|

SALÓN DE LOS REGENTES
La sala real del trono donde los Regentes de Asgard gobiernan, Hilda de Polaris la sacerdotiza de Odín encargada de elevar plegarias a Odín para mantener los polos congelados y la guardiana de Dioses Guerreros con los robes divinos cuyas zafiros invocan la Espada Balmung.
Derbal de Heimdall, sumo sacerdote y enviado de Odín, el hombre más poderoso sobre Asgard, dotado con los poderes de Odín para proteger las tierras de Dios y la cabeza de los guerreros divinos del panteón Nórdico.
Escenario anterior:
-
Fortaleza del Valhala
-
Jardines del Valhala
Siguiente escenario: Patio de Odín
| |
|
|
|
*...Los pasos delicados de una dama de elegante porte se presentan en el gran salon donde permanece una hoguera de frias llamas enmarcado con el trono al fondo del edificio de muros de marmol, buscando con la mirada al que le ha llamado interrumpiendo su oracion, llenandole de preocupacion -Derbal... Loki me ha traido... ¿Cuál es la razon por la que me habeis llamado? -cuestiona con la dulce y suave voz femenina que le caracteriza a la sacerdotisa de plateada cabellera manteniendo la calma -¿Dónde habeis enviado Sigfried con tanta urgencia?...-esta vez la tenue voz de la musa de celestes vestimentas y dorados adornos en su cuello, se ve ahogada entre los imponentes muros del salon esperando pacientemente las respuestas a sus preguntas, las cuales han despertado en ella la incertidumbre de no saber que es lo que sucede..*
"La Representante Del Señor Odin En La Tierra"
|
|
|
|

**A la entrada de Hilda, el sacerdote, alto e imponente se encuentra parado de frente a la hoguera, frente de él en su garra de piel pálida sostiene una cajita con un anillo dorado de singular adorno, oye entrar a la mujer y aprieta con fuerza su puño cerrando la caja, escondiendola bajo la túnica su mano, voltea muy seguro como siempre. -Querida Hilda, ya sabes que estos tiempos son peligrosos, las sombras merodean, no deberías esperar hasta tarde para regresar al Palacio... Sigfried es el más valiente de los Guerreros del Valhala, su fuerza valía es incomparable con los demás, por eso lo envié a las fronteras, me llegó un reporte de que han visto invasores merodeando- El sacerdote comunica su preocupación con rostro inquieto y se acerca imponente a la joven Hilda, tomándola delicadamente del mentón como lo ha hecho desde que era niña en gesto de cariño. -Pero no todo son malas noticas, Athena y el Santuario en Grecia ya fueron advertidos de los presagios de Odín, su alianza con las Tierras de Asgard es valiosa por lo que te han enviado un regalo como lazo de la amistad entre Asgard y Grecia.- Aunque un brillo ambisioso brota de los ojos de Derbal, este sabe ocultar la mentira a la perfección, su edad le dan sabiduría suficiente para que todos confíen de él a plenitud. Su mirada por un momento apunta a los grandes portones del salón, donde la sobra de Loki cierra las puertas, otro vistazo a la balconada hace que otro de los guardianes fieles al sacerdote cierre las puertas de cristal tras las gruesas cortinas que cubren los ventanales.
El sacerdote saca de sus ropas una delicada caja adornada de oro, la abre ante Hilda mostrándole el pequeño anillo de supuesta inocensia, lo toma entre dos de sus dedos apuntando con su hueco la mano de la dama de Asgard. -No debemos despreciar el regalo de Athena, debes lucirlo en tu dedo, así todo Asgard sabrá que no solo están protegidos por sus guerreros sino contamos con la amistad de la Diosa de Grecia, son buenos presagios y un rayo de luz ante los males que están por venir.- Derbal espera que Hilda estire su delicada mano para poner el anillo en su dedo, de hacerlo, el resultado de su leyenda sería evidente.**

