DESCARADA INTERVENCIÓN EN HONDURAS
Se rompen todos los protocolos diplomáticos
VIL CONJURA DE LA CASA BLANCA, PLANALTO Y MIRAFLORES
Producto de maquinaciones secretas entre la diplomacia del actual gobierno de los Estados Unidos, Hugo Chávez y el gobierno de Lula Da Silva, se produjo ayer la descarada intervención en los asuntos internos de la pequeña Honduras, que lucha como gato boca arriba por salvaguardar su democracia. Con la intervención activa de los EE.UU. Venezuela y Brasil y la complicidad del resto del mundo y la maldita y despretigiada OEA, introdujeron a Mel Zelaya en Honduras y lo llevaron a la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde rompiendo todos los protocolos diplomáticos establecidos para el derecho de asilo y la extraterritorialidad de las Embajadas, se ha venido promoviendo una insurrección civil en Honduras.
Según nos ha reportado nuestro colaborador en Washington, "El Capitalino", autor de la columna "Washington: Reporte Confidencial", hay muchos indicios que señalan que Zelaya pudo haber entrado en Honduras, por la base militar norteamericana de Palmerola. Sea esto cierto o no, lo que es un hecho innnegable fue que esta jugada se fraguó en silencio entre los tres mencionados gobiernos.
Pero eso no es lo más espeluznante. La gente del ALBA e Insulza están presionando para que se produzca una intervención armada en Honduras, tipo la que se llevó a cabo en Haití para restablecer a Aristide, con una fuerza militar encabezada por tropas norteamericanas y brasileñas. Y esto no sería muy inverosimil, si tenemos en cuenta que Barack Obama, desde que asumió la presidencia de este país se ha carcaterizado por aceptar todo lo que le han insinuado o pedido los enemigos jurados de este país, como lo demuestra la última concesión referente al escudo anti misiles que se iba a instalar en Europa.
Según nos han asegurado fuentes allegadas a la Inteligencia de un par de países de la región, se está jugando a la posibilidad a que se junte una buena cantidad de civiles frente a la Embajada de Brasil en la capital hondureña, que provocarían el caos, obligando a intervenir a la policía para justificar una intervención armada multilateral. También se ha barajado la posibilidad de que un sector ultra nacionalista del ejército hondureño pierda la paciencia y penetre en la embajada de Brasil para detener a Zelaya, lo que les daría a los conjurados, el perfecto pretexto para la intervención armada, con el argumento de restablecer la paz en Honduras.
Ante este sombrío panorama para los que somos anti marxistas, urge que alguien en el Congreso Norteamericano y en la gran prensa, levante su voz, antes de que sea demasiado tarde para revertir la ola roja que se nos viene encima desde el traspatio de esta nación.
Por lo pronto, ya Obama ha hecho suficientes méritos para ser nombrado socio honorario del Foro de Sao Paolo.