Cristiano Ronaldo salió de Son Moix en medio de una nube de admiradoras que le aclamaban como a un dios. Elevando la voz para superar los chillidos de las fanáticas, peinado con su gomina habitual, compuesto y poliédrico como una nave industrial, el portugués de Madeira fue lacónico: "Estoy muy satisfecho del encuentro que he hecho. Quizás ha sido uno de mis mejores partidos de siempre , pero el equipo también estuvo muy bien". A él le supuso, por lo pronto, su primer triplete como madridista.
Manuel Pellegrini trabajó mucho durante el duelo para procurar ordenar el medio campo de su conjunto y debió redoblar sus esfuerzos después en un intento quijotesco por rescatar algún mérito a la labor técnica y al esfuerzo colectivo de ese remolino que lo tragaba todo como si fuese el principio y el fin de todas las explicaciones concernientes al Madrid y el mundo en general.
El remolino era Cristiano , que en esta Liga ha rematado más de 200 veces, ha logrado 25 goles en 27 partidos y ha dado asistencias decisivas como las que puso en Zaragoza. Ayer, el fútbol del luso fue tan apabullante que a su entrenador le costó explicarlo desde otro punto de vista. "La clave", dijo Pellegrini, "ha sido la diferencia en aplicación, intensidad y juego entre el primer tiempo y el segundo. Hicimos un primero muy liviano. Nos superó con contragolpes el Mallorca porque pensamos demasiado en el marco contrario. Después nos ordenamos y pudimos hacer daño a través del control del balón".
La lluvia de insistencias doblegó a Pellegrini, que debió hablar de su delantero más llamativo: "Hay que ser bastante equilibrados cuando juzgamos a jugadores individualmente. Cristiano es importantísimo y lo demuestra partido tras partido. Pero es que el fútbol del Madrid ha sido concebido para explotar al máximo las características de jugadores como Cristiano, Kaká o Higuaín. Por algo somos el equipo más goleador del torneo con 96 tantos. Debemos recordar además que Cristiano estuvo dos meses sin competir [entre una sanción disciplinaria y una lesión de tobillo]. Yo querría ver qué pasa si el Barça se queda dos meses sin Messi. No hay que desvalorizar al equipo para valorizar a Cristiano. Hay muchos otros jugadores que también han hecho un gran trabajo. Por otra parte, me alegro de que Cristiano haya conseguido todo esto porque su profesionalismo y su ímpetu reflejan la personalidad del equipo y se identifican con los deseos de nuestra hinchada. El espíritu de Cristiano siempre contagia al resto, pero contra el Mallorca hubo otro orden que ayudó a Cristiano a expresarse".
El chileno no cantó victoria. Dijo que queda lucha. "Ojalá fuera fácil superar al Valladolid y el Málaga y alcanzar los 98 puntos", declaró; "nos quedan dos partidos complicados. No me veo más cerca de la primera plaza porque no dependemos de nosotros. Yo sólo veo al equipo nuestro muy fuerte. El marcador lo demuestra. Aquí nadie había hecho cuatro goles y nosotros hemos venido y los hemos hecho. Ojalá el Sevilla le pueda quitar tres puntos al Barça. Nuestro objetivo son los 98 puntos. Veremos si el Barça es campeón con 99".
Finalmente, Pellegrini celebró el logro estadístico: "El Mallorca sólo había perdido contra el Barça y el Sevilla. Nos encontramos con un equipo complicado y difícil. Muy experto y seguro de lo que hace".
Gregorio Manzano aclaró que el Madrid no se impuso en jugadas colectivas tanto como en acciones individuales de Casillas y Cristiano. "El segundo gol", recordó el técnico del Mallorca, "nos afectó en el plano anímico. Lo acusamos porque queríamos ganar el partido. El Madrid, con espacios, tiene una gran virtud en esos desplazamientos. Es un pedazo de equipo. Hay que ser perfecto para no perder ante él. Los demás estamos a una distancia sideral del Barça y el Madrid. Tras el descanso, ellos han salido al ciento por ciento porque se han dado cuenta de que podían perder esta Liga en Palma".
"Cristiano empató primero, nos superó después y nos remató en un gol en una acción individual", resumió Manzano, con sus gafas de profesor, muy serio. "El Madrid no nos superó en jugadas de combinación, sino en lanzamientos a la espalda de los defensas para que apareciera Cristiano. Las intervenciones de Casillas primero y después las de Cristiano desequilibraron la balanza en favor del Madrid", insistió.
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