HISTORIA DE LA BANDERA GAY
La Bandera Arcoiris representa el mayor simbolo de la Comunidad LGBT
La bandera gay fue utilizada por primera vez en Nueva York durante la fiesta del orgullo gay realizada en el año de 1979 y salio a manos del creador gráfico Gilbert Baker. En un primer momento tenia más colores, pero solo quedaron 6.
La bandera gay o bandera de arcoiris (a veces denominada bandera de la libertad), ha sido utilizada como símbolo del orgullo gay y lésbico desde la década de los '70. Los diferentes colores simbolizan la diversidad en la comunidad gay y sus colores son utilizados a menudo en marchas por reclamos. Nació en los Estados Unidos, pero ahora es utilizada en todo el mundo.
El uso de la bandera arcoiris para identificar la comunidad gay se registró por primera vez en el año de 1978, cuando se le vio ondear en la Parada por la Libertad de Gays y Lesbianas, en San Francisco, EEUU, partiendo de una creación del artista Gilbert Baker, quien la diseñó como respuesta a la necesidad de un símbolo que pudiera usarse año tras año en las marchas. Anteriormente había sido utilizada por el movimiento hippie y por grupos defensores de los derechos civiles de las personas de color.
El primer diseño de Baker, estampado y cosido en su propia casa, constaba de ocho líneas, donde cada color representaba un componente de la comunidad: El rosa oscuro para el sexo, rojo para la vida, naranja para la salud, amarillo para el sol, verde para la naturaleza, turquesa para el arte, azul índigo para la armonía y violeta para el espíritu.
Para el siguiente año se encargó su producción masiva a una fábrica de banderas de San Francisco, pero por problemas con los pigmentos disponibles para ese momento, se removió el rosado y el turquesa y el azul índigo fue reemplazado por azul real.
Esta versión de seis líneas se propagó rápidamente hacia otras ciudades y se convirtió en lo que hoy es el conocido símbolo de la comunidad gay internacional. Actualmente está oficialmente reconocida como tal por el Congreso Internacional de Fabricantes de Banderas.
Como nota curiosa encontramos una variación de la bandera arcoiris en la "Bandera de la Victoria sobre el Sida", la cual contiene una línea adicional de color negro, la cual representa a todos aquellos que hemos perdido a consecuencia del terrible mal, dicha línea será removida de todas las banderas y quemadas en una ceremonia simbólica, en la ciudad de Washington, EEUU, el día que se encuentre una cura definitiva a la enfermedad.
Sin lugar a dudas es el símbolo con el que se identifican muchas personas lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas de todo el mundo. Varios la consideran, con justa razón, una demostración de la “norteamericanización” de las luchas reivindicativas de los homosexuales en Occidente. Y en las pasadas marchas del orgullo y la ciudadanía gay quedó demostrado su vigencia: quizás no hubo ninguna en la que este símbolo no se ondeara.
Se trata de la bandera del arco iris o del orgullo LGTB. Compuesta por seis bandas longitudinales y de igual tamaño ubicadas horizontalmente, esta bandera lleva más de treinta años representando a un grupo muy diverso de personas con gustos, orientaciones sexuales, identidades de género y formas de pensar muy diferentes.
La bandera ha sido históricamente un símbolo de identificación de un grupo para lograr cierta coordinación en sus movimientos y evitar la desorganización, pero también un símbolo de autoafirmación, victoria y valores particulares.
Una bandera puede vincularse a una tendencia de ubicarse por encima del nivel normal, y el “ondeo” como un sentimiento de libertad. Según los investigadores Pascual Chenel y Alfonso Serrano, autores del libro Diccionario de símbolos, en muchas representaciones “la mera aparición de éste símbolo ofrece una supuesta protección a aquellos que se identifican”.
