Este es el ejemplar que tenemos de “Así es Cuba” por Alberto Boix Comas. Aparentemente editado a principios de la década de 1950. Lo presentamos lo más fiel posible a como aparece en nuestro ejemplar.
JR indaga y propone en tres entregas un dossier sobre el impacto en la rama tabacalera de la fábrica de cigarrillos que la empresa mixta Brascuba construye en la ZEDM
El más «interesante» encadenamiento productivo hacia el interior de la economía que han generado hasta el día de hoy los usuarios de la Zona Especial de Desa- rrollo Mariel (ZEDM) involucra a una «sencilla» y hasta hace poco casi anónima base productiva agropecuaria de Pinar del Río.
Medios nacionales y extranjeros han informado prolijamente en los últimos meses sobre la siembra y cosecha de tabaco Virginia en la unidad básica de producción cooperativa (UBPC) Julián Alemán, de Consolación del Sur, y de las visitas del Segundo Secretario del PCC y Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, José Ramón Machado Ventura, y el Primer Vicepresidente Miguel Díaz-Canel, entre otros dirigentes y personalidades del país.
Las producciones del tabaco también conocido como Rubio (que se habían vuelto escasas y de mala calidad) estarán destinadas a la fábrica de cigarrillos que construye la empresa mixta Brascuba en la ZEDM. Es un programa de desarrollo agrícola, preindustrial e industrial denominado Proyecto Virginia.
Fuente: Brascuba. Infografía: Eliecer A. Torres Batista
De una u otra forma, con mayor o menor impacto, con más o menos dinero en «juego», todos los usuarios asentados en la Zona están —o estarán— vinculados con la economía nacional y algunos hasta con las cadenas globales de producción; pero el caso de Brascuba, al implicar a una «ignota» base productiva tabacalera, generar hechos y resultados «contantes y sonantes», y constituir una iniciativa que se extenderá a varias empresas, cooperativas y productores de Vueltabajo, muestra con claridad qué es y qué debe ser la ZEDM.
Pese a sus falencias y limitaciones, el sector agropecuario nacional no ha perdido el potencial multiplicador hacia el resto de la economía. Su capacidad de generar profundos, eficientes y efectivos encadenamientos productivos al interior del país (hacia atrás y hacia adelante) e incorporarse —como otro eslabón más— a las cadenas globales productivas.
JR indaga sobre estas conexio-nes y propone en tres entregas un dosier sobre el impacto del proyecto. Contactó para ello con los vegueros de Pinar del Río, con directivos de Brascuba y con el área de Comunicación de Tabacuba, la organización que dirige integralmente la actividad tabacalera en todas las fases de su cadena, desde la agricultura a la comercialización interna y externa. Hoy estamos en la fábrica.
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Fundada el 21 de abril de 1995 en edificios del populoso barrio habanero de Luyanó, Brascuba es una empresa mixta (50/50) entre la compañía brasileña Souza Cruz (actualmente filial de la British American Tobacco, segunda empresa mundial en el giro) y el Grupo Empresarial de Tabaco de Cuba (Tabacuba).
El socio extranjero aporta capital de inversión, tecnología, capacitación a los trabajadores cubanos, marcas exclusivas, acceso a mercados internacionales y líneas internacionales de crédito. Renovó su contrato por 40 años.
La parte cubana aporta tierras, edificios, abastecimiento de tabaco de calidad y marcas de cigarros cubanos. Para la instalación de Luyanó laboran más de 500 nacionales.
El principal mercado de Brascuba es el local. El grueso de sus producciones corresponde a cigarrillos negros, el preferido por los fumadores cubanos —y los suyos son los mejores que se fabrican en el país. No obstante, y sin echar a un lado este perfil, con la puesta en marcha de la instalación en la ZEDM la firma prevé una transformación en su portafolio.
«Tenemos una carpeta de cigarrillos negros y rubios, pero con el Mariel queremos emigrar, ampliar el portafolio a partir del tabaco Virginia, principalmente para la exportación. Con este cambio nos proponemos obtener la primacía nacional e internacional de alta calidad con marcas de calidad», comenta Lourdes Vázquez, vicedirectora de tabaco de Brascuba.
Aunque el Proyecto Virginia comenzó en la campaña tabacalera anterior (2015-2016), cuando dio muy pocos resultados debido a las condiciones climatológicas que afectaron al cultivo, fue en esta campaña en la que comienza su desarrollo.
Al llegar a la fábrica y conocerse que hablaríamos con «Vázquez» sobre el Proyecto Virginia, alguien nos comentaba que ella fue quien prohijó la idea. Lourdes llevaba varios años trabajando en las bases del proyecto, nos recalcan.
Con 32 años de experiencia en el ramo, para Lourdes Vázquez, vicedirectora de tabaco Brascuba, el Virginia es uno de los proyectos que ha tenido la suerte de nacer con cabeza. Foto: Roberto Ruiz
Interrogada sobre su «madrinazgo», ella dice: «Andábamos intentando hacer, trazando ideas, sobre todo para el uso del tabaco Virginia producido en Cuba en la confección de los cigarrillos Cohíba predilecto, destinados a la ex-portación».
Con 32 de años de experiencia en el ramo, considera que el Virginia es uno de esos proyectos de la rama tabacalera que ha tenido «la suerte de nacer con “cabeza” y un cuerpo fortalecido con el apoyo de muchas empresas y especialistas».
«La recuperación del tabaco Rubio, el Proyecto Virginia, estaba concebida antes de las negociaciones de Brascuba para instalar una fábrica en la ZEDM; pero el Mariel, a partir de la intención del socio extranjero de desarrollar el tabaco Rubio aquí, y con las mejores calidades, nos dio a nosotros y a Tabacuba —que es la instancia que rige los financiamientos— el elemento adicional para «poder hacer».
El proyecto Virginia ha mejorado el entorno de la población, ha dado trabajo, electrificación y abasto de agua los asentamientos y se han arreglado los viales. Foto: Dorelys Canivell Canal
—¿Cómo se inició el proyecto?
—Previo a su inicio, en Brascuba se hicieron varias reuniones de preparación con las personas involucradas; luego miembros de la UBPC Julián Alemán viajaron a Brasil, donde se les entrenó en los objetivos por alcanzar.
«El tabaco lleva muchos años deteriorándose. Ha disminuido en calidad, tanto el Negro como el Rubio y el Burley. Y la calidad lo es todo. De la planta se utiliza “todo”. Cada parte tiene un destino y debe poseer la calidad para el uso dispuesto, pero es el hombre quien le da un nivel superior o no».
—¿Por qué a Brasil?
—Ellos tienen herramientas y resultados excelentes. Brasil y Souza Cruz están entre los mayores productores y exportadores de tabaco Virginia en el mundo. El curso fue muy transparente y abierto, y los miembros de la UBPC salieron motivados a lograr algo parecido acá, con nuestro tabaco. Souza Cruz continúa con el apoyo. Se preocupan por lo que vamos logrando, nos asesoran técnicamente y emiten certificaciones sobre los resultados. Nos explican mucho «los porqués de los porqués».
—Cuba es un país con experiencia suficiente en el tabaco...
—En el Virginia la calidad es una sola, pero existen diferentes grados. Está el fillers, que es el factor de relleno (calidad 3); el flovours, que da más sabor (calidad 2), y el fulll flovours (calidad 1), que da el lleno del sabor.
«No tenemos disponibilidad de la 1 y de la 2. Debemos importar flovours y fulll flovours. Nuestra agricultura no llega a esas calidades, que exigen muchas condiciones, como el tipo de variedad, el suelo y las prácticas agrícolas. Con la asesoría de los brasileños estamos trabajando en eso: en el marco de plantación, el desbotonado y otras rutinas agrotécnicas.
