Madrid se distancia de presos
La ubicación de los prisioneros políticos cubanos que fueron puestos en libertad y llevados a España es una cuestión que compete al gobierno nacional, declaró el lunes la consejera de Empleo, Mujer e Inmigración de la Comunidad de Madrid, Paloma Adrados, informó la agencia de noticias Europa Press.
La cuestión está ``en manos del gobierno de la nación', que es ``quien los ha traído', declaró Adrados tras la celebración del Día de Ecuador en el Centro Hispano-Ecuatoriano, informó la agencia de noticias española.
Al preguntársele si la Comunidad de Madrid podría hacerse cargo de aquellos ex presos políticos que se niegan a ser trasladados a centros de acogida de ONG situados fuera de la ciudad, dijo: ``Las competencias de la Comunidad de Madrid son de acogida de inmigrantes y los exiliados cubanos no son inmigrantes'.
``Están en un limbo jurídico por el momento', añadió Adrados al hacer alusión a que aún carecen de un estatus jurídico en España.
El gobierno les ha recomendado que se acojan a la protección subsidiaria ya que esta opción no les cierra la puerta a regresar a Cuba en algún momento --aunque tendrían que pedir autorización previa a las autoridades de la isla--, pero algunos de ellos consideran solicitar el asilo político.
Adrados pidió ``máximo respeto' a la voluntad de los disidentes excarcelados sobre el ``estatuto que quieran obtener'. Se trata, dijo, de individuos que ``han sufrido mucho en las cárceles por la lucha por la libertad en Cuba y por la libertad individual'.
La consejera insistió en que el asunto ``está en manos del gobierno de la nación', pues ``no hay un estatuto fijado para ellos', además de que es el propio Ejecutivo nacional quien ``los ha traído'.
Europa Press informó que uno de los primeros cubanos excarcelados que llegaron a Madrid el mes pasado y que quiere permanecer en esta ciudad, Julio César Gálvez, denunció que nadie le presenta una alternativa y que desde el 22 de julio ningún representante del gobierno español se ha puesto en contacto con él.
Gálvez se encuentra alojado desde el 13 de julio en el hostal Welcome de Vallecas, un emplazamiento donde el Ejecutivo español tenía previsto tenerlo sólo un par de días.
Pero Gálvez, como al menos una decena de sus compañeros, se niega a abandonar Madrid porque prefiere permanecer cerca de compatriotas que están en la misma situaciónque él.