Trascendental Decisión del Congreso de Honduras
Foto tomada en una marcha la semana pasada
en Nicaragua en contra de Daniel Ortega
"Felicidades para el pueblo de Honduras"
Trascendental ha sido la decisión del Congreso de la República de Honduras al votar, con inmensa mayoría, casi con la totalidad de sus miembros, en contra de las aspiraciones del depuesto Presidente Manuel Zelaya en el sentido de retrotraer la crisis al día anterior al 28 de junio.
Esa decisión del Congreso emana de cuatro o cinco representaciones de partidos políticos elegidos con mucha anterioridad a la crisis. El Congreso actuó habiendo recibido la opinión de la Corte Suprema de Justicia, de la Procuraduría General, el Ministerio Público y el Comisionado de Derechos Humanos, organismos vinculados a este proceso. Esa decisión representa un altísimo porcentaje de la voluntad nacional expresada en los comicios del 29 de noviembre que fueron absolutamente libres ante la presencia de varios cientos de observadores internacionales provenientes de distintas organizaciones de muchos países del mundo.
El pueblo hondureño con sus dirigentes a la cabeza ha dado, sin duda alguna, una lección de civismo, de patriotismo y de lealtad a la democracia acudiendo a las urnas para votar por distintos candidatos a la presidencia de la república y de otras jurisdicciones del poder público nacional. Con la excepción de Zelaya, todos certifican que las elecciones fueron libres. En forma significativa, con asombro en muchos casos, los observadores de distintos países – no de gobiernos – certifican la honradez de esos comicios y el orden público que fundamentalmente prevaleció en toda la nación. Y eso constituye, evidentemente, una conducta ejemplar del pueblo hondureño que debe servir de orientación para otros pueblos, especialmente de la región.
Con respecto a la situación del ex Presidente Zelaya, atrincherado en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, no se ha dicho hasta el momento qué ha de ocurrir. El gobierno del Brasil ha violado las convenciones internacionales que rigen en estos casos. Resta saber qué hará ese gobierno, cuya cancillería fue tan prestigiosa en el campo internacional, en relación con este asunto. Hasta estos instantes el gobierno de la república hondureña ha sido excepcionalmente prudente con respecto a este caso, aún cuando en su momento dejó constancia de su inconformidad.
Por supuesto, los partidarios de la política y características de Zelaya seguirán, a su manera, defendiendo la posición del ex presidente.