Un robo estilo de película en un banco de Miami
El robo, casi hollywoodense, con algunos rehenes, y que generó un fuerte despliegue policial
con equipos antiexplosivos, tuvo lugar en un Bank of América de Coral Gables, en el sur de Miami.
Diego Uscamayta, cajero en esa sucursal bancaria, fue finalmente liberado del chaleco con explosivos por la policía,después que fuera obligado por los ladrones a retirar el dinero y entregarlo a tres sospechosos
que huyeron en un vehículo.
Ja.jajaja, querida Pura, esto ocurrio el viernes y fué noticia de primera plana,pero no la quise poner en Cuba Eterna,para que no me llamen sensacionalista y que no tengo tema de que comentar,me alegró que tú la hallas puesto ahora yo pongo el final de este robo estilo pelicula.
Pero comentando lo ocurrido,creó que esto continuara mientras exista tanto desempleo y miseria humana en todo el mundo . Ahora solo depende del gobierno y de sus promesas de crear nuevos puestos de trabajo...
¿Todo esto será tambien producto de la crisí internacional,o de tantas peliculas de robo y violencia que miramos a diario ?.
¿Tú que crees?
Por ENRIQUE FLOR
Un atraco a un banco en el que se vio involucrado un joven cajero, quien dijo haber sido secuestrado en su apartamento en Kendall por tres hombres armados que le colocaron una bomba en el cuerpo, desató el caos en Coral Gables el viernes por la mañana.
Los secuestradores lograron huir con más de $100,000, pero al final del día el robo despertaba múltiples sospechas al determinarse que la bomba era falsa.
El viernes por la noche, Diego Uscamayta, de 26 años, cajero de la sucursal del Bank of America de Coral Gables, seguía siendo interrogado por la policía.
De acuerdo con el interrogatorio inicial, Uscamayta le dijo a la policía que cerca de la medianoche del jueves tres sujetos irrumpieron en su apartamento en el complejo Nob Hill, 9800 de la calle 88 del suroeste, en Kendall.
Allí fue retenido junto con su padre, Jorge Uscamayta, durante siete horas. Cerca de las 8 a.m., dos de los tres sujetos lo condujeron con una bomba en el cuerpo a la agencia bancaria del 1540 South Dixie Highway, en Coral Gables.
El jefe del Departamento de Policía de Coral Gables, Richard Naue, informó que los sospechosos aparentemente manipulaban un detonador a control remoto y enviaron a Uscamayta al interior del banco.
"Le dijeron que tenían un dispositivo de detonación: ‘Consigue todo el dinero que sea posible y traénoslo' ', afirmó Naue.
El banco aún no había sido abierto sus puertas al público, pero la gerente, cuya identidad no fue revelada, ya se encontraba adentro. Aterrorizada, abrió la caja fuerte y entregó más de $100,000 en billetes.
Los asaltantes huyeron con el botín en el vehículo de Uscamayta, un Ford Mustang del 98, color rojo, matrícula R958DY.
"Es inusual que se use un explosivo atado a un chaleco para robar un banco', declaró la agente Dena Choucair, portavoz del Buró Federal de Investigaciones (FBI). ‘‘Había materiales para fabricar bombas en el dispositivo. No puedo divulgar qué materiales eran'.
Choucair indicó que el supuesto explosivo había sido colocado en la espalda de Uscamayta.
Tras una llamada a las 8:06 a.m. al 911, agentes de la Policía de Coral Gables, del escuadrón antibombas de Miami-Dade, del FBI y del Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF), rodearon el banco y acordonaron varias cuadras, lo cual desató el caos del tránsito en las inmediaciones y la avenida 57 del suroeste, cerca del recinto de la Universidad de Miami.
Ante el peligro de que ocurriera alguna explosión, el equipo antibombas envió un robot, mientras negociadores trataban de contactar a quienes se encontraran adentro. Vecinos dijeron haber visto francotiradores en los techos de edificios cercanos.
Alrededor de las 11 a.m., la policía sacó ileso, sin camisa y esposado a Uscamayta. Antes, la gerente había logrado salir.
