Fundación de Holguín (se llamó primeramente San Isidoro de Holguín).
1873
Muere la poetisa Gertrudis Gómez de Avellaneda.
2
1514
Se funda la villa de Santa María del Puerto de Príncipe, hoy Camagüey.
1849
Nace José Maceo y Grajales, en Majaguabo, Oriente.
3
1934
Muere tuberculoso el revolucionario, Gabriel Barceló.
4
1891
José Martí participa en la Comisión Monetaria Internacional Americana.
1919
Nace el revolucionario Fernando Chenard Piña. Murió en el asalto al Moncada.
1959
El gobierno de los EE.UU. amenaza con rebajar la cuota azucarera cubana por las medidas revolucionarias que se estaban aplicando.
1962
Segunda Declaración de La Habana.
6
1879
Autorizan a José Martí a impartir clases de segunda enseñanza en La Habana.
1932
Nace el Comandante Camilo Cienfuegos Gorriarán.
1962
Se crea la Dirección Nacional de Círculos Infantiles.
7
1901
Muere en Madrid Ana Betancourt, pionera del movimiento por la emancipación de la mujer.
1958
Es detenido y asesinado el revolucionario Gerardo Abreu (Fontán).
1959
El Guerrillero Heroico, Comandante Ernesto Che Guevara es declarado ciudadano cubano.
9
1873
El mayor general Ignacio Agramonte combate en san Miguel, Puerto Príncipe.
11
1959
Se inicia en Ciudad Libertad curso de alfabetización para miembros del Ejército Rebelde.
12
1867
Fracaso de la Junta de Información.
13
1953
Muere el estudiante Rubén Batista a consecuencia de las heridas recibidas durante la manifestación estudiantil del 15 de enero. Asesinato del líder comunista Paquito Rosales, en Manzanillo.
15
1898
Explosión del Maine, hecho volar por los propios Estados Unidos, en plena bahía habanera para intervenir en la guerra Hispano-Cubana.
16
1903
Estrada Palma, firma el "acuerdo" de cesión del territorio de Caimanera a Estados Unidos.
19
1963
Muere el célebre cantante popular Benny Moré.
20
1962
El Gobierno Revolucionario crea la Comisión Nacional de la Academia de Ciencias de Cuba.
21
1723
Sublevación y muerte de los vegueros en Jesús del Monte.
1901
Se firma en La Habana la Constitución de 1901. Permaneció inalterable hasta 1928.
22
1877
Muere el patriota Francisco Vicente Aguilera.
23
1896
Antonio Maceo llega a Matanzas.
24
1832
Nace en Bayamo el poeta Juan Clemente Zenea.
1895
Reinicio de las guerras de independencia, con alzamientos en Matanzas, Las Villas y Oriente.
25
1802
Nace en La Habana, el famoso obispo Espada.
1853
Muere el filósofo Félix Varela.
1931
Nace el revolucionario Rafael Freyre Torres. Murió en el ataque al Cuartel Moncada.
26
1869
La Asamblea Patriótica de Camagüey declara abolida la esclavitud.
1962
Comienza la primera campaña de vacunación antipolio.
27
1874
Muere combatiendo frente a tropas españolas el padre de la patria, Carlos Manuel de Céspedes líder de la gesta del 68.
Poesías de la señorita Da. Gertrudis Gómez de Avellaneda, Est. Tip. Calle del Sordo No. 11, Madrid, 1841.
Sab, Imprenta de la Calle Barco No. 26, Madrid, 1841.
Dos mujeres (sic), Gabinete literario, Madrid, 1842-43.
La baronesa de Joux, La Prensa, La Habana, 1844.
Espatolino, La Prensa, La Habana, 1844.
El príncipe de Viana, Imp. de José Repullés, Madrid, 1844.
Egilona, Imp. de José Repullés, Madrid, 1845.
Guatimozin, último emperador de Méjico, Imp. de A. Espinosa, Madrid, 1846.
Saúl, Imp. de José Repullés, Madrid, 1849.
Dolores, Imp. de V.G. Torres, Madrid, 1851.
Flavio Recaredo, Imp. de José Repullés, Madrid, 1851.
El donativo del Diablo o La velada del Helecho, Imp. a cargo de C. González, Madrid, 1852.
Errores del corazón, Imp. de José Repullés, Madrid, 1852.
La hija de las flores; o, Todos están locos, Imp. a cargo de C. González, Madrid, 1852.
La verdad vence apariencias, Imp. de José Repullés, Madrid, 1852.
La aventurera; Imp. a cargo de C. González, Madrid, 1853.
La mano de Dios, Imp. del Gobierno por S.M., Matanzas, 1853.
La hija del rey René, Imp. de José Rodríguez, Madrid, 1855.
Oráculos de Talía; o, Los duendes en palacio, Imp. de José Rodríguez, Madrid, 1855.
Simpatía y antipatía, Imp. de José Rodríguez, Madrid, 1855.
La flor del ángel (tradición guipuzcoana), A.M. Dávila, La Habana, 1857.
Baltasar, Imp. de José Rodríguez, Madrid, 1858.
Los tres amores, Imp. de José Rodríguez, Madrid, 1858.
El artista barquero; o, Los cuatro cinco de junio, El Iris, L Habana, 1861.
Catilina, Imprenta y Librería de Antonio Izquierdo, Sevilla, 1867.
Devocionario nuevo y completísimo en prosa y en verso, Imprenta y Librería de Antonio Izquierdo, Sevilla, 1867.
Obras literarias, Imp. y estereotipia de M. Rivadeneyra, Madrid, 1869-1871, 5t.
Leyendas, novelas y artículos literarios. Reimpresión de los tomos 4 y 5 de las Obras literarias, Imp. de Aribau, Madrid, 1877
Obras dramáticas, Reimpresión de los tomos 2 y 3 de las Obras literarias Imp. y estereotipia de M. Rivadeneyra, Madrid, 1877.
Poesías líricas, Reimpresión del tomo 1 de las Obras literarias, Librería de Leocadio López, Madrid, 1877.
La Avellaneda. Autobiografía y cartas de la ilustre poetisa, hasta ahora inéditas, con un prólogo y una necrología por D. Lorenzo Cruz de Fuentes, Imprenta de Miguel Mora, Huelva, 1907.
Cartas inéditas y documentos relativos a su vida en Cuba de 1839 a 1864, La pluma de oro, Matanzas, 1911.
Obras de la Avellaneda. (Edición del centenario)
Memorias inéditas de la Avellaneda, Imprenta de la Biblioteca Nacional, La Habana, 1914.
Obras de la Avellaneda. Edición del centenario, Imp. de Aurelio Miranda, La Habana, 1914.
Leoncia, Tipografía de la Revista de Archivos, Biblioteca y Museos, Madrid, 1917.
