Javier Bardem, identificado con la gente
El actor español no oculta el hastío que le provoca la curiosidad de la prensa.
POR GABRIEL DE LERMA
Con casi 42 años, un Oscar bajo el brazo y una fama internacional que en su España natal se ha vuelto insoportable, Javier Bardem ya no tiene la actitud cordial y campechana con la que llegó a Hollywood 16 años atrás. Además, ya es padre de un primer hijo que ha concebido junto a otra gloria ibérica, Penélope Cruz, el más famoso integrante de una familia de actores y artistas no oculta el hastío que le provoca la curiosidad de la prensa.
Aún así, Bardem ha salido a promover Biutiful, el filme que ha hecho junto al mexicano Alejandro González Iñárritu y por el que acaba de recibir su tercera nominación al Oscar. Además, ya ha recibido el Premio al Mejor Actor en el Festival de Cannes, el último galardón importante que le faltaba ganar en una carrera inigualable. Rodada íntegramente en Barcelona, pero no en la que conocen los turistas sino en los callejones oscuros y los sótanos en los que sobreviven los cientos de miles de inmigrantes asiáticos y africanos que hoy son moneda corriente en esa ciudad, la película de Iñárritu expone sin miramientos las miserias humanas de una forma que, según Bardem, le sirvió para apreciar aún más el hogar en el que llegó a este mundo: ``Gracias a que nací en España bajo el cuidado de mis padres hoy puedo ser quien soy. Podría haber nacido en otro sitio y entonces ya sería otra persona, y probablemente habría experimentado algunos de los problemas que se presentan en la película', señala el hijo de Pilar, gran actriz y hermana del legendario director Juan Antonio Bardem, y agrega: ``En ese sentido, el mensaje de esta película es muy simple: no hay que olvidarse del don que tenemos, ni tampoco de nuestra suerte. Hay que tratar de compartir tu riqueza, no sólo la material, sino también la espiritual'.
Si bien después de ganar el Oscar por No Country for Old Men le llovieron las ofertas acompañadas de cheques suculentos, Bardem se mostró muy selectivo y sólo aceptó dos proyectos: un papel de reparto junto a Julia Roberts en Eat Prey Love y el filme con el que el galardonado director mexicano continuó su carrera después de Babel: ``Yo soy actor porque me gusta la gente. ¿Y por qué me gusta? Porque es lo único que tenemos', afirma en entrevista exclusiva con El Nuevo Herald, y completa: ``Es cierto que la gente a veces hace cosas incorrectas, como matar, por ejemplo. Pero a la vez, la única manera de entendernos a nosotros mismos es a través de ver cómo se comportan los demás. Por eso cuando leo un guión que habla sobre la gente, y sobre los problemas que tienen, me identifico de inmediato. No puedo conectarme con los personajes que tieneN superpoderes o que pueden volar. Definitivamente no me gustan las películas de superhéroes'.
De la misma manera en que se deja llevar a la hora de hablar de su carrera o de la película, Bardem es notablemente reacio a contar cosas sobre su relación con Penélope, su matrimonio o el hijo que está por nacer: ``Me siento feliz de poder compartir contigo y con tus lectores cómo fue la experiencia de hacer la película. Pero hay un límite, y ése soy yo como persona y mis cosas personales. ¿Has tenido la experiencia de llegar a un sitio en donde hay muchas personas que no conoces y que todos te hablen de tu vida? Te aseguro que es muy extraño. Si tienes ganas de hablar sobre lo que te pasa a nivel personal, te sientas en un bar con un amigo', dice sin sonreír demasiado. Luego, sin embargo, se relaja y aclara: ``también es cierto que en Biutiful hay muchos momentos privados en mi interpretación. Comparto con la audiencia momentos muy íntimos de este personaje. Además, no es que fui al set, dije mis líneas, y después me fui a tomar un café con mis amigos. Puse mucho de mí en esa interpretación. Esos son mis miedos. Así es como me relaciono. Esa es la forma en la que de verdad les hablo a los niños. Ese soy yo viviendo una experiencia de vida. ¿Qué puede ser más privado que eso? Pero la otra privacidad, la de los detalles baratos que todos quieren conocer, es algo que no comparto con nadie, que me guardo para mí. Aún así, los que me vean en Biutiful verán mas elementos privados de mí que si se ponen a hablar conmigo en un bar'.