Obama: "A veces la guerra está justificada"
Obama recoge el Nobel de la Paz
con una encendida defensa de la guerra
Barack Obama no ha dejado a nadie indiferente al recoger el premio Nobel de Paz y realizar una encendida defensa de la necesidad de la guerra. Controvertido desde el momento en el que se anunció que era el galardonado, este premio pasará la historia. Un Nobel de la Paz defendiendo la guerra.
El mandatario no se ha encogido ante las críticas. Ha ido más allá y ha defendido la guerra en numerosas ocasiones: "La guerra sí que tiene un papel que jugar en la preservación de la paz". Y una advertencia ha salido de sus labios: que Irán y Corea del Norte "no jueguen con el sistema". Porque, añadió: "Me enfrento al mundo como es, y no puedo obviar las amenazas a las que se enfenta el pueblo americano". Por este motivo, quizás, ha dicho el presidente que "la guerra es necesaria".
En un apasionado discurso, Obama ha recordado a Irán en diversas ocasiones y por diferentes motivos. Birmania, el Congo e Irán son los ejemplos que ha usado el presidente como algo no tolerable. De este modo ha dado respuesta, por fin, a los llamamientos que los manifestanets iraníes habían hecho a Obama durante las protestas, días en los que pregutnaban, con pancartas y lemas coreados, '¿Dónde está Obama?' y gritaban '¡Obama, o estás con nostros o contra nosotros!'.
El ya Nobel de la Paz ha señalado que "todas las naciones responsables deben acogerse al papel de los militares que con un mandato claro puede mantener la paz". Pero insiste en remarcar que "la paz no es sostenible en los países donde no hay libertad". Porque, considera, "la promoción de los derechos humanos no puede ser una exhortación por sí misma", necesita de la diplomacia. Las negociaciones son importantes, porque "ningún régimen represivo puede moverse hacia un nuevo camino si no tiene una puerta abierta".
Las palabras de Obama volvían a recordar a las de John Fitzgerald Kennedy cuando ha dicho: "No se trata de la revolución del espíritu humano sino de una evolución de las instituciones humanas".
El presidente ha reconocido las críticas y se ha referido a "los gigantes de la Historia que han recibido antes este premio". Ha nombrado a Nelson Mandela y Martin Luther King como ejemplos y ha tenido un momento para dedicarse a "las personas que están encarceladas o han sido apaleadas en busca de justicia". Por eso, ha añadidio, "no puedo discrepar con quienes las consideran más merecedoras de este logro que yo".
Las palabras con las que más se ha reclacionado a Obama hasta ahora sean esperanza y cambio. También he tenido tiempo para recuperar el tono esperanzador y preciosista que le llevó a la Casa Blanca.
"Esforcémonos por conseguir el mundo que debería ser y por que la llama de lo divino que todos llevamos dentro se mantenga". Ante la belleza de las palabras, la princesa Mette-Marit, ataviada con un traje blanco de reminiscencias 'kennedianas', no pudo contener las lágrimas.