El aura blanca, Oficina del historiador de la Ciudad, Matanzas, 1959.
Teatro, Consejo Nacional de Cultura, La Habana, 1965
Salellas Brínguez, Madelaine y José E. Hernández Sánchez. El sentimiento de nacionalidad en la poesía de La Avellaneda. En Revista Resonancias, Revista artístico-literaria de la universidad de Camagüey. Año 2, No.5, Octubre de 1988.
Galería de fotos: Llegamos al corazón de la Isla de Cuba (a unos 570 kilómetros al este de La Habana), donde se levanta majestuosa —acariciada por los vientos— la otrora villa de Santa María del Puerto del Príncipe (Hoy Camagüey), una de las demarcaciones más antigua del país; fundada el 2 de febrero de 1514, según la tradición, porque existen diferentes hipótesis históricas de la creación de la comunidad, al igual que su sitio exacto, aunque la investigadora Hortensia Pichardo considera, a partir de ciertos documentos, que fue entre junio y julio de 1515.
La villa se asentó inicialmente en Punta del Güincho, en la norteña Bahía de Nuevitas, según un plano encontrado en el Archivo General de Indias, aunque aparece con el nombre de Pueblo Viejo, confirmado también en documentos del siglo XVIII. Desde el asentamiento se podía observar el mar. Pero vamos a acudir a los textos históricos sobre esta ciudad.
Jorge Juárez Cano, en su libro Apuntes de Camagüey, asegura que ese día: «… llegó el teniente Ovando y su pelotón de jinetes a punta del Güincho, Nuevitas, y momentos después, por rara coincidencia, arribaba al mismo punto el bergantín del gobierno, procedente de Baracoa, con el resto de los castellanos destinados allí por Velázquez. Desembarcaron éstos y reunidos todos y bajo la misma cruz que allí plantó el Almirante el 18 de noviembre de 1492, se procedió a la fundación de la villa, con el ceremonial de costumbre.
«Inmediatamente el heraldo del teniente Ovando leyó el bando o pregón del gobernador general, en NOMBRE DEL REY; dicho oficial declaró instalado el Ayuntamiento, compuesto del alcalde, dos regidores, alguacil y escribano; anunció la instalación de la Parroquia, y de los oficiales reales que eran: contador, tesorero, factor y veedor, y avisó por tres veces, que se iba a fundar allí una Villa que «DEMANDABA OPOSICIÓN, EN NOMBRE DEL REY». [1]
En la última decena de marzo de 1516, según el manuscrito de Balboa Troya, el vecindario de la Villa lo habitaban 97 castellanos, entre ellos 15 varones, mayores de edad y 23 hembras adultas.
Según algunos autores la zona estaba infectada de mosquitos y el agua no era abundante. Como consecuencia de estos inconvenientes geográficos, los habitantes se vieron obligados a buscar un lugar más adecuado y, en el propio 1516, la villa se establece en el cacicazgo de Caonao, a la orilla del río del mismo nombre.
La villa se estableció en el sitio actual(cacicazgo de Camagüeybax), el 6 de enero de 1528, como consecuencia de una sublevación de indios, provenientes de las islas y cayos del norte, y también de tierra adentro, que destruyó la comunidad.
Una gran parte de sus moradores castellanos perecieron en la rebelión, según considera Jorge Juárez.
«Al llegar los castellanos al pueblo de Camagüey fueron recibidos cariñosamente por su cacique Camagüebax, último soberano de su dinastía, quien le dispensó franca y generosa hospitalidad, disponiendo para aquellos la parte oriental del poblado donde se alojaron y tuvieron numerosos servidores, llamados naborías, que les proveyeron de agua, leña, viandas y frutas y cuanto necesitaron para su manipulación.
«A los pocos días el propio cacique ofreció a los principeños un pequeño sao cercano al poblado para que levantasen la Villa; estos aceptaron la oferta y acordaron, en cabildo abierto establecerse aquí definitivamente, tendiendo en cuenta para ello que quedarían en lugar central de la región y sobre el ya frecuentado camino de Bayamo a Sancti Spíritus. Improvisado alarife trazó una línea recta entre los ríos Tínima y Hatibonico para designar el centro de la población que iba a establecerse.
«A mitad de la línea plantó la cruz grande, traída de Caonao la tarde anterior, junto con la campana de la iglesia, por jinetes de Vasco Porcallo, que habían acudido para sofocar el alzamiento. Se delineó la plaza de armas y enseguida se construyó la casa consistorial, la parroquia, la tenencia de gobierno, la residencia de Porcallo y otras particulares. Esta vez se rodeó el Ayuntamiento de palizadas y foso, porque las indiadas estaban ya en franca rebelión contra los encomenderos y éstos quedaban en poco número para dominarlos por completo… » [2]
Pero no fue hasta el año 1903 que asume el nombre indígena de Camagüey, relacionado con el árbol de la Camagüa. Esta zona había sido recomendada con anterioridad por Fray Bartolomé de Las Casas, el padre de Las Casas, según consta en el documento Memorias sobre Remedio de los Indios presentado al Cardenal Cisneros «…al puerto que se llama Príncipe, que es casi en medio de la Isla, tiene tierra muy buena y de mucha caza y pescado y de toda manera de comida abundosa…»
Ya en 1741, la Villa contaba con 13 000 habitantes. No fue hasta 1756 que se terminó el puente sobre el río Tínima.
Como consecuencia de la inestabilidad del asentamiento de la villa hasta el último tercio del siglo XVII, se conservan tan escasas muestras de la arquitectura de la época.
El centro actual de Camagüey, que cubre 54 hectáreas, constituye un ejemplo excepcional de instalación urbana tradicional relativamente aislado de calles principales. Los colonos españoles estaban sometidos a las influencias medievales europeas, visibles en el trazado urbano.
El sitio refleja el predominio de numerosos estilos, aparecidos en diferentes estados de su desarrollo: neoclásico, ecléctico, neocolonial…
La doctora Arq. Lourdes Gómez Consuegra[3] , considera que por el traslado de la villa hasta el último tercio del siglo XVII, «…en Camagüey se conservan tan escasas muestras de la arquitectura de esta época, ejemplares con códigos vernáculos muy modestos, de cierto arcaísmo, acordes a la situación que enfrentó la villa en este período, así como a su aislamiento geográfico.