Para conocer el trasfondo histórico de esta bandera debemos remontarnos a los Estados
Unidos de 1974, cuando la Asociación de Psiquiatría de este país retiró al homosexualismo como enfermedad de su lista de trastornos mentales. Un año antes, en Europa había ocurrido un hecho semejante: Alemania Federal había abolido las prácticas homosexuales como delito y causal de detención. Estas conquistas promovieron una nueva mirada hacia los afectos entre personas del mismo sexo, tanto en los ámbitos académicos como en los políticos, que hasta ese momento habían caracterizado a las homosexualidades como aversiones. Prueba de ello habían sido los libros de carácter investigativo y sociológico como Los extraños de Howard Becker (1972), Nuestros antepasados pervertidos de Pierre Hanhn (1979), Homosexuales de Bell y Winberg, (1979), y La sociedad Homosexual de Richard Hauser.
En 1977, ocurrió una victoria en el plano activista de los Estados Unidos, cuando el líder gay Harvey Milk llegó a la Junta de Supervisores de San Francisco, convirtiéndose en el primer hombre abiertamente gay en ocupar un cargo público en Estados Unidos. A su corto paso por la Plana de Supervisores, la actividad política de Milk giró principalmente en torno a la preocupación por lo derechos de los gais y de los problemas que afectan a las poblaciones discriminadas de Nueva York. Luchó por abolir aquellas leyes retrogradas que condenaban a la homosexualidad e instalar leyes que le apostarían el trato igualitario entre heterosexuales y homosexuales. Milk también gestionó proyectos para los obreros y los ancianos y estuvo detrás de la derrota de la propuesta del senado estatal de prohibirles a los homosexuales y lesbianas enseñar en las escuelas públicas de California.
El empoderamiento gestionado por Milk revalorizó la idea de una “cultura gay”. En un estudio ubicado en California, el joven artista Gilbert Baker diseñaba una bandera compuesta por los ocho colores del arco iris, con el fin de presentar la diversidad de identidades y gustos al interior de la comunidad de personas homosexuales.
Según explicó el propio Baker años más tarde, la idea de recurrir a los colores del arco iris también surgió de la canción Más allá del arco iris, interpretada por la actriz Judy Garland en la película El Mago de Oz, y que se había convertido en un himno gay desde la década de los 60. Gilbert Baker le dio significado a cada color: rojo para sexualidad, naranja para la vida sana, amarillo es la puesta de sol, verde es naturaleza, azul es arte y violeta es armonía, y espíritu.
No obstante, algunos analistas de símbolos sostienen que Baker también se dejó influir
por los movimientos de los derechos de las minorías y los derechos humanos que también usaban el arco iris como símbolo asociado a leyendas e historias que se relacionan al género, la sexualidad, la alegría y la diversidad de pensamientos.
El 27 de noviembre de 1978, la comunidad gay de Estados Unidos se enteró con una fatídica noticia: Harvey Milk y su amigo, el alcalde George Moscone, fueron abaleados por el ex supervisor Dan White, que había dimitido poco antes a su cargo y tenía aspiraciones de recuperarlo de nuevo. Horas más tarde, White se entregó a las autoridades y se sometió al proceso requerido.
Convertida rápidamente en un símbolo, la bandera empezó a ser demandada en grandes cantidades. Esta situación propició un primer cambio: la eliminación de la banda magenta, debido a la imposibilidad de reproducir dicho color en las fábricas de tintura de San Francisco.
La bandera no volvería a ser igual. Un año más tarde, este distintivo sufrió una nueva transformación. Debido a que cuando ésta se pegaba verticalmente a los postes de luz de San Francisco, los colores centrales se encubrían con los de los postes, se optó por disminuir la cantidad de colores de la bandera.
El resultado: se eliminó el color turquesa. La década de lo 80 fue el momento en el que la bandera del arco iris traspasó las fronteras de San Francisco y se esparció como símbolo gay en varios estados de Norteamérica.
