De una forma u otra, muchos cubanos afirman que se trata de un intento desesperado de un gobierno que está perdiendo todo lugar en los corazones de su pueblo, un gobierno que esta semana comenzó finalmente a mostrar su inevitable vulnerabilidad humana con la muerte de uno de sus más ancianos y venerados líderes.
La muerte del héroe revolucionario Juan Almeida, dicen ellos, subraya que la visita de una superestrella colombiana no cambia la dura realidad de Cuba: es una nación gobernada por hombres cuya edad se acerca a los 80 años, o más.
"Es mejor que vengan temprano', dijo un trabajador que chequeaba la temperatura para la tarde del domingo. "El domingo al mediodía aquí no va a caber un cubano más'.
El concierto, con 15 participantes de seis países, se hizo polémico de inmediato en el sur de la Florida, donde algunos cubanos conservadores cubanos lo han criticado todo, desde los participantes hasta el lugar. El concierto, que se transmitirá en vivo por Univision.com a partir de las 2 p.m. del domingo, será en la Plaza de la Revolución, donde se celebran los desfiles masivos del gobierno, ante una enorme silueta de Ernesto "Che' Guevara.
La mayoría de los cubanos entrevistados, algunos de los cuales hablaron en voz baja y mirando por encima del otro, tuvieron pocas cosas positivas que decir del evento planeado.
"Yo no voy a ir a ese concierto porque no me gusta que me usen', dijo Martín, un habanero de 40 y tantos años que vive con sus padres ancianos. "En este país, ellos pueden comprar a la gente con un trago y una canción. Eso no es un concierto; eso es un evento político. ¿No podían haberlo celebrado en un estadio? ¿Por qué en un lugar como este que tiene tanto significado?"
Martha, la dueña de un negocio pequeño, opinó: "¿Por qué tuvieron que invitar a Silvio Rodríguez? Hay un montón de artistas menos politizados que ellos podían haber invitado'. Rodríguez y Los Van Van, que también van a actuar, han apoyado por mucho tiempo al régimen de Castro.
Muchos cubanos no estaban pensando en el concierto. Los periódicos todavía no lo han mencionado esta semana. Lo que está en la mente de muchos y en la primera plana de los diarios es la muerte de Almeida, un comandante de la revolución respetado por muchos, el único cubano de raza negra que ocupó un puesto tan importante junto a los hermanos Castro. "Eso no fue sólo una muerte, fue una muerte que simbolizó mucho, pero mucho más', dijo Beatriz, una artista. "Ahora la gente está diciendo: "Aquí viene el efecto dominó. ¿Quién será la próxima víctima?"
Los principales líderes cubanos tienen cerca de 80 años o más, y muchos aquí lamentan la falta de jóvenes en el gobierno.
"Necesitamos a gente joven con ideas nuevas', dijo Alex, un chofer de bicitaxi de las provincias orientales. "Yo no estoy diciendo que haya que salir de Raúl. El se puede quedar ahí. Lo que estoy diciendo es que no hay razón alguna para que este país esté en las condiciones en que está. Necesitamos a gente joven con nuevas ideas. Al único tipo joven que tenía educación y preparación y entrenamiento le negaron el puesto de presidente. ¿Quién agarró el puesto? Un viejo que no sabe nada de nada aparte de lo militar. El tiene 70 y pico de años y su hermano tiene 80 y no sé cuántos. ¿Qué es eso? Eso es una locura'.
"Entonces, ¿qué hacen ellos? Ellos celebran un gran concierto que va a ser un evento político. Va a haber filas y más filas de sillas muy bien organizadas al frente con los militares, los jóvenes comunistas detrás de ellos, y la gente del Partido. Detrás de todos ellos, allá al fondo, en la calle, va a estar el pueblo cubano. Ellos al final se irán para sus casas porque pueden oir a Juanes a tres cuadras. Yo prefiero verlo por la televisión'.
Pero admitió que probablemente muchos irán al concierto, aunque sea porque casi no hay otra cosa que hacer aquí en una tarde de domingo, y es posible que los cubanos no tengan nunca otra oportunidad de ver en vivo a semejantes estrellas.
Alex se pregunta, sin embargo, cómo piensa controlar el gobierno a una cantidad de gente tan grande, por lo que él piensa que será un evento rígidamente organizado, y no un concierto público abierto a todos como lo han presentado. "Mucha gente en Miami están criticando este evento, y ellos tienen razón. En este país siempre se mezcla la política con la cultura', dijo. "Nadie va a bailar. La gente va a aplaudir como si estuviera en un restaurante'. Beatriz, la artista, estuvo de acuerdo.
"Mucha gente va a estar ahí, porque hay gente a cargo de asegurar que eso se llene. El sábado van a celebrar reuniones donde van a decirle a grupos de personas que su tarea será llegar a la hora X y quedarse por X horas. Ahí vas a ver a toda la gente de la Unión de Jóvenes Comunistas'.
A mí no me van a ver allí. No estoy diciendo esto porque tengo 50 años. Estoy segura de que muchos jóvenes van a decir lo mismo.
"Con todas las necesidades que estamos pasando aquí, ¿qué nos importa un concierto? Lo que nos importa es qué vamos a comer hoy, porque no sabemos qué vamos a comer hoy, y mucho menos mañana. A uno lo que le importa es qué zapatos se van a poner sus hijos. En el contexto cubano, a nosotros no nos importa mucho Juanes, o Jesucristo si él fuera rockero y viniera a cantar a Cuba'.
"Yo a lo mejor iría si fuera Sting, aunque el transporte público aquí es muy malo, y yo no sé cómo iba a llegar allí. Yo creo que, si fuera Sting, yo iría a pie. A Juanes, yo puedo oirlo por radio'.
No se menciona el nombre del redactor de The Miami Herald porque el periodista carece de la visa exigida por el gobierno cubano para reportar desde la isla. Solicitudes anteriores de The Miami Herald por dicha visa nunca han sido respondidas.