Estupideces, falsedades y errores
POR CARLOS ALBERTO MONTANER
El señor Evo Morales, como ya es mundialmente famoso, declaró que el pollo criado con hormonas induce la homosexualidad masculina y provoca la calvicie entre los europeos. Con toda seriedad, agregó que la Coca-Cola sirve para desatascar los inodoros. Esas noticias, claro, le dieron la vuelta al mundo. No se trataba de una muestra extraña de humor. Evo hablaba en serio. Pocas semanas antes había revelado un descubrimiento histórico sorprendente: Bolivia, en el pasado, había tenido que enfrentarse al Imperio Romano. No aclaró si fue contra Julio César o contra Marco Antonio. Sería útil preguntarle.
¿De dónde saca el señor Morales esas estupideces? En realidad, no son originales. Nadie ha acusado nunca a Morales de tener ideas originales. Hasta ese nivel de difamación no llegan ni sus más encarnizados enemigos. Son rumores populares que circulan en las zonas más ignorantes de las sociedades. Yo los había escuchado antes junto a informaciones fidedignas del aterrizaje de extraterrestres en México y la triste noticia del muchacho que nació con un rabo de cerdo porque era hijo de una pasión incestuosa.
Para los bolivianos se trata de un problema grave. La ignorancia y las supersticiones son dos pésimas fuentes de inspiración para tomar decisiones. Evo Morales no es un hombre malo que quiere hacerles daño a sus compatriotas. Será devastador para Bolivia porque tiene la cabeza llena de boberías, pero ese es otro ángulo del problema. Se trata de un pobre ignorante cuyos conocimientos de economía, derecho y relaciones internacionales son similares a los que tiene de genética y de historia. Eso es inevitable: la información que manejan las personas suele moverse dentro de un mismo horizonte. Si uno cree que Platón y Aristóteles son un dúo de cantantes, a partir de ahí puede suceder cualquier cosa.
Revel solía decir y escribir que la mentira regía las relaciones entre las personas y las naciones. Es cierto, pero hay que matizar. Hay estupideces, falsedades y errores. En general, el señor Morales dice estupideces porque es una persona muy deficientemente informada. Sabe pocas cosas y las que sabe suelen estar equivocadas. Hugo Chávez también dice estupideces, pero con frecuencia les añade falsedades.