que aunque estuviera bajo los efectos de una gelidez bajo cero, esta no merma en absoluto su piel, de hecho su cuerpo ya se encuentra cubierto de suave escarcha que comienza a solidificarse, la voz de aquel sujeto se hace presente -- Solo aquellos que temen a la naturaleza, están lejos de entenderla, la naturaleza es uno contigo, y tu eres uno con ella, si no has entendido eso, a pesar de vivir en este lugar tan inhóspito, nada comprenderás entonces -- dictamina mientras permanece levitando, frente al inclemencia del tiempo, poco a poco toda aquella resplandecencia comienza a concentrarse en un solo punto de su cuerpo, en las manos que tiene por delante de sus rodillas, -- Como te dije, ya has perdido -- susurra al tiempo que pareciera que toda la neblina se agolpa en el lugar ocultando completamente el cuerpo del marino tal cual si lo hubiese guardado en su interior, mas la presencia del escanto marino no cede del lugar, sintiéndose aun mas conectado a todo lo que le rodea **
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*A pesar de que las temperaturas descienden drásticamente y que el hielo cubre todo el campo de batalla, incluido al siervo de Poseidón, la tempestad no parece afectar al apacible ser. El gélido y poderoso cosmos de Syd crece a cada segundo; sus piernas se tensan, sus garras crecen y la energía del norte revolotea a su alrededor, sin embargo algo inquieta al vikingo. °°Toda esa paz… No se ha movido en mucho ni ha impedido que convoque todo mi poder… Algo debe de estar tramando.°° reflexiona mientras da un paso en dirección del enemigo. -¡Prepárate Krishna!- exclama mientras, lentamente, abre el compás de sus piernas y extiende sus brazos en el aire; retomando la postura del Impulso Azul. -Anteriormente no utilicé todo mi poder para golpearte. ¡Esta vez es diferente! Ni tu ni ningún humano puede soportar la furia del Ártico.- mientras, frente a su zafiro Odín, todo el gélido poder que ha convocado comienza a arremolinarse y a formar un átomo con núcleo de luz azul intenso, brillando sobre todos sus enlaces que giran con majestuosidad a su alrededor. A espaldas del tigre un gigantesco glaciar entintado de blanco y azul se dibuja, flotando sobre las encrespadas aguas del mar ártico.-¡BLUE IMPULSE!- exclama con furia y la formación atómica frente a él sale disparada a la velocidad luz en contra de Krishna, seguida por toda una onda gélida que se acerca peligrosamente a la congelación perfecta. El iceberg a espaldas del vikigno se quiebra, emitiendo un ensordecedor crujido y soltando su furia contra el hindú. El poder de aquella explosión de cosmos helado es incalculable y capaz de arrasar todo a su paso como el océano lo ha demostrado. ¿Será capaz el impulso azul de derrotar la defensa de Krishna, a pesar de que el vikingo ignore que está allí?*
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** Todo sucede en un abrir y cerrar de ojos, el cuerpo que levita se torna único, pequeñas gotas de liquido rojizo caen bajo de el, manchando la suave manta blanca, alterando su pureza; los ojos de Krishna observa el magnifico poder de su oponente, mientras en sus adentros susurra -- Si en verdad pudiera me agradaría no tener que tomar tu vida, pero aquella gema que portas, es necesaria para los designios de mi sr Poseidon -- la frase pudiera o no alcanzar la psique de su oponente, pero es mas bien como una ultima muestra de respeto de aquel guerrero marino, una suave voz se escucha rezar -- Kundalini -- y al momento la fuerza de su cosmo energia se incrementa, y como si el manto de aquel poderoso dios cubriera al portador del príncipe de los mares, el tridente mismo del dios marino se abre como parte de su aura, el choque ya es inevitable, y como si todo de la rapidez que lleva, pareciera detenerse y perderse en el instante del tiempo, se escucha una segunda palabra, mantra perfecto decir -- Maha Roshini -- la barrera