En el mercado de la nostalgia de Miami, el Latin Miami Café en Hialeah ha desatado un boom. El recién inaugurado establecimiento vende café a 3 centavos la tacita, tal como tradicionalmente se ofertaba en Cuba en las esquinas de La Habana y la mayoría de ciudades de la isla antes de la revolución de Fidel Castro.
Por ENRIQUE FLOR
En el mercado de la nostalgia de Miami, el Latin Miami Café en Hialeah ha desatado un boom. El recién inaugurado establecimiento vende café a 3 centavos la tacita, tal como tradicionalmente se ofertaba en Cuba en las esquinas de La Habana y la mayoría de ciudades de la isla antes de la revolución de Fidel Castro.
"El café de 3 kilos es parte de la memoria de nuestro pueblo', dijo Rolando Blanco, dueño del negocio. "Para mí era un sueño tener un restaurante donde pudiera vender el café como en Cuba, a precio de nostalgia, y qué mejor lugar que Hialeah'.
Ubicado en la esquina de Le Jeune con la 79 calle del este de Hialeah, el Latin Miami Café, fue inaugurado hace dos meses y ha hecho de su económico y exquisito cafecito el gancho perfecto para despertar la curiosidad de decenas de comensales.
Ese es el caso del cubano Heredio Hernández, de 80 años, y su esposa Ofelia Valdez, de 70. El sábado ellos regresaban de comprar carne en Hialeah y vieron el anuncio del café a 3 centavos en la puerta del restaurante.
"Cuando vimos el letrero del café a 3 centavos le dije a mi marido, muchacho, como antiguamente lo vendían en Cuba', comentó Valdez. "Bajamos y la verdad que la comida está riquísima y el café mucho mejor'.
Hernández recordó que en su natal Camagüey solía tomar café a 3 centavos, marca Oquendo, y gastaba otros 2 centavos comprando cigarrillos sueltos.
"La verdad es que me ha encantado descubrir este rincón en Hialeah', afirmó Hernández. "En 41 años que vivo en Miami, nunca había visto el café cubano a 3 centavos'.
Originalmente el café de 3 centavos se preparaba con coladores de tela, que popularmente les decían teteras, recordó Blanco, quien emigró de Las Villas a Miami, en 1966.
Agregó que se ha propuesto preservar el legado culinario cubano. Por eso contrató al cheff Arístides García, un pinareño con 30 años de experiencia como cocinero.
Las especialidades de García van desde el ajiaco cubano, arroz con pollo, el tamal en cazuela, la ropa vieja, potaje de chícharos y de garbanzos, entre otras delicias. Pero también hay potajes de otros países como el potaje gallego, la tortilla vasca o el churrasco con un toque argentino.
Los precios son populares, y se ofrecen ofertas como la del mini-combo del Latin Miami Café, compuesto de un sándwich cubano, una sopa del día, y papa Juliana a $5.95. O un desayuno tradicional por $3.95.
El negocio familiar, liderado por Blanco y su esposa costarricense Ana Ramírez, es atendido por 20 empleados, la mayoría de ellos cubanos, una boliviana, un español y un nicaragüense.
Blanco sostuvo que a pesar de que invirtió en el restaurante en un momento de recesión económica, la respuesta del público ha sido favorable.
El negocio atiende desde las 7 a.m. hasta las 10 p.m., de domingo a jueves, y los viernes y los sábados cierra a las 11 p.m. A partir del lunes, se empezara el servicio de entrega de comida a domicilio.