Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Cuba Eterna
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 BANDERA DE CUBA 
 MALECÓN Habanero 
 *BANDERA GAY 
 EL ORIGEN DEL ORGULLO GAY 
 ALAN TURING 
 HARVEY MILK 
 JUSTIN FASHANU FUTBOLISTA GAY 
 MATTHEW SHEPARD MÁRTIR GAY 
 OSCAR WILDE 
 REINALDO ARENAS 
 ORGULLO GAY 
 GAYS EN CUBA 
 LA UMAP EN CUBA 
 CUBA CURIOSIDADES 
 DESI ARNAZ 
 ANA DE ARMAS 
 ROSITA FORNÉS 
 HISTORIA-SALSA 
 CELIA CRUZ 
 GLORIA ESTEFAN 
 WILLY CHIRINO 
 LEONORA REGA 
 MORAIMA SECADA 
 MARTA STRADA 
 ELENA BURKE 
 LA LUPE 
 RECORDANDO LA LUPE 
 OLGA GUILLOT 
 FOTOS LA GUILLOT 
 REINAS DE CUBA 
 GEORGIA GÁLVEZ 
 LUISA MARIA GÜELL 
 RAQUEL OLMEDO 
 MEME SOLÍS 
 MEME EN MIAMI 
 FARAH MARIA 
 ERNESTO LECUONA 
 BOLA DE NIEVE 
 RITA MONTANER 
 BENNY MORÉ 
 MAGGIE CARLÉS 
 Generación sacrificada 
 José Lezama Lima y Virgilio Piñera 
 Caballero de Paris 
 SABIA USTED? 
 NUEVA YORK 
 ROCÍO JURADO 
 ELTON JOHN 
 STEVE GRAND 
 SUSY LEMAN 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 
 
  Herramientas
 
General: Nuevos casos de abusos en la iglesia
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: cubanet20  (Mensaje original) Enviado: 01/06/2010 16:49
Nuevos detalles atizan polémica
sobre casos de abusos en la Iglesia
 
Por MATT SEDENSKY/AP
The Associated Press
Antes de convertirse en el papa Benedicto XVI, el cardenal Joseph Ratzinger se negó a expulsar a un sacerdote estadounidense que había confesado abusar de numerosos niños e incluso había estado encarcelado por ello, simplemente porque el cura se negó a aceptar el castigo de la Iglesia.
 
El caso es la evidencia más reciente de cómo los cambios a las leyes eclesiásticas incorporados durante el papado de Juan Pablo II dejaron con las manos atadas a los obispos estadounidenses mientras enfrentaban una crisis de abusos sexuales que terminó por explotar años después.
 
Documentos judiciales del caso del fallecido sacerdote Alvin Campbell, de Illinois, obtenidos por The Associated Press, revelan que Ratzinger cumplió con el derecho canónico de esa época al rechazar el pedido de un obispo que quería destituir al sacerdote. La única razón fue que el abusador no aceptó la sanción.
 
"La solicitud en cuestión no se puede admitir, ya que no cuenta con el pedido del propio padre Campbell", escribió Ratzinger en una carta del 3 de julio de 1989 al obispo Daniel Ryan de la diócesis de Springfield, Illinois.
 
En momentos en que la Iglesia aún se recuperaba de las numerosas renuncias de curas en la década de 1970 para casarse, Juan Pablo II hizo más estrictas las reglas para dejar el sacerdocio tras asumir el papado en 1978, al decir que su vocación era vitalicia.
 
Una consecuencia de ese cambio fue que, a medida que el escándalo de abusos sexuales aumentaba en Estados Unidos, los obispos ya no podían evitar un largo juicio necesario para destituir a un sacerdote y dejarlo como un simple fiel laico.
 
En 1980, las nuevas reglas les quitaron a los obispos la posibilidad de pedir que sacerdotes abusivos fueran retirados de sus puestos sin ir antes a un juicio canónico. Las reglas serían suavizadas dos décadas después en medio de la explosión de denuncias de abuso sexual en Estados Unidos.
 
El obispo que supervisaba a Campbell había pedido que fuera retirado del sacerdocio con celeridad, en parte para evitarle a las víctimas el dolor de ir a juicio, pero la respuesta de Ratzinger se apegó al derecho canónico en vigencia.
 
Los obispos retenían el derecho a retirar a sacerdotes del ministerio o someterlos a juicio y recomendarle a Roma apartar del sacerdocio a un clérigo y nada les impedía que denunciaran esos delitos a la policía como debieron hacerlo, argumenta el Vaticano.
 
"El nuevo código no contenía nada que impidiera a un obispo ejercer su criterio para restringir el ministerio o asignar a un sacerdote a un puesto en el que no tuviera contacto con el público", dijo Jeffrey Lena, abogado del Vaticano en Estados Unidos.
 
El de Campbell es uno de los varios casos que tras décadas han salido a la luz en los últimos meses y que han puesto en tela de juicio las decisiones de Ratzinger y la ley eclesiástica a la que se apegaba para ocuparse de sacerdotes implicados en pederastia cuando era el titular de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la oficina de supervisión doctrinal de la Iglesia católica, cargo que asumió en 1981.
 
Aunque en un principio el Vaticano culpó de los recientes escándalos en todo el mundo a la prensa y grupos que apoyan los derechos al aborto y al matrimonio entre personas del mismo sexo, en fecha reciente Benedicto XVI censuró lo que describió como el "pecado" que ha contaminado a la Iglesia.
 
En una carta dirigida a sacerdotes en 1979 en la que expuso sus puntos de vista sobre los clérigos que son apartados del ministerio, Juan Pablo II dijo que, al ser ordenados sacerdotes, ese acto "quedó impreso para siempre en nuestras almas" y que "no puede renunciarse al sacerdocio".
 
Ryan, en su carta a Ratzinger, citó a Campbell, quien dijo esencialmente las mismas palabras: "Una vez sacerdote, se es sacerdote para siempre".
 
"El concepto era que el sacerdocio es algo tan sagrado que uno no podía expulsar a estos señores", expresó el padre Tom Doyle, un abogado canónico que revisó el caso de Campbell y que ha defendido a víctimas de pederastia.
 
"No era que fuera imposible -sí era posible-, pero la práctica había sido que se rechazara la petición a menos que el sacerdote (implicado) la hubiera aceptado", afirmó.
 
Las fechorías de Campbell se remontan al menos 15 años antes de que fuera apartado del sacerdocio.
 
Cuando era capellán del ejército, Campbell fue reprendido y finalmente dejó el servicio tras la violación de al menos un chico, según correspondencia militar y eclesiástica. De acuerdo con una carta del ejército que estaba en el archivo de Campbell, éste se valió de su rango y posición como capellán "para cometer actos homosexuales indecentes" con un chico menor de 16 años al que supervisaba.
 
Aún así, el obispo Joseph McNicholas, entonces titular de la diócesis de Springfield, le escribió a Campbell: "tenga la seguridad de que le daremos la bienvenida con los brazos abiertos aquí en casa".
 
Aunque las autoridades eclesiásticas que supervisaban al clero en las fuerzas armadas fueron alertadas de las acciones de Campbell y de que en la carta de Ryan a Ratzinger se hace referencia a los abusos sexuales de este sacerdote, se desconoce si McNicholas sabía al respecto.


Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2025 - Gabitos - Todos los derechos reservados