«También se están haciendo pruebas de laboratorio al tabaco que se obtiene. Recogemos muestras a todo lo recogido, se envían a Brasil, ellos mandan los resultados e informamos estos a la UBPC, porque el objetivo no es lograr este o aquel volumen de tabaco, sino obtenerlo con la calidad que se requiere.
«El proceso del tabaco, sin embargo, no se acaba con la cosecha, lo preindustrial es tan crucial y abarcador como aquella. Cuba tiene un gran desarrollo en la parte agrícola, sobre todo en el tabaco Negro, mas no ocurre así en la vital área de la preindustria, en la que los conocimientos son empíricos y cuando alguien que los tiene fallece, se lleva consigo los "porqués”. Tenemos muy pocas cosas escritas al respecto, pero los brasileños han trabajado con hondura este tema».
—¿Cómo va «el hacer»?
—Para esta campaña se planificaron y sembraron 101 hectáreas (ha) del Virginia en la UBPC Julián Alemán, pero se cosecharon 90 ha, el resto fue afectado por enfermedades. Ahora la producción estimada será de unas 126 toneladas (t), para un rendimiento de 1,4 t/ha, es decir, según se planificó.
«El “hacer” nos ha demostrado que seguimos con problemas. En la primera campaña (2015-2016) los resultados fueron poco visibles, por las lluvias que afectaron al cultivo, pero desde entonces comenzamos a rectificar la carta tecnológica.
«Entre las deficiencias por resolver están las semillas que debemos lograr que sean certificadas, de alta calidad y las enfermedades, que debemos trabajar en variedades resistentes. También tuvimos atrasos en la cosecha, ahijamientos, y no hemos logrado completar la infraestructura que nos hemos propuesto.
«Logramos, no obstante, el desarrollo de la producción, de 30 hectáreas en 2015-2016 pasamos a 101 en la actual temporada; hoy podemos trabajar con la técnica conocida como de semillas peletizadas, y mejoramos en equipamiento agrícola, solo nos van faltando las cosechadoras. Y con la asesoría de Brasil estamos progresando en la cura del tabaco.
«Compramos équidos de alta calidad; trabajamos para disponer de agua, que antes esca-seaba; y avanzamos en los sistemas de riego, aunque estos son de enrolladores, por cañón, que a mi parecer pueden lesionar las hojas y, por tanto, la calidad, por lo que debemos ir al riego por goteo.
«El Proyecto Virginia también ha mejorado el entorno humano, ha dado trabajo, electrificación y abasto de agua a los asentamientos; se han arreglado los viales. Además, la iniciativa aplica el concepto de sustentabilidad: no solo es tabaco, sino también —entre cosechas— frijol, sorgo y cultivos que aportan alimentos a las comunidades aledañas».
—¿Cómo se comportan los costos?
—Además de que aún no es un tabaco de alta calidad, los costos del Virginia en Cuba están muy por encima de los estándares internacionales. Es propósito detectar y detener las deficiencias del proyecto y buscar mayor rendimiento, a través, por ejemplo, de la mejora del suelo y el aumento del marco de plantación. Eficiencia y productividad son quienes determinan, con ellas obtendremos costos y precios adecuados.
—¿Cuánta materia prima nacional utiliza Brascuba?
—El 80 por ciento de la producción actual de Brascuba es con tabaco Negro, fundamentalmente de Pinar del Río y una parte del centro del país. Usamos también tabaco Rubio, tabaco Burley, tabaco común y subproductos. El 90 por ciento de esos surtidos se adquieren en el país. El Virginia y el Burley representan el siete por ciento, y el Negro, el 83 por ciento. El resto de los productos —diez por ciento— se importa.
En la UBPC Julián Alemán, de Consolación del Sur, Pinar del Río, se han obtenido 1,4 toneladas de tabaco Virginia por hectárea. Foto: Dorelys Canivell Canal
—¿Qué retos quedan?
—Varios. Uno de ellos es el proceso preindustrial. No hacemos nada con obtener producciones deseadas, con las calidades óptimas, si carecemos de una resecadora que arroje buenos resultados, porque la que hoy tiene el país es «algo» obsoleta, con pérdidas de alrededor del 36 por ciento.
«El tabaco Rubio, por sus características, tiene un gran porte y la vena de la hoja es gruesa, lo cual afecta el proceso industrial, por lo que esa vena (tallo, talo) hay que quitarla para poder llevar el tabaco a la fábrica.
«Nuestra futura fábrica en la ZED Mariel tiene dentro de sus objetivos reutilizar la vena, que bien tratada una parte de ella puede incorporarse a la producción, por eso pienso que el país debe dotarse de una resecadora nueva».
—¿Cuáles son los planes para la ZEDM?
—En Mariel vamos a fabricar cigarrillos negros —según la marca que se decida—, pero queremos ampliar el portafolio con el Virginia, principalmente para la exportación.
«Esto requiere de un tabaco muy bueno, y si lo tenemos en Cuba, entonces tendríamos más beneficios, con costos y precios inferiores. No es nuestro interés tener una cartera de productos con tabaco importado, pero para eso el cubano tiene que tener una alta calidad. Solo así podrá dar respuesta a las marcas que representa; de lo contrario, la marca se destruye».
Brascuba Cigarrillos S.A. en la ZED Mariel
Maqueta de la fábrica de cigarrillos que Brascuba construye en la Zona Especial de Desarrollo Mariel
—Colocación de la primera piedra de la fábrica: 1ro. de noviembre de 2016. Es uno de los 24 usuarios presentes en la ZED Mariel hasta ahora, según las últimas informaciones públicas.
—Ventajas de la ZEDM para Brascuba: disminución de costos por las ventajas arancelarias que ofrece la Zona, lo que permite producir cigarrillos más competitivos en el mercado internacional.
—Capacidad anual de producción: 8 000 millones en una fase inicial, para luego extenderlo progresivamente y alcanzar mayores volúmenes.
—Inversión estimada: cien millones de dólares.
—Área a ocupar en la ZEDM: 10,8 hectáreas, incluye instalaciones y amplias áreas exteriores y jardines.
—Generación de empleo: unos 600 puestos de trabajo.
—Diseño de la fábrica: Respetuoso del medio ambiente y de las regulaciones establecidas en el país acerca de la seguridad y salud del trabajo. Contará con un sistema que evita la emanación de polvo de tabaco y una central propia para el tratamiento de los residuos y el agua, que será reutilizada.
—Aportación del socio extranjero: capital, know how y maquinaria. La tecnología a instalar es de la más moderna del mundo en la industria de cigarrillos.
—Encadenamiento productivo: A través de la fábrica de la ZEDM, Brascuba se propone un encadenamiento con la agroindustria nacional y una asistencia técnica que elevará la producción del tabaco Virginia, materia prima para el cigarro rubio.
—Meta: Satisfacer la demanda en el mercado interno, incluido el turismo —con variedades adaptadas al gusto y las preferencias de consumidores extranjeros—, y la exportación.
—Exportaciones estimadas: 20 por ciento de la producción total, incluye la ampliación del mercado en Brasil, España y Japón.
—Producción de la fábrica de Luyanó: 4 000 millones de cigarrillos.
—Mercado externo: Exporta a varias decenas de países, entre estos, España, Brasil, México, naciones del Medio Oriente, Rusia y Panamá.
Fuentes:
«Inicia construcción de fábrica de cigarrillos en el Mariel», en www.granma.cu, Yudy Castro Morales, 1ro. de noviembre de 2016.
«Industrias en expansión», en www.opciones.cu, Raquel Sierra, 18 de agosto de 2016.
«Mariel: en el vórtice del desarrollo económico cubano», en www.granma.cu, Arlin Alberty Loforte, 14 de enero de 2016.
Packard, un nuevo hotel de lujo cinco estrellas, será inaugurado en agosto de 2018 en el concurrido Paseo del Prado de La Habana.
El proyecto lo ejecutan la empresa local Inmobiliaria Almest y la Asociación Económica Internacional (AEI) Unión de Construcciones Militares (UCM)-Bouygues, constructora de primer orden en el mundo, las cuales emprenden también otras labores similares en la capital, informó hoy la Agencia Cubana de Noticias (ACN).
Orlando Oramas, director de la Unidad Básica de Inversiones de Almest, adelantó a la ACN que el Packard será gestionado por la cadena hotelera española Iberostar, a partir de un contrato de administración con el grupo Gaviota.
Según lo divulgado por el directivo, la instalación, de 321 habitaciones y 10 niveles, dispondrá de tienda, salas de reuniones, varios bares y restaurantes y un spa con servicios de belleza.
En los pisos ocho, nueve y 10 estarán las habitaciones más lujosas, y en el seis un gimnasio y una piscina, con vistas a la entrada de la bahía de La Habana.
Yulisney Ocampo, director adjunto del proyecto por la parte cubana, detalló que la edificación se levantó desde cero, en un área donde radicaba el antiguo Hotel Biscuit, inaugurado en 1911 y que en 1931 adquirió el nombre de Packard.
Debido a su valor arquitectónico se conservó una parte de la fachada por la calle Cárcel y otra por Prado, que llega hasta el nivel cuatro, lo cual permite una convergencia entre lo tradicional y lo moderno, explicó.
Ocampo puntualizó que en el sótano habrá un parqueo semisoterrado, con 79 plazas y condiciones necesarias para evitar penetraciones del agua.
A base de moldes y entrepisos, en la construcción del inmueble se ha empleado el hormigón 350, en correspondencia con la norma cubana que establece que a menos de 100 metros del mar debe usarse este para mayor durabilidad en la estructura, apuntó al tiempo que añadió que la fuerza laboral es mayoritariamente de la isla.
Durante la reciente edición de la Feria Internacional de Turismo de Cuba (FITCuba 2017), el ministro del ramo, Manuel Marrero, expresó que el archipiélago actualmente cuenta con 67 mil habitaciones hoteleras, de las que siete mil se repararon el año anterior y dos mil se recuperaron.
Existen, además de los establecimientos estatales para el turismo, dos mil restaurantes privados y más de 21 mil habitaciones en alojamientos familiares.
En 2016 llegaron a Cuba más de cuatro millones de viajeros por primera vez, para el nueve por ciento de sobre cumplimiento, y 14,5 por ciento de alza.
Villa Clara conforman colectivos de alta productividad
Betsiz Arrojo, funcionaria de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) en la provincia, explicó que en esos grupos están cerca de los 200 agropecuarios con mejores rendimientos y el mayor dominio de las novedades científicas
Los campesinos más productivos de los municipios de Remedios, Caibarién, Manicaragua y Encrucijada, en Villa Clara, integran los tres colectivos de avanzada, creados con el objetivo de propagar las acciones técnicas, e incidir en el aumento de la producción.
Betsiz Arrojo, funcionaria de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) en la provincia, explicó que en esos grupos están cerca de los 200 agropecuarios con mejores rendimientos y el mayor dominio de las novedades científicas, según reportó la ACN.
Se eligieron los líderes naturales de cada cooperativa en lo referido al manejo de las nuevas tecnologías.
Entre los parámetros de selección figuró también la vinculación de esos miembros de la ANAP con los jóvenes, añadió.
Arrojo dijo que entre los objetivos del trabajo está empoderar a las familias campesinas dentro de sus localidades, y que el ejemplo de esos labradores devenga eje central para que las cooperativas sean protagonistas de la sociedad rural de Villa Clara.
Además de las acciones productivas y de instrucción que ejecutan, también desempeñan tareas sociales, entre ellas, visitas a lugares históricos dentro y fuera de sus asentamientos, aseveró.
Ramón Domínguez, de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Armando González de Remedios, integrante del colectivo de avanzada de ese municipio, comentó a la ACN la importancia del grupo para el rescate de las tradiciones del sector.
Reconoció que el intercambio con científicos de diferentes centros investigativos es vital para el correcto desempeño agrario en la actualidad y ellos deben generalizarlos entre sus coterráneos.
Alejandro Cedeño, presidente de la ANAP en Remedios, dijo que entre los proyectos de trabajo está el referido a la familia y los jóvenes, porque son los eslabones principales de la sociedad.
Puntualizó la necesidad de integrar a las esposas e hijas a las organizaciones de base de la Asociación, como una manera efectiva de reconocerles el rol protagónico que tienen en sus núcleos.
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La creación de variedades de menor porte puede ayudar a reducir los impactos negativos de los eventos meteorológicos en sembrados y cosechas. Foto: Arelys Echeverría/AIN
En el municipio de Manatí, en Las Tunas, no queda ya nadie capaz de recordar pormenores, pero me imagino el regocijo que seguramente provocó entre su clase obrera aquella noticia, publicada a inicios del quinto mes de 1939 por el periódico Hoy, órgano del Partido Socialista Popular. Informaba que la Confederación de Trabajadores de Cuba, fundada tres meses antes, había celebrado por primera vez en la Isla el Primero de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores.
Por entonces, en el poblado tunero acababa de crearse el Sindicato de Obreros Azucareros del Central Manatí (SOACM). Sus miembros de mejor preparación conocían el legado histórico de los mártires de Chicago, ahorcados por participar en la huelga del 1ro. de mayo de 1886, que exigía el reconocimiento de la jornada laboral de ocho horas. Aunque no hubo desfiles ni discursos, el nacimiento de ese gremio local devino su homenaje primigenio a la conmemoración.
Las fuentes pasivas, que atesoran detalles sobre el movimiento sindical manatiense anterior al triunfo de enero de 1959, glosan de alguna manera sus demandas y la negativa a satisfacerlas por parte de la compañía norteamericana dueña del ingenio. Las protestas se hacían más enérgicas cada Primero de Mayo, lo mismo mediante llamados a huelgas generales que por medio de reclamaciones.
En más de un tenebroso quinto mes, hubo asambleas sindicales semiclandestinas disueltas violentamente por efectivos de la Guardia Rural. Ni siquiera la visita que en 1947 realizó al municipio el dirigente azucarero Jesús Menéndez transitó por cauces pacíficos, pues su discurso fue saboteado a tiros por elementos mujalistas que pretendían arruinar el mitin y amedrentar al líder.
El tsunami revolucionario color verde olivo propició que los manatienses comenzaran a celebrar a sus anchas el Primero de Mayo sin paros, demandas ni represiones. Estudiantes, combatientes, campesinos, obreros, jubilados, federadas, amas de casa, en fin… ¡el pueblo en su más amplia gama hizo definitivamente suya la celebración! Se había superado para siempre una época ominosa.
Cada año las iniciativas fueron aportándole creatividad al festejo. Así, comenzaron a marchar los miembros de los equipos de fútbol, ídolos de la localidad. El gremio agrícola incluyó tractores orlados con motivos del surco. Nunca faltaron en la procesión los jinetes en sus cabalgaduras. Y un octogenario me aseguró que hasta cierta vez una joven vaca, con un sombrero de guano entre los cuernos y una pancarta colgándole del cuello, fue «invitada» a desfilar, bien sujeta por un trabajador ganadero.