Al mismo tiempo, la globalización también permitió que rápidamente este símbolo llegara a otros países, incorporándose ágilmente en las luchas locales de varios países del mundo entre ellos, por supuesto, los de América Latina y Europa.
Si bien muchos defienden la bandera expresando que ésta es el símbolo que representa
la lucha contra el paradigma heteronormativo, no se puede negar que este emblema ha dejado a más de uno con varios billetes en el bolsillo.
Cabos sueltos
Resulta curioso que el creador de la bandera, Gilbert Baker, nunca registró los derechos autorales de su creación. Desde luego, en aquella época no se hablaba de libres licencias,
No volvamos al pasado
En el 2003, para la vigésimoquinta versión del Desfile del Orgullo Gay en Estados Unidos, el diseñador de la bandera quiso regresar a su diseño original, proponiendo entonces la versión de ocho bandas. Pero ya era demasiado tarde y la respuesta no fue la más afortunada para Baker: ni los sitios ni las personas LGTB de ese país quisieron aceptar otra vez este modelo del pasado.
Rainbow Land
El 14 de junio de 2004 un grupo de personas LGTB en Australia plantó la famosa bandera en una isla aun deshabitada en las Islas del Mar del Coral, ubicado en el sudeste de Queensland, como símbolo de la fundación de un “territorio gay”. Dale Parker Anderson, uno de los integrantes del grupo, fue declarado mas tarde como emperador de la Isla.
La bandera que acabó con un símbolo nazi e imaginó un mundo de color
En el comienzo de la célebre película El Mago de Oz, Dorothy Gale cantaba "en algún lugar sobre el arcoíris" antes de volar desde un mundo en blanco y negro hasta otro en tecnicolor. Ni el director, Victor Fleming, ni su protagonista, Judy Garland, pudieron imaginar entonces que ese momento cinematográfico se convertirían en la referencia visual para el movimiento LGTB y la celebración del Orgullo Gay. Era tan solo 1939. Pero su impacto se consolidó a través de los años. Y cuando en 1978 los organizadores del Orgullo Gay y Lésbico de San Francisco pidieron al activista Gilbert Baker que creara un símbolo unificador para el colectivo, buscó inspiración en la adolescente de Kansas. Él también nació allí.
Baker murió en marzo de 2017. Su creación ya era un símbolo universal. Cuatro años antes confirmó en una entrevista para el documental El día que nevó en Miami sobre la historia del movimiento, que la balada de la película le influyó en la creación de la bandera. "Cariño, yo soy Dorothy", le dijo al entrevistador.
No aclaró la segunda teoría que corre entre los expertos del diseño gráfico queer. En ella, se asegura que fue una copia de la bandera de la raza humana utilizada por el movimiento hippy en los sesenta con rayas horizontales de color rojo, negro, marrón, amarillo y blanco. Según esta teoría, el resultado fue la adaptación de los colores del arcoíris a este modelo. "Yo era una de las drag queens más conocidas de San Francisco en los setenta. Sabía coser. Estaba en el lugar correcto en el momento adecuado", explicó en una entrevista publicada por el MoMA en 2015, con motivo de la incorporación de la tela a su colección permanente de emblemas contemporáneos.
El objetivo principal de Baker fue eliminar de la lucha del movimiento LGTB la exhibición de los triángulos —rosa para ellos, negro para ellas—, utilizados por los nazis en los campos de concentración para identificar a los prisioneros. "El arcoíris era perfecto porque se ajustaba a la diversidad de raza, género, edades, todas esas cosas", apuntó Baker.
La ejecución final fue un éxito inmediato, tanto para el movimiento como para los intereses comerciales. "Es un símbolo tan poderoso que el colectivo no necesitó nada más", sentencia Debbie Millman, presidenta del programa de Diseño de Marcas de la School of Visual Arts (SVA) de Nueva York, y autora del podcast Design Matters.
