Cómo reducir el spam
Spam es el equivalente del correo basura – mensajes electrónicos no solicitados e indeseados que prueban tu paciencia y que atascan a tu bandeja de entrada. Mientras que la mayoría de los correos electrónicos clasificados como spam no contienen virus, muchos de ellos sí los tienen. Y las ligas que se incluyen en el spam a menudo te llevan a sitios sin seguridad y a otros resultados dañinos.
Sin embargo, el spam no tiene que ser una consecuencia inevitable de mantener una cuenta de correo electrónico. Existen unos pasos simples que todo el mundo puede adoptar para reducir la cantidad de spam que recibimos. He aquí a algunas sugerencias:
Sé tacaño con tu dirección de correo electrónico. No ofrezcas tu dirección de correo electrónico a menos que sea absolutamente necesario. Pareciera ser que todo el mundo tiene una necesidad legítima para tu dirección, ya sea para una encuesta en línea o simplemente para la ferretería local; sin embargo, las direcciones electrónicas obtenidas de esta manera a menudo son consolidadas y vendidas a las compañías de mercadotecnia a través de Web. Antes de entregar tu correo electrónico, revisa las políticas de privacidad y entiende lo que va a pasar con ella.
No respondas al spam. Gran parte del spam es generado automáticamente, intentando conectar al azar con varias direcciones electrónicas en dominios específicos. Si contestas, aunque sea al hacer clic en una liga para eliminar la subscripción, en efecto vas a confirmar tu dirección electrónica como válida.
Reporta a mensajes como spam. Actualmente, la mayoría de los servicios para correos electrónicos ofrecen una opción para que los clientes reporten mensajes como spam. El reportar este spam ayudará a la compañía del servicio a identificar a los servidores responsables y a negar el acceso a correos no solicitados, antes de que lleguen a tu bandeja.
Usa filtros. Muchos de los programas para correos electrónicos ofrecen características de filtrado que te permiten bloquear a ciertas direcciones o solamente a aceptar correos de los nombres que se encuentran en tu lista de contactos. Esto usualmente se hace al redirigir mensajes sospechosos a un archivo de "correo no deseado". Si tienes un archivo de basura, es buena idea revisarlo ocasionalmente para asegurarte de que mensajes legítimos no se hayan clasificado ahí por equivocación.
Deshabilita a las opciones de gráficos. Muchos de los que se dedican a enviar spam usan gráficas con ligas que pueden rastrear quién ha abierto sus correos. El deshabilitar al HTML y ver a los correos en texto normal previene que eso suceda.
No permitas que tu correo electrónico esté visible en cuentas de sitios de redes sociales. Usa las características de privacidad disponibles para asegurarte de que solamente tus amigos puedan ver tu dirección de correo electrónico en Facebook y en otros sitios de redes sociales.
Usa direcciones múltiples de correo electrónico. Si eres un comprador en línea frecuente o regularmente te inscribes para recibir ofertas en línea, considera el usar una cuenta de correo electrónica separada, para que tu cuenta principal no se vea afectada por el spam inevitable.
Instala controles de seguridad adicionales. El instalar software de seguridad independiente te ofrece una capa adicional de protección y ayuda a eliminar a los virus, regularmente dañinos, que están asociados con el spam. Tal software puede también proteger contra el robo de identidades, piratas cibernéticos y varios otros tipos dañinos de software.
¡No le envíes spam a otra gente! Hazle a otros lo que quisieras que te hicieran a ti. Sé respetuoso de las direcciones de otras personas y solamente reenvía los correos que sabes con certeza que el recipiente querrá.