|
|
|
|
**El atardecer cae sobre la blanca sábana de nieve que cubre a todo Asgard tinéndola de rojos y amarillos, junto con el sol que cae igual la incertidumbre y los males sobre las tierras de Odín, ya los vikingos que durante semanas han estado alerta en todo Asgard se han movilizado a los diferentes puntos de las heladas tierras, un par de ellos trae las noticias que tanto habían esperado.
En los pasillos del palacio de oye el andar estoico de un guerrero de botines metálicos, las puertas del salón real se abren gracias a dos guardianes que dejan el paso al galante peleador de Asgard, vestido de su despampanante God Robe, color plata y rubí el rubio conocido como Hagen de Merak hace su entrada deteniéndose frente a la gran hoguera con su casco en brazos, baja la cabeza en señal de respeto como siempre lo ha hecho y posa una rodilla sobre el suelo -Mi señora Hilda, mi señor Dolvar, han llegado noticias del mar Ártico, el ataque de Hades ha comenzado, los mensajeros anuncian hay por lo menos 10 invasores que profanan nuestras tierras, es cuestión de tiempo que avancen dentro de Asgard- Hagen reporta a los sacerdotes las noticias que llegan desde las faldas de la montaña donde se laza el Valhala.**

"I've promised to protect Asgard, Lady Hilda and Flare even though it means my death."
|
|
|
|
**Sentado en su trono meditabundo el sacerdote mira la entrada de Hagen uno de los valientes guerreros elegidos por Odín para portar los mantos sagrados, ambos sacerdotes oyen las noticias que han llegado por lo que Delbar se pone de pié de forma alarmante -¡Ese Hades después de todo no ha dudado en su ataque! Los Dioses Guerreros deben proteger Asgard, no dejen que los invasores lleguen al palacio, esos ingenuos no saben con quien se enfrentan... Hagen ordena que mantengan vigilados a los soldados de Hades, debemos conocer bien al enemigo.- El sumo sacerdote camina imponente a los ventanales enormes, mirando con las manos en la espalda como el sol se va oscureciendo en el lejano horizonte del mar.**

|
|
|
|

**La oscuridad caía como una peste sobre Asgard, donde los guerreros divinos despertaban para proteger su pueblo una vez más. Los líderes de aquel pueblo del norte se reunían para discutir la situación, y el sacerdote ofrecía a la valkiria un anillo rodeado de aires místicos y de poco fiar, tras una sonrisa macabra. Uno de los dioses guerreros, el divino de Beta, hacía presencia en aquel lugar para informar a los regentes sobre el arribo de los perros de Hades, sin embargo algo parecía observarlo desde las sombras. Como una fiera, mirando a su presa con sigilo antes de atacar. El resonar de unos pasos por aquel recinto delató la presencia de un hombre que aparecía por la espalda de Haggen. Las luces de las antorchas que brillaban en aquel palacio mostraron a un alto muchacho, de galante roso y sonrisa lobuna. Una alborotada cabellera castaña, finos ropajes rojos y purpúreos de seda, y un par de centellantes ojos verdosos completaban a aquel hombre, que al estar junto al guardián de un zafiro Odín lo miró con desdén regalándole una despreciable sonrisa de lobo; mientras por un segundo un cosmos agresivo y fiero emanó de aquel muchacho buscando provocar al amo del fuego y el hielo. Sin embargo, pronto sus ojos miraron a los regentes de Asgard, mientras se arrodillaba ante ellos y llevaba su diestra al corazón. –Mi señor- dijo con una voz áspera y rasposa –Mi señora. Loki, Guerrero de Odín; a su servicio. ¿Cuáles son sus ordenes?- y entonces calló, sin dejar de centellar con sus ojos. El lobo del norte miró el dedo de la señora Hilda, y no pudo evitar que en su rostro se dibujase una perversa sonrisa. Tras esto miró a Dolbar, su verdadero amo y señor; y sin decir una palabra el entendió. Ni Hilda, ni los dioses guerreros guardianes de los zafiros Odín; ni siquiera la ambición de Hades podrían detener a Dolbar y sus guerreros Odín. Asgard sería suyo… A su tiempo. **

