Una colección de cartas de Oscar Wilde a un joven periodista por el se sentía atraído se subastará
el próximo 24 de septiembre en la casa Bamfords (Derby, Reino Unido).
Wilde se fijó en el periodista Alsager Richard Vian, que dirigía la revista "Court & Society RevieW", en 1887, varios años antes de que comenzase su "affaire" con lord Alfred Douglas, que le llevaría a la cárcel por escándalo sexual.
En principio se trata de cartas profesionales en las que el autor de "El Retrato de Dorian Gray" propone a Vian temas sobre los que puede escribir para la revista.
Al final de una de ellas, Wilde invita al joven a una cena de dos "con vino italiano" en un restaurante de Londres, tras lo cual, dice, "fumaremos cigarrillos" y "podemos retirarnos a tus habitaciones" porque "mi casa está lejos y es difícil mantener una conversación en los clubes".
En otra carta, Wilde, que tenía entonces treinta y tantos años, le cuenta a Vian, un graduado de 22 años del prestigioso Balliol College de Oxford, que él estará en casa "por la tarde" y le gustaría que ése se acercara a "tomar el té".
La homosexualidad estaba prohibida en la Inglaterra victoriana, y ocho años después de esas supuestas proposiciones al joven periodista, Wilde fue condenado a dos años de cárcel por un jurado, que le declaró culpable de una relación sexual con otro hombre.
En el momento de su condena, Wilde había dejado ya atrás el periodismo y se había convertido en el más importante dramaturgo de su generación con "El Abanico de lady Windermere" o "La importancia de llamarse Ernesto", entre otras obras.
Su caída comenzó después de que el padre de lord Douglas, el marqués de Queensbury, le dejase una nota en el club Albermarle, que éste frecuentaba dirigida a "Oscar Wilde, que alardea de sodomita".
El escritor denunció al marqués por calumnias, esgrimiendo la "amoralidad" del arte como defensa, pero terminó a su vez denunciado, arruinado económicamente y condenado a dos años de trabajos forzados, junto al propietario de un burdel para homosexuales llamado Alfred Taylor, en un juicio celebrado en mayo de 1895.
Su experiencia en prisión la describió en dos obras, "De Profundis", una extensa carta rebosante de resentimiento dirigida a su ex amante Alfred Douglas, y "The Ballad of Reading Gaol", poema donde el ahorcamiento de un compañero le sirve de excusa para describir sus sentimientos sobre el mundo carcelario.
Profundamente desengañado de la opresiva sociedad victoriana, Wilde se exiliaría voluntariamente en Francia, donde vivió en un pueblecito costero al norte del país bajo el nombre de Sebastian Melmoth.
Allí, gracias a los esfuerzos de un sacerdote irlandés de la Iglesia de San José, se convirtió al catolicismo, fe en la que murió con sólo 46 años en 1900.
Sus restos descansan en el famoso cementerio parisino del Père Lachaise, donde se le dedicó un monumento funerario, obra del escultor Jacob Epstein.