Se puede comprobar estos días en las calles de Manhattan durante la celebración del World Pride con motivo del 50 aniversario de los disturbios del Stonewall Inn el 28 de junio de 1969, fecha oficial del inicio del movimiento por los derechos LGTB. El arcoíris luce en las tarjetas de metro, en lo alto de más de una docena de rascacielos, en las gigantescas escaleras del Parque Roosevelt y en un tobogán de nueve metros instalado en Union Square por Tinder. Son solo algunos de los miles de ejemplos.
"El éxito de la bandera es una evidencia de la profunda necesidad instintiva de los humanos de representar sus creencias y afiliaciones. De marcar su lugar en el mundo", explica Millman. Los dos primeros ejemplares cosidos por Baker ondearon por primera vez el 25 de junio de 1978 en la Plaza de las Naciones Unidas de San Francisco. La original estaba compuesta por ocho franjas: rosa intenso para el sexo, rojo para la vida, naranja para la curación, amarillo para el sol, verde para la naturaleza, turquesa para la magia, añil para la serenidad y violeta para el espíritu. Debido a la escasez de oferta de telas de algunos colores, se eliminaron más tarde el rosa y el turquesa.
Múltiples versiones en pro de la diversidad
La actual también tiene sus versiones como el añadido del marrón y el negro para representar a la raza negra, y la bandera del Orgullo Trans con cinco franjas en rosa, blanco y azul. Otro símbolo gráfico anterior, fue la undécima letra del alfabeto griego, llamada Lambda, adaptada en 1970 por el activista y diseñador Tom Doerr. Símbolo de catalizador, en el ámbito químico, que presenta el intercambio de energía, la introdujo para representar el trabajo político de la Alianza de Activistas Gay, fundada en Nueva York seis meses después de los sucesos del Stonwell Inn, entre los que se encontraban las legendarias líderes Sylvia Rivera y Marsha P. Johnson. La ciudad de Nueva York anunció el 3 de junio que las honrará con el que será el primer monumento a dos mujeres transgénero del mundo.
En esa época inicial, surgieron también los círculos entrelazados con cruces para representar a los gais hombres y con flechas para las mujeres. Ya entrados los ochenta, el pintor y activista Keith Haring creó toda una iconografía gay y anti-VIH con sus sencillos dibujos de figuras danzando y abrazándose, donde no faltan los corazones ni los miembros sexuales masculinos, y a la que la Tate de Liverpool le dedica una exposición que puede visitarse hasta el 10 de noviembre.
Nada comparado con el impacto de la obra de Baker. "Pintemos la ciudad de orgullo", tuiteó el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, para dar comienzo a la semana clave del World Pride, que culminó el sábado con el desfile, en el que se hizo homenaje al creador de la bandera con un coche dedicado a él. Además de las instituciones, las empresas, los pequeños comercios y, sobre todo, las grandes marcas, llevan ya varios meses subidas a la carroza LGTB.
¿Oportunismo o integración?
Ediciones especiales con los seis colores decoran las zapatillas de Nike, Converse o Adidas; la correa del Apple Watch, una nueva versión del clásico asiento Love Seat, de Lucian R Ercolani para Ercol, realizada por el estudio 2LG, o la popular bolsa azul de IKEA, entre otros. "Este oportunismo ayuda a integrar al movimiento, pero ¿dónde estaban hace 10 años?", reflexiona la experta en diseño. En el mismo mundo en blanco y negro en el que Dorothy le preguntaba a su perro si algún día conocería una realidad con color: "¿Crees que ese lugar existe, Toto?" Ochenta años después, esa nación imaginaria sigue sin ser realidad, pero ya tiene su bandera.
El significado de los colores de la bandera original según Baker, simbolizan los diferentes aspectos de vida
Rosado: la sexualidad
Rojo: la vida
Naranja: la salud
Amarillo: el sol
Verde: la naturaleza
Azul: el arte
Índigo: la armonía
Púrpura: el espíritu