Hugo Núñez, amigo de Uscamayta desde que estudiaban en la secundaria South Miami, dijo que era un joven responsable que recientemente había sido ascendido. Precisó que tenía copias de las llaves del banco.
"No puedo creer que Diego esté involucrado en algo así', afirmó Núñez a El Nuevo Herald. "Es una víctima de todo esto'.
Núñez añadió que una hermana de Uscamayta, Karla, también trabaja en otra sucursal de Bank of America. La melliza de Uscamayta, Mónica, prefirió no hablar con la prensa.
La noche del jueves, agregó Núñez, la madre de Uscamayta, Gladys, estuvo de guardia en el hospital donde labora.
Gladys, quien vestía uniforme de enfermera, tampoco habló con la prensa. Sólo recibió a Núñez en el apartamento de Nob Hill, que también fue acordonado por la policía en busca de evidencias.
Milton Chávez, otro amigo de Uscamayta desde la secundaria, dijo que era estudioso y que nunca había tenido problemas.
"Estoy preocupado por lo que le ha ocurrido a Diego', confesó Chávez. "Por eso he venido a ver cómo está su familia'.
La Universidad de Miami, con recintos y dormitorios frente al banco, emitió una alerta a sus estudiantes a las 8:45 a.m., pidiéndoles que se mantuvieran alejados del área. Las escuelas Riviera Day School y Sunset Elementary fueron puestas en cuarentena.
"Podemos ver el banco desde la escuela', afirmó Al Glicksberg, el director de Riviera. "Los estudiantes apenas estaban llegando cuando esto comenzó'.
Unos ocho empleados del banco se ocultaron en un supermercado Publix. Allí estuvieron rezando, aseguró Anita Jenkins, una agente de viajes de la compañía The Travel Source, ubicada en el mismo edificio del banco.
Encuentran auto que fue usado en el atraco de Coral Gables
By JENNIFER LEBOVICH
El Ford Mustang 1998 rojo usado un día antes como carro de escape por los ladrones en el dramático atraco de un Bank of America en Coral Gables fue hallado el sábado estacionado en un complejo de apartamentos a unas pocas cuadras del banco, dijo el FBI.
El Mustang, que pertenecía al cajero del banco Diego Uscamayta, de 25 años, quien fue mantenido como rehén y obligado a ayudar en el robo de $100,000 de su propia sucursal, se encontró en un lote retirado del complejo de dos pisos en el 1258 de S. Alhambra Circle, cercano a South Dixie Highway.
El auto se descubrió a eso de la 1 p.m., pero el FBI dijo que tomaron precauciones antes de entrar al mismo.
``Primero tuvimos que hacer que el escuadrón antibombas de Miami-Dade viniera y asegurara que todo estaba seguro debido a lo que pasó ayer', dijo Judy Orihuela, portavoz del FBI, refiriéndose a los explosivos que se encontraron amarrados a Uscamayta. Fuentes han dicho a The Miami Herald que los explosivos eran falsos.
El Mustang, aún con su placa original R958DY, se remolcará ahora a una localidad no dada a conocer para su procesamiento, agregó Orihuela.
El sábado, Uscamayta estaba en su casa recuperándose de la terrible experiencia de 20 horas que comenzó el viernes por la mañana cuando se convirtió en la víctima de una invasión de su casa por los ladrones del banco, quienes lo llevaron a su sucursal en South Dixie Highway y lo obligaron a ayudarlos a irse con una pequeña fortuna bajo la amenaza de que una bomba amarrada a su cuerpo podía estallar.
Después que los ladrones del banco escaparon en el auto de Uscamayta, agentes del FBI interrogaron por horas al cajero en North Miami Beach antes que lo dejaran en libertad el viernes por la noche, describiéndolo entonces como una víctima, no un cómplice.
El hermano mayor de Uscamayta, Jorge, les dijo el sábado a los reporteros en las afueras del apartamento de la familia en Nob Hill, en Kendall, que su hermano dormiría hasta tarde y no hablaría con los reporteros que estaban afuera. Agregó que su hermano haría una declaración en unos días.
El sábado por la tarde, tres agentes del FBI vestidos de camisetas de polo y portando armas cortas e insignias llegaron a la casa de Uscamayta.
