En Lima, la capital de Perú, homosexuales y conservadores católicos
expresaron sus diferencias sin violencia.
Besos contra la Homofobia en Lima
“Lo que hemos hecho hoy tendrá eco en la eternidad”, con esta frase un pequeño grupo de católicos peruanos culminó este sábado el acto de rezar de espaldas a la Plaza Mayor de Lima, donde se encontraban homosexuales besándose y arengando por un país donde se les permita expresar sus afectos en público. A estos últimos los acompañaban activistas y personalidades que se solidarizaron con su causa.
El acto de protesta gay se llamó “Besos contra la homofobia” y fue convocado por el Movimiento Homosexual de Lima (MHOL), tras la golpiza que recibieron hace siete días, de parte de la policía, una decena de homosexuales que se besaban frente a la catedral de Lima en un acto similar.
En la Plaza Mayor -flanqueada por la municipalidad, el palacio de gobierno y la catedral- varias parejas gay posaron abrazadas o besándose, al tiempo que en el atrio de la catedral cerca de cien feligreses de diferentes edades rezaban, durante más de tres horas, de espaldas a ellos.
Si bien hubo un elevado número de policías, las dos manifestaciones se desenvolvieron en paz y BBC Mundo pudo comprobar que hubo un alto grado de tolerancia.
El acto de desafío gay tiene lugar en momentos en que, de manera inédita, las uniones entre personas del mismo sexo, la despenalización del aborto y el acceso universal a los métodos anticonceptivos se han convertido en algunos de los temas debatidos entre candidatos presidenciales en las elecciones que tendrán lugar el 10 de abril.
“Provocación”
Sin embargo, las autoridades religiosas vieron al acto gay como una provocación.
El arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, miembro del grupo católico Opus Dei, dijo este sábado, en su programa de televisión, que “el aborto no se puede aceptar y las prácticas homosexuales, no es que uno diga que los va a maltratar, pero que no provoquen frente a un templo como es la catedral”.
“Yo sí quiero decir que el orden público hay que custodiarlo, pero que luego no vengan con prédicas que son muy raras. Todos tenemos derecho de respetarnos unos a otros”, agregó.
En tanto, Nancy Freundt, una de las personas que rezó en el atrio de la catedral, le dijo a BBC Mundo que “estamos aquí participando en un acto de desagravio a la Iglesia, que ha sido desafiada por el MHOL al anunciar que iban a repetir sus actos homosexuales, ofendiendo así a Dios y a la doctrina natural de la Iglesia. Ellos sólo quieren provocar a la sociedad y aparecer como víctimas”.
“Hemos hecho esta cadena de oración porque queremos también oponernos a los candidatos que proponen el matrimonio gay. Entre dos lesbianas o sodomitas no hay ni habrá matrimonio, que viene de la palabra madre. Es por ello que debemos apoyar a nuestro líder espiritual, el cardenal Cipriani, quien alza la voz para que seamos un país de Dios y no del diablo”, añadió Freundt.
Parejas homosexuales desafiaron los prejuicios
“Nivel simbólico”
Por su parte, el sociólogo y activista del MHOL Tito Bracamonte le dijo a BBC mundo que “es histórico el acto de este día porque, a nivel simbólico, hemos conquistado un espacio donde afirmamos nuestro derecho a mostrar afecto y a su vez, dialogamos con el estado, la municipalidad y la iglesia desde una postura de dignidad y el respeto de nuestros derechos”.
Bracamonte añadió que “éste es el espacio que hace una semana nos lo negaron a golpes, el salvaje saldo fue de ocho personas con lesiones y una persona con diez puntos (de sutura) en la cabeza por manifestar su afecto en público. Es un momento cumbre en la lucha por nuestros derechos y estamos agradecidos por las muestras de solidaridad de todos los sectores”.
Al acto gay asistieron activistas de colectivos de mujeres, como Virginia Vargas, jóvenes de distintas profesiones, como la escritora Carla García, hija mayor del presidente de Perú, investigadores de ciencias sociales como Ponciano del Pino, Roberto Bustamante y Ricardo Caro y políticos de izquierda como Javier Diez Canseco y Susel Paredes.
“Quiero un país donde no me agredan por expresar mis afectos hacia mi pareja, donde no haya manuales católicos en las escuelas que digan que soy un monstruo y que no tengo derecho a que mi pareja y yo podamos heredar nuestros bienes o compartir el seguro social”, le dijo a BBC Mundo Susel Paredes, quien es activista gay y candidata al Congreso por el partido Fuerza Social.
Tras las dos manifestaciones, la Plaza de Armas volvió a ser un espacio para los limeños y sus familias, así como para los turistas que buscan disfrutar de su belleza e historia.
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