No tan blanco Algunos de los artistas que participaron en el concierto encabezado por Juanes en La Habana, lograron 'colar' tímidos mensajes de 'libertad' y 'cambio'
Por Héctor García Quintana
El segundo concierto por la paz impulsado por Juanes se ha realizado en Cuba con éxito apabullante. Más de un millón de personas acudió a escuchar a los músicos que en él participaron.
La clave fue "disfrutar". Cualquier intento de analizar con criterios políticos los deseos de la masa que se reunió en la Plaza de la Revolución, apuntaría a un sitio equivocado. Otra cosa fue lo que sucedió en el escenario y detrás de él.
Ha trascendido que Miguel Bosé tuvo una discusión airada con un representante del gobierno cubano, en la que amenazó con suspender el evento a sólo minutos del comienzo. De acuerdo con diferentes versiones, el cantante español se negó a aceptar condiciones adicionales a las que el régimen ya había puesto.
Muchos de los cantantes dejaron entrever en el espectáculo deseos contenidos de lanzar mensajes no "pactados". Juanes lo hizo furtivamente, al final, como una especie de medicina para sí mismo. "¡Cuba libre!", dijo.
Durante el concierto, pidió libertad para los "privados" de ella, "donde quiera que estén", y dedicó el tema Sueños "a todos los que no tienen libertad".
Es un mensaje aparentemente ambiguo, aunque no para los cubanos. Pedir en la Plaza de la Revolución, ante más de un millón de personas, libertad para todos los presos en cualquier sitio del mundo, es pedirlo también para los presos políticos de la Isla.
A pesar de que la presión del régimen coartó las palabras de algunos artistas, las letras de las canciones dejaron entrever los deseos de una parte de ellos por dejar claras sus posiciones.
No es casual que Juanes haya cantado, dedicándolo a la juventud cubana, su tema No creo en el jamás, cuya letra reza: "Y necesito silencio para encontrar mi propia voz y mi verdad. Y al final de la oscuridad no me siento solo".
"Hoy voy a levantarme y no voy a resignar mi corazón, hacer lo que quise y no pude. No lo voy a aceptar hoy, voy a buscar estar mejor, la vida tiene solución, aquí no hay nada imposible, no creo en el jamás".
Tampoco es casual que Miguel Bosé y el propio Juanes hayan cantado a dúo un tema como Nada particular, que llama a la libertad, luego de haber dicho que estaba dedicada a los cubanos.
No deja de ser curioso que Silvio Rodríguez, un artista del régimen, haya sido ovacionado únicamente cuando cantó Ojalá, canción que muchos especulan está dedicada a Fidel Castro.
Algo llamativo, a pesar de que ha pasado inadvertido para muchos, es que Juanes agradeció al final del concierto a Los Aldeanos y a Silvito El Libre, representantes de la nueva ola de hip-hop contestatario, que se han hecho famosos dentro y fuera de Cuba por sus letras antisistema y que, por supuesto, no estuvieron en el espectáculo.
¿Por qué ese agradecimiento? ¿Sería una forma de protesta porque el régimen no aceptó incluirlos?
Por desgracia, todo lo expresado anteriormente es sólo una interpretación de algunos comentarios que quedaron opacados por las intervenciones de Olga Tañón, acusando al exilio de tener el corazón negro, y de Cucú Diamantes, pidiendo que el mundo se abra a Cuba, pero no que Cuba se abra al mundo.
Algunos han querido ver en el silencio cómplice de la mayoría de los participantes una forma de respeto hacia los artistas que mediaron para que se diera el concierto. Es triste, porque en una casa se puede pactar no hablar de algunos temas por respeto a los que en ella viven, pero sólo si existe la libertad de expresarlo.
Podemos aceptar lo políticamente correcto, pero no que nos obliguen a cumplirlo.
Olga Tañón mintió al afirmar que todos los que quieren entrar a cantar a la Isla pueden hacerlo. Dijo que es tiempo de cambiar, pero no aclaró de dónde debe venir el cambio.
Como era de esperar, el régimen está intentando ahora manipular el resultado del concierto, pero ni fue tan blanco como proclamaron sus patrocinadores ni quedó tan apolítico como pretendían.
No importa que este concierto no logre la libertad de Cuba, tampoco habría que pedírselo. No obstante, es de destacar que se haya gritado "Cuba libre" y se haya mencionado la idea de "una sola familia" en la misma plaza en la que Fidel Castro ha negado la libertad a los cubanos y se ha encargado de intentar separarles de sus hermanos en el exilio.
Por:Enrique Cabrera, quien reside en la ciudad de Miami
Bueno…hoy me pasé parte de la tarde mirando los programas locales de Miami, ecuchando todas las opiniones de aquellos que participaron de una forma u otra en el concierto de Juanes y comparsa en La Plaza Cívica , que los comunistas bautizaron como Plaza de la Revolución. El concierto que aquí fué bautizado, como La Fiesta de los Esclavos en el batey del ingenio.
