Triste y desgraciada vida la de quienes viven aferrándose al poder
Qué triste y desgraciada vida la de quienes viven aferrándose al poder.
En eso están Fidel, Ortega, Hugo Chávez y compañía. Por eso abrazan hoy a Kadafi. Era inevitable.
Castro denunció el `crimen' de Reagan cuando en 1988 bombardeó la zona donde vivía el dictador de Trípoli. Fue en represalia por el atentado del avión de Pan Am sobre Lockerbee, Escocia. Moamar Kadafi fue predecesor de Bin Laden. El uso de aviones cargados de pasajeros para crear terror en el 9/11 tiene ese fatal antecedente en el vuelo de Pan Am el 21 de diciembre de 1988.
A Castro no le conviene recordarlo, y si lo hace lo hará justificando a Kadafi. En una de sus últimas reflexiones, Fidel afirma que la OTAN, por orden del imperio, va a intervenir en Libia ``en cuestión de horas o muy breves días'. Según Fidel la `organización belicista' tiene planes de cometer un crimen contra la población de Libia. Se opone ``al cinismo y a las mentiras con que se quiere justificar la invasión'. Según Fidel, lo que ocurre es el preámbulo de una gran tragedia.
Para Ortega, Kadafi ``está librando una gran batalla. ¡Cuántas batallas ha tenido que librar!' La lucha de Kadafi, para Ortega, es gloriosa. ¡Gloria a su coraje y valor!
Chávez, por su parte, tan atado está a Kadafi que le entregó la espada de Bolívar en honor al mérito de su causa, honoris causa para Kadafi en el 2009.
No es de extrañar que no puedan desligarse de él. Dios los cría y ellos se juntan. Entre megalómanos se entienden. No podría ser de otra manera. No son capaces de denunciarlo. Hacerlo sería rechazar su propio criterio al alabar a Kadafi durante años. A los tres infalibles les es imposible negar lo que dijeron. Prefieren abrazar al cadáver viviente de Kadafi que negar su infalibilidad. En el caso de Cuba la aprobación de Kadafi es crítica para los Castro. Lo que pueda suceder con el cadáver-viviente de Kadafi tiene que ser de espanto para Fidel. ¿Saben quién es, para Fidel, el héroe en esta historia? ``El presidente bolivariano, Hugo Chávez, [quien] realiza un valiente esfuerzo por buscar una solución sin la intervención de la OTAN en Libia'.
Lo de Libia pone los pelos de punta a los Castro. Temen una acción similar en la isla. ¿Et tu, Cuba? Esa es la pregunta que tiene que estar formulándose calladamente Fidel en estos días ¿Y tú, Cuba? La pregunta de Julio César a Bruto el día de su asesinato la acalla Fidel para que su pueblo no se entere de lo que puede llegar a hacer, porque todo llega y todo pasa. Es ley de vida. Todo llega y todo pasa. Los Castro obligan el silencio en su pueblo para demorar lo que inevitablemente les llegará. Al exilio le toca hacer pública la pregunta que los Castro quieren silenciar. ¿Et tu, Cuba?
Los dictadores de la Cuenca del Caribe tienen miedo al contagio del Medio Oriente. Temen, paradójicamente, lo que Mao insinuó cuando pidió que broten cien flores, y el Ché cuando buscó no uno, ni dos, sino muchos Vietnam. Tienen que ver con espanto la posibilidad de cien brotes de libertad y que se den no una, ni dos, sino muchas Libias en la Cuenca del Caribe. Esa es la razón obligada por la cual los dictadores de acá no pueden distanciarse del dictador de allá.
Kadafi es el único en el mundo cuya longevidad se acerca a la de Fidel. Cincuenta y dos años para Castro, cuarenta y uno para Moamar. ¿Et tu, Cuba? ¿Hasta cuándo aguantará el cubano sin volcarse a las calles? No que no lo hagan. Ya lo hacen muy dignamente las Damas de Blanco, pero lo tiene que hacer hoy la masa, el pueblo cubano, todos, acá y allá, en masa.
¿Y tú, Cuba? Eso lo tienen que estar preguntando allá, y debe preguntarse a los de acá. El caso de Libia pide a gritos que se destape la olla en Cuba. Las bases están dadas para que el cubano se lance a las calles. ¿Qué falta? Esa es la gran pregunta. ¿Por qué no, hasta cuándo? ¿Et tu, Cuba? Cuando se dé el alzamiento será apoteósico y duro, muy duro, porque la represión que hay allá es muy dura.
El cubano es valiente. Su valor se ve en el exilio, extensión aquí del pueblo de Cuba allá. ¿Hasta cuándo seguirá aguantándose en silencio en ambos lados del estrecho de la Florida? El silencio es cómodo, y también puede ser cómplice. En la isla, donde vociferar y movilizarse es difícil, la falta de movilización en la Florida y nuestro relativo silencio aquí tienen que ser motivo de asombro. La batalla para derrocar a los Castro debe darse en ambos lados del estrecho. CCCP eran las siglas en cirílico de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. CCCP son la siglas en nuestro alfabeto de la situación de Cuba hoy: Con Castros Cuba Prisión. CCCP. ¿Entoce tu Cuba?