«Se construyen en este período otras iglesias, que con las tres existentes hasta el momento suman 6; a la Parroquial Mayor, y los conventos de San Francisco y La Merced se agregan la ermita de Nuestra Señora de Altagracia (después La Soledad, 1697), la iglesia de Santa Ana (1697) y la ermita de Nuestra Señora de la Asunción, en la que sería posteriormente la iglesia-hospital San Juan de Dios (1692). «… Entre fines del siglo XVII y durante el XVIII se levantan una serie de edificaciones religiosas que sólo pueden originarse en un pueblo que tiene una gran acumulación de capital… »
Camagüey: tradiciones y símbolos
A decir del Poeta Nacional Nicolás Guillen, esta comarca de pastores y sombreros «tiene una rojiza piel de barro» — entre renovada y vetusta — conformada por las tejas criollas, los ladrillos cocidos, los tinajones y las múltiples piezas de cerámicas. En la capital agramontina se festeja — desde antes de 1760 — el San Juan camagüeyano, que se inicia cada 24 de junio — día de San Juan — y concluye el 29 del propio mes — día de San Pedro.
¿Cuántas veces sus habitantes han salido a las calles y avenidas a apreciar a las comparsas y congas que amenizan los desfiles? Durante esos días festivos es muy común el ajiaco criollo, un caldo espeso, con diversas carnes saladas y viandas, aliñado con ají, ajo y otras especies.
Entre los platos tradicionales también nos deleitamos con el delicioso tasajo, acompañado de arroz; aporreado, picadillo y la montería, confeccionada de recortería de cerdo asado, cocinada en salsas y servida en zócalo de casabe.
Camagüey, Patrimonio Cultural de la Humanidad es ciudad de gente cautivadora, educada y culta, con un promedio de edad de 35 años y una esperanza de vida de más de 78.
La capital agramontina tiene una población de 326 589 habitantes, más del 94 por ciento reside en el casco histórico de esta ciudad colonial que conserva su encanto ancestral.
Aquí estoy ¡oh tierra mía¡ /en tus calles empedradas,/ donde de niño, en bandadas/ con otros niños, corría./ ¡Puñal de melancolía/ este que me va a matar/ pues si alcancé a regresar,/ me siento, desde que vine,/ como en la sala de un cine,/ viendo mi vida pasar¡.
Entre los principales símbolos que identifican a la legendaria y heroica demarcación está el tinajón, que constituye una vasija de barro que se utiliza para almacenar agua.
Les complacerá recorrer las calles estrechas y sinuosas de la ciudad, calles que dan acceso a plazas y plazuelas, entre ellas a la conocida Cinco Esquinas del Ángel, que data del siglo XVIII, conformada por tres calles, dos de ellas se cruzan en el punto central y la tercera se proyecta diagonalmente desde allí.
En la antigua villa de Santa María del Puerto del Príncipe, observarán sólidas torres, consideradas entre las más hermosas del país, principalmente la de la iglesia de Nuestra Señora de la Merced.
Las criptas de esta centenaria edificación atesoran, en su museo, el valioso mueble religioso El Santo Sepulcro. A pocos metros de la iglesia fue erigido el teatro principal, que se inauguró el 2 de febrero del 1850 y en sentido contrario al coliseo agramontino se yergue la sede del gobierno municipal, la institución estatal que mayor tiempo ha permanecido en el mismo sitio. Se adquierió para establecer el Cabildo desde 1730.
Continuarán hasta la plaza de San Juan de Dios —monumento nacional— que representa el más importante conjunto arquitectónico colonial de la capital provincial.
Orgullo es además la casa quinta Amalia Simoni, construida en 1848 por el padre de la esposa de Ignacio Agramonte Loynaz y el antiguo cuartel de caballería, actual museo, que conserva entre otros documentos,un protocolo del autor del poema épico Espejo de Paciencia, de Silvestre de Balboa Troya y Quesada, considerado el primer texto literario escrito en la Isla (Puerto Príncipe, 1608).
A pocas cuadras se encuentra el casino campestre, un verde corazón considerado como el parque más grande construido dentro de una población; y al oeste del centro histórico el cementerio general, (1814) el más antiguo de los que aún funcionan.
Si Cuba fue el septimo país del mundo que contó con ferrocarril, Camagüey se convirtió en el segundo territorio de la Isla Grande en poseer ese ingenio del transporte, al poner en servicio, en 1846, el tramo de línea Camagüey- Nuevitas.
La entonces Villa de Santa María del Puerto del Príncipe —la tercera ciudad en importancia de Cuba— ahora es una potencia cultural, con la prestigiosa compañía de ballet clásico, la segunda del país, el grupo Folklórico y la Orquesta Sinfónica, entre muchas otras agrupaciones danzarias, musicales o teatrales.
El 2 de febrero de 2009, (Día de Nuestra Señora de la Candelaria y Patrona de la Villa), fue la fecha escogida para entregar el status que declara a Camagüey Patrimonio Cultural de la Humanidad, teniendo en cuenta su valor universal excepcional: «Uno de los siete primeros pueblos fundados por los españoles en Cuba, Camagüey desempeñó un papel primordial como centro urbano de un territorio en el interior del país, consagrado a la ganadería y a la industria azucarera.
Una vez instalada en su emplazamiento actual en 1528, la ciudad se desarrolla sobre un trazado urbano irregular que comprende un sistema de plazas y plazoletas, de calles y callejones sinuosos y manzanas irregulares de casas, poco comunes en las ciudades coloniales de América latina situadas en terreno llano.
Las construcciones religiosas, asociadas a las plazas principales, marcan un sistema de referencias dentro de la trama urbana, caracterizada por su homogeneidad.
Los valores arquitectónicos están asociados con las tipologías de arquitectura residencial típicos y con la constante utilización de materiales y técnicas de construcción, particularmente con el uso frecuente de elementos de barro, que revelan las influencias de Andalucía. El uso de pilastras entroncadas en la entrada de las casas y de los recipientes de barro para almacenar el agua, son algunas de las características que distinguen la arquitectura residencial de Camagüey.
El centro histórico continúa desempeñando su función de corazón de la ciudad. Es el lugar donde se realizan las actividades culturales y sociales que reflejan un rico patrimonio inmaterial.
«Criterio (IV): El centro histórico de Camagüey constituye un tipo arquitectónico urbano excepcional en América Latina, con su plano urbano irregular que produjo un sistema inhabitual de plazas y plazoletas, de calles y callejones sinuosos, de manzanas de casas y de sistemas de parcelas. La arquitectura monumental y residencial forma una trama urbana homogénea en donde es posible observar las expresiones arquitectónicas que corresponden a diferentes periodos de la evolución de la ciudad.
«Criterio (V): El centro histórico de Camagüey constituye un ejemplo excepcional de instalación urbana tradicional relativamente aislada de las carreteras principales en donde los colonos españoles estaban sometidos a las influencias urbanas medievales europeas visibles en el trazo de la trama urbana, al igual que a las técnicas de construcción tradicionales aportadas a América por los primeros albañiles y maestros constructores.