|
|
|
|
|
 }
*… Permanece de pie observando de manera atenta cada una de las acciones de los varones escuchando las palabras del Merak, la deidad de los infiernos ya se encuentra en las frías tierras de Asgard lo cual representa el inicio de aquella batalla entre ambos bandos, sin embargo en el rostro de la sacerdotisa se esboza una sonrisa de manera altanera y como si disfrutase de aquella situación, enfrascando sus orbes celestes que ahora denotan altanería, indiferencia y cierto toque de maldad, exquisitamente mezclados lo que otorga un semblante frívolo, en el sacerdote que ha respondido al reporte de Hagen, sin embargo de sus delicados labios no emanan vocablos, parece que aun se acostumbra a su nueva personalidad viendo en su mano izquierda el anillo de dorado matiz retornando su mirar hacia el sumo sacerdote –No os confíes… y no subestiméis el poder de Hades…-menciona con la voz indiferente dando media vuelta para adentrarse a las profundidades del salón mostrándose en su andar segura y elegante, digna de la dama de Asgard..*
"La Representante Del Señor Odin En La Tierra"
|
|
|
|
**El valeroso Hagen escucha al sacerdote con atención y admiración, pero la entrada de Loki torna pesado el ambiente, Hagen de pone de pie con una reverencia ante Hilda y Dolvar -Iré a retomar mi posición, no dejaré que ningún enemigo logre llegar al palacio, lo prometo por Asgard y sus señorías- Hagen da media vuelta elegante con su capa y mira de reojo a Loki que emana un aura violenta, el cruce de miradas essin duda una batalla donde las presencias de ambos guerreros chocan como espadas enemigas. Siempre los soldados protectores de Dolvar únicamente fieles a él han tenido roces con la guardia real, el choque de miradas entre ambos dioses es una evidencia de ello. Sin dejar de caminar el tiempo vuelve a transcurrir y Hagen regresa la mirada al frente para salir del salón tomando su camino llevando pensamientos diferentes, "Señorita Flare, quisiera verla antes de partir contra esos espectros, pero le prometo que destruyéndolos a todos la protegeré a usted y a su hermana"**

|
|
|
|
**Días negros para el reino de Asgard, sufridos penares se asoman, el corazón de una joven de cabellos rubios como el sol, se halla atormentado por los últimos acontecimientos, mas no debe temer, los dioses guerreros la protegerán, al igual que a su amada hermana Hilda, a la cual ha ido a visitar al salón de los regentes, además estos días difíciles no han tenido comunicación, en pleno frio soportando las ventiscas de hielo, observa un joven moreno cubierto con la armadura de beta, al cual reconoce perfectamente, su amigo de la infancia, Hagen, una sonrisa se manifiesta en su rostro inocente e infantil, entonces lo llama con fervor: -Hagen, Hagen, al llegar hasta el, una sombra de preocupación la persigue, al verlo con la armadura divina lo sabe, pelara hasta las ultimas consecuencias como se lo prometió antes: -Hagen, ¿es cierto verdad?, tu y los demás dioses guerreros…entiendo, con serenidad y angustia abre una de sus manos de la cual se nota un colgante pequeño hecho de hilos de seda con pequeñas piedras transparentes que la hacen parecer hielitos, diseñado especialmente para el, dándoselo dice: -Hagen, por favor no te mueras, regresa con nosotros, sus ojos profundos esmeraldas parecen contener lagrimas por aquel evento que ocurría en su amada Asgard**