pareciera aparecer de la nada, mientras que el ataque arrollador estuvo a punto de tocar el cuerpo del moreno, el primer encuentro entre tan fuerte defensa, y tan poderoso ataque es estruendoso, a la voz del guerrero de los mares aquella barrera comienza a devolver el choque de la técnica, sin embargo, los ojos del moreno se abren grandes por la sorpresa, -- Im... imposible -- y el final de la palabra es acompañado por una triste sonrisa, una linea vertical, una ráfaga helada, atraviesa finamente la barrera rompiendo al mismo tiempo, los siete puntos base de aquella ferrea defensa, creando entonces una especia de embudo, que reparte aquel golpe inversamente proporcional al golpe inicial, asi una parte de aquel golpe regresa a su creador, y la otra parte cubre por completo el cuerpo del guerrero marino, que es cubierto en instantes y tomado totalmente sin defensa alguna, de su voz no escapa lamento o dolor alguno, su cuerpo es lanzado varios metros atrás por el imputo del boquete que al final se abre, por momentos todo se vuelve incierto, nada se escucha en el lugar, los pocos animales han huido de los alrededores, y hasta el viento parecer respetar la memoria de los caídos en esta guerra, del cuerpo de aquel noble guerrero no se observa parte alguna por el momento, pero realmente habrá caído el príncipe de los mares? **
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*La legendaria defensa del hijo de Poseidón asombra los ojos del pálido vikingo, resistiendo la violenta furia gélida del mar ártico por unos instantes e incluso devolviendo parte del ken en contra de su creador antes de colapsar. Los músculos de Syd están exhaustos y gran parte de su cosmoenergía ha sido utilizada en la última técnica del tigre vikingo, por lo que el divino de Zeta no puede más que mirar como la ráfaga azul impacta su cuerpo con una violencia no antes vista. El cuerpo de Syd es impulsado por la ráfaga azul hacia atrás con una fuerza tal que la hombrera derecha de su ropaje, al igual que ambos protectores de muslos, rodilleras y parte de la parte inferior del peto son reducidas a añicos. Incluso el yelmo portado por Syd, que imita la gigantesca cabeza de un tigre dientes de sable, es partido en dos y arrastrado lejos de su portador por la helada corriente. -¡Arghh!- es lo último que alcanza a exclamar el vikingo, grito que es arrastrado por el viento, antes de impactarse contra los bien conservados restos de un templo y hacer que dicho edificio de tabique y roca se desplome sobre el cuerpo del herido muchacho. Después de todo el estruendo de la batalla, el silencio reina nuevamente las ruinas de la montaña... ¿Habrá sido el fin de ambos guerreros?*
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** Usando su lanza como bastón, una figura maltrecha se recorta entre la bruma de aquella nevada, todo a quedado en silencio, el cabello blanco al estilo mohicano se mueve con el vaivén del viento, su cuerpo se observa seriamente congelado y la mayoría de sus protecciones ha desaparecido, -- Realmente nunca pensé que otra persona pudiera flanquear mi defensa, eres digno de admiración asgardiano -- susurra de forma tranquila y efímera, al tiempo que de sus labios brota suavemente hilos carmesís, que se limpia con total pulcritud con el anverso de la mano. sigue caminando hacia el sitio por donde aparentemente ha desaparecido su oponente, el cosmo sigue magnificente, regulándose en un aura suave que lo recubre por completo, mas se encuentra en descanso, reponiéndose de aquel portentoso encuentro, sigue caminando, y donde pasa deja suavemente una estela carmesí que torna rosada la blancura de la nieve que cae, busca entonces con la mirada lo que percibe con el corazón, el cuerpo de su oponente que sabe y presiente que no ha muerto tampoco **
