Faltan pocas horas para que se celebre el sorteo extraordinario de Navidad; el del 22 de diciembre; el de 'El Gordo'. Este año, los nervios propios de las jornadas previas al que se ha convertido en uno de los días más esperados del año, se han multiplicado.
El motivo es que hace escasamente un mes, y después de 47 temporadas celebrándose en la antigua sede de la Calle Guzmán el Bueno de Madrid, los responsables de la gestión de Loterías y Apuestas del Estado (LAE) empaquetaron los bombos y pusieron rumbo al Paseo de la Castellana. Concretamente en el Palacio de Congresos de la capital española es donde va a tener lugar este sorteo navideño.
"Hace ya un año que no se celebraban sorteos ordinarios en aquella sede que, por el paso del tiempo, ya se había quedado obsoleta y pequeña; mañana comprobaremos si hemos acertado, pero creemos que sí", bromea eduardo Ovies Cañas, director de gestión y producción de LAE.
Ultimando los detalles mecánicos
Mañana todo tiene que funcionar como un reloj y para ello el auditorio del Palacio de Congresos es un hervidero de técnicos y operarios haciendo pruebas con las grúas y los mecanismos que hacen girar los bombos.
Se verifica que las rotaciones de ambos (uno con los números y otro, más pequeño, con los premios) sean simultáneas y que las palancas sólo necesiten un suave movimiento de muñeca para expulsar la bolita que luego irá por la trompa hasta el recipiente de cristal del que la recogerá la mano inocente del niño de San Ildefonso que corresponda.
"El traslado ha tenido sus complicaciones. El bombo de los números es especialmente voluminoso de manera que hubo que dividirlo en dos partes [la esfera que contiene las bolas y la bancada que lo sostiene] para poder meterlo en el montacargas. También tuvimos que construir una grúa especial para instalar la tolva [especie de embudo gigante en el que se introducen las bolas que luego se echarán en los bombos]", relata Ovies.
Los puestos de prensa
Y por si todo este trajín fuera poco, los compañeros de la prensa entrevistan a los implicados en gestionar el sorteo y en localizar una buena ubicación, en el caso de que lo vayan a seguir en directo.
Pruebas de luz, de sonido y de cámara se suceden para que mañana, todos los espectadores puedan tener una visión perfecta de los números agraciados. "Espero no tropezar con esta maraña de cables porque a ver si resulta que los niños no se equivocan, no rueda ninguna bola por el suelo y voy a rodar yo", comenta un reportero que busca, junto a su cámara, la mejor zona para poder comentar el ambiente que haya mañana en el sorteo mientras camina hacia atrás.
Todo listo para repartir la suerte
Todos los focos están colocados, ya se ha avisado para que un guardia de seguridad esté puntual en la puerta del Palacio de Congresos a las siete de la mañana para abrir la puerta de todos los que quieran presenciar el sorteo en vivo y en directo.
En la anterior sede, el aforo era de apenas 380 personas. Sólo en acreditaciones para prensa se superaba esta cifra, de manera que el público lo tenía francamente difícil para acudir a esta cita.
Un problema que se ha solucionado con la elección del Palacio de Congresos madrileño, en el que caben casi 1.000 personas, y que no se volverá a repetir en el futuro.
"Está previsto que en la nueva sede se construya un amplio salón para volver a celebrar allí los sorteos extraordinarios de Navidad. Entre tanto, la elección que se ha hecho ha sido, desde mi punto de vista, un acierto. La ilusión que vamos a repartir y el esfuerzo que hemos invertido en ello sin duda merece la pena", concluye Ovies.
A estas alturas, sólo nos queda desear que los premios caigan repartidos y que, además de ilusión, lleven un respiro económico a los hogares que más lo necesitan. Suerte a todos.