Señorita Flare
|
|
|
|

**Hagen dispuesto a partir a su misión contra los espectros sale del salón al pasillo semi oscuro iluminado tenuemente por velas, su andar es detenido por el llamado de una voz que bien conoce, da media vuelta y ve a la señorita Flare, sus ojos se llenan de luz e ilusión al verla -Señorita- Las palabras de Flare sobre los dioses guerreros hacen que este no pueda verle a los ojos -Si señorita, debemos partir y proteger el palacio, no os preocupeís esos espectros no significan nada para los Dioses Guerreros- Hagen feliz recoge el regalo de Flare y lo aprieta fuertemente en el pecho -No se preocupe señorita Flare, ya sabe que toda mi vida me he entrenado para esto, en todo Asgard nadie tiene un cosmos más poderoso que el mío, con él protegeré esta tierra, protegeré a Hilda y sobre todas las cosas a usted- Hagen se pone en una rodilla ante la princesa le toma la mano y la besa, ya no es capaz de mirarle a los ojos y se pone de pié para partir no sin antes voltear para una única advertencia -Señorita Flare, no os acerqueís a Loki, ojalá me equivoque pero creo que fragua algo en secreto contra la Srita Hilda y Dolvar, tal vez Hades no sea nuestro único enemigo- Hagen se da media vuelta y desaparece corriendo en el pasillo, directo contra los espectros.**

|
|
|
|
**Aquellas palabras provenientes de aquel y sus acciones la inquietaron un poco, nuevamente la tierra de Asgard se iba a teñir de sangre, pero esta ves seria diferente, ella tenia mucha confianza en los dioses guerreros y en especial en aquel que con tanto cariño la trataba, a punto de llorar por tan noble acción al jurar proteger el reino a su hermana y en especial a ella, no pudo menos que sentirse protegida y amada, mas al escuchar aquella advertencia acerca de Loki, se queda totalmente sorprendida, “¿pero porque Loki se pondría en nuestra contra?, Hagen es muy sabio se que no me mentiría” entreabriendo ambos ojos esmeralda responde: -Esta bien Hagen, por favor cuídate, ahora debo ir con el maestro Dolbar, se que el me explicara que esta pasando con mi hermana, no ha vuelto a rezar a nuestro dios Odín- termina diciendo son su suave vos inocente, sus pasos suaves se dejan oír por todo el salón, mientras poco a poco se deja ver su silueta, acercándose hasta el solo calla mientras baja la cabeza en señal de respeto, quedándose en completo silencio**

Señorita Flare
|
|
|
|

**El gran regente de Asgard hace una leve reverencia a Hilda -Siento que tenga que dejarte Hilda, debo meditar, esperemos que los vikingos nos traigan más noticias de las batallas de los Dioses Guerreros- Delbar se yergue imponentemente y camina hacia la salida del salón -Loki, ven conmigo- Ordena al guerrero de su confianza mientras sale de la habitación donde logra obervar a la joven Flare con un rostro preocupado. -Querida Flare, no debes tener esa expresión en tu rostro, eres demasiado joven para las preocupaciones, supongo que acabas de hablar con Hagen que ha salido a la batalla... Sé que el siempre ha estado a tu lado, no te preocupes el ha entrenado muy fuerte y estoy seguro que le será fácil eliminar a los espectros de Hades- Delbar se agacha con una expresión de ternura como la de un padre, toma del mentón a la jovencita y le acaricia con el dedo su mejilla -Mandaré a Loki para que apoye a Hagen, sé que él es muy orgulloso y no permitirá que nadie interfiera en sus peleas, pero si se ve en problemas le ayudará...- Delbar voltea el rostro para ver a su guerrero divino con una mirada y sonrisas cambiadas, una doble cara llena de ambisión -¿Verdad Loki?, vé detras de Hagen solo cuida que los espectros no le superen, esperemos no tengas que intervenir- El sacerdote voltea de nuevo con cara cambiada hacia Flare, como un padre la acaricia de la frente para después darle la espalda.**

