Más calor en verano por el aire acondicionado
Llega el verano y hace calor, mucho calor. Para escapar del sofoco, muchos ciudadanos confiamos en los aparatos de aire acondicionado para que el bochorno sea más llevadero. Sin embargo, mientras nosotros disfrutamos de una temperatura agradable gracias a estos dispositivos, nuestro querido aire acondicionado está calentando aún más el ambiente de la calle. Un estudio ha calculado que en algunas zonas de la ciudad de Madrid estos aparatos hacen subir la temperatura hasta 2 ºC en algunos momentos del día.
Para que la temperatura de una habitación resulte más agradable, un aparato de aire acondicionado bombea el calor del interior del recinto hasta el exterior, a la atmósfera. Durante el proceso, la máquina consume electricidad, que se disipa también en forma de calor. Como resultado, al final en la calle termina un 30% más de calor del que originalmente el aparato sacó de la habitación.
El investigador Francisco Salamanca, del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) ha calculado mediante simulaciones el efecto que las máquinas de aire acondicionado pueden tener sobre el clima urbano. El estudio de Salamanca se centra en dos días veraniegos de 2008 e indica que en algunas zonas de Madrid la temperatura puede aumentar hasta 1,5 o 2 ºC durante la tarde-noche como consecuencia de estos aparatos. El mayor incremento de temperatura a causa del aire acondicionado se produce sobre todo hacia el final de la jornada porque el aire caliente se sitúa en una capa de la atmósfera más fina que durante las horas más calurosas.
Una metología pionera
Durante el estudio, los científicos aplicaron una nueva metodología que integra dos modelos diferentes. Por una parte, estos expertos utilizaron "un modelo atmosférico, que calcula el viento o la temperatura del aire, acoplado a un modelo de energética de los edificios que calcula el calor que emite el aire acondicionado, entre otros parametros", explica Alberto Martilli, también investigador del CIEMAT y codirector de la tesis de Salamanca que incluye el estudio. Para evaluar el impacto del calor de esas máquinas, los investigadores simularon un escenario en el que los aparatos emitían calor y otro escenario en el que no lo hacían. "La diferencia de temperatura entre las dos simulaciones nos permite estimar el impacto del aire acondicionado sobre la temperatura del aire", añade Martilli.
No obstante, aunque este estudio no tiene en cuenta el calor emitido por los coches, los vehículos a motor y otras fuentes de calor también consumen energía y dan lugar al calentamiento del aire atmosférico", advierte Antonio Lecuona, catedrático de la Universidad Carlos III de Madrid. "De momento no somos capaces de cuantificar ese impacto de los coches, es una línea de investigación futura", reconoce Alberto Martilli.
La planificación de una ciudad afecta a su clima
El estudio aplica esta metodología a dos ciudades, Houston (Texas, EEUU) y Madrid. La población estadounidense fue muy útil para testar el nuevo modelo integrado porque su morfología urbana está muy estudiada, algo importante porque esta metodología tiene muy en cuenta cómo son las ciudades. De hecho, el nuevo método permitiría estudiar el impacto de la planificación urbana sobre el clima de nuestras urbes.
En Madrid, los investigadores aplicaron su modelo a los días 30 de junio y 1 de julio de 2008. El proyecto DESIREX, de la Agencia Espacial Europea (ESA) estaba estudiando el clima urbano de Madrid aquellos días y los científicos aprovecharon sus mediciones para completar sus propios resultados.
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