«El bien propuesto para inscripción, tiene un tamaño apropiado y cuenta con todos los elementos necesarios para garantizar la integridad del centro histórico. La perennidad del plano urbano original, de los tipos de arquitectura y de materiales, de las técnicas artesanales tradicionales, de las utilizaciones y del espíritu permite al centro histórico responder a las condiciones requeridas de autenticidad. La protección jurídica así como los instrumentos y el sistema de gestión han demostrado su eficacia para asegurar la conservación apropiada de la zona propuesta para inscripción y de su zona tampón. »[4]
[1] Apuntes de Camagüey, Jorge Juárez y Cano, Camagüey. Imprenta Popular. Independencia 10. 1929. página 18.
[2] Apuntes de Camagüey, Jorge Juárez y Cano, Camagüey. Imprenta Popular. Independencia 10. 1929. páginas 26-27.
[3] Surgimiento y desarrollo de la ciudad de Camagüey desde la perspectiva arquitectónica de su trazado urbano grande de Cuba (Segunda parte). Por Dra. Arq. Lourdes Gómez Consuegra. Tomado de Revista Senderos No. 1
[4] Criterios de inscripción para otorgar a Camagüey el status que la declara Patrimonio Cultural dela Humanidad.
José Marcelino Maceo Grajales. Combatiente de las tres guerras por la independencia de Cuba, símbolo de coraje y valor para los cubanos. Carácter, firmeza de ideas, intransigencia y temperamento fueron rasgos que lo distinguieron. Protagonista de las más heroicas acciones. Hermano del Mayor General Antonio Maceo Grajales. Amigo, le llama José Martí al escribirle unos meses antes de la alborada del 24 de febrero de 1895"Quien ha defendido con valor mi Patria y su libertad de hombre, es como acreedor mío y me parece mi hermano", asegura el Apóstol en carta fechada el 3 de noviembre de 1894.
Nace el 2 de febrero de 1849, en la finca Las Delicias, antigua provincia de Oriente, en Majaguabo, San Luis. Fueron sus padres el venezolano donMarcos Maceo y la cubana Mariana Grajales, descendiente de dominicanos. Marcos y Mariana contrajeron matrimonio en 1851 ya Mariana tenía cuatro hijos de su primer matrimonio con Fructuoso Riguiferos, llamados Felipe, Fermín, Justo y Manuel.
Con Marcos tuvo dos hembras: Baldomero y Dominga y siete varones Antonio, José, Rafael, Miguel, Tomás y Marcos que suman los once centauros que casi todos cayeron de frente al enemigo en la lucha por la libertad. Su padre fue el que les enseñó el sendero ya que fue el primero en caer. José desde muy niño, demostró lo que iba a ser de hombre, era fuerte y robusto, en sus juegos con los niños del barrio siempre era el jefe, todos los respetaban y lo querían.
Recibió la instrucción primaria, sus padres lo dedicaron a las labores del campo, era un gran jinete y un cazador empedernido con fama de experto tirador, fama esta que conservó hasta su muerte. Sus diversiones favoritas eran las lidias de gallos, los bailes y apasionadísimo en las conquistas amorosas. A pesar de ser un joven divertido era obediente y respetuoso con sus padres, demostrando siempre gran predilección por su hermano Antonio, sentía amor al trabajo que jamás abandonó.
El uso del fusil, el manejo del machete como arma para defenderse, la agilidad y destreza como jinete, la madurez de su pensamiento, fueron factores influyentes para que muy pronto se convirtiera en un verdadero guerrero. El desarrollo familiar sencillo, en el que la honradez, la honestidad y el amor a la libertad fueron presencia permanente de los Maceo Grajales en las luchas por la independencia de Cuba. Fue el único que participó en las tres guerras independentistas y en ellas acumuló una extensa hoja de servicios y varias cicatrices en su cuerpo.
En 1869, encontrándose subordinado al mayor general Donato Mármol, jefe de la División Cuba, resultó herido en los combates de El Salado 8 de enero y La Sidonia 28 de agosto. En ese año también combatió en Majaguabo Arriba, Maniabón, Baitiquirí, San Agustín de Aguarás, donde cayó su padre, Marcos, el 24 de mayo de 1869; el ingenio Armonía entre otros. En 1870 participó en las acciones de El Mijial, Pinalito, Songuito, Hondón de Majaguabo, Tí Arriba, Barajagua, Nuevo Mundo 12 de diciembre, donde fue herido, y Larrieta.
En 1871 se batió en La Gloria, El Ermitaño, San Juan, Pilotos y El Quemado. Integró las fuerzas del mayor general Máximo Gómez que invadieron a la región deGuantánamo en agosto de ese año. Después de combatir en Loma de La Galleta y La Estacada, resultó herido gravemente en el Cafetal de La Indiana 12 de agosto de 1871, y permaneció convaleciente hasta enero de 1872.
En ese mes se destacó en el ataque a Tiguabos, el 24 y el 29 de junio de 1872 fue nuevamente herido en Rejondón de Báguanos. Poco después sobresalió en las acciones de El Rayo y El Zarzal. El 20 de junio de 1873 fue nombrado jefe del 1er batallón del regimiento de infantería Guantánamo, con el cual participó en el combate de El Purial y en el ataque a Manzanillo. En febrero pasó al contingente que organizó Gómez para invadir a Las Villas. Tuvo participación en los combates de Naranjo-Mojacasabe, Las Guásimas, Cascorro, Tibisí y Arroyo Hondo, entre otros.
El 30 de septiembre de 1874 regresó a Oriente, junto con su hermano Antonio. Allí fue nombrado jefe del regimiento de infantería Santiago, con el cual combatió en Tí Arriba en diciembre de ese año. Fue un firme opositor de la sedición de Lagunas de Varona26 de abril de 1875. El 23 de mayo de 1875 recibió el mando del regimiento de infantería Guantánamo. En ese año sobresalió en los combates de Minas, San Germán, Mandinga, La Sabana, Montecristo, Cantillo, Gran Tierra y Mesa Grande. En los primeros días de enero de 1876 lo nombraron jefe del regimiento caballería Santiago, con el que asaltó el fuerte de Arroyo Plata, el 11 de enero de 1876, y combatió en Nuevos Mundos.
En mayo de 1877 demostró una vez más su lealtad a los mandos legítimos de la revolución al oponerse a los sediciosos de Santa Rita. El 12 de ese mes fue herido por segunda ocasión en Rejondón de Báguanos. En Mangos de Mejías 6 de agosto de 1877 salvó a Antonio de una muerte segura y lo protegió durante su convalecencia. Terminó ese año combatiendo en Pinar Redondo y Sabana del Burro. En febrero de 1878 estuvo en los combates de Llanada de Juan Mulato y Tibisial, en momentos en que otros cubanos gestaban el Pacto del Zanjón. Fue una de las principales figuras de la Protesta de Baraguá, el 15 de marzo de 1878.