Maria Elvira Salazar, de Mega TV criticaba a Miguel Savedra de Vigilia Mambisa porque aplastó con una aplanadora unos CD’s de Olga Tañón y Juanes. Bueno, en Italia cuando Juanes fué a dar un concierto ,el pueblo rompió miles de camisas negras, porque esas representaban las brigadas de respuesta rápida del gobierno facista de Benito Mussulini, Los Camisas Negras. En USA el pueblo rompió millones de discos,fotos,etc de The Beatles, cuando John Lennon dijo que ellos eran más populares que Jesuscristo…..o sea, nada fuera de lo normal,solo un modo de protesta, válido y honesto……..pero nosotros, el exilio cubano de Miami,somos los malos, tenemos que cambiar.
Olga Tañón, la merenguera de Puerto Rico…(así le llamaban a mi vecina que confeccionaba los pequeños dulces hechos con clara de huevo y azucar y los vendía en el Mercado Negro, allá en Marianao), decía en el programa de Alexis Valdez que si al menos lograban que se quitaran las restricciones a los medicamentos hacia Cuba, ya habían alcanzado lo cometido. Sepa usted señora Tañón, que dichas restricciones no existen, nunca han existido, ademas Cuba es productor y exportador de medicinas para muchos paises y de hecho ha obtenido muchísimas patentes en los Estados Unidos. Pero ella quiere que los cubanos de aquí se olviden de todo y se abran ante Cuba, porque ver las caras alegres de los esclavos en el concierto le cambió su vida…que pena que Oscar Elias Biscet, que al igual que ella pidió cambio, solo que lo dijo en español y en medio de una calle habanera, le costó una condena de más de veinte años en las mazmorras castristas…pero nosotros,el exilio de Miami somos los malos,tenemos que cambiar.
Escuché a Miguel Bosé…sí. El hijo de la modelo italiana Lucía Bosé y el torero Dominguín…claro que sí chico, aquel que cuando cantaba se contraía como Felipe Blanco, quien se decía les quitó las cuevas a los majaes. El mismo que cuando no tenía un pantalón disponible para un concierto, vestía con faldas,no se si de su hermana o su mama, decir: “o se está con el problema o con la solución…y nosotros estamos con lo segundo, porque la historia lo pide” o sea, con el cambio. El cambio que trajo la revolución y que aquel negro director de mi escuela en el año 1965 trató de explicarnos en un discurso revolucionario de la época: “compañeros, antes de la revolución,los negros estaban por debajo de los blancos, ahora los blancos están por encima de los negros”…o sea, antes el mayoral solo los autorizaba a venir al batey (su Plaza de la Revolución) para escuchar sus orientaciones y los castigos que se impondrían si se incumplían, ahora los autoriza a escuchar a Los Orishas, que no dan “ La Letra”…y que suden,que se desmayen,que pasen calor para que paguen el precio de reirse y se comvierta en una mueca…en Cuba no hay conciertos en teatros con aire acondicionado y una cafeteria donde comprar golosinas durante el Intermezzo…sino uno Por la Paz…de los sepulcros, cada 50 años. Pero nosotros el exilio de Miami somos los malos, tenemos que cambiar.
Escuché a Juanes decir “hay que ser pendejo para no emocionarse viendo tanta gente sonriente”….bueno, lo que hay es que ser muy pendejo para estar de pié ante mas de un millón de esclavos sudorosos y cansados y cantarles que tiene una “camisa negra”…porque no les dijo que le trajo una a cada cubano para cambiársela por “la camisa de fuerza” que les han puesto por 50 años, porque no dijo que la única forma de vivir en “una isla rodeada de mar” y no sentirse como Robinson Crusoe antes de conocer a Viernes, es siendo libre, porque la libertad es la paz…nadie puede tener paz cuando vive bajo el látigo del Mayoral…aunque le dejen bailar en el batey. Pero nosotros,el exilio de Miami somos los malos,tenemos que cambiar.
Es cierto, tenemos que cambiar, tenemos que dejar de anunciar que el 13 de agosto es el cumpleaños del mayoral,tenemos que ignorar los eventos como este y crear los nuestros ,con música, arte, literatura y llevarlos por todas partes y mostrar fotos y testimonios de nuestro martirio,de nuestros triunfos antes de que el mayoral se incautara el ingenio y lo que hemos logrado dondequiera que “establecemos el caracol” (gracias Marisela Verena). Tenemos que dejar de teorizar si el mayoral tiene hemorroides o tiene chochera senil o que se le sale el cerebro de la bolsita colectora de la colostomía o que se murió y le hiceron el Velorio de Pachencho. La energía hay que dedicarla en proyectar el futuro, hay que mejorar nuestra respuesta ante los hechos, hay que madurar los proyectos con nuestra inteligencia y discusion sincera y audaz. Hay que dejar de pensar en los que estan, para pensar en los que recogeran la bandera y la pondrán en lo alto del Palo Mayor, hay que corregir el rumbo, hay diseñar la ruta, hay que tocar las puertas correctas,hay que luchar por los que estan tras las barras de hierro en los foros serios, en aquellos que pueden afectar las votaciones en los foros internacionales. Hay que mostrarles a los otros cubanos, no al mundo que si nos ponemos de acuerdo y unimos nuestras ideas y nuestras metas, se puede repetir un 1898 y restituir una verdadera Republica de Cuba.
Es cierto, tenemos que cambiar y ser mejores de lo que ya somos.