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*Cuando la cortina de polvo se disipa, la figura triste figura del vikingo se revela: De su armadura quedan pequeños trozos, la escarcha cubre prácticamente toda su humanidad y la sangre resbala de varias de sus heridas abiertas. Apenas puede mantenerse en pie, apoyado de una pared de ladrilo que ha logrado permanecer; su respiración es jadeante y su parpado derecho cae a media asta sobre su ojo avellana. Sin embargo, el fuego no ha desaparecido de su mirada. Escupiendo sangre sobre la nieve y manchándola de carmesí, el tigre sabe que la derrota es inminente. -Toma mi vida, marino. Dame la muerte de un guerrero y atraviesa mi corazón con tu lanza.- sentencia, pues sabe que de aquel cuerpo maltrecho y cosmos extinto no se recuperará; no tiene fuerzas para seguir luchando. Clavando nuevamente su ardiente mirar en el moreno, ruge una última vez -Puede que yo haya caído, General Marino, pero el valor de los Dioses Guerreros y de Asgard no permitirá que tu dios triunfe. Recuerda estas palabras y este juramento, Krishna de Crysaor... ¡Asgard jamás se doblegará ante Poseidón!- y tras esto, da un paso hacia adelante y deja su pecho desnudo en dirección del enemigo, listo para recibir la estocada de la muerte y entregar su Zafiro Odín. El valor de aquel hombre es incalculable, y su honor al aceptar la derrota queda inmaculado.*
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** Los ojos centellean, la fuerza se enardece, la sombra se agolpa en el cuerpo que lo porta, la armadura blanca resplandece, todo el poder se muestra en la mano izquierda, en la mano diestra, unas hermosas y finas zarpas aparecen, de repente toda aquella hermosa efigie de nieve se revuelve en un solo cumulo de poder, como si un torbellino de energía, se manifestara, el despliegue es instantáneo, la presencia del segundo de zeta resalta en aquel momento, revelando su hasta entonces inusual existencia -- La Sombra de la Garra del Tigre Vikingo!!! -- el grito es acusado, la velocidad es desplegada, las zarpas en una estela directa, buscan el cuello del casi vencido oponente, pasando a un costado de donde su hermano, el primero de zeta abre los brazos y espera la muerte -- Idiota!!! Jamas debes de bajar las manos ante nadie!!! -- grita cuando va pasando, y busca clavar su diestra en la carne morena, la traición no esta vedada para el, pues no es un dios guerrero, la furia le es permitida, pues la sombra no siente misericordia, ni tiene miedo, la sombra es lo que es, y sirve solo a sus propios designios, o quizás es la sangre filial que le llama a esta sin igual entrada, nadie lo sabe, la ráfaga es veloz, y a toda luz, mortal **
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** Los ojos se abren expresamente mientras en su rostro se refleja la sinceridad mas no la sorpresa [ -- Así que esta es la presencia que había estado sintiendo desde hace rato, con razón percibía dos cosmoenergias similares, que por momentos se volvía una -- ] piensa, no vale la pena tratar de evitar el golpe, su cuerpo se mueve por inercia, la sangre que ha perdido es demasiada, y realmente se ha mantenido en pie, por el entrenamiento tan duro que ha tenido en su formación hindú, mas el orgulloso guerrero sonríe francamente, de su boca no nace ningún quejido ante la muerte, la garra es letal, y mortal por necesidad, destellos carmesís corren ahora por su garganta, sin embargo, tiene todavía fuerzas para decir -- Tardaste demasiado en aparecer, y en tu conciencia cargaras por siempre la muerte de tu hermano, ya que pudiendo ayudarlo, preferiste hacer caso a tus deseos mezquinos, y dejar que sucumbiera, el es un guerrero noble, y tu, solo eres la sombra de aquello que nunca podrás ser... -- poco a poco, mientras la ultima palabra cae, el cuerpo de Krishna va decayendo como en cámara lenta, la lanza queda clavada como tributo al poder del mar, y el cuerpo de Krishna lleno de sin iguales heridas y ríos de color purpura cae a un lado de su bello altar, la muerte al fin, a iluminado su grandioso camino, cortado por la lucha de dos rostros idénticos, pero de corazones totalmente diferentes **
