Pekín se encoleriza por la decisión de Google
de no censurar las búsquedas
Condena y critica a Google por dejar de
censurar las búsquedas en el país
El Gobierno augura tiempos difíciles para la empresa
tras su decisión de redirigir el tráfico a Hong Kong.
Un empleado entra en la sede de Google en China. Pekín
La censura china parecía intacta este martes pese a la decisión de Google de dejar de obedecer las reglas del mayor mercado mundial de internet, lo que desató críticas inmediatas de las autoridades comunistas.
La reacción de China ante el anuncio de ayer de Google de dejar de censurar su web en el país asiático no se ha hecho esperar. Esta madrugada (hora española), un portavoz gubernamental ha acusado al buscador de "haber violado los términos escritos por los que se le permitió entrar en el mercado chino", por lo que advierte a la empresa de que no debe esperar tiempos fáciles en sus relaciones con las autoridades del país. "Es un error total detener el filtro [censura] de su motor de búsquedas y también acusar a China sobre los ataques de piratas", recalcó.
El gigante asiático, sin embargo, considera la decisión un asunto aislado de una empresa comercial, que no tendrá impacto en las relaciones entre China y Estados Unidos "salvo que exista la voluntad de politizar la decisión", según el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Qin Gang.
Los visitantes del portal en China son desde ahora redirigidos al de Hong Kong. Con ello, la compañía pretende saltarse las restricciones de censura impuestas por el Gobierno del gigante asiático, que hace cuatro años le obligó a aplicar un filtro para poder operar dentro del país, lo que le ganó duras críticas de otros países y de las principales organizaciones de defensa de los derechos humanos. Pero la decisión implica también que Google, donde ya se había hecho con un 33% del mercado del gigante asiático, renuncia también a su enorme potencial, que ya es el mayor del mundo en la Red con 384 millones de usuarios.
Google es consciente de que Pekín puede bloquear el acceso a sus servicios. El punto de inflexión en sus relaciones ocurrió hace dos meses, cuando la compañía anunció que no aceptaría más autocensura en el sitio Google.cn tras sufrir un ataque, supuestamente por piratas informáticos chinos, a las cuentas de correo electrónico de las que eran titulares activistas antigubernamentales.
Según el portavoz que ha hablado esta madrugada, las acusaciones contra el Gobierno son "totalmente incorrectas. Nosotros estamos absolutamente en contra de la politización de los temas comerciales y expresamos nuestro descontento e indignación hacia Google por sus irracionales conductas". "Nosotros dimos explicaciones pacientes y meticulosas a las preguntas de Google (en las conversaciones)... y le dijimos que aún se daba la bienvenida a su operación y desarrollo en China si estaba dispuesta a apegarse a las leyes chinas", sentenció.
Malestar entre los usuarios
Por su parte, jóvenes profesionales chinos que trabajan en el principal centro tecnológico de Pekín expresaron una mezcla de pesar, molestia y sorpresa por la decisión de Google de desviar las búsquedas a Hong Kong.
Para muchos chinos educados, especialmente los jóvenes, Google es un sitio querido, incluso teniendo en cuenta que el rival local Baidu domina el mercado doméstico general. Muchos temen que la medida de Google sobre su motor de búsqueda podría afectar a sus otros servicios, desde correo electrónico hasta libros en línea.
"Es una decisión lamentable", dijo Chen Wen, de 28 años, quien trabaja en finanzas en el distrito tecnológico Zhongguancun de Pekín, donde Google tiene su sede. "Sin embargo, creo que era inevitable. El Gobierno nunca iba a ceder sobre los filtros", agregó, mientras caminaba frente a las oficinas de Google."China necesita a esta compañía, es una gran pérdida para el país.
You Chuanbo, de 25 años, dijo que prevé un final triste ahora que Google ha dejado de censurar las búsquedas. "Eso no va a durar mucho. El Gobierno terminará bloqueando el acceso a todo Google", declaró You, quien trabaja para una compañía de ordenadores y utiliza frecuentemente el motor de búsqueda, al igual que Baidu.
En las oficinas de Google, las cortinas permanecen cerradas en la mayoría de las oficinas, mientras los trabajadores pasan sin hablar entre una nube de reporteros que esperan afuera del edificio. Unos pocos trabajadores se han asomado tras las cortinas para tomar fotografías de los reporteros reunidos en el exterior.
Un hombre caminó hasta el edificio para dejar flores en el letrero de Google frente a la oficina, diciendo simplemente: "Me siento muy triste". Rehusó identificarse o decir otra cosa, y se alejó en silencio. Otros transeúntes se detuvieron para tomar fotografías del edificio usando las cámaras de sus teléfonos celulares.
Tibieza en la Casa Blanca
El Gobierno de EEUU, por su parte, ha reaccionado a través de su portavoz de Seguridad Nacional, Mike Hammer, quien ha asegurado que se encuentran "decepcionados porque Google y el Gobierno chino no hayan sido capaces de llegar a un acuerdo que permita a Google mantener en funcionamiento sus servicios de búsqueda en China a través de su página web Google.cn".
"El equipo de Seguridad Nacional fue informado por Google poco antes de su comunicado. Google ha tomado una decisión según sus propios intereses", ha agregado Hammer en un mensaje poco claro dadas las tensiones entre China y EEUU por diversos asuntos, entre ellos la censura en la Red, el tipo de cambio entre el dólar y el yuán, las sanciones contra Irán por sus ambiciones nucleares o la venta de armas de EEUU a Taiwan.
De este modo, aunque el equipo de Obama ha dejado claro que el presidente de EEUU se opone a la censura, ha matizado que la decisión de Google no afectará a las relaciones bilaterales, que son "suficientemente maduras para aguantar algunas diferencias". Es decir, ni Washington ni Pekín harán de la decisión de Google un asunto político.
La empresa, que canaliza más del 30% de las búsquedas en Internet del país, aceptó hace cuatro años aplicar un filtro para operar dentro de China, lo que le ganó las críticas de las organizaciones de defensa de los derechos humanos. El punto de inflexión ocurrió en enero, cuando la compañía reveló haber sido víctima de un ataque por parte de piratas informáticos.
Tras su decisión de dejar de filtrar los contenidos al desviar el tráfico del buscador a su sitio de Hong Kong, la empresa anunció que pretende continuar su trabajo de investigación y desarrollo en el país asiático, y mantener su personal de ventas allí, aunque es más que posible que la compañía se vea sometida a una férrea vigilancia.