La masonería heredera directa de múltiples culturas ancestrales El masón tiene la cualidad de extraer cuánto hay de rescatable en la multitud de doctrinas viejas y nuevas y fusionar unos y otros valores en una sola filosofía que es para el masón un laboratorio de análisis para separar hábilmente el trigo de la cizaña de cualquier doctrina. La importancia de que las doctrinas pasen por el crisol de la masonería es que muchas de ellas las hace permanentes y otras sean desechadas como ideas infundadas, y así cualquiera que fueran las circunstancias de una doctrina o ciencia caerán por el peso del análisis masónico. La masonería como heredera directa de múltiples culturas ancestrales, se convierte de esta manera en multi –milenaria pero perfectamente adaptada a los modos modernos de Occidente. La masonería es uno de esas instituciones -puentes que contribuyen a la comprensión excepcional del acervo intelectual y moral de la humanidad. La masonería esta muy al tanto de la realizaciones políticas y sociales actuales, y ha sido una clara salvaguarda contra las deformidades de la sociedad. La Ciencia Humana no funciona para comprender a Dios ... su naturaleza no natural. La lógica razonable no puede sacar conclusiones acerca de lo Abstracto. La razón entra en el mundo de lo ya conocido; la razón simplemente no puede dar una respuesta a lo incognoscible. La ciencia lógica solamente puede pensar en lo conocido. ¿Cómo definir a Dios? Si es desconocido, no hay modo de pensar en Dios, el que menciona que Dios está en el interior de nosotros miente, Dios no puede ser contenido, ni ubicado. El pensar está basado en lo ya conocido. Por eso definir a Dios es relativo, no está aquí ni allá. El Dios que se puede definir no es Dios. Sí, puede seguir definiendo lo conocido, puede seguir definiendo más y más, puede seguir definiendo en circulo lo ya conocido, pero nunca puede llegar a conocer lo desconocido. Dios escapa a nuestra inteligencia. Como máximo, puede sacar conjeturas vagas acerca de lo desconocido. Pero una conjetura es una conjetura, nunca puede volverse una certeza. A Dios no se le puede sentir. Nunca será por la fe, no puede la fe convertirse en Dios, porque en el fondo sabes que es una conjetura, podría ser así, podría no ser así. A Dios no lo puedes meter en una religión, ni acomodarlo dentro de un Templo. Dios no pertenece a nadie. No puede Dios convertirse en una roca sobre la cual se puede levantar el templo de la vida. No, sigue siendo dudoso. Toda conjetura está enraizada en la duda: quizás sea así, quizás no. Alguien dijo: Dios esta en mí, y alguien le pregunto, ¿entonces porque eres tan imperfecto? Hay tres capas para la realidad . Una es lo conocido: una parte iluminada por la razón, un punto iluminado muy pequeño que hemos llegado a conocer. Luego, rodeándolo está lo desconocido infinito, una gran incógnita. Pero acerca de lo desconocido podemos hacer unas pocas conjeturas, podemos inferir, porque lo conocido y lo desconocido no son cualitativamente diferentes. Lo que hoy es conocido ayer era desconocido, y lo que hoy es desconocido quizás se vuelva conocido mañana. Así que lo conocido y lo desconocido son correlativos; son de la misma familia. La ciencia y le religión vive en estos dos mundos, lo conocido y lo desconocido. Basas tu razonamiento, tu conjetura, tu inferencia en lo conocido, y entonces puedes deducir algo de lo desconocido y puedes llegar a entrar en la oscuridad e iluminar un poco más de territorio. Pero hay algo más, el tercer reino de la realidad : lo incognoscible. La lógica razonada puede funcionar perfectamente en lo conocido; funciona sólo parcialmente en lo desconocido, a manera de conjeturas; y no puede funcionar en absoluto en lo incognoscible. Lo incognoscible está más allá de la lógica, más allá de la razón, más allá del conocimiento, más allá de la mente. Y lo incognoscible es Dios. Recuerda, Dios no es desconocido. Si Dios fuera desconocido entonces la ciencia lo conocería algún día. Dios es incognoscible. Sí, Dios puede ser sentido en el alma y tocado por este espíritu; pero no puede ser conocido, no se lo puede reducir a un conocimiento, no se lo puede reducir a una hipótesis, no se lo puede reducir a una fórmula matemática. Dios sigue siendo un misterio un secreto . Hasta para aquellos que lo han experimentado fuertemente , Dios sigue siendo un misterio. De hecho, cuanto más profundamente entras en él, más profundo se vuelve el misterio. Cuanto más penetras en él, más y más desapareces. Un día, no es que Dios es conocido, por el contrario, el conocedor desaparece. El conocedor se disuelve tal como una gota de rocío se desliza hacia el océano divino. En el mundo de la ciencia lo desconocido se transforma constantemente en lo conocido. Y se tiene la esperanza de que un día lo desconocido desaparecerá completamente y todo será conocido. En el mundo de la religión la historia es totalmente diferente, diametralmente opuesta. No es que desaparece lo desconocido sino que desaparece el conocedor. Y un día todo se vuelve incognoscible. Lo incognoscible es incognoscible, lo desconocido se vuelve incognoscible, y lo conocido también se vuelve incognoscible. Entonces el secreto es total y absoluto. Tratamos de razonar profanamente que es Dios: Pero eso no posible. |