Este Día Internacional de los Trabajadores, a imagen y semejanza de los anteriores, ratificó la fidelidad de los manatienses al proceso emancipador cubano y la certeza de que nuestra fuerza radica en la unidad. Miles de sus hijos, en representación de los más variados sectores, hicieron suya la convocatoria. La frescura de sus iniciativas y el entusiasmo de su bloque hicieron ostensible el protagonismo de los jóvenes y desfilaron junto a ellos hasta la Plaza de la Revolución, no por azar nombrada Primero de Mayo.
Las arterias de acceso a la Plaza de la Revolución están colmadas desde las primeras horas de la madrugada. Cada minuto transcurrido se vuelve compacta la multitud. Reyna la alegría, las pancartas con las consignas revolucionarias en apoyo a la Revolución y al legado de Fidel. Por cada rincón de la marcha se siente, Fidel está presente. La cubanía se desborda. La bandera cubana es enarbolada por los brazos del pueblo. Una vez más pienso en cuanto nos quieren manipular y dirán que estamos obligados. No soportan la fortaleza de los cubanos a pesar de los problemas que en la vida cotidiana afrontamos al querer ser más prósperos en nuestro futuro. Hay quien se presta para empañar el momento. Breves minutos bastaron para neutralizar sus propósitos. Los acordes de la banda gigante se dejan escuchar por toda la Plaza de la Revolución. También caló la corneta china que con golpe de una buena conga cubana puso arroyar a mujeres y hombres; niños, jóvenes y viejos; civiles y militares; amigos de diferentes latitudes. En Cuba se festejó el Día del Trabajador.
Las 166 fotos agrupadas en Exequias, tomadas por los fotógrafos Vicente González Díaz, Fernando Medina, Alcides Carlos González Díaz, Juvenal Balán, Omelio Borroto, Juan Carlos Palomo, Miguel Rubiera y Jesús Vicente González Portuondo, reflejan uno de los momentos más dolorosos vividos por el pueblo cubano
Pedro de la Hoz • 20 de Mayo del 2017 21:23:59 CDT
Aunque sin lugar a dudas resultó emotiva la entrega editorial que cerró en Santiago de Cuba, y en todo el país, la Feria Internacional del Libro 2017, no era esa la imagen que hubieran querido la inmensa mayoría de nuestros compatriotas y los muchísimos amigos que en el mundo nos acompañan y alientan en la batalla por hacer posible la utopía revolucionaria.
Las 166 fotos agrupadas en Exequias, tomadas por los fotógrafos Vicente González Díaz, Fernando Medina, Alcides Carlos González Díaz, Juvenal Balán, Omelio Borroto, Juan Carlos Palomo, Miguel Rubiera y Jesús Vicente González Portuondo, reflejan uno de los momentos más dolorosos vividos por el pueblo cubano en lo que va de siglo —las honras fúnebres del Comandante en Jefe Fidel Castro y el itinerario del cortejo que lo llevó al sobrio e impresionante peñón donde reposa en Santa Ifigenia—, pero también confirman la voluntad popular de continuar su obra.
A Fidel lo necesitamos activo y vigente en ejemplos e ideas. De ahí que desde mucho antes, anticipándose a la celebración de sus nueve décadas de vida en agosto pasado, el sistema editorial concibió una colección que comprendió una treintena de títulos, entre reimpresiones, nuevas ediciones y volúmenes puestos en circulación por primera vez.
Los lectores de hoy y mañana cuentan con una obra de ineludible valor testimonial, Fidel Castro: Guerrillero del tiempo (tomos I y II), de Katiuska Blanco, recorrido biográfico que revela al ser humano que convive con la figura histórica, desde su niñez, juventud y toma de conciencia hasta la entrada triunfal de los rebeldes en La Habana.
Al investigador Abel Enrique González se debe la compilación Fidel Castro y los Estados Unidos, 90 discursos, intervenciones y reflexiones, calificada por el poeta Miguel Barnet como «decantado compendio, en el cual los temas nacionales e internacionales están expuestos en profundidad y con esa óptica de visión meridiana».
Complemento de esa aproximación, Las crisis en América Latina, diagnósticos y soluciones, a cargo de Luis Suárez Salazar, condensa las principales reflexiones de Fidel acerca de esa problemática y la responsabilidad que en ella ha tenido el imperialismo norteamericano.
En Fidel Castro ¿Qué se encontró al triunfo de la Revolución?, el escritor y editor Juan Carlos Rodríguez, mediante documentos gráficos y referencias textuales, expone la grave situación de la Cuba neocolonial y dependiente, y las acciones emprendidas por la vanguardia revolucionaria por transformar radicalmente esa realidad.
De suma utilidad es la consulta del Diccionario del pensamiento de Fidel Castro, de Salomón Susy Sarfati, contentivo de 979 conceptos y 3 020 pensamientos sobre los más variados temas.
Inéditas vivencias aporta Desde el aire... memorias de un piloto ejecutivo, de Pilar Quesada González, quien registró la memoria de los 30 años de servicio de Claudio Rey Moriña a cargo de la transportación aérea del Comandante. El mismo Fidel escribió la introducción.
También en el orden testimonial se inscribe Y en eso llegó Fidel, de José Antonio Fulgueiras. Aunque breves, no hay pequeñas historias en este libro. Cada vivencia es un relámpago en la memoria de sus protagonistas, huella indeleble en la que se agiganta una huella mayor, la que dejó Fidel Castro en las vidas de mujeres y hombres que alguna, varias, muchas veces encontraron al jefe militar, al estadista, al guía, al consejero, al amigo, al ser humano.
Lo perdurable es el pueblo, de Nayda Orozco, analiza la relación de Fidel con el ejercicio transparente y orientador de la opinión pública, libro que en buena medida se conecta con la nueva edición de Fidel periodista, el cual ofrece inicialmente una antología realizada por Ana Núñez Machín de artículos, declaraciones y pronunciamientos del líder antes de 1959, seguida por los textos de conferencias impartidas una década atrás en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí por Ernesto Vera, Marta Rojas, Tubal Páez, Juan Marrero y Katiuska Blanco.
La colección de historietas Fidel el rebelde, con guion de Ángel Velazco, y Tiempo de cocuyos, con textos de Omar Felipe Mauri, ilustra una manera atractiva de contar la historia, a partir del talento de distintos dibujantes cubanos.
Del internacionalismo del Comandante, su entrañable relación con el líder de la Revolución Bolivariana, y los valores humanistas compartidos por ambos, trata Dios, Chávez y Fidel, de Elson Concepción y María Elena Ruiz.
La cercanía con que Nicolás Guillén trató y comprendió tempranamente el significado de la irrupción del jefe revolucionario en la vida política cubana a partir del triunfo de enero de 1959 se halla recogida en los textos de Buenos días, Fidel, aporte de la fundación que lleva el nombre del poeta.
Estos y otros títulos, y seguramente los que vendrán, se nos presentan como fuentes imprescindibles para que los conceptos y las ideas de Fidel continúen germinando
La única y definitiva independencia que celebramos los cubanos es la alcanzada el 1 de enero de 1959, con el invicto liderazgo del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz
Alguien o algunos no le han dicho la verdad al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien este sábado 20 de mayo felicitó al pueblo de Cuba por el día de la independencia.
Y debe dársele el beneficio de la duda al jefe de la administración norteamericana, pues evidentemente ha sido mal asesorado o solo escuchó a aquellos que añoran el pasado colonial. Solo así podría evocar el 115 aniversario de aquel quinto mes del año 1902 y al propio tiempo enviar un mensaje de felicitación a los cubanos.
Cuba, su pueblo y su gobierno, ha manifestado la disposición de conversar sobre cualquier tema con Estados Unidos y mantener relaciones civilizadas, respetando las diferencias. Es en ese ánimo en el que también podríamos conversar sobre ese 20 de mayo, que en esta Isla soberana e independiente no se celebra, pero sobre el que sí conocemos bien.
Hace 115 años no hubo un acto de independencia. El cuento es un poquito más largo.
En 1898 el Ejército Libertador Cubano tenía la guerra contra España prácticamente ganada. Las huestes peninsulares estaban vencidas, agotadas física y moralmente. En ese escenario ve la luz una Resolución del Congreso de Estados Unidos para intervenir en el conflicto, con el objetivo de garantizar la libertad de Cuba. Pero los jefes mambises desconocían la carta del subsecretario de guerra estadounidense: «Debemos destruir todo lo que esté dentro del radio de acción de nuestros cañones. Debemos concentrar el bloqueo de modo que el hambre y su eterna compañera, la peste, minen a la población civil y diezmen al ejército cubano. [...] debemos crear dificultades al gobierno independiente y estas y la falta de medios para cumplir con nuestras demandas y las obligaciones creadas por nosotros, los gastos de guerra y la organización del nuevo país, tendrán que ser confrontadas por ellos [...]. Resumiendo: nuestra política debe ser siempre apoyar al más débil contra el más fuerte hasta que hayamos obtenido el exterminio de ambos a fin de anexarnos la Perla de las Antillas».
Ojo, concentrar el bloqueo de modo que el hambre… Cualquier semejanza con el bloqueo que sufrimos hace más de 55 años no es pura coincidencia. Esa es la antesala del 20 de mayo de 1902 ¿Se puede celebrar así la independencia o recibir una felicitación?
El episodio había tenido como antecedente la explosión en la bahía habanera del acorazado Maine el 15 de febrero de 1898 y aunque el propio William McKinley, vigesimoquinto presidente de Estados Unidos, reconoció que la comisión investigadora creada para aclarar el suceso no había podido concretar responsabilidades en la voladura, expresó: «Pero la verdadera cuestión se centra en que la destrucción nos muestra que España ni siquiera puede garantizar la seguridad de un buque norteamericano que visita La Habana en una legítima misión de paz». Era el pretexto para declarar la guerra a España, en un boceto que dibujaría aquel 20 de mayo. Al decir de Vladimir Ilich Lenín, comenzaba la primera guerra imperialista de la época moderna.
Pero no era todo. En la ruta hacia mayo de 1902 apareció el ruin y mezquino 10 de diciembre de 1898. En esa fecha, el Tratado de París decretaba el fin del colonialismo español sobre la Mayor de las Antillas, cometiéndose un colosal agravio a la dignidad de los cubanos al ser apartados de esa conversación. Estados Unidos “arregló” una libertad que ni ganó ni sufrió en los cruentos combates en la manigua y España renunciaba, si es que cabe el término —realmente lo que hacía era entregarse— a un derecho que había perdido en los campos de batalla.
A aquel 20 de mayo se llegó tras la celebración de elecciones en junio de 1900, que cercenaron el derecho de los cubanos. Las mujeres no podían votar, solo podían hacerlo los mayores de 21 años de edad. Y ese día le iba a dejar a Cuba una constitución, en la cual se atentaba justamente contra la independencia y la soberanía de la Isla. La Enmienda Platt, impuesta por Estados Unidos como apéndice constitucional, estableció, de facto, una República neocolonial.
En el tercer punto, de ocho que contenía aquel documento usurpador se establecía: «Que el Gobierno de Cuba consiente que los Estados Unidos puedan ejercitar el derecho de intervenir para la preservación de la Independencia y el sostenimiento de un gobierno adecuado a la protección de la vida, la propiedad y la libertad individual, y al cumplimiento de las obligaciones con respecto a Cuba, impuestas a los Estados Unidos por el tratado de París».
En un enjundioso artículo en estas mismas páginas el pasado 2 de noviembre de 2016, el investigador Ernesto Limia nos hacía leer: «Estados Unidos propuso incluir la Enmienda Platt como apéndice a la Constitución cubana y condicionó a ello la retirada de su contingente militar. Conseguido su propósito, accedió a que el 20 de mayo de 1902 la Isla se diera una República que para nacer debió someterse a la tutela yanqui. Ese año, en su discurso sobre el estado de la Unión, el presidente Theodore Roosevelt abundó al respecto: Cuba queda a nuestras puertas y cualquier acontecimiento que le ocasione beneficios o perjuicios, también nos afecta a nosotros. Tanto lo ha comprendido así nuestro pueblo, que en la Enmienda Platt hemos establecido la base, de una manera definitiva, por la que en lo sucesivo Cuba tiene que mantener con nosotros relaciones políticas mucho más estrechas que con ninguna otra nación […]».
No hay dudas de que el presidente Trump ha estado mal asesorado. Quienes le ayudan o le aconsejan deben haberle leído también mal a Martí, sino no lo “viste” de empresario o no lo invoca en su mensaje de felicitación para decirnos que «el despotismo cruel no puede extinguir la llama de la libertad en los corazones de los cubanos, y que la persecución injusta no puede alterar los sueños de los cubanos para sus hijos de vivir libres sin opresión». Nadie como el apóstol de la independencia de Cuba para advertir del peligro de la potencia del norte. Lo dejó bien claro en la carta a su amigo Manuel Mercado, el 18 de mayo de 1895: «ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país, y por mi deber —puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo— de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso».
Nueve años después, otro 20 de mayo, pero de 1904 el presidente estadounidense Theodore Roosevelt anunció al Senado que extendería a Centroamérica y el Caribe los preceptos de la Enmienda Platt. Martí conoció como pocos a Estados Unidos en los 14 años que vivió allí y le arrancó del fondo de su alma patriótica la frase «viví en el monstruo y conozco sus entrañas». Al 20 de mayo de 1902 se llegó con la disolución del Partido Revolucionario Cubano fundado por Martí para emprender la guerra necesaria por la verdadera libertad de los cubanos. Esa decisión, tomada por quien fuera el primer presidente de aquella República, Tomás Estrada Palma, sucesor del apóstol como delegado del Partido, sucedió justo 11 días después de haberse firmado el Tratado de París, entre España y Estados Unidos, en el cual Cuba fue tratada como botín de guerra.
La única y definitiva independencia que celebramos los cubanos es la alcanzada el 1 de enero de 1959, con el invicto liderazgo del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Sobre lo ocurrido hace 115 años nos quedamos con la sentencia siempre aleccionadora de Eusebio Leal Spengler, a quien le escuche decir en mayo del 2001, a propósito de la fecha: «No vamos a festejar el 20 de mayo de 1902, pero lo vamos a conmemorar, vamos a hacer memoria. La república tenemos que analizarla con profundidad para entender esta Revolución que tenemos. No hay futuro sin pasado».
“La naturaleza se postra ante el hombre y le da sus diferencias para que se perfeccione su juicio, sus maravillas para que avive su voluntad al imitarlas, sus exigencias para que eduque su espíritu en el trabajo, en las contrariedades y en la virtud que las vence” José Martí
Ofrenda al Apóstol. Foto: Maria Antonieta Álvarez / Cubadebate
Misión cumplida. En la cima del Pico Turquino. Sierra Maestra. Foto: Annia Lucía González Hernández / Cubadebate
La Sierra Maestra. Foto: Alexis Yero Díaz / Cubadebate
El Parque de Baconao, Santiago de Cuba. Foto: Edilia Yamilé Gutiérrez Cordero / Cubadebate
El Hotel Nacional de Cuba, La Habana- Foto: Richard O. Domínguez / Cubadebate
Halo solar sobre el Focsa, La Habana. Foto: Héctor Fleites Martínez / Cubadebate
Mañana de enero en Tarará. Foto: José Antonio Castro / Cubadebate
En el Cabo de San Antonio, Pinar del Río. Foto: Odalys Piloto Fernández / Cubadebate
Manglares en Sierra Morena. Municipio Corralillo, Villa Clara. Foto: Yarko Hernández / Cubadebate
Arcoiris en Holguín. Foto: Ing. José L. Marrero Hechavarría / Cubadebate
El barco con las supergrúas que hoy laboran en la Terminal de Contenedores en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel. Foto: Ing. Dennis Arce López / Cubadebate
Abeja posada en el romerillo. Foto: Carlos Ariel Rojas Lugones, UCI / Cubadebate
El hotel La Rusa, edificación icónica de Baracoa (primer plano a la derecha), totalmente remozado, y el hostal Río Miel (al fondo). Foto: ACN
Baracoa exhibe una imagen renovada en sus instalaciones turísticas, fruto del intenso proceso de recuperación en marcha tras el paso del huracán Matthew, que causó considerables daños en el oriente del país en octubre del año pasado.
Según Onelkis Ferrer Kindelán, delegada del Ministerio del Turismo en el territorio, las acciones constructivas desarrolladas en el principal polo de Guantánamo permitieron que las locaciones del sector reanudaran sus servicios el primero de noviembre último, en mejores condiciones
Actualmente -precisó- se emprenden otras labores como la edificación de una base de Transtur, la primera en el municipio baracoense, y de oficinas de ventas, en tanto se realizan trabajos en jardinerías y cambios de mobiliarios.
De acuerdo con Ferrer Kindelán, existen las condiciones para que los viajeros de Cuba y el mundo visiten la Ciudad Primada, la cual recibió en 2016 unos 50 mil vacacionistas procedentes fundamentalmente de Alemania, Italia, Francia y España, en busca de conocer los encantos históricos y naturales de esta legendaria villa.
Según la especialista, Baracoa posee 210 cuartos en los hoteles Porto Santo, El Castillo, La Rusa, Villa Maguana y en los hostales La Habanera, 1511 y Río Miel, operados todos por la cadena Gaviota, además de más de 400 habitaciones en casas de arrendadores particulares.
Entre sus restaurantes sobresalen La Punta y las fincas Duaba y Racho Toa, con platos típicos como el bacán, tamal de plátano relleno con carne o marisco, y los enriquecidos con tetí, pequeño pez que en determinada época del año aparece en la desembocadura de sus ríos.
A Baracoa, junto a su hospitalidad, la distingue la naturaleza exuberante, paraíso enclavado entre montañas, ríos, mar y una llamativa vegetación.
El pasado 27 de marzo se cumplieron cuarenta años del fallecimiento de Juan Marinello Vidaurreta, a solo cuatro meses de la fundación de nuestro Centro de Estudios Martianos, cuya dirección ya se había decidido que ocupara.
Varias razones seguramente influyeron en esa decisión que no pudo ser ejecutada. Su larga militancia revolucionaria, el reconocimiento dentro y fuera de Cuba a su labor intelectual, el respeto que siempre logró imponer entre los que discreparon de sus criterios ideológicos y estéticos, inclusive la amistad sincera que depositó en muchos que se ubicaron en campos políticos opuestos estoy seguro que fueron consideraciones que se manejaron entonces. Mas, sin duda alguna, su dedicación a la obra de José Martí tiene que haber sido el punto central para pensar adjudicarle semejante responsabilidad.
No se equivocaban quienes se inclinaron hacia él, ya que en el campo de los estudios martianos nadie podía discutirle un puesto entre los más destacados estudiosos de la obra del Maestro durante el siglo XX. Figurar en ese grupo no fue regalo inmerecido que le otorgaron varias generaciones cubanas, sino comprensión, por encima de todo tipo de banderías, de que su aporte a la bibliografía pasiva martiana, además de elevada en cantidad de títulos, es insoslayable a la hora de examinar la obra literaria, las ideas del pensador y el liderazgo político del cubano mayor.
A los veintisiete años de edad Marinello nos entregó su primer acercamiento a Martí. Se trata del breve texto titulado «El homenaje», publicado en el Diario de la Marinael 28 de enero de 1926. Allí pedía que al recordarse a Martí se pasase del “discurso emocionado” a “la plática fina y penetrante», y que igualmente se divulgasen sus virtudes y “las normas directrices de sus concepciones políticas”.
Se iniciaba así una línea por la que Marinello transitaría una y otra vez durante su larga ejecutoria intelectual y ciudadana que repetidamente buscó entregar esa plática fina y penetrante, de la que, no obstante, nunca desapareció la emoción para acercar a sus lectores y oyentes a Martí como paradigma ético, político y literario.
No es casual que sus dos aportes más significativos sobre la obra del Maestro sean, a mi juicio, sus dos ediciones de lacreación poética martiana: la juvenil, de 1928, (Poesías de Martí, La Habana, Cultural S. A.); y la madura, de 1973 (Poesía mayor, InstitutoCubano del Libro).Ese interés por el poeta marcaría la mirada marinelliana, quien por ello entregó sus observaciones más perspicaces e innovadoras precisamente en torno a ese costado de la escritura martiana. Pienso, por ejemploen ensayos tan significativos en su momento y aún para la crítica literaria actual como “Españolidad literaria de José Martí” (1942), “El caso literario de José Martí” (1954) y “Caminos en la lengua de Martí” (1956) —todos incluidos en las dos compilaciones tituladas Once ensayos martianos y Dieciocho ensayos martianos— y pienso, además, en ese libro quizás ahora poco leído y nunca justipreciado en su real alcance que se titula José Martí, escritor americano, cuya primera edición fue en 1958 por la editorial mexicana Grijalbo.
Para cualquier estudioso de los escritos de Marinello, resalta en primer lugar su condición de ensayista, género en el que se distinguió por su lengua culta, su argumentación cuidada y la expresión de ideas propias. Hasta José Martí; escritor americano puede considerarse un extenso ensayo o la suma de varios. Sin embargo, cuando se revisa al fondo al crítico se comprenderá que sus prólogos, y en especial su abundantísima obra periodística, junto al sabor característico del ensayo, son piezas que forman parte valiosa de su creación y que en innumerables casos exponen elementos significativos de su pensamiento.
En la bibliografía de Marinello editada por la Revista de la Biblioteca Nacional José Martí en su número de septiembre-diciembre de 1974 aparecen cerca de dos mil fichas de publicaciones periódicas, mientras que en su bibliografía martiana, conciento cincuenta entradas, publicada aparte en el Anuario Martiano número6 de la Sala Martí de la Biblioteca Nacional, ciento veintiséis fichas corresponden a publicaciones periódicas.
Curiosamente,la mayoría de ellas se refieren a temas que podríamos estimar tienen que ver con la obra política del Maestro. Dadas las características de tales publicaciones, sus análisis están frecuentemente relacionados con asuntos de actualidad, motivados, casi siempre, por algún debate del momento. Ello podría hacer pensar que los juicios emitidos son también pasajeros, como lo fueron muchos de los sucesos a cuyo calor fueron redactados. Sin embargo, no ocurre así, pues nuestro autor, aun cuando hablase del Maestro en función de un problema coyuntural, siempre trató de explicar el porqué de la trascendencia martiana. Dicho de otro modo: Marinello fue un permanente defensor de la vigencia de Martí como político.
Así, sus textos versan sustancialmente sobre tres cuestiones, a saber: primero, las relaciones entre el proyecto de Martí y el pensamiento marxista; segundo, la significación del pensamiento martiano para la república neocolonial; y, tercero, la presencia de ese pensamiento en la Revolución Cubana.
El primer aspecto fue abordado por él durante los años treinta y cuarenta del pasado siglo y también después de 1959.
Es conocido que el marxismo se convirtió en un ingrediente importante de la conciencia social cubana durante la tercera década del siglo anterior. En virtuddel vertiginoso crecimiento de la dependencia del país con respecto a los centros del capital financiero estadounidense, con su inevitable secuela de subdesarrollo; y de la importancia estratégica del proletariado en la estructura de clases, la revolución del 30 ocurrió con un auge de las ideas antimperialistas y un ávido interés por el conocimiento de la teoría del socialismo científico. La crisis del sistema dependiente cubano condujo a que primara la opinión de la necesidad de renovar la vida del país. Unos, por las reformas; otros, por la revolución, para todos era claro que la Isla marchaba por mal camino. Por eso, en el plano ideológico, fue común ir a beber experiencias en las tradiciones libertadoras y nacionalistas del siglo xix, y de modo especial en la personalidad revolucionaria de José Martí.
Juan Marinello fue actor de esos episodios, en los que tomó parte activa como militante del primer partido marxista-leninista, luego de un tránsito previo por otras corrientes filosóficas. Ya a mediados del decenio de los 30 se pueden apreciar las categorías marxistas en sus análisis, y desde ellas intentó asumir a Martí. Fue aquel un proceso complicado, no exento de juicios que él mismo se encargaría posteriormente de afinar.
En un debate en 1935 con Juan del Camino en la revista Repertorio Americano, de San José de Costa Rica, Marinello vio cuestionadoalgunos de sus juicios en una comparación entre Martí y Lenin, en la que sobreponía a este último sobre aquel como la personalidad válida para la lucha revolucionaria de entonces. Lo valioso del debate es que le permitió corregir algunas de sus expresiones y fue certero ante un problema central de método: las ideas responden al nivel del desarrollo social. Y ello le permitió evitar el infantilismo de querer forzar o exigir al Maestro una visión marxista de los problemas cubanos, idea que precisó todavía más en 1940, en sucarta prólogo al libro Ideas sociales y económicas de José Martí, de Antonio Martínez Bello, quien sostenía la tesis de que hubo una postura marxista en Martí.
En los escritos de esos años nuestro autor reitera tres puntos esenciales: que el sentido político de la obra martiana sobrepasa sus supuestos filosóficos; que la naturaleza de Martí como político estuvo condicionada por las circunstancias sociales en que se desenvolvió, y que hay cercanía entre Martí y el socialismo científico en la medida en que aquel tomó partido al lado de las clases explotadas de la sociedad colonial, aunque comprendió que su tarea histórica inmediata no era luchar por resolver las contradicciones internas entre las clases sociales.
Desde tal perspectiva, Marinello fue progresivamente perfeccionando su valoración acerca de la pertinencia del proyecto martiano para los tiempos que se vivían. Todavía a principios de los años 40 insistía en que las soluciones martianas, dados los cambios de la época histórica, no eran exactamente ajustables a aquel presente; pero a la vez insistía en lo siguiente: “Y su innegable grandeza ha de medirse en razón de la etapa en que vivió y de la obra que fue en su tiempo realizable.”
No puedo menos que compartir semejante aserto en cuanto a la grandeza de Martí.
En una conferencia pronunciada en la provincia de Oriente en 1947, Marinello desarrolla estas ideas sobre la vigencia martiana.
“Cuando en términos generales, es el caso de la previsión martiana, la palabra política alude a cuestiones todavía no resueltas y cuya presencia inquieta a los mejores observadores y militantes de nuestro día, está bien claro que hay en esa palabra sustancia viva y pensamiento útil. Lo singular e inesperado está en que el propio Martí, con una anchura de entendimiento político sólo posible en hombre de sus cualidades, nos marcó el camino infalible: la estimación continua de los cambios inevitables.”[1]
En la misma conferencia de 1947, Marinello apunta aspectos que movieron la preocupación del Maestro hacia el futuro cubano y que no se realizaron después del 20 de mayo de 1902.
Según nuestro autor, Martí consideraba como necesidad primera la unidad trascendente de los cubanos y por tanto se opuso a la división racial. En cuanto a la religión, dice Marinello que en Martí no hubo «ni ataque a la religión por sí misma, ni tibieza para señalar y combatir a quienes usan la religión para el avance de corrientes regresivas». En cuanto a la educación, señaló Martí la necesidad de una enseñanza laica, limpia de europeísmos y retoricismos, útil y científica, y que estuviese “trenzada” con las más trascendentes cuestiones americanas. También apunta Marinello que Martí “clamó por una República que pusiese en primer término la protección al campesino y la seguridad del abastecimiento propio” como una forma de salir del monocultivo.
En este texto, Marinello valora el antimperialismo martiano como elemento relevante para sostener la tesis de la vigencia martiana. Considera al Maestro, junto a Maceo, como “los únicos libertadores americanos que penetran el significado económico de la soberanía.” Para ellos Cuba debe ser libre para ser rica: debe ser independiente para regir sus fuentes económicas y para defenderla de penetraciones poderosas y deformadoras
Ese lugar cimero que va dando Marinello al antimperialismo martiano, culmina su proceso de examen de la vigencia martiana. Obsérvese que su análisis marxista se profundiza: Marinello entiende a Martí como expresión de determinada clase social —la pequeña burguesía liberal— que existía en condiciones muy particulares en la Cuba de finales del siglo xix y que tanto el antimperialismo como el acercamiento a los trabajadores en Martí son fundamentos de su radicalismo político, de su comprensión dialéctica de la política, que no responde a los supuestos liberales.
El ejemplo de su obra política y de su pensamiento ha constituido experiencia válida para la Revolución Cubana. Es claro entonces que la confirmación de sus ideas por la práctica social, llevó a Marinello durantelos últimos años de su vida a insistir con renovados bríos en el tema de la vigencia martiana. Puede afirmarse inclusive, que la necesidad de hacer comprensible este fenómeno le condujo a producir los textos más completos que escribió sobre el asunto en cuestión.
En larevista Cuba Socialista Marinello señala, a través de los acápites en que divide el artículo, los aspectos observados por Martí y solucionados por la revolución:
a)Libertad real y soberanía verdadera.
b)Liberación económica.
c)«Cambios fundamentales», como el combate contra la concentración capitalista y contra el latifundismo, el monocultivo y el monomercado; el entendimiento de la agricultura como «fundamento del desarrollo económico y del bienestar colectivo»; el desarrollo industrial para el avance latinoamericano; la diversificación de mercados y la eliminación de las diferencias económicas monstruosas.
d)La unión con América Latina.
e)La preocupación por la educación y la cultura populares.
f)El avance democrático y el cese de la discriminación racial.
g)El respeto a la creencia religiosa, pero la no afiliación a la religión como institución.
h)La solidaridad con los pueblos y la lucha por la paz.
Por eso, con plena honestidad, Marinello se plantea la siguiente interrogante: “¿Cómo ocurre que un pensador de reiterados pronunciamientos idealistas pueda llegar a ser, como lo es, inspirador y guía de una revolución que se afinca en los criterios del marxismo leninismo?”[2] Y se responde del modo siguiente en un trabajo fundamental titulado «Fuentes y raíces del pensamiento antimperialista de José Martí»,[3] que presentó al Coloquio de Burdeos en 1972.
