Huelga de hambre '¡Ojalá me muera!'
Médicos niegan ingreso a Fariñas
El disidente cubano Guillermo Fariñas, que se ha negado a comer y a beber agua durante una semana, regresó a su casa el miércoles después que perdió el conocimiento y lo llevaron a un hospital para hidratarlo por vía intravenosa, dijo su médico.
Los médicos del hospital informaron a Fariñas que había perdido el conocimiento debido al bajo nivel de azúcar en la sangre, que se había recuperado con los sueros y que no cumplía "el criterio de ingreso'', dijo el médico Ismel Iglesias.
Minutos antes de que la huelga de hambre que cumple su noveno día le provocara un shock hipoglucémico y tuviera que ser trasladado de urgencia a un hospital de La Habana, el disidente y periodista Guillermo Fariñas lo dejó muy claro: quiere morir para demostrar que lo de Zapata Tamayo no fue una casualidad.
"¡Ojala me muera!", respondió Fariñas en una entrevista de BBC Mundo. De esa manera podría "demostrar al mundo que lo de Zapata Tamayo no fue una casualidad, es una generalidad que el Gobierno cubano desde hace 51 años mata a sus oponentes".
En la entrevista, Fariñas insiste en que continuara con su huelga de hambre hasta que el Gobierno cubano ceda a sus peticiones de liberar a los presos políticos con problemas de salud. Sin embargo, sabe que el régimen no dará su brazo a torcer, pero él tampoco.
"No termino con la huelga de hambre porque no han soltado a mis hermanos de lucha, los mismos médicos del Ministerio del Interior dicen que deben estar en la calle porque están enfermos", explicó el periodista.
Este miércoles por la mañana, Fariñas perdía el conocimiento en su casa de Santa Clara lo que obligó a su familia a trasladarle al hospital donde lo hidrataron por vía intravenosa durante un par de horas. "Recobró la conciencia y le dieron el alta del hospital. Le dijeron allí que lo que debía hacer era comer y beber", cuenta Elizardo Sánchez, portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos.
Sánchez también explicó que las autoridades están usando otra "fórmula" con Fariñas, para evitar una "estancia prolongada" en el hospital. "Parece que lo van a hidratar cada vez que lo necesite pero sin permanecer en el hospital", dijo el disidente.
Fariñas, de 48 años, sicólogo y periodista independiente ha estado en la cárcel más de once años en las últimas décadas y ha hecho 23 huelgas de hambre desde 1995, una de seis meses en 2006 -con intervalos en el hospital, donde fue alimentado por vía intravenosa-, para exigir acceso sin restricciones a internet en la isla.
"Dice que es la única manera que tiene de combatir pacíficamente al gobierno'', comentó Iglesias.
Fariñas se desmayó el miércoles por la mañana mientras rezaba un rosario en su casa con miembros del grupo Damas de Blanco, mujeres familiares de prisioneros políticos.
Fue llevado en un automóvil al Hospital Celestino Hernández, donde los médicos le administraron líquidos por vía intravenosa y le realizaron varias pruebas, como radiografías y un electrocardiograma, dijo Iglesias.
Posteriormente fue trasladado al Hospital Arnaldo Milán Castro, donde los médicos determinaron que sus signos vitales eran estables y declinaron ingresarlo. Decenas de otros disidentes, así como cuatro médicos del gobierno que han monitoreado a Fariñas en la última semana, también lo han exhortado a que abandone la huelga de hambre.
El gobierno cubano niega que en la isla existan presos políticos y afirma que son ""mercenarios'' pagados por el "imperio'' de Estados Unidos.
"Se pretende presentar a mercenarios como patriotas, a agentes pagados por los Estados Unidos en territorio cubano como disidentes'', dijo el canciller cubano Bruno Rodríguez el miércoles durante una reunión del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra.