El director ejecutivo de Human Rights Watch, Kenneth Roth.
Por JUAN CARLOS CHAVEZ
Cuba es el único país de América Latina donde se asfixian casi todas las formas de disenso político mediante hostigamiento, golpizas e imputaciones predelictivas, entre otras fórmulas represivas, indicó el lunes la organización Human Rights Watch (HRW).
"Una gran cantidad de personas han recibido penas de uno a cuatro años de prisión por su participación en actividades ‘peligrosas', como entregar copias de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, organizar manifestaciones pacíficas,escribir artículos informativos de contenido crítico e intentar organizar sindicatos independientes', precisó el informe en su sección dedicada a Cuba.
En el análisis de 649 páginas de HRW, radicada en Nueva York, a Cuba le corresponde uno de los más duros apartados por sus violaciones de los derechos humanos.
El director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, observó desde Washington, D.C., la necesidad de que Cuba avance en el tema de las libertades fundamentales.
"Mientras las reglas del juego sigan intactas, los riesgos son evidentemente muy altos de que esto no se traduzca en cambios definitivos en materia de derechos humanos', dijo.
A su vez, el director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth, dijo que pedirían a la Unión Europea una política de "presión multilateral a favor del cambio', precisó.
En particular, HRW denunció la imposibilidad de monitorear la situación de las cárceles, así como los mecanismos de prisión preventiva y la subordinación de los tribunales al poder ejecutivo.
"El gobierno de Raúl Castro se ha amparado progresivamente en una disposición sobre [el estado de peligrosidad. . .] que le permite encarcelar a las personas antes de que hayan cometido un delito, cuando existan sospechas de que pueden cometerlo en el futuro', agregó el informe de esta 21ra. edición anual.
Mencionó asimismo dos huelgas de hambre que en 2010 conmovieron a la opinión pública internacional. La de Orlando Zapata Tamayo, quien murió en reclamo de mejores condiciones carcelarias el 23 de febrero; y la de Guillermo Fariñas, que exigió durante 135 días la libertad de una veintena de disidentes.
A pesar del reciente proceso de excarcelaciones en la isla, HRW señaló que son muchos los "que aún se encuentran en las cárceles', cuyas condiciones de salubridad "propician la malnutrición y las enfermedades'.
Desde Villa Clara, en el centro de la isla, Fariñas aprobó el informe y comentó que el gobierno ha ido más allá al sofisticar su sistema represivo.
"El terror de la población hacia el gobierno continúa intacto', dijo.
Berta Soler, vocera de las Damas de Blanco, declaró que la represión gubernamental se recrudeció durante el pasado año. La organización está compuesta por madres y esposas de prisioneros políticos que con frecuencia son brutalmente reprimidas por fuerzas de seguridad y turbas progubernamentales.
‘‘Nada ha cambiado', dijo Soler. "El hostigamiento sigue como principio único y este año pensamos que aumentará'.
Las conclusiones pusieron de relieve las restricciones impuestas sobre la libertad de movimiento a la sociedad civil cubana y la negativa a reconocer un estatus legal a las organizaciones opositoras. Además, deploró que las autoridades no asuman su compromiso con los acuerdos internacionales que garantizan la independencia y los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Cuba es cogestora y signataria de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, miembro fundador del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), y firmante desde febrero del 2008 de los Pactos de Derechos Humanos de la ONU, aún pendientes de ratificación.
Como es tradicional, el informe también hizo un balance sobre el impacto del embargo económico en la isla.
"El embargo continúa imponiendo privaciones indiscriminadas al pueblo cubano', precisó. "Y no ha contribuido en absoluto a mejorar la situación de los derechos humanos en el país'.