La NASA informa sobre otra amenaza, ‘una tormenta de meteoritos’
Los astrónomos de la NASA creen que se avecina una terrible tormenta de meteroritos que duraría varias horas. La lluvia, pronosticada por los científicos para octubre del próximo año, podría dañar el sistema de comunicación de la Estación Espacial Internacional, satélites de comunicación y naves que orbitan la Tierra.
Aunque ya han ocurrido dos eventos similares, uno en 1985 y otro en 1998, y se han registrado varios más pequeños cada otoño, se cree que esta vez la tormenta de rocas será muchísimo más fuerte.
Todos los años a principios de octubre tiene lugar la lluvia de estrellas fugaces de las Dracónidas y de acuerdo con un artículo de space.com, en los últimos años, la Tierra ha vivido un mayor aumento de las lluvias de meteoritos.
William J. Cooke y Danielle E. Moser, de la empresa Stanley, Inc., contratista del Marshall Space Flight Center (MSFC) de Huntsville, Alabama (un centro vinculado a la NASA), presentaron en el congreso "Meteoroids 2010" los resultados de la aplicación de su modelo de predicción de lluvias de meteoroides a las Dracónidas de 2011.
Según su modelo, se pronostica una fuerte intensidad para las Dracónidas, posiblemente con nivel de tormenta, para el 8 de Octubre de 2011, con una duración de aproximadamente 7 horas. Aunque la Estación Espacial Internacional tiene un sistema de escudos anti-impacto este no seria suficiente para un evento de tal magnitud.
En 1933 cayeron 54.000 meteoritos en una hora, pero el mayor bombardeo de piedras cósmicas ocurrió en 1988 y se recogieron cientos de meteoritos cada hora. Hasta el momento es el más grande de los últimos años.
¿Qué son las Dracónidas?
Son una lluvia de meteoros cuyo cuerpo parental es el cometa periódico 21P/Giacobini-Zinner. Ocurre comúnmente los primeros días de octubre: entre las noches del 8 y el 10 de octubre es más distinguible. Las Dracónidas son mejor observables en las horas anteriores del amanecer, en regiones con cielos despejados.
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Según publicó el ‘ Telegraph ‘ “Los astrónomos de la Nasa creen que se avecina una terrible tormenta de meteoritos que duraría seis horas. La lluvia, pronosticada por los científicos para el próximo año, podría dañar el sistema de comunicación de la Estación Espacial Internacional”.
Los expertos de la NASA confirmaron que “la tormenta, que cruza la órbita de la Tierra alrededor del Sol cada mes de octubre, traerá una lluvia de meteoros llamada Dracónidas, que será un evento visual espectacular”.
Lleva este nombre porque “los meteoros llegan desde la dirección de la constelación de Draco, el Dragón. También son conocidos como el Dracónidas después del nombre del cometa que les dio, Giacobini-Zinner”.
Los científicos verificaron que “la tormenta ocurrirá, aunque no están muy claras la gravedad del fenómeno. Por precaución los astronautas y responsables de las naves espaciales están informados para desarrollar un mecanismo de defensa”.
Científicos de la Estación Espacial están investigando “la reorientación de la Estación Espacial Internacional y el telescopio espacial Hubble para proteger las zonas más vulnerables”.
Podrían llegar a cancelar las caminatas espaciales hasta que la amenaza desde el río de partículas de roca haya pasado. Aunque los satélites, incluidas las que proporcionan servicios vitales como las comunicaciones, navegación vía satélite y la televisión, ‘se piensa en cómo evitar el temporal.
En el informe indican que “Aparte del peligro físico que puede provocar el bombardeo, las descargas electrostáticas pueden freír sus componentes electrónicos vitales. En los últimos años, la Tierra está pasando por un mayor aumento de lluvias de meteoritos”.
El doctor William Cooke, de la Oficina de Medio Ambiente del Centro Marshall de la NASA, en Alabama, informó que “los planes de contingencia ya se están desplegando para evitar problemas cuando la tormenta llegue”.
Según sus predicciones “varios cientos de meteoritos por hora podría ser visible en la Tierra el 8 de octubre del próximo año”.
Y agregó para space.com que “Realmente no entendía lo que estaba pasando. Ahora tenemos una sensación mucho mejor”. “Ya estamos trabajando con programas de la Nasa para enfrentar el riesgo que entraña para las naves espaciales”.