Allí señala la respuesta en el antimperialismo, una de cuyas fuentes entiende es la comprensión íntima por Martí de la realidad estadounidense finisecular, en la que descubrió que el racismo era empleado por el poder económico. También considera como otra fuente para el antimperialismo martiano, la postura del Maestro ante las relaciones económicas entre Estados Unidos y América Latina.
Durante su vejez, Juan Marinello dio una sana muestra de frescura intelectual al abordar nuevos temas en el análisis del problema que le preocupó durante cuarenta años: la vigencia de José Martí. Así nos dijo en un Seminario Nacional Juvenil de Estudios Martianos: “Es erróneo sin duda imaginar la postura de un hombre fuera del medio y la época en que se formó y actuó; pero no lo es relacionar lo esencial de su pensamiento con el tiempo que le ha seguido.”
La obra martiana de Juan Marinello merece nuestra atención y, sobre todo,que aprendamos de él su honestidad intelectual, su capacidad de perfeccionar sus ideas y de enriquecerlas según las nuevas circunstancias, y, sobre todo, de contribuir a formar nuestro Martí, el revolucionario pleno y ejemplar.
Cuba republicana, como todo ensayo político, tuvo sus luces y sus sombras y
fue parte de un proceso en evolución constructivo, que el régimen de los Castro frustró
LA HABANA 1956
Fue una gran república
Por Julio M. Shiling |Cuba Encuentro El comunismo en Cuba, igual que en otros países que han padecido (o padecen) semejante mal, urgió de un régimen totalitario para fundamentar su incrustación. Factores cruciales para concretar exitosamente ese empeño, han sido la mecanización sistemática del terror estatal, un esquema de premiación/castigo para provocar la sumisión y la promulgación y el reforzamiento de la contracultura. Este último elemento estratégico del proyecto comunista cubano consiste de la tergiversación metódica de la realidad y los hechos, por medio de la manipulación de la cultura, que es como las sociedades perciben el mundo material. Esta maquinación busca alinear la percepción de la substantividad cotidiana de los cubanos, con los objetivos ideológicos y dictatoriales, para así facilitar el control social. Como punta de lanza, esta imposición cultural artificial ha conllevado a que, con consistencia invariable, el poder político haya confeccionado la adulteración del pasado, la ocultación del presente y el engaño sobre el futuro.
Nuestros próceres han sido difamados. Los crímenes de lesa humanidad cometidos han sido negados descaradamente. La historia cubana entera, tal como la ha propagado el castrocomunismo y sus papagayos, ha padecido de una campaña de embaucamiento intensivo. La república que surgió aquel 20 de mayo hace 115 años y que según la mistificación castrista, ellos mataron el 1 de enero de 1959, ha soportado el mayor vilipendió en su guerra deconstructiva sucia. Sin embargo, los hechos son maestros en la obstinación.
Cuba republicana, como todo ensayo político, tuvo sus luces y sus sombras y fue parte de un proceso en evolución constructivo, que el régimen de los Castro frustró. Cuba de 1902 a 1958, dejó grabado fidedignamente para cualquiera que quisiera indagar, analizar y formular un juicio crítico y equilibrado, su record como república liberal. Es cierto que las cifras no revelan en cualquier análisis la complejidad integradora del caso en punto, pero no es menos cierto que las ciencias sociales sin pretender describirlo todo, emplean índices y establecen estándares por alguna razón. Éstos nos permiten examinar datos y figurar parámetros de comparación. El castrismo con los índices ha sido un experto en la prestidigitación calculada, ese arte que busca engañar al espectador, utilizando las manos y otros trucos. Dicho sea de paso, que esos mismos índices o sus equivalentes, son los que nos muestran la información que abajo aparece.
Algunos de los logros en la salud de la República de Cuba eran laudables. En 1957, Cuba gozaba de una tasa de mortalidad infantil más baja que Francia, Bélgica, Austria, Japón e Italia. Hoy todos esos países tienen índices en este campo que superan a Cuba. En cuanto a médicos per cápita, Cuba republicana tenía más galenos por cada mil habitantes en la década de 1950 que el Reino Unido, Finlandia, Noruega, Suecia, Irlanda y España y estaba emparejada con los Países Bajos. En cuanto a la expectativa de vida humana en años, en esa misma década, los cubanos vivían más que los costarricenses, los chilenos, los surcoreanos y los portugueses. Hoy todos los ciudadanos de estas naciones viven igual o más que los cubanos. Por un país en “subdesarrollo”, Cuba pre comunista superaba a muchos de los galardonados hoy en la élite del primer mundo. ¿A qué mundo llevaron los castristas a Cuba?
El campo de la educación, brotan semejante resultados y es víctima de la misma gesta timadora. El argumento del castrocomunismo en cuanto a sus alardeados “avances” en la educación, depende de la ignorancia de su receptor. En otras palabras, la dictadura busca limitar el análisis de las cifras, a un fenómeno estático y aislado y no uno comparativo y dinámico. El experimento comunista cubano heredo un país alfabetizado en casi un 80 % de su población. Progreso de la proporción que alude la propaganda castrista, lo tuvieron países como El Salvador, Perú, Brasil, Bolivia y República Dominicana (entre muchos otros). En 1950, El Salvador tiene un nivel de alfabetización de menos del 40 %. Hoy cerca del 90 % de los salvadoreños pueden leer y escribir. Los dominicanos estaban en la misma situación y hoy 92 % de sus ciudadanos están alfabetizados. Ambos casos más que duplicaron los porcentajes en los índices de alfabetización. Brasil y Perú, con un 50 % de alfabetizados en 1950, han alcanzado respectivamente hoy, el 93 % y el 95 %. ¿Por qué no se habla de los grandes logros de estos países? ¡Todos ellos lo lograron sin tener que sufrir 58 años de un régimen totalitario!
En cuanto a la relación entre la remuneración a la sociedad y la suma de lo que produce el país en bienes y servicios y llamado el producto interno bruto (“PIB”), Cuba estaba, en 1956, en el cuarto lugar del mundo con el 64 % del PIB cubano empleándose como remuneración a los trabajadores cubanos. Hoy en Cuba ese por ciento es del 37 %. ¡Esto representa un decrecimiento de un 42 %! En términos del PIB per cápita (en relación al número de personas), Cuba gozaba del puesto número 15 en la escala mundial en 1957 en ingreso. En el 2010, la dictadura castrista colocó a Cuba en el número 29. Lo que hemos visto es un crecimiento negativo, en prácticamente todas las clasificaciones medibles, cuando se toma en cuenta el tiempo transcurrido y se hace una comparación dinámica y relativa.
En la política, el resumen es aún más claro. En los 56 años de la Cuba republicana, hubo 16 individuos que ocuparon la presidencia, de partidos políticos diferentes y en gran parte, participando en elecciones competitivas. Podemos señalar entre 1902 y 1958, 11 años de gobernanza cubana de corte autoritario. Esto significa que a pesar, incluso, de los 2 años de gobierno extranjero producto de la segunda intervención norteamericana (gran error de los políticos criollos), las libertades civiles y políticas fueron la regla y no la excepción. Esto es un contraste magnánimo con los 58 años de absolutismo totalitario, dinástico, oligárquico y militar, de Cuba comunista.
Por eso cada 20 de Mayo, cada cubano, viviendo en libertad o en despotismo, debe de celebrar el Día de la Independencia de Cuba. ¿Qué Cuba republicana tuvo defectos? Claro que sí. Igual que absolutamente toda república liberal en la historia, sin excepción. El ensayo democrático es un proceso evolutivo de perfeccionamiento continuo. ¡Cuán fatídico resultó el experimento comunista que comenzó aquel 1 de enero de 1959! Ahí paró el avance. Cuba fue, sin duda, una gran república.