Los mandatarios Rafael Correa y Hugo Chávez firman 13 acuerdos
“Lo creíamos un buen líder, pero en su país hay muchos problemas”
Dime con quien andas y te dire quien eres,no tengo duda de eso...
A diferencia de otras ocasiones, la bienvenida al presidente venezolano Hugo Chávez, en su visita ayer al país, fue menos cálida. Unas 40 personas se apostaron en los alrededores de la gasolinera de Petrocomercial, en el norte de Quito, para protestar en su contra.
Chávez y el presidente Rafael Correa tuvieron, ayer, su séptimo encuentro bilateral.
La primera reunión del día se desarrolló en esa gasolinera. Presentaron la nueva marca de aceite de motor elaborado por la nacional Petroecuador y Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
Mientras Chávez hablaba de la “hermandad entre los pueblos”, unas 30 mujeres, vestidas con camisetas blancas que decían “No”, portaban carteles en contra del visitante. “Chávez eres declarado persona no grata”. Y le exigían con un megáfono regresar a su país.
La Policía se encargó de contener la protesta en medio de las quejas de que hubo agresión.
El Palacio de Carondelet, en el centro de la ciudad, también fue adecuado para que los dos mandatarios saludaran a la gente desde el balcón. La Policía abrió el cordón, que había instalado en la Plaza Grande, para que los ciudadanos vieran a los presidentes.
Unos minutos antes de que llegaran los jefes de Estado, cuatro personas del grupo Justicia y Libertad, lideradas por el coronel (r) Patricio Haro, protestaban contra Chávez. Este intento de manifestación fue neutralizado por simpatizantes del Gobierno.
“Fuera derecha corrupta”, “Corruptos”, “No han hecho nada por nosotros”, gritaban algunas personas. La Policía intervino y echó a Justicia y Libertad de la Plaza Grande. Josefina Rodríguez y Miguel Zambrano, militantes de Alianza País, repartían banderas de Ecuador y de la lista 35. Llevaban una gorra de la Secretaría de Pueblos y Movimientos Sociales.
“Estamos emocionados de que el presidente Chávez nos haya venido a visitar”, contó Rodríguez.
Pero otros ciudadanos rechazaron la llegada del Mandatario venezolano.
Patricio Morales, empleado privado, cree que la crisis que vive Venezuela ha demostrado que Chávez no es un buen presidente. “Antes lo creíamos un buen líder. Pero en su país hay muchos problemas”.
Con él coincidió Tania Vera, ama de casa que teme que el Mandatario venezolano pueda incidir en la política ecuatoriana. “Espero que no influya en Correa y nos afecte con sus ideas”.
Cuando los presidentes llegaron a Carondelet, cientos de nacionales y extranjeros se agolparon para verlos en el balcón.
Correa tomó el micrófono y les dijo: “Deben estar unidos compañeros para lograr la Patria que queremos”. Luego dio la voz de la consigna bolivariana, “Alerta, alerta que camina la espada de Bolívar por América Latina”. La gente siguió el cántico.
Cuando los presidentes se retiraron a su reunión, los curiosos se dispersaron y el grupo de apoyo se redujo considerablemente.
El general retirado José Gallardo y Haro intentaron acercarse a la Plaza Grande, pero un grupo de personas les lanzó tierra, les escupió y los obligó a irse. La Policía se limitó a escoltar su retirada.
Esta visita de Chávez fue diferente a las anteriores. Más eran los curiosos que los verdaderos simpatizantes. Para muchos en la Plaza Grande fue una visita más. Pero, para Danny Díaz, la oportunidad para vender más pitos.