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*Todo pasa en un parpadeo: la sombra albina de Zeta da muerte al poderoso rival de los mares, tiñendo las blancas garras de carmesí. Ante la silueta de un ser idéntico a él, una amable sonrisa se dibuja en los labios de Syd mientras alcanza a murmurar -Hermano...- antes de caer con una rodilla al suelo debido a las heridas y al cansancio. Dirigiendo su mirar avellana, ahora colmado de paz, en dirección del rostro que comparte con su hermano el valiente guerrero de Zeta proclama -Siempre he sabido de tu existencia, hermano... Gracias...- menta pero cuando parece que quiere continuar la oración, el muchacho tose violentamente y escupe sangre que mancha el gélido suelo de Asgard. Sabiendo que no tiene mucho más tiempo de vida, el mismo Syd clava sus afiladas garras en su armadura y su piel, arrancando de golpe la preciada gema aún teñida en sangre. -Toma este Zafiro Odín, hermano.- dice, extendiendo su mano con la gema azul manchada de escarlata -Siempre has querido ser un Dios Guerrero. Yo te negué ese derecho, y no hay día que mi corazón no sufra por tu destino. Tómalo, conviértete en el Dios Guerrero de Zeta y custodia esta gema y a Asgard con tu vida... Hermano...- y ahí queda, con la mano extendida, ofreciendo la preciada gema, y la vida escapándosele en cada segundo. Su mirar, plagado de ilusión, mira a su hermano con cariño a pesar del cruel destino que les ha tocado vivir.*
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** La mirada glacial de aquel sujeto se clava en los ojos de su similar, es como mirarse a un espejo, aunque este se encuentra por completo atherido y sangrante, se acerca con paso tranquilo, y le sostiene, tomando el zafiro que le entrega y después en una de las ruinas, para protegerle del vendaval, -- Haz un esfuerzo, debes de sobrevivir, -- dice con gelidez en la voz -- debes de sobreponerte a esta situación, no eres cualquier cosa, eres el primero de zeta, esto no debe de pesar, para ti!! -- indica mientras lo recompone y le deja su capa como frazada de manera que no resienta demasiado el clima, -- Ahora me encargare de los demás guerreros marinos, mientras procura descansar -- indica para después dirigirse al cuerpo del marino caido y voltearle con una patada, tomando de su cinto el otro zafiro perteneciente a eta, observa por ultima ocasion a su hermano y sale en rapida carrera al puesto que dejo vacio al sentir la baja del cosmo de aquel filio suyo, -- regresare por ti!! **
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*Una débil y quebrada sonrisa se dibuja en los labios del valiente guerrero de Zeta, ya desprovisto de su Zafiro Odín y tendido en el campo de batalla. Su campo visual ve alejarse a su hermano, el tigre blanco, mientras lentamente se nubla. A su mente vienen recuerdos de antaño, y fantasea con una dichosa infancia junto a Bud; a la par, el ritmo de su corazón se alenta. -Protege a Asgard, hermano...- murmura mientras sus párpados adquieren un peso gigantesco y descienden lentamente sobre sus orbes avellana. -Conviértete en el valiente Dios Guerrero que se que eres...- finaliza, ya con los ojos cerrados, cuando su respiración se detiene. Syd de Mizar Zeta, héroe vikingo, ha muerto con una sonrisa en los labios e inquebrantable amor fraternal en su corazón. Dioses y Guerreros lo esperan orgullosos en Valhala; canciones se entonarán en su nombre y monumentos se erguirán en su honor, pues el Tigre Vikingo ha demostrado el verdadero valor de los Dioses Guerreros de Asgard.*
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Ganador: ---
Doble KO. Ambos participantes quedan muertos y Bud de Alcor Zeta se ha hecho de los Zafiros Odín de Zeta y Eta. |
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