Marcos Barrios decidió pasar por alto el sueño de cualquier pelotero, porque abrigaba uno más grande, un deseo mucho más importante. Por eso renunció a a vestir el uniforme del equipo Cuba en el Campeonato Juvenil de Canadá en julio del 2010.

"Ya tenía previsto venirme para Estados Unidos, porque quería ser un grandeliga', apuntó Barrios, un muchacho de apenas 17 años y quien llegó finalmente a este país hace apenas 10 días. "Por eso, dejé de ir a las prácticas con los mejores juveniles. Mi cabeza estaba realmente en otro lado'.

Y ese lado es Estados Unidos.

Lanzador derecho, Barrios se encuentra en Miami junto con su padre Roberto, para emprender el reto de llegar a ser pelotero profesional.

"El estaba listo en la preselección juvenil. Fue uno de los pitchers más destacados del campeonato', apuntó su padre.

En el 2010 integró al equipo de La Habana y en el torneo juvenil realizó una buena labor al concluir con 1.14 de efectividad, la quinta mejor de la contienda además de completar cuatro triunfos y cuatro rescates, números clave para que su club se llevara el título y luego fuera preseleccionado para lo que sería su primera competencia de corte internacional.

Barrios, quien es natural de Güira de Melena, empezó a jugar béisbol organizado a los nueve años. Creció sobresaliendo en torneos escolares y luego juveniles, mientras idolatraba en público al cubano Yulieski Gourriel y en secreto a los grandeligas Derek Jeter y Mariano Rivera, a quienes lograba ver de forma por televisión pero de forma subrepticia.

"Veía a Mariano Rivera y pensaba que quería ser como él', confesó.

Carlos Pérez, presidente de Miami Sports Consulting (MSC), compañía que representa a Barrios, destacó las habilidades de su pupilo.

"Es un muchacho con mucho control y que el año pasado lanzó en forma constante entre las 88 y 89 millas. Incluso llegó a tocar las 92 millas', puntualizó.

Según los cálculos de Pérez, Barrios pudiera dar su segundo gran paso a principios del próximo año.

"Tiene ahora un preparador físico para acondicionarlo. En dos meses va a estar listo para que lo podamos mostrar y calculamos que luego de cumplir el proceso de todo cubano -la agencia libre- ya debe estar firmado para principios del 2011", explicó Pérez, quien pronostica que el joven recibirá un bono de firma millonario.

Enfundado en una gorra de los Marlins de Florida, Barrios ve el 2011 como un punto de partida hacia una meta que espera no le lleve mucho tiempo.

"Yo me veo en tres o cuatro años en las Grandes Ligas. Y aunque me gustan los Marlins o y los Yankees de Nueva York, voy a dar todo de mí a cualquiera de los 30 equipos que me dé la oportunidad', dijo Barrios, quien aseguró que domina cuatro envíos la recta, curva, el slider y el cambio'.

Y además de su repertorio tiene de su lado otro aliado, la estatura.

El habanero mide seis pies y de acuerdo con su papá, proyecta mucho más.