Dos días más tarde recibió el mando de una columna volante para continuar la guerra. Sostuvo los combates de Arroyo Blanco, El Caobal y Dos Caminos. Después de la salida de Antonio hacia Jamaica9 de mayo de 1878, se mantuvo por la zona de Palma Soriano hasta el 4 de junio de 1878, en que depuso las armas en San Luis. En esta guerra recibió ascensos con la siguiente secuencia: a Cabo, 11 de enero de 1869; Sargento, mayo de 1869; teniente, finales de 1870; capitán, 24 de enero de 1871; comandante, 10 de marzo de 1872; teniente coronel, 20 de junio de 1873. El 17 de marzo de 1878, el gobierno provisional de Baraguá le confirió el grado de coronel, reconociéndole una antigüedad con fecha 1 de noviembre de 1876.
En las calles de Santiago de Cuba, junto con Guillermón Moncada y Quintín Bandera, dio el grito de “Viva Cuba Libre” el 26 de agosto de 1879 iniciando así laGuerra Chiquita en la parte sur de Oriente. Durante casi diez meses mantuvo gran actividad sobre el enemigo, destacándose el ataque a Peladero, la acción de La Gran Piedra 12 de diciembre de 1879, donde venció al Batallón Madrid; el encuentro en Alto de Boquerón y el victorioso combate de Arroyo de Agua 29 y 30 de marzo de 1880.
Fue ascendido a general de brigada. Ante la esterilidad de continuar la lucha y encontrándose acosado por el enemigo, se vio obligado a contraer el acuerdo de Confluentes, mediante el cual deponía las armas con la condición de que se le garantizara, a él y a sus compañeros, la salida del país.
Prisión y exilio
El 4 de junio de 1880 embarcó por Guantánamo hacia Jamaica y, encontrándose en alta mar, fue apresado por un cañonero español y conducido a Puerto Rico. Mes y medio después lo enviaron a las islas Chafarinas, adonde llegó el 3 de agosto de 1880. En agosto de 1882 lo trasladaron hacia las prisiones de Ceuta, pero al hacer escala en Cádiz logró fugarse, el día 15, y tomó un barco con destino a Tánger, Marruecos. Allí obtuvo el permiso del cónsul de Estados Unidos para ingresar en ese país.
Cuando hizo escala en el Peñón de Gibraltar, el jefe de la policía de ese lugar, quien había sido sobornado por el cónsul español lo entregó a las autoridades españolas. Lo condujeron a Algeciras y de allí al castillo de El Hacho, en Ceuta. Posteriormente estuvo en las cárceles de Pamplona y de La Estrella. En julio de1884 fue trasladado hacia el castillo de La Mola, en Mahón, de donde escapó hacia Argelia el 22 de octubre de 1884. Después de pasar por Francia, Estados Unidos y Jamaica, viajó a Panamá para encontrarse con Antonio, en diciembre de 1886.
Guerra del 95
Busto a José Maceo ubicado en la Avenida de los Libertadores de Santiago de Cuba
Con vistas a participar en la Guerra del 95, integró junto con su hermano, la expedición de la goleta Honor, que bajo el mando del mayor general Flor Crombet desembarcó por Duaba, Baracoa, el 1 de abril de 1895, fecha en que sostuvieron el primer contacto con el enemigo. El día 8 de abril, tras un encuentro con una emboscada montada por los guerrilleros en La Alegría, los expedicionarios fueron dispersados. José, junto a Flor y otros cuatro expedicionarios, fue perseguido por los montes.
El día 10 de ese mismo mes cayó Flor, en Alto de Palmarito, y José quedó aislado. Tras una verdadera odisea, ocho días más tarde logró hacer contacto con un pequeño destacamento subordinado al entonces teniente coronel Prudencio Martínez. Algunas fuentes plantean que este encuentro debió haberse producido el día 18 de abril en lugar del 23. El 25 combatió a una columna española en Arroyo Hondo y el 28 de abril de 1895 fue ascendido a mayor general.
Además de que ya era jefe del 1er Cuerpo, el 20 de octubre de 1895 su hermano Antonio le entregó el mando de la provincia oriental 1er y 2do cuerpo.Ocho días más tarde se despidieron. Antonio continuó con su marcha invasora hacia occidente. El 6 de diciembre de 1895, el general en jefe ratificó en el mando del Departamento Oriental a José con carácter interino. Nueve días después recibió una herida de bala en la pierna derecha durante el combate de La Juba.
En 1896 libró las acciones de La Curia, Maibío, Sagua de Tánamo, Altos de Ampudía y Arroyito. En abril, el Consejo de Gobierno nombró al mayor general Mayía Rodríguez en el cargo de jefe del Departamento Oriental; pero José se negó a entregarle formalmente esa jefatura sin una orden expresa del General en Jefe. No obstante, renunció al cargo.
Después de haber desistido Mayía de los propósitos del gobierno, José continuó mandando la provincia hasta finales de mayo en que asumió el cargo el mayor general Calixto García, quedando José como jefe del 1er cuerpo. Aunque volvió a hacer efectiva su renuncia, ésta no fue aceptada. El 29 de abril de 1896 había combatido exitosamente en el ingenio Triunfo; le siguieron las acciones de Cauto Abajo, Altos de Santiago y El Caney.
Muerte
Cayó en combate en la Batalla de Loma del Gato el 5 de julio de 1896 y murió poco después en Soledad de Ti Arriba. Sus compañeros de luchas ocultaron celosamente su cadáver para que no fuera profanado por los españoles Su muerte, fue una pérdida sensible para la revolución y abrió en las filas del Ejército Libertador un claro difícil de superar.
El 1 de mayo de 1928, encabezó a un grupo de estudiantes y obreros que irrumpió en un acto organizado por el régimen machadista y con su verbo encendido y sonoro denunció la tiranía.
Su oratoria encendida y su participación en manifestaciones contra el régimen, lo llevaron en 1931 al Presidio Modelo de Isla de Pinos. Raúl Roa García, quien compartió la prisión, con él, pudo "aquilatar aún más la calidad y la reciedumbre de su espíritu y la rara penetración de su pensamiento".
Al cabo de dos años, en libertad, tuvo que partir para el exilio, esta vez en España. Volvió a la patria tras la caída del machadato, derrotado físicamente pero sin merma en su coraje de luchador. Quemó sus últimas fuerzas en la lucha estudiantil por depurar el panorama nauseabundo del profesorado universitario.
Puerta abierta al “descubrimiento” de la ciudad patrimonial
En ocasión del aniversario 502 de la fundación de la ciudad, fue abierta el Centro de Interpretación para exponer los valores arquitectónicos, históricos y culturales que la caracterizan
CAMAGüEY.—“Como para no perdérsela”, así, sin otro calificativo, sintetizó una turista española su visita al Centro de Interpretación Camagüey: ciudad patrimonio, una manera novedosa de exponer los valores arquitectónicos, históricos y culturales de una urbe que este 2 de febrero arribó al aniversario 502 de su fundación.
