Las agencias de noticias europeas nos han sorprendido esta mañana con un comunicado procedente de El Vaticano en el que se confirma que la Iglesia Católica está sopesando la idea de aprobar el matrimonio homosexual después de escuchar las presiones internacionales de muchos de los países que conforman la Unión Europea.
Según reza el comunicado, redactado por el mismo secretario papal, monseñor Georg Gaenswein, “ante las continuas presiones de la mayoría de los Gobiernos que forman parte de Europa, ante la evolución de la sociedad que se está produciendo, el Papa, Benedicto XVI, ha decidido reconsiderar la postura de la Iglesia Católica con respecto al consentimiento del matrimonio homosexual por parte de ésta”. De este modo, la medida deberá llevar su proceso de aprobación paso a paso, pero como manifiesta en el escrito Gaenswein “la Santa Sede no puede ir más tiempo a contracorriente de la ciudadanía, de la realidad del siglo XXI, Roma ya rechazó una primera propuesta reguladora meses atrás al considerar que la norma que apuntaba era inadecuada, confusa y legalmente inaplicable”.
En este sentido, el diario L’Osservatore Romano de El Vaticano en su edición de hoy, publicación que plasma las palabras del Papa y de todos los allegados de manera exacta, asegura también que el presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz del Vaticano, el cardenal Peter Kdowo Turkson, ha dicho también estar “completamente de acuerdo” con esta iniciativa papal para que, así, “la religión cristiana católica se adapte a los tiempos que corremos”. La medida –continúa- “debe pasar por muchos estamentos eclesiásticos antes de ser aprobada, sin embargo, ha llegado el momento de dar luz verde a que las personas, siempre que prevalezca el amor, que es el mensaje que más nos inculcó nuestro Señor Jesucristo, puedan casarse en la Casa del Señor sean del género que sean”.
Parece ser que El Vaticano ha dado un giro radical en su forma de pensar con relación a la unión y matrimonio de personas del mismo sexo, con todos los problemas que ha tenido dentro del seno de la Iglesia en cuanto a la práctica de la homosexualidad por parte de muchos de los miembros de la misma. Una postura inteligente, a todas luces. "Somos más de los que piensan los gays que deseamos casarnos con nuestra pareja en la Iglesia porque nos consideramos cristianos practicantes. Ahora, a esperar cuál será el instante en el que esto quede rubricado por Benedicto XVI", asegura el presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), Antonio Poveda.