Hugo Chávez, los petródolares y ETA
FIDELUGO CHAVEZ
Por Alberto Peláez - Milenio - México
Durante muchos años Francia fue el santuario de ETA. Los terroristas cruzaban la frontera aún con sus pistolas calientes. Una vez en Francia se convertían en intocables. Claro, hasta que llegaron unas voces sensatas a mediados de los ochentas y cambiaron la jugada. ETA empezó entonces a mirar hacia América Latina. Al ver que Francia suscribía un convenio con España frente al terrorismo vasco, los etarras vieron en América Latina la facilidad del idioma y las "simpatías" que despertaban en el engaño del "romanticismo".Vendieron bien la idea del "victimismo" queriendo dañar la imagen de España como país represor. Pero los mandatarios latinoamericanos se dieron cuenta enseguida. Zedillo y Fox deportaron y extraditaron a más de cincuenta etarras. Algo parecido hizo Sanguinetti en Uruguay. A los etarras les fueron arrinconando contra las cuerdas, tanto que hoy se concentran en muy pocos lugares de América Latina; Nicaragua, Cuba y algún país más del sur del continente.
Los que estaban en México y habían cometido delitos de sangre, se marcharon a toda prisa a Venezuela. Y es que Hugo Chávez es muy buena gente. Los ha ido acogiendo uno a uno como huerfanitos. Tanto ha protegido a estos "bravos soldados vascos" del tiro en la espalda que alguno, incluso, les ha otorgado cargos de responsabilidad en su administración.
Arturo Cubillo, con un pasado delictivo nada desdeñable, es un etarra al que el líder bolivariano le dio trabajo. Su mujer, está muy cerca del vicepresidente del país. De hecho, es su vocera. No son cargos menores ni, mucho menos, para este tipo de personajes.
Que hay etarras en Venezuela, se sabe hace mucho. Que el gobierno español, no hace nada, también. Zapatero, en un arranque de recuperación de votos, dijo que los traerían a España. Sin embargo, él sabe que no. Y lo sabe porque el gobierno español está negociando con Chávez una venta de barcos de guerra. Ya vendió en su día unas cuantas patrulleras que les reportó importantes emolumentos. Ahora, la venta de navíos de guerra puede dejar a las arcas españoles, cientos de millones de euros.
De manera que Zapatero y su gobierno, lo tienen muy claro. Una cosa es una protesta política del gobierno por la presencia de ETA en Venezuela y otra, muy distinta son los negocios del Estado para mejorar las cuentas públicas y del desempleo.
Sí, formalmente ha habido protestas de los ministerios de Exteriores e Interior y sobre todo, declaraciones "contundentes" del propio presidente. Pero en definitiva, nada; nada más allá del paripé, del numerito para quedar bien con la opinión pública española. Zapatero sabe muy bien que ni van a extraditar a los etarras ni mucho menos, a deportarlos.
No deja Chávez de ser un irresponsable, que quiere quedarse en el poder para siempre. Pero además, es un provocador listo y lo es en función de sus petrodólares. No sé si sería igual de ladino si no tuviera tanto oro negro por las venas de las tierras venezolanas.