La Gran Manzana se desploma
Ana Pereyra
La capital más ponderosa del mundo se desploma como un castillo de naipes, con el déficit financiero más alto en su historia, con una enorme tasa de desempleo que cada se acrecienta y para colmo. Ahora nos encontramos con una invasión de plagas que están convirtiendo a la Gran Manzana en una cloaca mundial.
La crisis financiera que afecta al mundo ha tocado fondo en la ciudad neoyorquina con una deuda que asciende a más 9 mil millones de dólares, todo esto representa grandes problemas para los ciudadanos en materia de salud, transporte, empleo, educación y otros.
Una invasión de chinches, ratas e insectos de todas las especies se apoderan de la Gran Manzana, haciendo que dicha ciudad esté perdiendo poco a poco su glamour.
Estos indeseables insectos están "escalando" a un nivel social muy alto. Este tipo de alimañas estaba destinado a países y personas de escasos recursos, hoy se "pasean" en por Nueva York, en la mejor casa adornada con las más caras lencerías y hermosos apartamentos de donwtown.
Según funcionarios del Departamento de Salud, el año pasado uno de cada 15 neoyorquinos tuvo problemas con los chinches, y que en la actualidad se han multiplicado y han "cruzado" otras ciudades.
Estos indeseables "inquilinos "se reproducen con mucha facilidad y les gusta "codearse" con la élite social, siendo sus lugares preferidos los teatros, tiendas de ropas finas, hostales, asilos, buses y trenes.
En la Capital del Mundo, los insectos se han detectado en tiendas de ropas interiores, en oficinas, edificios subvencionados y apartamentos de lujos.
A la ciudad de las grandes luces le está por caer las famosas siete plagas egipcias, si le agregamos a la invasión de chinches, la proliferación de ratas, las que se "pasean" libremente por restaurantes, pizzerías, apartamentos, parques y estaciones del subterráneo.
Aunque no existan estadísticas de cuantas ratas habitan en Nueva York, se presume que podrían ser seis o más por habitantes en una ciudad de más de ocho millones de ciudadanos.
¡Una cifra alarmante! Y a diferencia de las chinches, los roedores sí producen al morder diferentes enfermedades, como la liptopirosis, la rabia y la peste bubónica, entre otras.
Si de todo lo expuesto, le agregamos las cucarachas y los coyotes que "intentan" tímidamente inundar la ciudad, tendremos que tomar las de Villa Diego, si las autoridades competentes no se empantalonan, se dejan de politiquería y le declaran la guerra a esos indeseables invasores para evitar que la ciudad más famosa y glamorosa del mundo pierda su esplendor.