Quedaban preguntas sin contestar sobre el elaborado atraco que causó el viernes por la mañana el caos en Coral Gables. El tráfico en la hora de mayor circulación se detuvo. Las escuelas se cerraron. Los empleados del banco se agruparon en un Publix cercano rezando por su compañero de trabajo.
Pero al final del día, las circunstancias que rodearon el atraco al banco eran poco claras.
La bomba: falsa. Los secuestradores: se fueron con un montón de dinero. El cajero: bajo interrogación por más de siete horas después que salió del banco.
Nada acerca de la historia del robo al banco era algo parecido a lo normal.
De acuerdo con la policía, Uscamayta les contó esta historia:
A eso de la medianoche del jueves para el viernes, tres hombres armados entraron en su casa en la cuadra de los 9800 en Kendall Drive.
Los hombres mantuvieron a Uscamayta y a su padre rehenes por unas siete horas antes de amarrarle un aparato que ellos dijeron que era una bomba. Su madre Gladys no estaba en la casa porque ella trabaja en el turno de noche.
A eso de las 8 a.m., dos de los hombres obligaron a Uscamayta a entrar en su Ford Mustang, mientras que otro de los hombres se quedó en casa con el padre del cajero. Ellos llegaron poco después al Bank of America en la 1540 de S. Dixie Hwy.
``Ellos lo enviaron adentro y se quedaron afuera', dijo Richard Naue, jefe de la policía de Coral Gables. ``Ellos le dijeron: `Tenemos un control remoto para hacer estallar este aparato. Queremos que saques tanto dinero como sea posible y nos lo traigas' '.
La jefa de la sucursal ya estaba dentro del banco, que aún no había abierto al público. Aterrorizada, abrió la bóveda y le dio una gran cantidad de efectivo (más de $100,000 según fuentes cercanas a la investigación) a Uscamayta, quien llevó el dinero al Mustang que estaba afuera.
La policía de Coral Gables, el escuadrón anti bombas de la Policía de Miami-Dade, el FBI y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, corrieron hacia el banco, cerrando una zona cerca del campus de la Universidad de Miami.
La tensa y potencialmente explosiva situación duró casi cuatro horas, mientras los miembros del escuadrón antibombas de posicionaban alrededor del edificio y enviaban al menos un robot. Los residentes dijeron que vieron a francotiradores recorriendo los techos.
Los padres cuyos niños asistían a las escuelas cercanas supieron que la Escuela Primaria Sunset y la Riviera Day School, justo a unas cuadras del banco, se cerraron.
La terrible experiencia también asustó a los clientes y empleados del banco que conocían a Uscamayta.
Clark Jones, de 49 años y cliente del banco, quería que le arreglaran el aire acondicionado de su auto en una gasolinera Shell cercana cuando se dio cuenta de la situación.
``Equipos SWAT vinieron, rodearon el edificio y sacaron fusiles de asalto', dijo Jones. ``Cerraron la calle y desviaron el tránsito. Este es el banco. Diego, mi cajero, está en mi banco. No sé qué está pasando. Estoy muy preocupado por él'.
Pero como resultaron las cosas, había poco de qué preocuparse.
La jefa de la sucursal del banco salió en algún momento del viernes por la mañana, y al mediodía Uscamayta salió del banco sin camisa, con una escolta policial y esposado. Una portavoz del FBI dijo que él se sacó la bomba al cortarla, aparentemente junto con su ropa.
Incluso después que salió, miembros del escuadrón antibombas de Miami-Dade trabajaron para controlar el aparato, que eventualmente se le dio al FBI para que sirviera como prueba y para su examen.
``Había materiales para fabricar bombas en el aparato', informó Choucair. ``No puedo divulgar cuáles eran esos materiales'.
Sin embargo, fuentes cercanas a la investigación le dijeron a The Herald que la bomba era falsa y había sospechas de por qué Uscamayta permaneció tan calmado durante todo el atraco.
Hugo Núñez del Padro, un amigo cercano del cajero, dijo que su amigo es inocente y puede haberse convertido en un objetivo debido a que se le promovió recientemente y se le dio un juego de llaves del banco.
``Le recé a Dios que estuviera bien', destacó Núñez del Prado. ``El es la víctima'.