**Hace tiempo ya, que la batalla contra Poseidón había terminado... los santos de bronce habían logrado rescatar a Atena del terrible destino que le preparaba Poseidón, y ahora, por fin la paz había alcanzado las tierras del santuario. Sin embargo, habían estado corriendo rumores de sucesos extraños en las heladas tierras de Asgard, por lo que algunos caballeros del santuario habían sido enviados a investigar dichos eventos... En los bosques vestidos de blanco, se lograba ver un destello dorado... era la luz tenue del sol siendo reflejada sobre las ropas de un hombre de cabellos color lila que caminaba sobre la nieve totalmente tranquilo, como si no le preocupara cualquier cosa que pudiera encontrar en su busca... Mu, el caballero dorado defensor de la primera casa del santuario... Durante su camino se encontró con una hermosa cascada congelada... todo el lugar estaba cubierto por el hielo, un paisaje hermoso donde el color de la pureza abundaba en donde mirase... Mu se detuvo un momento a contemplar la cascada y a pensar sobre lo que había venido a hacer a este lugar... hasta ahora no había encontrado nada sospechoso, "a lo mejor, después de todo, solo habían sido rumores..." pensó el caballero dorado de Aries, esta tierra está siendo protegida por Hilda, y los dioses guerreros restantes, probablemente ellos ya se ocuparían de cualquier situación que se estuviera presentando... pero aún sabiendo eso, tenía un extraño presentimiento, algo que le decía que debía mantenerse en ese lugar solo un poco más de tiempo... probablemente algo inusual estaba a punto de suceder**

**bajo las gélidas tierras de asgard, en aquel lugar inhóspito donde solo algunos valientes guerreros viven para proteger y reguardar la paz, se podía ver correr éntrela nevisca una sombra y atrás de el iban diversas figuras siguiéndolo como si algo le preocupara. “estos cosmos son de atenienses….¿qué demonios hacen aquí?—se pregunta aquella figura sin bajar la velocidad en sus extremidades. Corriendo atravez de aquellos bosques bañados en nieve con sus altos árboles los cuales eran cubiertos por el manto blanco de dicho lugar hasta llegar a la cima de una catarata congelada y saliendo de su escondite dejando ver una armadura azulada clara con y sus ojos cubiertos por un antifaz de ojos amarillos con una cabellera larga azulada y en las manoplas de su god robe unas garras amarillas, y atrás del recién llegado una manda de lobos liderada por un lobo con una media luna en su frente de color azul su pelaje, y sin más preámbulos los lobos rompían aquel silencio con un estruendoso aullido. --¿Qué hacen aquí santos ateniense? Ustedes no son bienvenidos a este lugar..o ¿acaso viene a romper de nuevo el tratado depazentre asgard y el santuario?—exclama el joven de cabello azul claro aguardando así la respuesta de los intrusos**

  

**Después de un tiempo, de que Mu contemplara aquel lugar lleno de paz y tranquilidad, el caballero de Bronce Shun se presento... No solo él, otros dos cosmos se aproximaban rapidamente... Mu espero pacientemente sintiendo el frio característica de estas tierras mientras todos se hacían presentes, miro a Shun a modo de saludo, y como disculpa por no poder responder a su pregunta debido a nuestro invitado de Asgard y sus lobos y entonces miro a Kardia con una expresión serena aún con su actitud al presentarse con un aliado según el tratado. -Calma Kardia, no hay razón para atacar al guerrero...- dijo, tratando de calmarlo... hizo una ligera pausa y continuo dirigiéndose al guerrero de Asgard -Guerrero de Asgard, hemos venido a investigar sucesos que se dice han estado aconteciendo en Asgard, danos una explicación clara y nos iremos sin necesidad de usar la fuerza y perturbar el tratado- comento, sin dejar de estar pendiente de sus compañeros... "Es innecesario iniciar una nueva guerra contra estas tierras, espero lo entiendan..." piensa para sus adentros mientras ligeramente hace notar su cosmos, que se presenta como un brillo tenue del mismo color que el sol alrededor de su cuerpo, solo en caso de que lo necesitase...**

 

 

**escuchando las palabras de ambos dorados y del bronceado sonríe –yo n o tengo que hablar con un santo de bronce, y si  mi nombre es Fenrir de alioth de épsilon soy un guerrero de asgard, creo que tu—señalando a Kardia apareciendo pequeños ases de luz morada alrededor de el creando un sentimiento feral y salvaje alrededor de el –dice que un santo de bronce puede contra mi…mejor demuéstrame tu poder humano insignificante,-- volteando a ver al santo de cabellos morados y al de cabellera verde -- fueron ordenes de la señorita Hilda que no dejáramos que nuestros aliados atenienses se involucraran en este problema, es un acontecimiento de asgard, que nosotros mismos resolveremos, mejor regresen a Grecia si no tendré que sacarlos de aquí, y no  dudare en matarlos nadie fuera de este reino puede involucrarse en lo que se avecina--  finalizando dichas palabras con su vista de nuevo en la fisionomía del guardián de escorpión, y siendo así sus amigos lupinos gruñen en afirmación mientras que el vikingo aguarda la reacción de los Atenienses**

  

:

**El ambiente comenzó a ponerse tenso entre los 4 caballeros presentes, aún entre los mismos atenienses. Al parecer el tratado no tenía importancia alguna para el caballero de escorpio y el guerrero de Asgard. Mu cerrando los ojos decepcionado por el giro que había tomado la conversación, deja pasar un momento y entonces abre sus ojos mirando directamente a sus compañeros Kardia y Shun. -Lo siento Kardia, pero tendré que intervenir...- dice mientras decide ya no contener su cosmos y elevarlo preparándose para lo que, tristemente, se avecinaba -Es cierto que tenemos que llegar al fondo de este asunto, pero también es importante que mantengamos el tratado... eso es lo que querría Atena- dice posando su mirada en Shun esperando que él entendiera. Después de unos pocos segundos, Mu lentamente comienza a separar sus pies del suelo congelado usando el poder de su mente y mueve su cuerpo quedando de frente directamente hacia sus compañeros y acercándose poco a poco a Fenrir, como si fuera a enfrentarse contra ellos. -Aún así, si su decisión es atacar a este guerrero...- dice mientras levanta su mano derecha con la palma extendida hacia el cielo, y una pequeña estrella de cosmo energía dorada empieza a tomar forma -No me quedara más remedio que intentar detenerlos...- "¿Hemos de perturbar la paz de este hermoso lugar, que antes parecía puro y sagrado?... ahora se está convirtiendo en un campo de batalla..." piensa Mu para sus adentros mientras espera la reacción de sus compañeros y del mismo guerrero de Asgard... ¿Estará haciendo lo correcto al revelarse contra sus compañeros y apoyar a Fenrir, a pesar de que él tampoco quiere apoyar la paz establecida por el tratado...? no sabía, pero debía intentarlo... No importa lo que costase, si era posible, se debía evitar otra guerra santa aunque tengamos que luchar entre amigos para poder lograrlo...**

 

 

**escuchando las palabras vacías del santo ateniense de bronce el dios guerrero solamente lo ve a los ojos y esboza una sonrisa en su rostro –eres igual de débil y llorón como lo dijo Mime siguiendo las órdenes de un insecto como el—exclama Fenrir apuntando a Kardia,-- Caballero dorado de Aries ¿estás seguro de traicionar a tus compañero por ayudarme a mí?, yo no estoy rompiendo ningún tratado yo solamente sigo ordenes de Hilda--  dice aquel lobo antropófago, mientras que pequeñas partículas de cosmos morado lo rodeaban haciendo que una brisa comience hacer danzar su cabellera de un lugar a otro dándole un brillo más profundo a su aura. –mis órdenes son no dejar pasar a ningún ateniense a estas tierras, como dije este es problema de asgard no de Grecia y si esto desata un combate que así sea, solamente les aviso al menos uno de ustedes caerá hoy, y será alimento de mis lobos—dice con una voz bestial aquel hombre lobo saltando hacia donde se encontraban los santos atenienses viéndolos directamente a los ojos juntos con su manada y aquel lobo alfa al lado de él dispuesto a apoyarlo en cualquier situación que se desate**

  

**La batalla había comenzado. Una batalla que no debía suceder. La posición de Shun aún no era concreta, solo que él al igual que Mu, no quería que esta batalla se desarrolle. -Lo siento Shun- fue todo lo que pudo decir el caballero dorado de Aries. Mu ya había decidido apoyar al guerrero de Asgard. Fue acusado de traicionar a Atena, y a sus compañeros, y eso lo hizo sentir mal. Pero en su interior sabía que Atena entendería. Ignoro las palabras de Fenrir y centro su atención en Kardia. El primero en lanzar un ataque, dirigiéndolo a Mu y a Fenrir. "Lamento esto" pensó Mu justo antes de desaparecer del rumbo en el que se dirigía esa bola de cosmo energía apareciendo solo a un escaso metro a su izquierda justo cuando el ataque paso a su lado haciendo volar su cabellera color Lila y la capa adherida a su armadura debido a la velocidad con el que había sido lanzado. Esperando que su nuevo "compañero" Fenrir pudiera defenderse del ataque, Mu cerró sus ojos. Pequeñas estrellas de cosmo energía dorada empezaron a formarse al rededor de su cuerpo. Y después de un breve segundo, Mu abrió sus ojos, mirando directamente a Kardia. Extendió su mano izquierda hacia él y entonces, como si tuvieran vida propia, a gran velocidad todas las pequeñas estrellas doradas se precipitaron hacia el cielo arremolinándose para después dirigirse directamente hacia el lugar en que estaba Kardia como un solo rayo de luz. Sabía que este ataque no lo mataría, su objetivo no era matarlo, solo encontrar una oportunidad para poder enviarlo de vuelta al santuario. Sin él, sería más fácil razonar con Shun sin necesidad de derramar sangre. Mu, sobre todo, concentro su atención en Kardia y su ataque esperando que funcionara. Pero aún se mantenía alerta por si Shun o el mismo Fenrir decidían atacarlo. No sabía cómo sería está batalla. Solo podía estar seguro de una cosa. Debía evitar a toda costa que pareciera que el santuario buscaba atacar a Asgard para iniciar una nueva guerra santa**