**Kardia había esquivado el ataque de Mu el cual había levantado una cortina de nieve al impactar en el suelo. Por el rabillo del ojo, Mu pudo distinguir que Fenrir realizaba un ataque a Shun. Fenrir no se iba a contener. Mu tenía que evitar que matara a Shun, o lo contrario, que Shun matara a Fenrir, pero sabía que le iba resultar imposible mientras Kardia centrara su atención en él. Una sola distracción y sería aguijonado por el escorpión. Kardia a gran velocidad había emprendido su primera técnica hacia mu y se dirigía hacia él a gran velocidad. Una velocidad que sería difícil que alguien de bajo rango pudiera siquiera notar y evitar, pero no para otro caballero dorado. Mu en seguida uso su poder natural de la tele transportación reapareciendo a 5 metros del suelo justo encima de escorpio. -Tú lo has dicho Kardia, tendré que pelear enserio- El viento frio hace revolotear su capa mientras que con sus piernas ligeramente separadas y ambos brazos extendidos hacia escorpio, con sus palmas tocándose genera un rayo de luz dorada que se dirige a toda velocidad hacia escorpio. Siguiéndole a este rayo se generaron otros 4 con el fin de aumentar las probabilidades de éxito del ataque. En cuanto uno de los rayos acertara, Mu ce tele transportaría cerca de Kardia aprovechando el aturdimiento y lo intentaría mandar de vuelta al Santuario. Solo esperaba que tuviera éxito. Si seguían así, esta batalla entre dorados podría durar eternamente...**

 

**observando cómo los dorados batallaban como guerreros de titánico poder, “me tendré que cuidar del escorpión….” Piensa analizándolo como si se tratara de cazador y presa, y siendo así que el gran dios guerrero observa como su asalto hacia Shun no había surtido efecto y que ahora las cadenas del bronceado se dirigían en un asalto directo hacia su vida, --mocoso ¿crees que con eso detendrás a un asgariano?—pero sin ser precavido observaba como sus lobos son golpeados salvajemente por las cadenas a excepción del lupino azul el cual  esquiva ágilmente el cepo de Andrómeda,  al igual el Dios guerrero con un desplante como si de un animal se tratara esquiva las cadenas concentrándose en su universo interno agudizando sus sentidos unificándolos llegando a pasar ya el sexto, lo que es la intuición, llegando al séptimo sintiendo como su cuerpo se sentía mas rápido y como fluía aquella gran energía por el juntándola toda en su mano diestra. –hasta aquí llegaste ateniense…morirás, veras el poder del lobo del norte, lastimaste a mi familia….y por eso tomar tu vida—exclama desdeñosamente aquel feral ser poniéndose en una posición de batalla al igual que su acompañante de color azul el cual queda al lado de su amigo preparándose para el siguiente movimiento. ¿Qué estarán planeando ambas bestias?

**Uno de los ataques lanzados por Mu había impactado contra Kardia despidiéndolo hasta chocar contra un árbol. Inmediatamente se tele transporto delante de él levantando los brazos y extendiéndolos hacia el escorpión. Empieza a acumular rápidamente energía para tele transportarlo. Pero lo subestimo. Escorpio ya se había levantado y se dirigía rápidamente hacia él. Demasiado rápido para que pudiera esquivarlo, Mu recibe el ataque, como un millón de picotazos que intentan atravesar su armadura lográndolo solo aquellos que venían con más fuerza. En menos de un segundo el ataque había terminado. Mu se quedo ahí de pie, empezaba a emanar sangre a través de su armadura que teñía el blanco puro de la nieve en un rojo que daba evidencia de la terrible batalla que se estaba librando. Mu cae sobre su rodilla derecha debido a la fuerza del ataque. No había sido un ataque mortal, su cuerpo seguía respondiendo aunque eso no podía evitar el dolor agudo de las punzadas. Podía sentir a Kardia detrás suyo -Kardia, te he subestimado y te pido disculpas por ello.- Aún cuando Mu había dicho que pelearía enserio, solo intentaba evitar el derramamiento de sangre. Que irónico que la primera en derramarse de los 4 era la suya. Sin previo aviso desapareció de donde estaba y apareció a un metro de distancia del árbol donde Kardia se había impactado. Su rostro encaraba a Kardia pero sus ojos estaban cerrados. Su cosmos comenzaba a extenderse a su alrededor, los arboles se agitaron en respuesta. -No quería tener que llegar a esto- dice mientras levanta su mano derecha hacia el cielo no sin sentir el ardor de las punzadas causado por el movimiento, aunque logro ignorarlo. Su cosmos sigue creciendo conforme pasa cada segundo. Una brisa de aire helado recorre el lugar expectante del siguiente movimiento de los santos**

 

**observando el cobarde desplante de el caballero rosado, el lobo del norte comienza a reírse de una manera feral, --así que ¿has decidido esconderte cobarde santo? Es por eso que nosotros los dioses guerreros los desdeñamos, escondiéndose atrás de artimañas sin darla cara….que poco honor tienen—y con ello un fulgor y una brisa los cuales portaban un sentimiento feroz y lleno de instinto se manifiesta haciendo que sus cabellera se meciera de un lado a otro aguardando a ver el desplante de sus enemigos**

**Kardia y Shun se han unido protegidos por la cadena de Andromeda que es casi impenetrable. ¿Cuál es el plan de ambos caballeros?. Todos iniciaron el incremento de cosmos. ¿Es que esta pelea por fin llegaría a su fin? -Kardia... Shun...- dice Mu, mientras su cosmos sigue acumulándose. No quería cometer un error. -Hay que parar esto, es ridículo que estemos peleando entre nosotros- el aire parecía que se había detenido. Nadie hacía ningún movimiento... que pasaría por las mentes de cada uno de los guerreros presentes...**

(Disculpen la tardanza, hasta hoy pude conectarme al portal. Mil gracias por esperar)

**observando el desplante de Andrómeda, el joven vikingo solamente sonríe mostrando sus dientes como si se tratara de una bestia al acecho, y de tal modo uniendo aun mas su energía cósmica la figura de un lobo de dos cabezas aparece atrás de el tan brillante como la misma estrella de Épsilon de la cual es guardián, y con sus cabellos de matiz azulada danzando con aquella brisa feral la cual se desprende de la fisionomía de Fenrir, y rompiendo la barrera de la intuición unificando los seis sentidos llegando al séptimo, el joven lobo concentra en su diestra aquella energía morada –morirán santo osas decir que no tengo voluntad propia cuando tu tomas ordenes de un santo dorado eres patético…escuchen el aullido del lobo nórdico…. ¡Northern…Gunrô Ken!—exclama aquel dios guerrero liberando de su puño un grupo de golpes asimilados a la figura de  una manda de lobos al acecho, aquellos lobos de orbes color amarillas se abalanzaban en dirección de Shun, y los cuales de estrellarse contra el comenzarían a golpearlo como si de fauces lupinas se trataran desgarrando su piel y parte de su armadura golpeando partes vitales del mismo como el estomago, el pecho, inclusive tratando de lastimar las piernas, y los brazos, y un golpe más dirigido hacia la yugular del bronceado  y que de propinarle aquel salvaje asalto, este comenzaría a sangrar por las cortadas y mordidas enviadas hacia el**