|
|
|
|

**El guerrero divino de Fenrir caminaba detrás del gran maestro de Asgard cuando se encontraron con la hermosa rubia, hermana de Hilda. En el rostro de la dama se notaba la preocupación por el divino de Beta, a lo que, con aires maléficos el maestro Dolbar enviaba a Loki a ser el “apoyo” de Haggen. Ante estas palabras, una macabra sonrisa se dibujó en el rostro del lobo del norte y su mirada se iluminaba con pura ambición. –Así será mi señor...- comentó con su voz rasposa el guerrero divino, sin perder la diabólica sonrisa de su rostro.-Iré a prepararme para la batalla…- dijo el muchacho nórdico, haciendo referencia a las elegantes ropas que ahora vestía y a la carencia de su armadura divina que recordaba al lobo mitológico que traería el fin a los dioses. Bajó la mirada un instante, en reverencia a su señor Dolbar y dio media vuelta, para perderse en la oscuridad de los pasillos del Valhala. ¿Qué era lo que pasaba por la cabeza de Loki? ¿En verdad sería el apoyo de Haggen? ¿O algo mucho más tenebroso envolvía a los guerreros divinos y a su diabólico amo? Ya lo decía algún filosofo: El hombre es el lobo del hombre. ¡La guerra en Asgard no solo se pelearía contra el señor oscuro!**

..::Lupus est homo homini, non homo, quom qualis sit non novit::..
|
|
|
|
|
**Mostrándose delante del maestro Dolbar, esperaba tener una audiencia con el para saber que pasaba con su amada hermana, pero el solo la reconfortó con unas palabras dulces y una mirada paternal, pero algo mas abrumaba su corazón al oír que loki iba a respaldarlo, no sabia porque pero, le dio una mala espina, Hagen ya le había advertido, y era cierto, su cosmos era amenazante y frio, bajando la mirada al acercarse aquel, la doncella valquiria, no puso menos que estremecerse, Dolbar quería animarla, pero aun su corazón y su alma estaban inquietos, un grito profundo estaba a punto de salir de su ser, solo pudo mentar para si misma, “Hagen, porque ahora, Hagen, por favor regresa lo mas pronto posible con nosotras” entrelazando ambas manos como empanadas en forma de oración, se dirigió ante la sala aparentemente vacía pues Dolbar y Loki se habían alejado, “Debo hablar con mi hermana, ella me confortara, siempre hemos estado unidas y se que me aclarara muchas cosas, no ha vuelto a rezar a nuestro señor Odín, y no se porque”, con suave vos melodiosa la buscaba: -Hilda, Hilda, ¿Dónde estas?, sus ojos verdes esmeraldas y su cabello rubio como el sol estaba estáticos mientras esperaba la respuesta de su hermana**

Señorita Flare
|
|
|
|
*... Con pasos delicados y suaves en direccion a los adentros del salon, la musa de asgard simplemente desvio la mirada por unos instantes al escuchar las palabras del sacerdote al partir, sin pronunciar palabra sus orbes celestes vuelven al frente mientras una sonrisa llena de maldad se traza en su rostro, inexpresiva ante su pensar la sacerdotisa, momentos posteriores escucha la voz de su hermana para lo cual sale de entre las penumbras ahora portando una magestuosa capa oscura, portando en su cabellera plateada una diadema azabache con detalles en dorado y un tridente en su diestra -Flare... -menciona acercandose con extrema sutileza a la rubia valkiria, sin embargo la mirada y la sonrisa en el rostro de la respresentante de Odin demarca frialdad -¿Has venido a ver la gran batalla?... -menciona con cierto toque de diversion en sus palabras colocando tenuemente su mano zurda en su barbilla luciendo el famoso anillo de los nibelungos el cual posee un brillo singular..*
"La Representante Del Señor Odin En La Tierra"
|
|
|
Primeira
Anterior
3 a 17 de 47
Seguinte
Última
|