Ubicada en los bajos del edificio Collado, frente al Parque Agramonte —antigua Plaza de Armas—, la institución tiene el propósito de sensibilizar, instruir y motivar a los visitantes respecto a los atributos más significativos de la otrora Villa de Santa María del Puerto del Príncipe.
Ese es el mensaje primero que les transmite la especialista Mauren González González a quienes acuden al lugar, adscrito a la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey, interesados en obtener información sobre el devenir histórico, leyendas y tradiciones de la también llamada villa itinerante. Para ello, el centro dispone de un moderno equipamiento, que incluye atractivos paneles, audiovisuales y un sistema de audio-guía en español, inglés y francés, mediante el cual la persona recibe detalles acerca de momentos trascendentales de la ciudad patrimonial desde su fundación, en 1514, hasta la actualidad.
“Además de ser un proyecto sin precedentes en el país, comenta Mauren, constituye una iniciativa local que favorecerá el conocimiento y la promoción de los valores identitarios de la urbe, cuyo segmento más antiguo fue incluido, hará pronto ocho años, en la lista del Patrimonio Mundial”.
CIUDAD EN MINIATURA
El principal atractivo y objeto central de la instalación es, sin dudas, la maqueta del centro histórico de la ciudad, hecha toda de cedro a escala 1:500 por un equipo de expertos de la Empresa de Proyectos de Ingeniería y Arquitectura No. 11, al frente del cual estuvo Carlos Recio Estévez, especialista principal de la entidad.
Después de ocupar varias sedes temporales, en un proceso creativo que se dilató varios años, la muestra urbanística en miniatura encontró su ubicación definitiva en un lugar sumamente íntimo y acogedor que favorece el pleno disfrute de las peculiaridades paisajísticas del Camagüey legendario.
Conformada por 15 cuadrantes, la maqueta refleja en color ladrillo la superficie total del centro histórico, declarado Monumento Nacional en 1980 y considerado el más extenso del país, al abarcar alrededor de 330 hectáreas y poseer entre sus edificaciones 4 769 inmuebles de alta valía patrimonial y cultural.
El recorrido imaginario conduce inexorablemente al visitante hasta la zona más antigua de la localidad, la llamada ciudad del siglo XVIII, cuyos excepcionales atributos se tuvieron en cuenta por la Unesco para declararla Patrimonio Cultural de la Humanidad en la categoría de Paisaje Urbano Histórico.
“Es en ese segmento, de apenas 54 hectáreas, donde se concentran los más auténticos valores de la ciudad, como el variado repertorio religioso, el trazado urbano irregular y la yuxtaposición de estilos arquitectónicos que conviven en perfecta armonía”, explica la especialista Mauren González González.
DE IGLESIAS, TINAJONES Y OBRAS RELEVANTES
¿Por qué se le llama ciudad de las iglesias? ¿De dónde proviene su enraizada tradición alfarera? ¿Cuáles son los inmuebles más representativos de su arquitectura? Respuestas a estas y otras muchas interrogantes encuentran los lugareños y forasteros durante la estancia en el Centro de Interpretación. De la mano de Mauren y las demás guías del lugar, los visitantes conocen que uno de los símbolos identitarios de la ciudad son los 11 templos católicos de diferentes estilos arquitectónicos que con el decursar del tiempo definieron el perfil urbano y generaron un esquema singular dentro del país.
Turistas de paso, pioneros, trabajadores y familias enteras “descubren” los secretos del barro, primero con fines utilitarios en forma de tinajones, tejas y ladrillos hasta verse transformado luego en refinadas obras salidas de las manos de artistas de la plástica de la talla de Nazario Salazar y Oscar Rodríguez Lasseria.
A través de un diseño exquisito, se exhibe igualmente una muestra de los inmuebles más representativos de la arquitectura camagüeyana, con estilos tan disímiles como el Centro de Convenciones Santa Cecilia, uno de los mejores exponentes del eclecticismo, y la tienda El Encanto, del movimiento moderno.
Cerca de las imágenes de personalidades como Gertrudis Gómez de Avellaneda, Ignacio Agramonte, Carlos J. Finlay y Nicolás Guillén se exponen, además, el certificado y la bandera oficial de la Organización de las Ciudades del Patrimonio Mundial, otorgados a Camagüey por formar parte de ese selecto grupo.
En una suerte de circuito promocional, a escasos metros de la institución, en la sede de la Asamblea Municipal del Poder Popular, la Sala de Historia Salvador Cisneros Betancourt se encarga de completar la información del visitante acerca de las raíces y tradiciones de lucha del pueblo camagüeyano.
NO SE DETIENE LA ACCIÓN RESTAURADORA
El Centro de Interpretación Camagüey: ciudad patrimonio es, quizá, uno entre tantos ejemplos de la voluntad renovadora de la Oficina del Historiador, que en sus 18 años de creada ha logrado establecer una importante red de instituciones, cuyo propósito primero es preservar la memoria material y espiritual de la provincia.
A la céntrica sede se unen, cada cual con objetivos bien definidos de promoción, orientación o investigación, la Casa de la Diversidad Cultural, el Centro de Gestión Cultural, la Oficina de Información a la Población, el Centro de Convenciones Santa Cecilia y el Gabinete de Arqueología.
“Basta mirar a nuestro alrededor para apreciar los cambios en la ciudad, pero es mucho aún lo que falta por hacer, no solo en la transformación física de la urbe sino de su gente, para que tome parte activa en el cuidado de sus valores patrimoniales”, asegura José Rodríguez Barreras, director de la Oficina del Historiador.
Entre los principales proyectos que con ese fin recibirán este año un fuerte impulso inversionista, menciona el Museo Parque Temático del Ferrocarril, el Recinto Ferial y el Ingenio El Oriente, sitio histórico donde se produjo el alzamiento del Mayor General Ignacio Agramonte Loynaz el 11 de noviembre de 1868.
“Se trata, subraya Rodríguez Barreras, de un programa coherente, con la cooperación de otros muchos organismos y empresas locales, encaminado tanto a la remodelación y enriquecimiento del patrimonio tangible de la ciudad como al mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes.
Nuestra América es un ensayo filosófico y político escrito por el cubanoJosé Martí en 1891. Su forma elocutiva básica es la de la prosa expositiva conceptual. De ese modo, por su condición genérica, se apoya en un discurso reflexivo.
Fue publicado por primera vez el 1 de enero de ese mismo año en la Revista Ilustrada, en Nueva York, y luego el 30 de enero en el diario mexicano El Partido Liberal. Nuestra América salió a luz recién concluida la Conferencia Internacional Americana y las reuniones de la Comisión Monetaria, a manera de síntesis de las ideas dispersas en las crónicas sobre la Conferencia, en el Informe sobre los resultados de la Comisión y en otros escritos coetáneos como el discurso pronunciado en la Sociedad Literaria Hispano-Americana de Nueva York, el 12 de diciembre de 1889, ante los delegados latinoamericanos a la Conferencia, texto conocido como Madre América.1
El ensayo corresponde a la producción de Martí dentro de su etapa norteamericana (1880-1895), etapa conformada, sobre todo, por los textos Respeto de nuestra América (agosto de 1883), Mente latina (noviembre de 1884), Madre América (diciembre de 1889), Nuestra América (1 de enero de 1891) y Las guerras civiles en Sudamérica (septiembre de 1894).2
El objetivo fundamental del ensayo es "el análisis crítico de una situación histórica determinada y, a partir de allí, la formulación de propuestas para el cambio social, todo lo cual determina el uso de un lenguaje referencial, pero su tejido verbal está tan empapado de lenguaje expresivo, tan potenciado connotativamente por la carga poética”.3
Nuestra América nace en un contexto histórico en el que “la independencia de Latinoamérica, en los alrededores de 1890, ya no está amenazada por las metrópolis ibéricas, que son potencias en el ocaso, sino por la rivalidad de las nuevas potencias europeas y sobre todo por la descollante potencia americana: Los Estados Unidos de América”.4
El título del ensayo de Martí obedece a un llamado a la unión entre los pueblos hispanoamericanos, como una forma de re-apropiación y distinción del nombre América, de la América anglosajona. Martí “niega a los norteamericanos el derecho a reivindicar para sí solos el nombre de América, como han tenido la tendencia a hacer desde el tiempo de George Washington.”5 El título también sugiere una re-apropiación de identidad de la cultura de los países hispanoamericanos, como una forma de resistencia al neoimperialismo estadounidense principalmente.
Se destacan tres temas principales: una invitación a la unión y la soberanía entre los pueblos hispanoamericanos, una llamada a la lucha de independencia contra la corona española y un despertar ante la amenaza del imperialismo norteamericano. El ensayo comienza con un párrafo sentencioso y grave en el que se acotan como temas a) el aldeanismo o regionalismo, b) los EE.UU., c) una incitación y arenga al ‘despertar’ hispanoamericano y d) a su unión. Martí llama a ser buenos hispanoamericanos mediante el autoconocimiento, restando diferencias, soterrando celos, estableciendo la justicia histórico-geográfica entre los pueblos mediante la unión y resistencia ante las fuerzas imperialistas de los EE.UU.6
Martí, “con mentalidad profética logra refutar la tesis derrotista de civilización (lo yanqui y/o lo europeo) frente a la barbarie (lo genuinamente americano) [del] ya consolidado ideario de Sarmiento asentado en muchos círculos intelectuales, dada la importancia del estadista argentino.”7 Martí invierte la dualidad sarmentiana al establecer: “No hay batalla entre la civilización y la barbarie, sino entre la falsa erudición y la naturaleza.”8
Respecto de las formas de gobierno, Martí considera que el primer requisito para gobernar las Repúblicas es el conocimiento de los diferentes elementos de cada pueblo, las fuentes de riqueza y la producción natural de cada país, la disposición de las necesidades materiales y espirituales de sus habitantes. El segundo requisito es abstenerse de intentar gobernar con leyes, constituciones o sistemas políticos de países completamente diferentes.9
Cuando Martí habla del “tigre de afuera” alude al imperialismo estadounidense. El año en que fue publicado, 1891, bordea el término del expansionismo de los EEUU. Ya en 1823 el presidente James Monroe creó su doctrina, la Doctrina Monroe, que informaba a Europa que cualquier injerencia en el continente americano sería interpretada como un ataque contra los EEUU, efectivamente declarando a los EEUU como una policía mundial. Hacia 1840 los EEUU adoptaban la doctrina del Destino Manifiesto, es decir que, según sus líderes políticos, la expansión era aparente e inexorable. La aplicación de este modelo conducía a la intervención estadounidense en México en 1846, la cuál terminó con el Tratado de Guadalupe Hidalgo, según el cual México cedió algunos territorios a cambio de dinero. Poco después de la publicación de Martí, la guerra hispano-estadounidense estalló en 1898, resultando en que los EEUU tomen control sobre Cuba, Puerto Rico, Guam y las Filipinas. Teniendo estos factores en cuenta, es claro que la amenaza más perturbadora para Latinoamérica era el país del norte, enfocado en expandir su territorio. En el texto también se le hace referencia con otro nombre: "¡Los árboles se han de poner en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas!". Los árboles, los latinoamericanos, necesitaban unirse en contra de la hegemonía que quería “pasar” y hacerse con las tierras del sur.
Nuestra América entra en la línea del ensayo modernista que se destaca por la “necesidad de impregnar la expresión de mayor lirismo y ánimo de erigir un nuevo lenguaje literario sobre los mismos elementos estilísticos con que se compone la poesía modernista.”10 Por dicho motivo es que Martí traspasa las fronteras entre el ensayo y la poesía al fundir en un solo nivel, lírico experimental, las formas hasta entonces contrarias del discurso poético y el discurso de la prosa”.11
Nuestra América incorpora una gran dosis de lirismo, en extensos pasajes de una prosa esencialmente poética y mediante en un lenguaje simbólico, para la exposición de su ideario moral, social y político.12 Es decir, la lucha por la autonomía ideológica y la resistencia ante el imperialismo estadounidense.
El estilo del presente ensayo se caracteriza por las acumulaciones de figuras retóricas, multisensorialidad, musicalidad, naturaleza antitética entre otras. Así mismo “[l]a prosa martiana- más que su verso- está saturada de figuras y elementos poéticos que luego el modernismo hará suyos y popularizará hasta convertirlos en lugares comunes.”13 El estilo es ágil y las imágenes diáfanas. El lenguaje que Martí utiliza es sonoro, vibrante y luminoso: “Una idea enérgica, flameada a tiempo ante el mundo, para, como la bandera mística del juicio final, a un escuadrón de acorazados”, “el sable tinto en la sangre de sus mismas venas”. En Nuestra América encontramos por un lado una prosa poética arquitectónica y por el otro la sencillez del discurso directo: “Lo que quede de aldea en América ha de despertar”.
Consta de “unas 3600 palabras, agrupadas en doce párrafos de longitud variable.”14 Su estructura es tripartita y simétrica, y responde a la siguiente clasificación: 1). Anuncio del peligro (párrafos 1 y 2). 2).Análisis de las circunstancias en las que se presenta dicha amenaza (párrafos 3 a 10). 3) Visión profética de la superación de este peligro (párrafos 11 y 12).15 Como plano intermedio la estructura verbal se caracteriza por la elevada presencia del futuro. La estructura profunda del ensayo es totalmente simbólica: reside en la oposición de símbolos procedentes del reino vegetal y del reino animal, específicamente el árbol y el tigre: El segundo se refiere a la noción del peligro ya apuntada, el primero al ‘hombre natural’ que enfrenta ese peligro. Asimismo por un sistema de transmutaciones donde estas imágenes confluyen en distintos momentos del ensayo resolviéndose en un gran símbolo trascendente,16 la del “Gran Semí” regador de semillas.
