La historia, la carta, la cabalgata
el roscón, y los regalos de los Reyes Magos
Llegaron ya los Reyes y eran tres: Melchor, Gaspar y el negro Baltasar…”así dice una de las más recordadas canciones de la Navidad.
Seguramente todos guardamos algún recuerdo de aquellas noches infantiles en que esperábamos la llegada de los Reyes Magos.
Cuenta la leyenda que tres Reyes de Oriente fueron elegidos por Dios para que fueran a reconocer a su hijo.
Para guiarse los Reyes Magos siguieron una misteriosa estrella que los llevó hasta Belén, encima de un humilde establo
donde acababa de nacer Jesús.
Saludaron a sus padres y se arrodillaron frente al niño, entregándole sus regalos: oro, incienso y mirra.
Estos regalos estaban lleno de significado, no eran regalos que se acostumbrara regalar a los recién nacidos.
Con el oro, reconocían en el niño su grandeza y poder, reconociéndolo como el rey de reyes, el hijo de Dios.
El incienso era usado para adorar a Dios, y al entregárselo a Jesús estaban reconociendo su Divinidad.
La mirra significaba su reconocimiento como hombre mortal. Así los Reyes Magos reconocían a Jesús como Dios, Rey y Hombre.
Esta es la leyenda que se ha dado a conocer en la mayor parte del mundo y que se ha vuelto tradicional.
En España, fundamentalmente, se realizan enormes desfiles o cabalgatas donde miles de personas, niños y grandes reciben
a los Reyes Magos, llenos de ilusión, magia y deseos. Los Reyes Magos continúan regalando a los niños de buen corazón.
Los Tres Reyes Magos son tres: Melchor, Gaspar (de raza blanca) y Baltasar (de raza negra),llegaron de Oriente a adorar al niño
Jesús, siguiendo una estrella que les guió hasta el portal de Belén donde la Virgen María dió a luz a Jesús.
Los Reyes Magos traían oro, incienso y mirra, tres cosas gran valor en aquella época.
La carta a los Reyes Magos
Todos los años, semanas antes de la llegada de la Navidad, los niños empiezan a pensar en los regalos
que desean que les traigan los Tres Magos.
Es el turno de escribir la carta a los Reyes Magos, un momento de enorme ilusión y fantasía para los más pequeños.
En ella, los niños cuentan cómo se han portado a lo largo del año y qué regalo les gustaría recibir el 6 de enero.
No existe un modelo único, sino que cada niño puede elegir el formato que más le guste; al igual que son múltiples las formas
de enviar sus peticiones.
Unos eligen depositarlas en el buzón de los supermercados o las tiendas de juguetes, y otros les piden a sus padres
que la sellen y envíen por el correo convencional.
Sea cual sea el camino elegido, no os olvidéis de dejar algo de comer y beber a los Reyes y sus camellos.
Algo de dulce o frutas con un poco de agua seguro que les vendrá muy bien para reponer fuerzas.
La cabalgata de reyes
La Cabalgata de Reyes se celebra en toda España, y en algunas ciudades del mundo, la tarde del 5 de enero.
Los tres Magos, acompañados de sus pajes y ayudantes, desfilan en carrozas por las calles de los municipios
lanzando caramelos a todos los niños, representando el camino que recorrieron en su día hasta Belén.
Es una noche mágica en la que se mezclan la tradición con la fe y la esperanza;
la ilusión de los niños con la adoración de los Reyes al niño Jesús.
Los regalos de reyes
Cada año, durante la madrugada del día 6 de enero, los Reyes Magos acuden a las casas de los niños
para dejarles sus regalos, del mismo modo que llevaron oro, incienso y mirra al niño Jesús.
Según la tradición, una de las cosas exigidas por los Tres Reyes para que los niños reciban sus regalos
es que se hayan portado correctamente y hayan sido buenos durante el año.
Los que cumplen esas exigencias reciben regalos, pero los que no se comportan como deberían,
en lugar de regalos reciben carbón, un carbón dulce que simboliza la necesidad de que el niño cambie su actitud.
El roscón de reyes
Después de una noche mágica nada mejor que despertar con un dulce sabor en la boca.
Mientras los turrones son los protagonistas de los postres navideños, el Roscón de Reyes
es el protagonista de la mesa del 6 de enero.
El roscón es un bollo de masa fina con forma de anillo, más o menos redondeado, decorado con trozos de frutas
confitadas de muchos colores. Y desde el último tercio del siglo XX suele añadirse nata, crema, chocolate, trufa
o cabello de ángel en su interior.
Este dulce típico del 6 de enero esconde dentro de la masa un pequeño regalo.
En épocas remotas, aquel que encontrara la sorpresa se convertía en el rey de la reunión,
pero hoy en día se dice que la persona que coma el pedazo que contiene el regalo tendrá que pagar el roscón.