Maggie Carles y Luis Nodal Caminos encontrados
Cuando el 1 de enero de 1973, Maggie Carlés y Luis Nodal coincidieron como artistas en el show del cabaret Parisién, no imaginaron que 73 días después se unirían en la vida como un matrimonio que ya está a las puertas de cumplir 32 años compartiendo empeños y esperanzas.
Todo ocurrió con la premura de los grandes amores. El 9 de enero salen por primera vez como amigos, el 24 de febrero se hacen novios, el 4 de marzo Luis pide a Maggie como novia, 9 días después le pide matrimonio y el 15 de marzo, sellaron un pacto que los consolidó como una de las parejas más estables y triunfadoras en el mundo de la farándula y los escenarios.
Tres décadas después, Luis Nodal sigue mirando a su mujer con la ternura de un hombre enamorado y Maggie no se aburre de reconocer orgullosamente el talento de su marido. Tres décadas hilvanando una carrera profesional que trascendió las fronteras de su Cuba natal, para permanecer en el recuerdo de muchos que crecieron al compás de sus memorables interpretaciones.
La vida los unió en caminos encontrados. Luis Nodal había comenzado su carrera en el año 1960, todavía adolescente, como cantante y administrador de la popular orquesta "Sublime" hasta 1972 en que pasó a la orquesta "Típica Cubana". Maggie Carlés, eterna enamorada del ballet, trocó las zapatillas por la voz e hizo sus primeras incursiones con el grupo "Los Cinco de Zequeira" entrando inmediatamente en las listas de éxitos de las emisoras radiales que difundieron sus primeras grabaciones.
La jovencita que adoraba escuchar a Estela Rabal y a Monna Bell, no imaginaba que años más tarde, el mundo entero la escucharía cantar como los ángeles, lo mismo en español, que en inglés, francés, italiano, alemán, ruso, portugués, mongol, latín, ladino y hebreo; que uniría su voz en dúo con muchos gigantes de la música, entre ellos el gran tenor Plácido Domingo y que cautivaría a productores musicales de la talla de Bebu Silvetti.
Nada imaginaban cuando ambos, con las ilusiones como equipaje, decidieron unirse en 1975 al grupo Los Magnéticos y más tarde, en febrero de 1976, cantando el tema "Feliz Final" irrumpieron en los medios radiales y televisivos como el dúo de "Maggie y Luis" marcando un hito en el espectro musical cubano de los años 70 y 80.
Diez años se mantuvieron el las listas de éxitos, una década que le permitió a Luis Nodal, intuir que las potencialidades vocales de Maggie Carlés no podían quedarse encerradas en los límites de una isla del Caribe porque eran patrimonio del mundo.
Y sobrevino entonces su más importante decisión. Sacrificar su carrera como cantante para impulsar e internacionalizar la senda que esperaba por Maggie Carlés. El mundo recibió a fuerza de aplausos a la cubanita que cantaba con la misma pasión el Ave María de Schubert, la antológica New York, New York o la criollísima Mamá Inés.
Polonia, Yugoslavia, Checoslovaquia, Rusia, Mongolia, Hungría, España, Francia. Europa entera a los pies de su voz. Paris abrió el corazón de los franceses ante la cautivante mujer que ha sido calificada por muchos como una de las mejores voces femeninas del mundo.
Por fin, deciden tomar el camino del exilio en 1990 y en 1993, como lógico acercamiento a las raíces, se establecen en Miami, ciudad que les ofreció el calor de las bienvenidas. Siete discos e innumerables reconocimientos, los convierten hoy, ella cantante y el productor, en un orgullo de nuestra comunidad cubana en el exilio.
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