1. Antiimperialismo, definiendo el ‘imperio’ como el peligro que acecha a Latinoamérica desde el Norte anglosajón.
2. Panamericanismo: unión de los pueblos latinoamericanos en defensa de sus intereses.
3. Defensa de los marginados : reconocimiento de la explotación y marginación de los pueblos nativos de América, reconocimiento a su derecho a ser tomados en cuenta en el gobierno de los países y defensa de los pueblos negros de América (javichos).
4. Pacifismo universalista: visión de la humanidad como un todo, rechazo de la fuerza en la solución de conflictos y valoración del amor como medio de solución y encuentro.
5. Modernización: el necesario fin de la aldea colonial, el comienzo de un tiempo diferente basado en el progreso social.
6. Necesidad de construir un instrumento ideológico propio: ideario panamericano distinto de las fórmulas y soluciones que Europa ( Francia, Alemania) y los Estados Unidos han encontrado para su organización.
7. Sistema binario opositivo: Naturaleza/sistemas políticos de las democracias europeas y norteamericanas. Gobiernos creativos/Importación de ideas, falsa erudición y tiranías. Pueblos nativos/Población de origen europeo.
8. Fruto de esperanza para las repúblicas de América. Superación del par binario.17
Nuestra América se refiere al destino de los pueblos latinoamericanos:
Los pueblos que no se conocen han de darse prisa por conocerse, como quienes van a pelear juntos. Los que se enseñan los puños, como hermanos celosos, que quieren los dos la misma tierra, o el de la casa chica, que le tiene envidia al de casa mejor, han de encajar, de modo que sean una, las dos manos."18
Martí insiste en la unidad para poder enfrentar los peligros que tienen frente a ellos los pueblos latinoamericanos:
“Los árboles se han de poner en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas. Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes.”19
También habla sobre las características que debían tener los gobiernos:
“El gobierno ha de nacer del país. El espíritu del gobierno ha de ser el del país. La forma de gobierno ha de avenirse a la constitución propia del país. El gobierno no es más que el equilibrio de los elementos naturales del país.”20
Menciona además las características y la formación de los gobernantes:
¿Cómo han de salir de las universidades los gobernantes, si no hay universidad en América donde se enseñe lo rudimentario del arte de gobierno, que es el análisis de los elementos peculiares de los pueblos de América?”21
Y después dice:
En la carrera de la política habría de negarse la entrada a los que desconocen los rudimentos de la política. El premio de los certámenes no ha de ser para la mejor oda, sino para el mejor estudio de los factores del país en que se vive.”22
De igual forma, insiste en la necesidad de profundizar en el estudio de la Historia de América:
La universidad europea ha de ceder a la universidad americana. La historia de América, de los incas de acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque no se enseñe la de los arcontes de Grecia. Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no es nuestra. Nos es más necesaria.”23
Al patentizar la estrategia que debía seguirse para lograr la defensa de la cultura e historia de los pueblos latinoamericanos afirma:24
Injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas."25
Martí también analiza elementos de la Historia del continente, y destaca la importancia de la lucha para consolidar la independencia por conquistar, y el compromiso con los marginados: “Con los oprimidos había que hacer causa común, para afianzar el sistema opuesto a los intereses y hábitos de mando de los opresores.”26 También hace referencia a la actitud y las tareas que tenían ante sí la juventud latinoamericana:
Los jóvenes de América se ponen la camisa al codo, hunden las manos en las masas, y la levantan como la levadura de su sudor. Entienden que se imita demasiado, y que la salvación está en crear. Crear es la palabra de pase para esta generación.”27
Asimismo, señala la posición que deberían asumir los pueblos latinoamericanos frente a la presencia de su poderoso vecino del norte:
El desdén del vecino formidable, que no la conoce, es el peligro mayor de nuestra América; y urge, porque el día de la visita está próximo, que el vecino la conozca, la conozca pronto, para que no la desdeñe.”28
También menciona lo que es necesario que tuvieran e hicieran los pueblos para garantizar su defensa: “Los pueblos han de tener una picota para quienes les azuzan a odios inútiles; y otra para quien no les dice a tiempo la verdad.”29 Respecto a la raza Martí dice que “Peca contra la Humanidad el que fomente y propague la oposición y el odio entre las razas.”30
Fernando Chenard Piña. Joven revolucionario ejemplo de desinterés, heroísmo y entrega a la causa libertaria que lo llevó a vender su empleo y medios de vida con una fe enorme en el destino de la Patria.
Fernando Chenard Pina nació el 4 de febrero de 1919 en Ciudad de La Habana. Residió en el barrio de La Ceiba, municipio Marianao. Estudió hasta el 6º grado de la enseñanza primaria. De familia de nivel medio, casi adolescente se independiza por discrepancias políticas con su padre. Y se convierte en fotógrafo y periodista de profesión. Desde muy joven manifiesta ideas revolucionarias. Muere el 26 de julio de 1953 en el Asalto al Cuartel Moncada en la provincia de Santiago de Cuba a los 34 años de edad.
Trayectoria revolucionaria
En 1939, a los veinte años, labora en una bodega, y posteriormente organiza el Sindicato de Obreros y Empleados del Comercio de Víveres al Detalle y sus Anexos, milita en Partido Unión Revolucionaria Comunista. De 1940 a 1943, además de las actividades sindicales y partidarias, ejerce el periodismo como director, administrador, reportero y redactor de El Dependiente, órgano de su sindicato en La Habana, del que es secretario general hasta 1944, año en que renuncia al ya entonces Partido Socialista Popular, y deja el sector laboral del comercio de víveres.
Dispuesta la movilización para Oriente que culminará con los sucesos del 26 de julio de 1953, Chenard maneja un auto Dodge en el que transporta a Santiago de Cuba a los hermanos Gómez, a Córdova y a Montano, se aloja junto a ellos en la casa de tránsito de Celda 8, y se concentra a medianoche del 25 y 26 de julio en la Granjita Siboney. Asignado al destacamento que tenía como misión penetrar al Moncada por la posta 3.
Una vez fracasada la acción, cuando Fidel da la orden de retirada le encomienda a Chenard que le trasmita la orden a Abel Santamaría en el hospital, lo que no puede cumplir ya que es apresado.
Conducido al cuartel, es torturado y asesinado ese mismo día, al igual que cinco de los ocho compañeros de célula que hicieron el viaje a Oriente: Marrero, Fleitas, Córdoba, y los hermanos Gómez. Tenía 34 años de edad.
Fuentes
Archivos de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado.