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General: Juana Bacallao,más de 90 años y sigue en los escenarios
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: cubanet201  (Mensaje original) Enviado: 05/06/2010 15:27
 
Juana Bacallao:
Más de 90 años, y sigue en el escenario
 


 
No importa que tenga más edad que Matusalén o que muchos de sus colegas sean ya parte del pasado: como lo hizo a lo largo de casi todo el siglo XX, Juana Bacallao se vistió de lentejuelas, se maquilló y salió como cada semana al escenario donde su figura menuda se transmutó en la de una volcánica diva que sacude a su público.
"Yo me retiro cuando venga la muerte", dice bajando la voz, casi en susurro. "Agarro un tambor y me pongo a cantar y sigo siendo Juana Bacallao", expresó en entrevista con The Associated Press.
 
La artista no quiso decir exactamente cuántos años tiene, pero algunos conocidos comentaron que este 26 de mayo cumplió 93 y en un arrugado artículo del periódico oficial Juventud Rebelde, fechado en 2000, se atribuía entonces 75: de ser así serían 85 ahora.
 
"La vida del arte es una vida dura de mucha lucha... Juana se hizo sola", exclamó. "No tengo edad. Soy una mujer que se mantiene", bromeó Bacallao con ojos entornados y un gesto picaresco, el mismo que la convirtió desde siempre en un personaje polémico que rompía esquemas —y hasta hacía sonrojar a más de uno— con su mezcla de chistes picantes y parodias.
 
Todavía hoy, cuando sale a escena cada viernes sin falta —aunque "llueva o truene"—, pasada la medianoche en el Cabaret "El Gato Tuerto" de la capital, jóvenes y viejos, cubanos y extranjeros, se levantan para aplaudirla. Ella canta con su gruesa voz, baila, se contonea y habla con el público con una energía fuera de lo común durante casi dos horas.
 
En su espectáculo se desgranan guarachas, salsas, sones y boleros, algunos temas compuestos por ella o interpretaciones de clásicos que la hicieron famosa como Juana la cubana o Yo soy Juana Bacallao, pero sobre todo se intercalan sus palabras que pueden ir dirigidas a un señor canoso, a una jovencita flaca o a una pareja de europeos que no siempre entienden bien de qué se trata la broma, pero distinguen su sabor.
 
A quien le pregunta sobre el "secreto" de su fuerza o sus ganas, prefiere no contestarle y en cambio atribuye un papel fundamental a la genética y a las buenas intenciones.
 
"Yo no uso cremas, tengo mi cutis divino y vivo feliz, porque lo que tú más tienes para la salud es que aquí... no cabe la maldad", expresó mientras señalaba el corazón con sus uñas pintadas de rojo fuego.
 
'Nada me asusta'
 
Aunque su vida privada es un misterio que ella cultiva con esmero, se sabe que nació en el seno de una familia humilde en la populosa barriada de Cayo Hueso, en La Habana, y que su papá fue trabajador del muelle. Hija única, quedó huérfana de ambos progenitores como a los seis años y fue a parar a la escuela de monjas de las Hermanas Oblatas.
 
Seguramente era un tiempo difícil para una niña negra sin padres.
 
"Conozco la vida, la pobreza y la riqueza. Nada me asusta", manifestó mientras usaba sus ojos negros llenos de vida para mirar fijamente hacia los de su interlocutor.
 
La historia de su lanzamiento como artista es tan increíble como muchas de las estrafalarias anécdotas que se cuentan de ella.
 
Corría algún momento a finales de la década de los 30 o comienzo de los 40 y la entonces jovencísima muchacha, que era conocida con su nombre legal de Neri Amelia Martínez Salazar, trabajaba como empleada doméstica en casas de la rica Habana.
 
Ella misma lo relató así: "Estaba limpiando la escalera y pasó el distinguido Obdulio Morales (productor musical y director de orquesta)... y me oyó cantar".
 
Para ella, Morales montó el número que la hizo famosa y le dio una identidad artística: "El me explica: 'tu vas a ser Juana Bacallao' y yo le digo: '¡qué nombre más feo¡'. Y él: 'sí pero te va a traer suerte'", rememoró la artista.
 
A lo largo de su carrera se presentó junto a personalidades de la talla de Nat King Cole, Bola de Nieve, Celeste Mendoza, Ninón Sevilla, Cantinflas, Rosita Fornés, Omara Portuondo, Rafaela Carrá, Benny Moré, Chano Pozo y Elena Burke. Conoció Estados Unidos, Francia, México, Venezuela, República Dominicana y España.
 
Ella se negó una y otra vez a hablar de su vida privada y aunque reconoce que le gustan los niños, no tuvo hijos. Sin embargo, sintió de cerca el influjo del amor. "Mi romance fue un doctor. Pero no le gustaba el ambiente (artístico), mi vida... nos distanciamos".
 
A diferencia de la cantante Celia Cruz o algunas otras estrellas de la noche de la Isla, Bacallao no abandonó Cuba al triunfo de la revolución y tampoco ocultó su simpatía por la victoria de los rebeldes.
 
La entrada de Fidel Castro a La Habana, para ella, fue "lo más grande de la vida" y un momento "de alegría, algo que todo el pueblo esperaba".
 
En el reino de la noche
 
Para los especialistas, Juana Bacallao y su talento merecen respeto y algunas reflexiones.
 
"Ella ocupa un lugar muy singular en un lugar un poco oculto". Su historia "está en el reino de la noche, en un entramado cultural en que lo que se hacía por la noche no era importante, era parte del ocio, del entretenimiento y del pecado. Era el del cabaret", expresó a la AP el ensayista y crítico cultural Roberto Zurbano.
 
Zurbano lamentó que no hubiera una discografía de la diva a la par que reconoció que el ambiente de la revista musical y de las variedades había sufrido un duro revés en los 70, cuando al calor de los prejuicios ideológicos se cerraron muchos clubes que habían hecho historia en la noche cubana de antes de la revolución.
 
"Juana hizo maravillas en ese mundo", comentó Zurbano, quien también se desempeña como director del Fondo Editorial de la Casa de las Américas.
 
"Ella convirtió el cabaret en su propia casa, a veces terminaba de maquillarse en el escenario, a veces se quitaba y se ponía la peluca, inventaba una canción, ninguna otra estrella se permitía hacer eso. Ella corría el riesgo de inventarse un personaje, y ya el personaje y la persona son la misma cosa", consideró.
 
Como para corroborar la carga de energía que aún le queda a la Bacallao, su representante —también miembro de su orquesta "Tiemblatierra"— indicó que la artista ya firmó convenios para presentarse en Estados


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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: pura Enviado: 06/06/2010 10:51
Juana Bacallao

Manuel Henríquez Lagarde y Tania Díaz Castro   

Juana la cubana, como también se le conoce, además de su talento innato, que le permite establecer con su peculiar voz, gestos corporales y sus imprevistas ocurrencias, un sui generis diálogo con el público de los cabarets de La Habana y otras partes del mundo, es uno de los personajes más peculiares de la farándula cubana.

La llaman La Diosa negra de todos los tiempos, la show woman mayor, la reina de los cabarets de Cuba. Músicos de la altura de Harold Gragtmages han afirmado sobre ella: "Juana nació con esa música desde los pies hasta la cabeza". Otros aseguran que en cuanto a la forma de dirigir su orquesta, Juana Bacallao, quien además toca el piano, la batería y las tumbas, puede compararse con Benny Moré.

Lo cierto es que Juana la cubana, como también se le conoce, además de su talento innato que le permite establecer con su peculiar voz, gestos corporales y sus imprevistas ocurrencias, un sui generis diálogo con el público de los cabarets de La Habana y otras partes del mundo, es uno de los personajes más peculiares de la farándula cubana.

La conversación que sigue tuvo lugar en su apartamento en el segundo piso del edificio de veinte pisos de Infanta y Manglar. Mientras esperaba que Juana terminara de acicalarse, Armando Guerra Sarduy, su representante y director general de la agrupación "Tiembla la tierra", me contó sobre las últimas giras de la artista y de sus planes futuros.

"Recientemente Juana viajó a Francia, adonde fue invitada por el señor Jerónimo Saborit, director de la Ópera Cómica de París. Su actuación fue una explosión, la explosión del momento", asegura Guerra.

"El 1 de abril parte hacia San Francisco. Según sabemos el pueblo está muy deseoso de la llegada de Juana y tenemos entendido que se le ha hecho una gran promoción. Juana se va a presentar con una nueva onda de la cual es parte esencial su nuevo repertorio: "Obatalá", "Yo soy Juana Bacallao" y un popurrí alegórico a San Francisco que se llama "Juana en San Francisco", "Espíritu burlón", "Ciguaraya", "Sube espuma", "La última bala que se perdió", así hasta llegar a 47 números.

Poco después aparece Juana, vestida como suele vérsele habitualmente por las calles de la ciudad: peluca rubia, vestido negro con las mangas y el escote cubiertos por lentejuelas plateadas y zapatos del mismo tono.

"Disculpe la tardanza pero me gusta estar presentable", dice la diva mientras toma asiento en uno de los butacones de la sala de su apartamento, bajo sendos cuadros de casi un metro de Marilyn Monroe, uno a cada lado de un pequeño cartel de Michael Jackson.

Es bueno aclararle al lector que es imposible captar al personaje en su totalidad en una entrevista de este tipo. No existen signos de puntuación, ni palabras, para transmitir todos los matices de la voz ronca y los gestos de esta mujer que cuando habla lo mismo suelta una carcajada o se emociona hasta las lágrimas.

-¿Quién era Juana Bacallao antes de ser la estrella que es hoy?

-Mi vida fue bastante dura. Cuando los padres de uno mueren ya se acaba todo. Entonces pude colocarme y tuve suerte en aquella época tan dura, tan racial, de trabajar. Y doy gracias a la Revolución que me ha reconocido mi presente y mi pasado. Yo trabajaba en la Calle Reina, donde cosía Camilo Cienfuegos. Yo era una mujer muy buena. No le he hecho daño a nadie. Limpiaba. El néctar de la vida de Juana es muy grande. Usted se recuerda de aquella muchacha de la novela Aguas Mansas que vino y mandó que me buscaran. Yo trabajaba con su mamá en su casa. Y seguí luchando y luchando hasta que llegué a esta carrera. La vida es un columpio y nadie sabe lo que es apreciar, sin alarde, porque ustedes me conocen, que nunca le aguanto una a nadie. Pero Juana tiene una cosa: donde quiera que llega tiene un pueblo de muchos años. Cholito [Armando Soler] me conoce, él visitaba una casa donde yo trabajaba. Entonces una vez estaba limpiando la escalera en Laguna y Perseverancia y pasa Obdulio Morales y me oye cantar. Había un señor que montaba la geografía, Borroto, señor Moreno. Porque una circunstancia de la vida tan grande -¡nadie sabe qué es la carrera esta!- y Marina Rodríguez fue la que me dio el carné. Porque Juan Lago dijo que no se me podía dar el carnet porque era sirvienta. Y entonces Marina Rodríguez dijo: "Hay que dárselo". Marina Rodríguez me mandó un mensaje estando yo fuera y yo le mandé un saludo desde México porque uno tiene que ser agradecido. Mi vida es un libreto terrible. Ese carnet era el que le daban a los artistas.

-Significaba su reconocimiento como artista ...

-Estaba Juan Lago de Presidente de la Asociación de Artistas; yo quisiera que estuviera presente. Yo iba mucho a la Cadena Azul y me quería mucho Consuelito y todo el mundo allí. Y me llevaron a la Corte Suprema de Cadena Azul. Y tuve que seguir luchando en esa vida... y entonces Obdulio Morales monta una obra en el teatro Martí. Cuando abran ese teatro mi foto tiene que estar ahí muy grande. Allí trabajé con todas las grandes estrellas cubanas. La gran estrella Rita Montaner, que era una mujer muy humana, muy decente, pero que le pasaba como a Juana, cuando sale a la pista está la envidia que le tenían a la difunta Rita Montaner, una gran estrella nuestra. Y muy revolucionaria que era Rita Montaner. Porque lo que hizo en el velorio de su hermano... Cuando llegó, -¿usted me perdona la frase?- la policía dijo la mala palabra. Ella era así. "¡Se van todos -ella era igual que yo- después que me lo matan vienen a hacer guardia! ¡Qué lástima que está muerta esta muchacha que era muy amiga de Rita!: Vilma Valle. Entonces seguí luchando y actué con todas las estrellas del Martí, con todas. Monta Obdulio "Juana Bacallao" y le digo: "No Obdulio eso no me gusta". Monta la revista Milagro de Ochún en el teatro Martí que fue el éxito más grande que tuve en mi vida.

-Ahí fue donde se escuchó por primera vez "Yo soy Juana Bacallao"...

-Entonces la Celestica [Celeste Mendoza] que no era cantante, era bailarina, y vino de su campo, delgadita, pobrecita, luchando, yo tengo por ahí la foto guardada. Yo estaba halando un pico. Iba para allá y ahí estaba todo el mundo esperando que lo llamaran para trabajar. Pero yo no perdía mi trabajo, mi hermano. Había un carrito de gandinga y todo el mundo comía y vivía y luchando, porque me hice luchando, mi hermano. Porque tú sabes que de criada tú ibas y si no eras blanca no te daban una colocación. Y a mí me la daban porque a mí me venía algo de la vida que traje al mundo.

-Porque tenía que trabajar al mismo tiempo como actriz y como criada.

-Claro, para poder vivir. Porque la CMQ te pagaba un par de pesos. La CMQ era el Hollywood de Cuba, porque te esperaba el difunto Pinelli en la puerta vestido con un frac. Me quería mucho la señora José Antonia Alonso -¿por qué no le hace una entrevista a ella?- su marido me quería mucho. Todo el mundo bailaba, Consuelito Vidal, todo el mundo, las quiero a todas. Porque siempre fui una artista, una persona muy natural en mi vida. Yo camino así porque la naturaleza me lo dio.

-¿Y quién le dio la música, Juana?

-Bueno, la música me la daba Obdulio Morales..

-No, pero quiero decir...

-La música ... Eso nació conmigo.

-¿No había músicos en su familia?

-No, no, no, desde que era chiquita bailando, ¿qué es esto? ¡ Esta chiquita, ay mi madre, no puedo con esto! Además era muy fina, era pobre. La familia de color pobre, luchadora. Mi abuela le lavaba la ropa a la señora de Juan Gualberto Gómez. Yo nací frente a la casa del difunto Juan Gualberto, en Lealtad 123. Y mi padre era un hombre luchador... Yo era chiquitica y entraba a la casa y me decían: "Niña, respeta que ahí están los señores". Y él me daba quilitos y me tocaba la cabecita porque yo era muy mala. ¡Y era fea! Pero simpática, tenía un ángel para la gente. Y me peinaban aquellas carreritas. Y yo decía: "Mamá no haga más carreras", y me ponía un lazo en la cabeza para matarme. Mi familia era una familia de color muy buena...

-¿Y el éxito que ahora tiene en qué etapa de su carrera lo alcanza?

-Yo el éxito lo vengo a alcanzar ahora cuando conocí a Armando...

-No, pero usted tiene éxito desde hace muchos años...

-No, pero tú no me entiendes lo que yo quiero decir...

("El éxito de ella es a partir de 1952, cuando actuó en Las Vegas de Nevada", rectifica Armando Guerra que todo el tiempo ha estado atento a la conversación).

-Armando sabe,... pero yo encontré una mano, una mano que me dio, en un momento duro -¿oyó?- porque uno tiene que ser agradecida. Y con estas personas que me quieren hay que ser agradecido. Porque me han servido en las caídas de mi vida. Todo el mundo tiene una caída mala. Yo estoy viva de casualidad. Gracias a la Revolución.

(De repente, la Reina de los cabarets de Cuba rompe en sollozos.)

-Pero no se ponga así...Juana

-Pero tengo que ponerme así, chico. Sin amigos, sin nada. Mi padre luchando decentemente. Era muy amigo de Chibás. " Niña ve pa'llá, no estés cantando ese cantico" Y yo: "Chibás, Chibás". Y él: "Muchacha, te voy a matar. ¡Qué chiquita, caballero!"

-Juana usted ha incursionado en varios géneros, ha sido actriz, cantante...

-Sí. El problema mío es que a mí hay cosas que no se me pueden señalar. Porque yo traigo lo mío. Yo trabajo con mi cabeza, sino se me troca mi trabajo...

- Y con el corazón...

- También con el corazón. El pueblo me quiere mucho. He luchado y sigo luchando. Y llegar a un país y que te conozcan, sin una propaganda, sin nada, guapeando. Y el mundo contra mí y yo contra el mundo. Porque nadie sabe lo que pasa un artista para que no te critiquen. Y ves esa lámpara que esta ahí -señala al ventilador de techo- por poco me mata. Me dio en un brazo. Y te lo digo sin alarde, porque los alardes no me gustan.

-Juana, usted le ha entregado su vida al cabaret...

-Toda la vida cabaret. Jueves de Partagás cuando se hacía con Rosita Fornés, con el difunto Bianchi, que me quería mucho. Con todas las estrellas he tenido el honor de trabajar. Cuando venía Ninón aquí hice la película Yambaó, Mulata. La estrella era Ninoncita. Yo era contrafigura, pero salía siempre con mis cosas en las películas. Y entonces seguí luchando y cuando terminé en el Martí me llaman para el Capri y monta la producción Anido. Yo estaba luchando todavía. Ya había estado Santo Domingo... Y en eso viene Kid Gavilán a Cuba a hacer una revista en el teatro Martí. No tenía un centavo, luchando, ya tú sabes... Estaba en el show conmigo Papín, el mayor de los Papines. Ve y pregúntale. Entonces fuimos a Venezuela y vine pá Cuba y seguí luchando. Me llama Facundo para ir a Las Vegas de Nevada, allá voy. Después estuve en Miami Beach con la orquesta Calipso. Tú tienes que venir un día para sacarte toda esa propaganda para que la veas. Y así ha sido todo. Una lucha.

-Cuando triunfa la revolución se queda cantándole al pueblo...

-Yo siempre me quedé. En Santo Domingo tuve un éxito muy grande. Y le pusieron mi nombre a una calle. ¿Usted lo sabe, no? Y a Marta Caraballo, que era cubana, más nunca la vi. Pero yo siempre en mi tierra. A morir en mi país. Soy hija adoptiva de Santo Domingo. Fui a Venezuela y acabé también...

-¿Y cuándo es que empiezan a decirle Juana la Cubana?

-Eso empieza cuando voy a Guadalajara. Y la dueña del Cabaret La Tacha, que me quiere mucho: "Mira este bicho, esto es un fenómeno". Canté también en la ONU. Estaba la señora Omara Portuondo. Estaba la voz más linda que canta, esta niña, la Fragoso. Y la que se llevó el premio -dos ángeles míralos ahí (señala dos grandes trofeos colocados sobre un armario)-, tengo mi Girasol que me lo entregó Rosita Fornés. Tengo la llave de Ciudad de La Habana y La Giraldilla. Y este otro (una cabeza Tolteca) que me dieron en el Festival Iberoamericano de México.

-¿Cómo es un día en la vida de Juana Bacallao?

-Yo en el trajín de la casa. Como ahora mismo me pongo a baldear la casa, en el aseo personal. ¡Qué iba a pensar yo que iba a ir a París!. Ya llegué a Francia. Llegar a Francia no es cosa mala.

-Dicen que la declararon...

-¡Ah, aquello fue tremendo! A las finas las puse a bailar finamente. Todo el mundo aplaudió, todo el mundo bailó. ¡No es fácil trabajar con la gente de caché! Y que se pongan a gozar. ¡Dominar esas fieras! ¡Eso no es fácil! Como dije yo. ¡Viva Cuba! ¡ Gracias Francia! Esas cosas me nacen a mí. Esa locura, esa tormenta. Puse a gozar aquello. Yo quisiera que el pueblo lo viera, caballero.

- A propósito, ¿porque Juana no sale más por la televisión?

-Eso es el chisme que hay. Pero todo se arregla en la vida.

-Veo que es una admiradora de Marilyn Monroe.

-Tu sabes lo que es Michael Jackson, en Los Ángeles. El se tiró de la máquina, sacudiéndose. El decía: "La señora mayor, la señora mayor acabó". Y fui a Hollywood. Qué iba a pensar yo ir ahí. No es fácil mi hermano, mantenerse. Tienes que estar bonita para mantenerte. La vida es dura, la vida no es fácil. Yo no he ido a la universidad, pero tengo mi preparación. Sé llegar a dónde tengo que llegar. Sé cómo me tengo que comportar. Cuando estamos entre artistas te digo cualquier cosa, pero en la vida seria es distinto.

-¿ Y la gente cuando la ve en la calle qué le dice?

-¡Ah, imagínate, se vuelven locos!. Y los chiquitos me gritan: "Juana, la novia de Mengano, de Fulano" " Juana, adiós".

-¿ Y cuál es el misterio que hace que Juana parezca siempre joven?

-Siempre estoy al tanto de las cosas mías en el hogar, de la ropa. Siempre estoy presentable en el momento en que lo hay que estar, de acuerdo a las circunstancias. Porque no es fácil. Usted no era el que venía detrás de mí en el elevador. ¿No vio cómo yo venía?

-No era yo...

(Armando la invita a hablarme de la orquesta.)

-¡Ja, ja , ja!. La orquesta es tremenda. ¡Armando con sus cosas!. La orquesta está muy buena. Son unos muchachos muy buenos.

-¿Va a hacer un disco ahora?

-Eso espero..

-Mucha gente lo va agradecer. Así vamos a tener la suerte de tener a Juana en la casa.

-Yo he cantado con la Orquesta Anacaona, con Bola de Nieve, con Elena Burque... He luchado solita, sin la ayuda de nadie.

-No tuvo algún maestro que la ayudara en su vida profesional...

-¿Yo?. A nadie. Ahora me pongo a pensar que si Rita está viva le da un colapso. Pobrecita Rita, que muchas veces me dijo: "Vamos para casa para que comas". Porque ella veía el cuadro. Ella vivía con Tatú el campeón. Ella hacía unos frijoles negros muy ricos. Ella era también muy amiga de Chano Pozo. Y salíamos juntas por la calle, saludando al pueblo. ¡Cosas de estrellas!

-¿Y cuándo va a dejar de cantar Juana Bacallao?

-¡Eso es una falta de respeto de usted! Mientras que yo esté entera y tenga salud. Eso es lo principal. Mira mi cutis, mira mi cara.

-Tengo entendido que en breve va a viajar a San Francisco

- Yo voy a trabajar como artista, como siempre he hecho. A poner el nombre de Cuba bien alto como siempre lo he puesto, sin ningún tipo de problemas. Y quisiera la paz del mundo para que los artistas vivan más en un mundo de arte y no de maldad. El arte no tiene fronteras y los sentimientos tampoco.

-Usted es la show woman más importante de Cuba. ¿Cree que dentro de unos años pueda surgir una persona parecida a usted?

-Yo me siento orgullosa de que cualquiera desee ser igual que yo, siempre y cuando haya un respeto. A mi no me molesta nadie. Hay por ahí hasta un hombre que quiere parecerse a mí. Pero el pueblo sabe mucho. Ese es el termómetro que hay que respetar.

-Ahora le está cantando al pueblo en el Salón Rosado...

-Sí. Yo viajo mucho, pero creo que es importante cantarle al pueblo. Yo soy una gente muy trabajadora, muy disciplinada. En los años que tengo de vida, bajo un aguacero, un ciclón, nunca he faltado al trabajo. Mantener una disciplina en el trabajo es lo más importante que puede haber. Me encanta trabajar para mi pueblo. Mientras hay salud se trabaja, sino, no hay nada.

Fuente: http://www.lajiribilla.cu


 

La magia de Juana Bacallao
Por  Tania Díaz Castro

Juana Bacallao es una cubana con 74 años de vida artística. Recuerdo haberla escuchado cantar por primera vez a finales de la década del cincuenta en un club del Vedado.

Resultaba para todos un verdadero enigma aquella muchacha negra, que para sonreír hacía una mueca, de muy baja estatura, regordeta, barrigoncita, pero con una gracia descomunal sobre el escenario.

Y resultaba un enigma porque Juanita Bacallao ni canta, ni baila, ni se ha podido aprender jamás un guión musical de cabaret. Siempre ha hecho en el escenario lo que le viene en ganas, ha cantado como le parece, desafinando a todo tren y hasta olvidando la letra de las canciones. Cuando no está de venas, ofende a cualquiera del público, cosa que ha inspirado tremendas carcajadas a todo un auditórium, sobre todo cuando se le escapa alguna mala palabra.

Juana siempre ha sido todo un espectáculo, pero un espectáculo fuera de lo común, extravagante. A mi entender, yo que recuerdo sus mejores tiempos, cuando nadie le ponía bridas a su escasa y pícara imaginación, lo que gustaba de Juanita Bacallao era su espontaneidad, su falta de artificio, su forma tan natural de actuar.

En sus actuaciones vestía, todavía lo hace, de forma chabacana y un poco ridícula, detalle que venía bien con su cuerpo redondo y caricaturesco. Cuando sale a escena -famosa se hizo desde sus primeras apariciones en público- Juanita tiene el poder de transformarse en un ser explosivo y fulminante, sobre todo por su vocabulario de artillería, y su boca de pura candela.

Ni siquiera el timbre de su voz, áspero, es melodioso y agradable al oído. Es, según un colega y amigo, la expresión callejera de Cuba. Quizás en eso radica la explicación de su éxito, del misterio de esta mujer de 85 años que todavía recibe aplausos donde quiera que se presente a cantar, ahora con su propio grupo Tiembla Tierra.

En los 74 años que lleva trabajando en los cabarets de todo el país Juanita Bacallao siempre ha sido un caso raro y único en la historia de nuestro arte vernáculo.

Hay quien atribuye su éxito y su larga trayectoria de trabajo profesional al cariño que le rinden sus amigos personales. No lo creo. En su vida privada Juana Bacallao no es tan sociable como parece que lo es cuando canta y se mueve en escena. Yo conversé con ella muchas veces a lo largo de varios años, y pude captar su carácter introvertido y tímido.

Juana Bacallao es original. He ahí la razón de su éxito, su carta de triunfo. Vienen a mi mente aquellos tiempos en que el Ministerio de Cultura, a través de su empresa artística, evaluó a Juana Bacallao a través de un jurado compuesto por personas conocedoras de la música y del baile. Fue desaprobada a los efectos de recibir un determinado salario.

A Juana le tocó el escalafón más bajo. Dicen que de las categorías A, B y C que otorgaban, de puro milagro alcanzó la última letra.

Sin embargo, aquel jurado se equivocó con la Bacallao. Juana siguió siendo la atracción del Salón Rojo del Hotel Capri, y divertía y hacía carcajear al tipo más avinagrado y sonso del público, a pesar de que no se le consideró tampoco como cómica. De forma chillona decía cualquier barbaridad que se le ocurriera, y sin darse cuenta acertaba. Hasta las pesadeces que soltaba a boca de jarro caían bien.

Una maga puede que haya sido, aunque siempre esos poderes, tan ocultos, son más conocidos por la naturaleza que por el hombre.

Su atractivo y encanto ante las candilejas conjuraron siempre su buena estrella, la que ha tenido a través de más de siete décadas, y su hechizo, por supuesto, se debe a su originalidad, un don que quizás le obsequiaron sus santos.

Por estos días se le rinde homenaje a esta artista en teatros y plazas municipales de La Habana para celebrar su cumpleaños 85. Se lo merece. Mucha risa le debemos a esta mujer, tan peculiar y fantástica.

Junio de 2006


Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: Roberto y Rene Enviado: 07/06/2010 16:25
AMAZING!!


 
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