La nueva vida de Yoann Lemaire,
el futbolista gay que se atrevió a salir del armario
Yoann Lemaire fue el primer futbolista que se atrevió a declararse homosexual. Fue en 2009, cuando jugaba en el modesto equipo francés FC Chooz y, asegura que fue aquel paso el que hizo que lo expulsaran del equipo. Frédéric Coquet, presidente del club, le hizo saber por carta que el comité se oponía a su regreso, exponiendo como única razón proteger tanto al club como al jugador y evitar incidentes que lo pusieran en riesgo. El caso revolución Francia, pero él sólo quería volver al césped. En una entrevista, asegura que aquel rechazo le afectó "muchísimo, porque significa que para ellos yo no era una persona normal, valía menos por ser homosexual". Ha vuelto al fútbol, en el Vireux Club.Tras 14 años jugando para el F.C Chooz, su condición sexual, asegura Lemaire, lo expulsaba de las filas de su equipo y, lejos de amedrentarse, el jugador reclamaba una indemnización por lo que considera un acto de discriminación.
Lemaire se vio obligado a abandonar su equipo tras un incidente que destapó la homofobia de uno de sus compañeros, que lo insultó frente a las cámaras de televisión. Sin embargo, el FC Chooz creyó conveniente que fuese él y no su compañero de equipo el que volviese al club la nueva temporada, y le negó el permiso de licencia con la excusa de evitar nuevos incidentes con sus compañeros. "Sólo quería jugar al fútbol con mis amigos", ha dicho el defensa, autor de un libro sobre el tema titulado 'Soy el único futbolista homosexual.'
"He sido víctima de la homofobia", asegura en una entrevista en eltiempo.com., y quizá lo que más le duela es que "a pesar de sus insultos, los jugadores nunca fueron sancionados ni castigados, porque al presidente del club eso le parecía normal y no una discriminación".
Recibió amenazas de muerte, pasó miedo, pero no se le quitaron las ganas de fútbol, por eso su mayor satisfacción es anuncia que encontró un nuevo equipo, el Vireux Club, y pudo volver al césped. "A mediados de septiembre empecé entrenamientos con ellos. Tengo un poco de miedo, pues ahora siempre hay cámaras en los campos de entrenamiento y temo que algo pase, pero hasta ahora, todo ha ido bien", describe.
Lemaire, además, se muestra convencido de saber dónde está el problema. "En Francia no conocemos a ningún otro deportista gay, al menos en el fútbol. Esto no quiere decir que no haya homosexuales en los equipos. Entonces, aquí el problema de fondo es que parece que el deporte y la homosexualidad no pudieran ir de la mano, pero sabemos que muchos de ellos se esconden y, con todos ellos escondidos, las mentalidades no van a evolucionar nunca", explica.