Para 1,2,3 y Don Ignacio:
Había una vez en un país lejano, una linda pero muy linda Doncella.
Un buen día la Doncella se fue a bañar al río que queda frente al camino de palacio. Mientras la Doncella se bañaba el príncipe pesa hacia palacio y mire aquella linda y sublime mujer.
El príncipe se queda perdidamente enamorado de la Doncella. Pesan unos días y el príncipe pierde el apetito se le quita el sueño y se deprime. Su padre, el Rey, el ver a su hijo en aquel estado pregunta que le ha pasado a su hijo.
Al darse cuanta que se ha enamorado perdidamente de la Doncella del río la manda a llamar. El príncipe al ver a su Doncella recupera el ánimo la alegría y las ganas de vivir.
Ambos con el tiempo se enamoran perdidamente, y se cazan. Aquella Doncella pasa a ser la princesita del reino.
Eran tan felices que ningún ser humano en la tierra lo podía ni tan siquiera imaginar. Pero un día, o un triste día, mientras la bella princesita pasaba por los jardines de palacio, mira una pordiosera que la miraba y la miraba. Era una pobrecilla ancianita con andrajos, muy despeinada y con su ropa extremadamente sucia.
Al verla, aquella princesita la menosprecio en su corazón, se lleno de asco, y con toda la vanidad del mundo la mando a echar lejos de su vista. La pobre anciana llevara y gritaba, no lo hagas, no lo hagas…..
La princesa escucho unas palabras pronunciadas por la Anciana que no pudo escuchar muy bien, pero no lo dio mucha importancia, a pesar que le sonaban casi continuamente.
Paso un tiempo no tan largo cuando aquella andrajosa anciana, volvió a palacio. La princesita se puso aún más furiosa, qué dijo: Basta ya, está porfiada mujer, la mandare a tirar a una cueva junto a la gente más mala del reino para que la maten.
La princesa se dirige, enojada hacia la guardia real que la preteje, para dar la orden. La pobre mujer andrajosa es lanzada despiadadamente aquella cueva. Es además brutalmente golpeada por aquellos malos soldados de la princesita.
La pobre Andrajosa mujer todo lo contrario a los males deseos de aquella vanidosa princesa, es cuidada por las demás mujeres presas que están dentro de aquella horrible cueva.
Mientras la princesa y el príncipe celebran una gran fiesta de gala, dedica por los reyes del reino, una de las ex criadas de aquel palacio, le pide al guarda principal de la princesa que le lea una nota.
En la nota dice: Princesa y señora mía, lamento con todo el dolor de mí alma decirte, que tu madre, aquella anciana andrajosa, que vos vuestras majestad, mandantes a tirar a la cueva de la gente mala, es tu propia madre y esta apunto de morir.
La princesa manda a sacar aquella mujer, que es su madre, de la cueva, peroya es tarde, ya está muerta.
La princesa se queda ahogada y herida en su propio orgullo, en su propia injusticia. Y tal vez jamás será feliz aunque este rodeada de lo material.
Así a don Ignacio y a todos los derechistas les duele que los mayas, un pueblo que tanto han discriminado haya creado el cero y que gracias a ellos tiene sus computadoras.
Es vuestro gran dolor, no. Como la princesa que manda a matar su propia padre.