Adiós a la libreta de racionamiento en Cuba - Cuba Eterna

Adiós al racionamiento en Cuba

Por Yoani Sánchez

Cada día que pasa nos acerca al nuevo año, y con ello crece la alarma sobre el recorte de empleos y la disminución de subsidios que enfrentaremos en los próximos meses. La frase de “seguir bordeando el precipicio”, que utilizó Raúl Castro en su último discurso, no tiene visos de metáfora sino de dolorosa realidad. Dentro de las asistencias sociales que serán eliminadas, está el llamado mercado racionado que distribuye una pequeña cuota mensual de productos para cada ciudadano. Nadie puede sobrevivir comiendo solamente lo que anotan en su “libreta de racionamiento”, documento más importante aquí que el propio carnet de identidad. Sin embargo, los bajísimos salarios y los altos precios de los otros mercados existentes en el país hacen que la supresión de esta subvención sea dramática y extremadamente controvertida.

No sólo es un apoyo básico y magro, sino que se comporta como el alpiste que justifica la jaula. Siempre que la crítica eleva su tono y la inconformidad empieza a señalar al sistema, salen los oficialistas a recordarnos que el gobierno gasta millones al año para proveernos de un poco de frijoles, un paquete de café cada treinta días y ese trozo de mortadela que nutre más el humor popular que los estómagos. Así ha sido durante más de cuarenta años, desde que se instauró el mercado normado, en un momento en que mis padres pensaron en que iba a ser algo temporal, una medida transitoria hasta que la economía planificada y centralizada comenzara a rendir frutos. Con apenas unos días de nacida, inscribieron mi nombre en el registro de consumidores y veinte años después yo tuve que anotar a mi propio hijo en la misma lista. El racionamiento pasó a ser así algo inherente a nuestras vidas, de ahí que tantos no sepan si reír o si llorar ante la noticia de su final.

Todos estamos conscientes de que mantener la “libreta” resulta insostenible para la economía nacional, pero pocos se imaginan la vida sin ella. Por si las cosas, en nuestra casa, hemos decidido poner a buen recaudo el menudo librito de hojas cuadriculadas que nos han entregado para 2011, pues si resultara ser realmente el último con toda seguridad se convertirá en un documento histórico. Quienes defienden su eliminación inmediata aseguran que eso significará la colocación automática de toneladas de mercancías en venta libre, lo que se supone provocará un bajón de los precios en el mercado no regulado por el estado. Pero, quizás el cambio más importante puede ocurrir en la mentalidad de las personas, cuando sientan que la pequeña porción de alpiste ya no está siendo colocada en el interior de la jaula, cuando comiencen a sentir la presión real de cada uno de los barrotes.

Escrito Por Yoani Sánchez / Fuente Generación Y

Cuba saca el jabón y la pasta dental de la libreta de racionamiento

La Habana semi a oscuras

Por JUAN O. TAMAYO
Las autoridades cubanas eliminarán a partir del sábado el jabón, la pasta dental y el detergente líquido de la libreta de racionamiento como parte de un esfuerzo desesperado por reducir los subsidios, según fue dado a conocer el miércoles.

De acuerdo con la decisión, los nuevos precios de los productos aumentarán hasta 12 veces, un alza que el disidente habanero Darsi Ferrer calificó de "medidas draconianas para un pueblo totalmente en el límite de su supervivencia'.

El gobierno de Raúl Castro ha reducido durante los últimos 12 meses los artículos que subvenciona a través de la libreta de racionamiento con el fin de cortar los gastos estatales y tratar de superar una profunda crisis económica. Los cigarrillos, las papas y los chícharos fueron eliminados este año de la lista y las cantidades de varios productos fueron reducidas.

Jacinto Angulo Pardo, ministro de Comercio Interior, firmó el 17 de diciembre la norma para eliminar los artículos de aseo personal de la libreta de racionamiento y fijar los nuevos precios. La decisión se publicó el miércoles en la Gaceta Oficial.

Un contenedor de 1,040 gramos de detergente líquido aumenta de 3.75 a 25 pesos cubanos, y un tubo de pasta dental de 120 gramos, que ahora se vende en 65 centavos, aumenta a 8 pesos. El jabón de baño y de lavar aumentará de 25 y 40 centavos, respectivamente, a 4 y 5 pesos, dependiendo del tamaño.

La libreta de racionamiento, establecida a principios de los años 60 en lo que Fidel Castro describió en su momento como una forma "temporal' de asegurar que todos los cubanos tuvieran acceso igualitario a los productos, es una canasta básica de alimentos y otros productos que se venden a precios subsidiados.

Los cubanos se quejan de que esa canasta mensual alcanza para apenas 10 días, pero reconocen que por lo menos es algo de ayuda en un país donde el salario mensual promedio es de 429 pesos, aproximadamente $20.

La mayoría de los cubanos, que ya enfrentan numerosas alzas de precios debido a la eliminación de otros subsidios, "no van a poder comprar esos jabones', dijo Ferrer, quien ha estudiado las consecuencias de la reducción de subsidios estatales.

Comentarios recientes de algunos funcionarios de gobierno de que la libreta de racionamiento se eliminará totalmente en el futuro han provocado gran preocupación en la isla, especialmente entre ancianos y retirados, que viven de magras pensiones de $15 o menos.

"Nadie puede sobrevivir comiendo sólo lo que dan por la libreta de racionamiento', escribió la popular bloguera Yoani Sánchez esta semana. "Sin embargo, los bajísimos salarios y los altos precios de los otros mercados hacen que la supresión de esta subvención sea dramática y extremadamente controvertida'.

Pero el final de la libreta de racionamiento pudiera ser beneficiosa a largo plazo para los cubanos, agregó, al compararla con el alimento que se da a las aves enjauladas.

"Quizás el cambio más importante puede ocurrir en la mentalidad de las personas, cuando sientan que ya no le dan la pequeña porción de alpiste, cuando comiencen a sentir la presión real de cada uno de los barrotes'.

Raúl Castro declaró el año pasado que la revolución ya no podía mantener su promesa de un estado igualitario y paternalista donde el gobierno ofrecía garantías de la cuna a la tumba.

Los planes del gobierno cubano de despedir a medio millón de empleados públicos para el 1ro. de abril, y quizás 1 millón más durante los próximos tres años, han provocado temores de que decenas de miles de personas queden sin empleo.

Vecinos de La Habana dijeron que han escuchado reportes no confirmados de que el gobierno también sacará los huevos y las pastas de la libreta de racionamiento y elevará el precio de la porción diaria de pan que reciben por la libreta, de 5 a 80 centavos.

Un trabajador muestra una caja de oasta de dientes en una tienda oficial en La Habana.